💔01💔

-"¡Hobi, corre despacio!" -le gritaba el pequeño pelinegro de 9 años, corriendo tras él para alcanzarlo.

Ambos niños se encontraban jugando en el parque cercano a sus casas a su juego favorito: las atrapadas, donde a Yoongi le tocaba atrapar a Hoseok. El lugar era amplio, y la luz del día acompañada del hermoso cielo azul, le brindaban una calidez reconfortante a los presentes en el. Este, se encontraba lleno de diversos juegos y pequeños niños riendo junto a sus familiares; era un espacio únicamente para la felicidad y el disfrute de los pequeños traviesos de casa. Así lo veían las madres Yoongi y Hoseok, por eso lo visitaban con tanta frecuencia, sentándose a conversar en los bancos cercanos para vigilar a sus hijos mientras se relajaban.

Volviendo al juego, el joven Min se encontraba agitado y levemente sudado por su intenso esfuerzo para atrapar al joven Jung. Pero Hoseok era muy rápido, y como conocía ese lugar como la palma de su pequeña mano, le era muy fácil escabullirse por los columpios y toboganes de colores, haciéndole más difícil la captura al pobre Yoongi.

-"¡Atrápame si puedes, Yoon!" -gritó, corriendo nuevamente al verlo hacer lo mismo en su dirección.

Verlo desesperado de alguna forma le divertía. Hoseok no paraba de reír cada vez que se escapaba de él, buscando prevenir siempre sus movimientos antes de que lograra acercarse. Pero su sonrisa se borró cuando al deslizarse por el tobogán, tropezó con sus propios pies y cayó al suelo, raspando su rodilla y mínimamente la palma de sus manos.

-"¡Hobi!" -Yoon corrió preocupado hacia él.

Este se encontraba revisando su herida arrodillado en el suelo, al pie del tobogán. No se quejaba del dolor, pero en su interior, temía un poco por la sangre que empezaba a salir.

-"¿Te duele?" -se acercó a revisarla con desesperación-."¿Quieres que llame a tu mamá y te llevamos al hospital?" -sugirió, mirándolo con los ojitos cristalizados, el contrario comenzó a reír levemente por su expresión. Aunque realmente no quería preocuparlo.

-"Estoy bien, Yoongi. Solo fue un rasguño" -afirmó, levantándose y dando una pequeña vuelta para que viera que estaba bien.

-"Pero estás sangrando" -lo señaló, con un puchero en sus finos labios-,"tiene que haberte dolido."

-"Pues no, estoy perfectamente bien, te preocupas demasiado, Ginie" -revolvió un poco su cabello, con diversión. Este lo miró con el ceño fruncido unos segundos ante su despreocupación, pero luego suspiró y lo abrazó.

-"No quiero que te lastimes, Hobi; siento que duele mucho cuando algo te pasa" -confesó contra su cuello, su voz adoptando un tono suave.

El mencionado lo abrazó de vuelta; sabía que iba a llorar como siempre que se daba algún golpe. Así que debía detener esas lágrimas que amenazaban con mojar las mejillas de su amigo.

-"Entonces procuraré no hacerme daño. No quiero verte llorar todo el tiempo como un bebé" -bromeó, y este al escuchar como lo llamó, se separó de él, cruzándose de brazos. Quería verse enojado.

-"¡Te he dicho que no soy un bebé!" -se quejó, indignado. Hobi volvió a reír y tomó su mano.

-"Sí que lo eres, eres un bebé gato arisco y llorón" -esta vez sí, de verdad iba a llorar; el temblor de su labio inferior lo delataba-. "Pero igual te sigo queriendo muuuuucho."

Se inclinó y dejó un leve beso en su frente, sonrojando ligeramente las mejillas del contrario.

-"Vamos a buscar a mi mamá para que me ponga una bandita, ¿si?" -él asintió despacio, sintiendo a su corazoncito latir con rapidez, dejándose guiar por el castaño.

Siempre eran así de cariñosos y unidos. Desde que tienen memoria, lo primero que recuerdan es verse cara a cara en la cuna de Hoseok; este, apenas lo vió, se abalanzó sobre él para poder abrazarlo mientras reía. Sus madres eran mejores amigas, así que ellos siempre estaban juntos en todo momento. Y se querían demasiado, eran inseparables, siempre lo fueron. Eso hasta que...

Ring.... ring.... ring....

Su teléfono comenzó a sonar en la habitación. El sonido era tan fuerte e insoportable que no pudo seguir durmiendo. El ahora pelirrojo, apartó las sábanas negras de su cama y se sentó con pereza en esta, restregando levemente sus ojos para luego alcanzar el aparato en la mesita de noche; Jungkook lo llamaba.

-¿Qué sucede? -empezó, con una voz ronca y cansada. Su mirada empezó a recorrer su habitación; sus cortinas grises aún tapaban los ventanales de cristal, dejando un pequeño espacio por dónde se colaba la intensa luz del sol.

-¿Aún estás durmiendo? -preguntó el chico del otro lado, su voz siendo distorsionada por el ruido a su alrededor; se encontraba en una cafetería llena de clientes-. Son más de las 12, Yoongi, ¿por qué duermes tanto?

Llevó el café helado que descansaba sobre la mesa hasta sus labios luego de preguntar.

-Puedo seguir haciéndolo, así que di lo que tengas que decir antes de que te cuelgue -su voz se oía aún más amenazante cuando recién se levantaba, principalmente porque no quería hacerlo todavía.

-Vale, vale, el caso es que los chicos y yo planeamos ir al bar esta noche. Ya sabes, por la despedida de Bogum -explicó brevemente-, y queríamos saber si vendrías.

-Iré -se apresuró a responder-. No tengo nada mejor que hacer hoy. Pero no me despiertes más, ¿quieres? Mejor envíame un mensaje.

-Descuida que lo tendré en...

Le colgó, antes de que pudiera terminar, provocando que el chico negara con la cabeza al volver a tomar su café. Así era su personalidad ahora, "fría y sin sentimientos", y su lengua era tan filosa como una navaja; nadie escapaba de sus crudas en insensibles palabras. Y aunque su etapa de rebeldía ya había pasado, en él se quedó aquel chico incorregible desde que su corazón se rompió en miles de pedazos.

Se sentó en el borde de la cama al desprender un largo suspiro y revolver su cabello. Llevó los pies hasta sus pantuflas blancas para adentrarlos en ellas, pero no se levantó. Como cada mañana, tomó la fotografía de marco dorado en su mesita de noche; ahí se encontraban Hobi y él abrazados en el mismo parque de sus sueños. Aún mantenía su cabello negro en ese momento.

-No sabes cuánto te extraño, Hobi... -musitó, deslizando levemente sus dedos sobre el cristal que la protegía; sobre su sonrisa.

Recordar lo felices que eran en esos tiempos, y al mismo tiempo saber que no podrán estar juntos ni volver a sonreírse de esa manera nunca más, era algo que lo destrozaba por dentro. Todos los días sentía su ausencia y deseaba pasar aunque fuese solo un momento a su lado. Necesitaba tener sus abrazos y sus bromas pesadas una vez más, lo necesitaba a él.

Y antes de comenzar a llorar como tantas veces lo había hecho, la puso de nuevo en su lugar, dándole un último vistazo. Se dirigió hacia el baño para darse una larga ducha de agua tibia, permitiéndose recordar nuevamente el sueño que había tenido al cerrar los ojos. Aunque en realidad, ese era un fragmento de sus recuerdos más preciados con él. Luego fue a buscar un conjunto de pantalón negro y una camisa fina, ancha un tanto abierta, para ir al bar.

Poco después de terminar de prepararse, bajó del edificio rumbo al estacionamiento, en busca de su porsche color negro, para ir al lugar acordado. Estando frente al bar, estacionó su auto y se adentró en el lujoso y ruidoso lugar; algo que no era completamente de su agrado pero, ¿qué es un bar sin música?

Mientras caminaba, su mirada, la cual había recorrido cada rincón del lugar, se dirigió al centro, específicamente a la mesa donde se encontraban sus amigos bebiendo como si no hubiera un mañana.

Se acercó a ellos a paso lento y preciso, para terminar tomando asiento al lado de Jin; ya que Kook estaba "ayudando" a Bogum a beber una jarra llena de cerveza.

-Llegaste a buena hora -le dijo Jin, cerca de su oído para que el bullicio del lugar no silenciara su voz-; ellos están a punto de subir al escenario a cantar desafinadamente, lo apuesto -llevó el vaso que tenía a sus labios con una sonrisa maliciosa.

-Entonces procura tener tu móvil a la mano -dijo, esbozando una sonrisa similar, empezando a servirse un poco de whisky en el suyo-. Servirá para un buen chantaje en el futuro -bebió el primer sorbo, sintiendo el frío líquido deslizarse por su garganta, relajándolo poco a poco.

Cuando ambos pelinegros terminaron su "ronda de bebidas", se percataron de que él ya estaba ahí.

-Yoongi~ -empezó Kook; obviamente ebrio. Juntó sus manos e inclinó un poco la cabeza en su dirección-. ¡Siento mucho haberte despertado! Por favor tenme compasión, ¿si? -lo miró con sus ojitos suplicantes.

Él siempre se comportaba de manera infantil cuando bebía, y también se volvía más imprudente de lo que generalmente era.

-Te dejaré ir por ahora -le siguió el juego sin esfuerzo alguno-. Hoy es la despedida de nuestro amigo, así que hagamos que se divierta. No estoy de humor para regañarte.

-Ay, que alivio -echó su cuerpo hacia atrás, dejando escapar un suspiro, y provocando leves risas en ellos-. Seriamente pensé que moriría en tus frías manos. Soy muy joven para irme la cielito, ¿sabes?

-No descartes la posibilidad -se apresuró a responder, mirándolo con una ceja enarcada y un media sonrisa-. Estoy acumulando tus delitos para para darte una rigurosa sentencia al final, Jeon Jungkook.

Sus palabras sombrías, con una ligera diversión, dejaron al pelinegro impactado y con una escalofrío recorriendo su interior.

-Ah... No bromees conmigo así, Yoon. En serio te tengo miedo... -dijo, nervioso, a lo que el pelirrojo elevó los hombros con despreocupación.

-Solo bebe, es lo que mejor se te da -volvió a beber.

-Oh, deja de molestarlo, Yoongi -intervino Jin, apretando levemente su hombro-. Yo creo que hay algo que él sabe hacer mejor, ¿qué te parece cantar, Kookie? -sugirió, volviendole a sonreír-. Apuesto a que todos estarían encantados de oírte a tí y a Bogum en el escenario.

Era bastante evidente que quería avergonzarlos. Pero como en ellos ahora solo gobernaba el alcohol, eran capaces de cualquier cosa con un pequeño empujón.

-¡Buena idea! -aprobó con emoción, luego dio unos toques en el brazo de Bogum-. Hey, ¿quieres ir a cantar?

Este sonrió en respuesta, levantándose bruscamente para señalar a Yoongi.

-Tú.... vendrás conmigo. ¡Te escucharé rapear aunque sea una vez antes de irme, pelirrojo engreído! -dijo medio enredado, terminando por señalar a su inestable cuerpo. Min, con total tranquilidad, enarcó una de sus cejas al mirarlo de arriba hacia abajo.

-Primero: cuida tus palabras, y segundo: intenta levantarme de aquí, si te atreves -lo retó.

Bogum tragó en seco ante su amenazante mirada, así que se volvió a sentar junto a Jungkook.

-Creo que mejor iremos solo tú y yo Kookie -dijo al mirar fugazmente a Yoongi, quién mantenía su neutral expresión.

-Sabes que él nunca cantará para nosotros, solo viene a beber, no hagas que nos golpee -murmuró con rapidez, para luego levantarse y ayudarlo a él a ponerse nuevamente de pie-. Vamos a mostrarles nuestras hermosas voces al mundo, amigo.

-¡Vamos! -gritó con entusiasmo al dejarse guiar.

-Esto sí va a ser entretenido -dijo Jin con una sonrisa, sacando su celular para empezar a grabarlos.

Ellos cantaban bien, mucho a decir verdad, pero borrachos.... eran un completo show que claramente todos disfrutaron. Y en eso pasó la noche, entre rondas de whisky o cerveza, uno que otro aperitivo, bailes improvisados y malas entonaciones, fue divertidamente desastrosa.

Todo era por Bogum. Este se iría a Inglaterra con sus padres y no se volverían a ver, por eso la despedida. Querían dejarle un buen último recuerdo; del cual no se acordaría del todo, pero igual lo tendría. Ellos habían sido un calmante para Yoongi cuando todo era dolor y soledad.

Como ya eran alrededor de las 3 o 4 de la mañana, decidieron marcharse. Yoongi; que era uno de los más sobrios, intentó llamar un taxi. Y aunque estuviese aguantando a Bogum y a Kookie, mientras que Jin se mantenía abrazado al poste cerca de ellos, logró alcanzar su teléfono. Pero por un mal movimiento, este fue tirado y pisoteado por un Jungkook completamente borracho.

-Lo... Lo siento... -dijo técnicamente riéndose al juntar sus manos, manteniendo los ojos mínimamente abiertos.

-En serio quieres problemas conmigo hoy -el contrario no pudo aguantar su sonrisa, así que sin importarle lo dicho, volvió a abrazarlo.

-¿Quiere que le llame un taxi, señor?-preguntó uno de los guardias en la puerta.

-No, solo tráeme mi auto, creo que aún puedo conducir.

-Como desee -el chico se retiró, yendo en dirección al estacionamiento.

Pocos minutos después, apareció frente a ellos y lo ayudó a acomodar a sus amigos dentro del vehículo. Así empezó a conducir; él había bebido bastante, pero aún conservaba todos sus sentidos, a diferencia de sus amigos claro. Jin estaba durmiendo plácidamente a su lado y los otros dos tarareaban una canción en los asientos traseros, moviéndose de un lado a otro.

Tenía planeado llevarlos a su departamento y ya mañana cada uno se iría hacia su casa, pero hubo un drástico cambio de planes.

-Oye -miró por el retrovisor el rostro y movimientos de Bogum; intentaba vomitar-, ni se te ocurra hacerlo en mi auto, Bogum.

Este trató de detenerlo con todas sus fuerzas, pero el deseo de expulsarlo era más grande que las amenazas de Yoongi, así que no lo pudo contener.

-¿¡Qué mierda te pasa, Bogum!? -se giró hacia él viendo el desastre que hizo-. Tú vas a limpiar esto cuan...

Un fuerte sonido lo hizo detenerse y detener el auto; un choque.

-¿Qué fue eso...? -murmuró, sorprendido y algo asustado. Abrió la puerta del auto y salió, encontrándose con el cuerpo de un hombre de abrigo café en el suelo-. Oh dios.

Trató de acercarse lo más que pudo y ver si seguía bien, pero al ver la sangre que salía de su cabeza y brazo, se dio cuenta de que no lo estaba; él ya no respiraba.

💔Helousi broken hearts 💔

Ya empezamos una nueva experiencia people📚

Notis: Escribiendo esto pretendo crear en ustedes personitas que la leen, esas emociones de tensión, asombro, cariño hacia la historia y sus personajes, ganas de llorar principalmente y de reír.

Todo eso y más, solo espero que la disfruten y le den la oportunidad de entrar en su corazoncito🥺

Chaíto y gracias por leer 💜

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