💔19💔
El chico caminaba bajo la fuerte lluvia que aún caía como un zombi; sin una gota de vida.
Su celular estaba descargado y probablemente roto. La bata que llevaba puesta había consumido toneladas de agua de lluvia, y sus lágrimas se mezclaban con las gotas frías en su rostro. Su corazón estaba adolorido; él estaba destruido.
Enterarse de que aquel pelirrojo que llegó a alegrar su vida, que lo mimaba y lo hacía sentir como la persona más querida en el mundo, fue el que le arrebató a su ídolo; aunque entendía que fue un accidente, que su padre ya había sido torturado antes de que fuera golpeado por el auto de Yoongi, seguía siendo algo demasiado duro para él.
Lo que más le dolía, era que no podía odiarlo en realidad; y la batalla interna que tenía no ayudaba a calmarlo para nada. Ya que mientras su corazón gritaba:
Sabemos que fue un accidente, no es todo su culpa...
Duele mucho lo que confesó, pero aún así lo amamos...
Dependemos mucho de él, no podemos dejarlo ir... No podemos volver a perder...
¿Y si volvemos y hablamos?
Él se ve arrepentido....
¡Por favor, volvamos con él!
Su mente repetía, aún más fuerte:
Tienes que alejarte de él...
Castígalo. Has que pague por separarte de papá para siempre....
Él merece sufrir, no merece que lo quieras...
¡Sácalo de tú corazón de una maldita vez o te volverá a herir!
¡Ódialo! ¡Ódialo! ¡No lo dejes ver tu debilidad!
Tienes que olvidarte de él por tu propio bien...
Piensa en mamá, ¿Cómo se sentiría al saber que amas al asesino de su esposo?
Su mamá. Ella era lo que más le preocupaba. Por mucho que amara a Yoongi, debía quedarse al lado de la mujer que lo trajo al mundo, debía protegerla y cuidarla, ya que ahora ella, Jimin y su tío eran lo único que le quedaba en ese mundo.
Pero.... ¿Qué pasaba con su corazón? ¿Qué sucedería con todos esos fuertes sentimientos que le había dedicado solo a Yoongi? Acaso.... tenía que reprimirlos y guardárselos solo para él, sufriendo por ello en silencio.
Demonios... Por fin había encontrado a alguien que lo amaba y lo valoraba, y ahora tendría que dejarlo ir.
Cupido nunca tuvo piedad de él....
Su vida amorosa siempre fue un desastre. Todos los que mostraban interés en él, lo engañaban porque era muy ingenuo en esa área o solo coqueteaban con él por su adorable apariencia; nunca tomando en cuenta sus sentimientos. Pero él ya no era tan ingenuo; y lo aprendió por las malas. Sin embargo, aunque quisiera, no sería tan fácil acabar con lo que sentía por el pelirrojo; por lo que debía pretender que sí lo hacía.
Luego de técnicamente una hora caminando hasta su casa, ya había llegado hasta su puerta. Completamente empapado y con mucho frío; literalmente temblaba. Cuando tocó un par de veces, su tío asombrado y confundido, lo recibió.
—¿Hoseok? ¿Por qué estás bajo la lluvia vestido así? —preguntó con rapidez, al tomar su mano y hacer que entrara.
—Solo quería venir a casa —respondió en voz baja, mientras le entregaba la ropa húmeda que tenía junto a su pobre celular.
—Hubieras esperado a que la lluvia parara. No sé cómo Yoongi dejó que vinieras así y solo —volver a oír su nombre inmediatamente le dió una punzada en el pecho.
—Ese nombre no volverá a mencionarse en esta casa, tío Nam. Así que te pido que te olvides de él —dijo con seriedad antes de apresurarse a ir a su habitación para cambiarse.
Escucharlo hablar así descolocó completamente al mayor, aunque al mismo tiempo lo preocupó.
—¿Se habrán peleado? —se murmuró mientras miraba las escaleras por las que había subido, pero creyendo que solo fue una pequeña pelea por su desaparición con Jimin. Se encaminó a dejar la ropa húmeda en la secadora; la actitud de Hoseok realmente lo intrigaba.
Segundos después, su teléfono comenzó a sonar, era Yoongi.
—Min, ¿por qué dejaste que Hoseok volviera solo? ¿No iban a quedarse en el hotel por el tiempo? —pudo sentir como del otro lado sollozaban cuando hizo silencio.
—Lo siento mucho.... —dijo con la voz quebrada, preocupando al mayor.
—¿Yoongi? ¿Pasó algo? ¿Por qué te disculpas?
—Yo... realmente no quería que esto pasara —murmuró, mientras sorbía su nariz—. Por favor, dile que no me odie.
—¿De qué estás hablando, Yoongi? ¿Qué hiciste que enojó tanto a Hoseok? —comenzaba a impacientarse al no poder comprender lo que decía; estaba empezando a creer que no fue una pequeña pelea lo que tuvieron.
—Al parecer aún no lo sabe, pero.... Yo cometí un grave error hace dos meses, Sr. Nam, y me disculpo sinceramente con usted también —el pelirrojo no sabía como empezar a contarle; además de que pensaba que eso le correspondía a Hoseok, pero él no podía ocultárselo ahora que había plantado la duda en el mayor—. Yo provoqué el acc....
—¿Con quién hablas, tío Nam? —se le acercó Hoseok de repente ya cambiado, usando un conjunto verde de abrigo y pantalón, ambos anchos; y ahora sí traía sus anteojos, ya que por tanto llorar no pudo soportar los lentes y se los sacó.
—Estoy hablando con Yoongi. Me estaba diciendo que... —el rubio le arrebató el teléfono antes de que pudiera terminar y lo acercó a su oído.
—¿Ya no recuerdas lo que te dije? —le preguntó, con un tono despectivo.
—Hoseok, amor, por favor no me hagas esto —le suplicó, esperando en vano que una pequeña pizca de esperanza para él saliera de sus labios; rezaba para que no lo odiara—. De verdad no quiero que te alejes de mí por...
—Ya no soy nada suyo —le dejó claro con un tono cortante—. Así que deje de molestar a mi familia y a mí. Como le advertí, nos vemos en la corte.
—Hoseok, escuch... —colgó antes de que pudiera terminar la frase.
Le dolía ser así de duro con él, pero llevaría a todos los que dañaron a su padre ante la justicia, sin importar nada más. Y ahora tendría que explicarle todo a detalle a su tío, quién lo miraba como si no lo reconociera.
—Dime ahora mismo que fue todo eso, Kim Hoseok —le ordenó, manteniendo su ceño fruncido, a lo que este respiró profundamente antes de hablar.
—Será mejor que nos sentemos y que llames a Jimin aquí. Tengo algo muy importante que decirles —anunció, mientras se dirigía hacia el sofá.
Namjoon, con duda y confusión, llamó a Jimin para que volviera rápidamente a la casa; ya que este había salido con su hermano para conversar en una de las cafeterías cercanas, y obviamente, Jungkook también se presentó; aunque este al principio los iba a seguir en secreto, pero lo descubrieron en un dos por tres.
Además, desde que había comenzado la lluvia, ellos ya estaban decididos a regresar.
Cuando todos estuvieron en la casa, en el área de la sala de sofás amarillos y decoración levemente costosa, comenzaron a hablar, o mejor dicho, Hoseok lo hizo tras acomodar sus anteojos.
—Dejaré que se queden porque no tengo fuerzas para discutir —les avisó a ambos chicos que se encontraban detrás de Jimin—. Y como los veo juntos, eso es señal de que ya se arreglaron, así que no me interpondré. Además, quiero que se enteren de lo que hizo su amigo.
Miró directamente al pelinegro al decir lo último, quién no supo cómo interpretar esa mirada y mucho menos sabía de qué trataría esa conversación. Por lo que solo se dedicó a escuchar con atención.
—¿Puedes decirnos qué fue lo que pasó ahora, Seok? —pidió su tío, impaciente.
—Esto no es algo fácil de decir y tampoco de asimilar. Pero tengo que hacerlo para que podamos irnos lo más pronto posible.
—¿Irnos? ¿Por qué nos vamos a ir, Seokie? —preguntó Jimin, tomando asiento frente a él, igualmente confundido.
—Porque mi madre nos espera. Ella está haciendo todos los preparativos para... —las palabras se atoraron en su garganta, y de solo recordar, las lágrimas comenzaron a brotar sin control, acto que preocupó a todos—... Ella está preparando el funeral de papá.
Soltó con dolor. Y los presentes estaban más que sorprendidos ante la devastadora noticia. El rubio abrió los ojos con asombro, y no pasó mucho para que comenzara a llorar mientras cubría su boca y mantenía la vista en el suelo. En cuanto a Namjoon, este no quería creerlo.
—¿A.... A qué te refieres con el funeral de mi hermano, Hoseok? —se levantó para dar unos pasos hacia él—. ¿¡Qué carajos estás diciendo!?
Cuestionó con un tono más alto, el cual hizo que Hoseok cerrará los ojos con fuerza por un momento, y comenzara nuevamente a lastimar sus dedos con las uñas.
—Créeme, tío Nam. Yo estaba peor que tú cuando me enteré, y no sabes cuánto me duele es...
—¡No lo creo! Me niego —expresó el mayor, tirando de su cabello, con la frustración apoderándose de él—. Mi hermano no tenía problemas de salud. Él estaba bien. ¿¡Cómo pueden afirmar que murió!?
—¡Yo vi su cuerpo! —la voz de Hoseok temblaba al dejar escapar esas palabras—. Vi como ya no respiraba. Lloré junto a mi madre, aferrándonos a sus frías manos. Escuché cada palabra del forense sobre las heridas de tortura que le hicieron. Cada una de ellas retumbaba en mi cabeza provocándome aún más dolor; sufrió demasiado, tío.
Sorbió su nariz al hacer una pequeña pausa, intentando calmarse y secar sus lágrimas. Todo se quedó en silencio; solo se escuchaban los sollozos de Jimin.
—¿Pero saben qué es lo peor? —volvió a hablar, teniendo nuevamente la atención de los presentes—. Que Yoongi fue quien acabó con su vida.
Esa frase atravesó a todos, incluyéndolo a él; aceptarlo en voz alta no era para nada fácil y mucho menos asimilar el dolor que lo acompañaba.
—¿Qué? —musitó Namjoon, quedándose paralizado ante lo dicho.
—Espera un momento, Hoseok —intervino el pelinegro, tratando de procesar la revelación—. ¿Cómo puede ser Yoongi el culpable? Él ni siquiera conocía a tu padre.
Intentó defenderlo de aquello que consideraba una calumnia hacia su amigo. A pesar de que le resultara extraño que viniera precisamente de Hoseok.
—Yo pensé lo mismo, pero fue Yoongi quien me lo confesó —al ver la seriedad en la mirada del chico, Jungkook no intentó decir nada. Seok dirigió la mirada de vuelta a su tío—. Dijo que había sido un accidente pero, no puedo evitar pensar que, si no hubiera sucedido, tal vez podría estar vivo... Así que sigue siendo su culpa... —su voz se quebró totalmente; ya no podía seguir. El silencio se presentó nuevamente, al mismo tiempo que el rubio clavó sus ojos en las heridas superficiales que tenían sus dedos.
Namjoon, a pesar del profundo dolor que empezó a sentir al darse cuenta de que todo era cierto, reprimió sus ganas de llorar y se acercó a Hoseok para abrazarlo con fuerza. Deteniendo a su vez que se siguiera lastimando. Ahora mismo debía estar ahí para consolarlo; lograba percibir lo lastimado que estaba por todo lo que contó. Estaba seguro de que intentaba ser fuerte para ocultar su sufrimiento y decepción.
Jimin también lo notó, aunque no podía pronunciar ni una palabra.
—Seok, yo... yo estaré aquí, ¿vale? —le aseguró, intentando que no se desmoronara por completo. Pero cuando Namjoon sintió a su débil cuerpo caer sobre el suyo, dejándolos a ambos en el suelo y a sus manos rodeándolo. Mientras sentía los sollozos que se ahogaban en su cuello, no pudo evitar llorar también—. No los abandonaré niños.
Le hizo una señal a Jimin para que se acercara a ellos, este rápidamente lo obedeció y los tres lloraron juntos; dejando salir su dolor. El mayor entendía que Hoseok estaba demasiado agotado para seguir explicando y Jimin solo se aferraba a él, compartiendo su dolor ya que él consideraba a Taehyung como su segundo padre. Por lo que Nam dejó que ambos lloraran en sus brazos para que se desahogara, ya después hablaría seriamente con Yoongi. Y en la soledad, dejaría que su dolor también saliera con libertad.
Jihyun y Jungkook también estaban aturdidos y sorprendidos. Se sentían tristes también por la dolorosa pérdida, pero como no lo conocían tanto no podrían compartir el dolor con la misma intensidad.
Por otro lado, Jungkook aún no entendía la relación de Yoongi con ese asunto, pero luego de pensar en la palabra "accidente" a su mente llegó la noche de la despedida de Bogum.
«Mierda...»
¡gracias por leer!
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