Capítulo 11

Antes de que Ran se vaya a trabajar es que pasa a ver a su hermano y lo ve durmiendo muy tranquilo.

Ran: (No quiero hacerte daño) (Te quiero mucho y entiendo que la quieres así que... Está bien, puedes estar con ella)

Se va al trabajo y la llama para ir a verla a la salida del trabajo a lo cual ella no quiere pero este insiste que ella acepta.

Llega la noche y ambos se ven.

Ran: Mi hermano está mal. No vino anoche a dormir, lo cual es lo de menos.

Tn: No debiste venir. -empezaron a caminar- Le escribí pero no me responde y entiendo que esté así. Yo tengo la culpa por no decirle que iría a verte.

Ran: También te quiero, pero mi hermano...

Tn: Lo harás por él. Tú arruinaste esto. Tu hermano hizo que me enamorara de él y ahora resulta esto... Qué difícil situación. No creí jamás que estaría en algo así.

Ran: Yo tampoco. Lamento lo que te hice.

Tn: Está bien. Reconoces lo que hiciste.

Ran: Hoy en la mañana me levantó muy temprano pidiendo explicación de lo que pasó anoche. -eso la sorprendió-

Tn: ¿Qué le dijiste?

Ran: No mencioné lo del beso.

Tn: -suspira aliviada- Yo tampoco le dije y no quiero decirle.

Ran: Sería bueno que lo sepa.

Tn: ¿Estás loco? -se detiene para verlo al igual que él- Está mal y no pienso decirle nada.

Ran: Con más razón debería saber. Quiero que mi hermano vuelva a confiar en mí así que le diré.

Tn: Oye, espera. No puedes decirle nada.

Ran: ¿Por qué no?

Tn: No querrá verme aún más con esto. Yo... -baja la cabeza- Yo... Ya me siento mal con todo esto. -lo mira- Yo... No sé si esto resulte...

Ran: No va a resultar pero al menos sabrá la verdad. Me rechazaste.

Tn: Sí, lo hice pero, te acepté por unos segundos.

Ran: No importa. Quiero besarte en estos momentos.

Tn: Ran, esto ya fue. Para ti, jamás hubo un nosotros. Tuviste tu momento.

Ran: No me digas que no hay todavía algo de mí dentro de ti. Por más pequeño que sea, aún me tienes en tu corazón.

Tn: Quiero ir con tu hermano y me sales con esto. -se voltea-

Ran: Olvídame completamente.

Tn: ¿Cómo? -lo mira y éste la besa-

Ran: Como despedida a esto. -ella corresponde el beso-

Alguien les toma foto.

Algunos días después, en la oficina de Ran le llega un sobre y éste al abrirlo es que ve la foto sorprendido, y la foto resulta ser el último beso que se dio con Tn. También llevaba una carta que decía:

"Vaya, y creer que estabas solo.
Oí por ahí que es la novia
de tu hermano. Qué malo eres"


Ran: Pero qué rayos. -dijo molesto- ¿Quién pudo escribir esto? -la escritura es a base de recortes de periódico- Rindō... -preocupado-

El hermano menor había vuelto al trabajo y evitaba hablar con su hermano, a excepción del tema de trabajo.

Rindō ha estado llegando tarde a casa últimamente. Ran se lo hizo saber a Tn por mensaje.

Lo que también le hizo saber es sobre el sobre que le llegó y el tiempo libre de Tn es que al ver la foto se quedó sorprendida y se dijo que no fue buena idea hacerlo.

Tn: (¿Ahora qué haré?) (Esto no puede llegar a Rindō de ningún modo)

Llega la noche y va a casa de los Haitani. Ya allí decide no tocar y esperar a Rindō.

Se siente cansada pero decide seguir ahí hasta que llegue, aún si tiene que quedarse hasta la madrugada.

Son pasados la medianoche y Rindō se hace presente bajando de un taxi. Ve cómo el taxista se va y se voltea hacia su casa y la ve sentada en el piso a lo que ella al verlo se levanta pues estaba media dormida.

Tn: Hola, te estuve esperando.

Rindō: ¿Ah sí? Creí que es a mi hermano.

Tn: No. -se acerca a él medio tambaleando- Ay, lo siento. He estado mucho tiempo aquí y tengo algo de sueño.

Rindō: Si tienes sueño, vete. -dijo serio-

Tn: No, solo quiero que nos llevemos bien. Que sea como antes.

Rindō: ¿Cómo esperas que sea como antes si te vi con mi hermano muy cerca el uno del otro?

Tn: Lo lamento, estaba siendo un poco intimidada por tu hermano.

Rindō: ¿Y no pudiste decirme eso? Claro, aún lo quieres.

Tn: ¡Ya te dije que no! Y te diré lo que pasó. Quería aclarar las cosas con él de lo que pasó aquel día. Me dijo y creí que todo iría bien y me iría pero se me fue acercando e incluso me besó. Admito que no rechazé el beso al inicio pero luego lo empujé y quise pararme pero él debía alejarse, cosa que empezó a hacer pero lento y fue ahí que llegaste y nos viste.

Rindō: Después de todo... Si hubo algo. -dijo decepcionado-

Tn: Lo lamento mucho.

Rindō: ¿Algo más que quieras agregar?

Tn: ... -él la observa unos segundos para luego avanzar pero ella lo abraza y se apoya en su espalda haciendo que él se detenga- Hay algo más...

Le cuenta lo del beso que sucedió hace unos días y que alguien les tomó foto que estaba metido en un sobre y lo recibió Ran esta tarde. Le contó que el beso fue un cierre completamente entre ella y Ran.

Rindō: Quiero entrar a casa.

Tn: Pero dime algo con respecto a lo que te acabo de decir.

Rindō: ... -se suelta de ella y se voltea- Entremos.

Tn: ¿Eh? Sí. -confundida-

Ambos entran y él la lleva a su habitación, ella entra con precaución pero cuando él la toma de la muñeca y la avienta en la cama es que recuerda lo de aquel día con Ran.

Tn: Oye... -se acerca a ella para observarla- Rindō... Esto... -dijo un poco nerviosa-

Rindō: Dices que me quieres, ¿No es así?

Tn: Sí, pero... Está bien. -ella lo besa y él corresponde el beso-

Ella quita la casaca de él para luego él meter sus manos por debajo de la chompa de ella. Están ya a casi invierno.

De pronto, él se detiene y la observa.

Rindō: No puedo hacer esto.

Tn: ... (¿Qué?) ¿... No quieres? -preguntó cautelosa-

Rindō: No, no quiero. No quiero forzarte. Lo mejor será que te vayas.

Tn: ¿Te das cuenta de que es tarde?

Rindō: ¿Y eso qué? ¿Acaso yo te dije que vinieras?

Tn: Ok, entendí. -se baja de la cama- Ahm, nos vemos, Rindō. Espero y te encuentres bien después de esto. -se acerca a él para darle un beso en la mejilla- Te quiero. Acepté esto de ti y no de tu hermano.

Rindō: Eso no dice nada.

Tn: Lo sé, quería que lo supieras. -se va-

Llega a casa cansada y al entrar es que ve a Izana y lo abraza.

Izana: Oye, tonta.

Tn: Solo un momento, por favor. -se queda un rato así- Gracias. -se separa de él- Eres un buen chico. -le sonríe y se va a su cuarto dejando a Izana algo sonrojado-

Izana: (No lo soy, tonta)

Ya en su cuarto es que se echa en la cama y le da flojera cambiarse. Se queda dormida muy rápido. Al día siguiente es su día libre.

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