Por las tardes, Ryota regresaba al Karasuno para practicar lo aprendido. Sin embargo, el proceso no estaba siendo tan fluido como esperaba.

Ryota (tras un intento fallido de la técnica de movimiento rápido): ¡Otra vez!

Kageyama (cruzándose de brazos): No sirve repetirlo si no corriges tus errores.

Ryota (exasperado): ¡¿Y qué se supone que haga si nadie me explica bien cómo hacerlo?!

Daichi (interviniendo con calma): Ryota, cálmate. La técnica de movimiento rápido no es fácil. Incluso Hinata y Kageyama tardaron mucho en dominarla.

Asahi: Sí, al principio ellos también fallaban.

Ryota (mirando a Kageyama): Pero tú no me ayudas. Si eres el levantador, ¿por qué no intentas adaptarte a mí?

Kageyama (con frialdad): Porque no es mi trabajo ajustarme a ti. Es tu trabajo alcanzar el nivel que se necesita.

El comentario de Kageyama encendió una chispa de tensión en el equipo.

Sugawara (rápidamente interviniendo): ¡Ya basta, chicos! Esto no es una competencia de egos. Estamos aquí para trabajar juntos.

Ryota (dando un paso atrás): ¿Trabajar juntos? Parece que solo me ven como un reemplazo de Hinata, pero ni siquiera me dan las herramientas para serlo.

El gimnasio quedó en silencio ante esas palabras. Incluso Kageyama, quien normalmente no se dejaba intimidar, parecía afectado por el comentario.

Tanaka (rompiendo el silencio): Nadie te está viendo como un reemplazo.

Nishinoya: Exacto. Pero si sigues comparándote con Hinata, no vas a avanzar. Él es único, como tú también lo eres.

Ryota (mirándolos con algo de frustración): No quiero ser un segundo Hinata. Solo quiero que me vean como alguien que puede aportar al equipo.

Daichi: Entonces sigue trabajando. Pero recuerda, todos estamos aquí para apoyarte, no para competir contigo.

Esa noche, Ryota decidió hablar con Hinata. Se encontraron en una pequeña cancha cercana a la Aoba Johsai, donde Hinata solía entrenar.

Hinata: ¿Qué pasa, Ryota? Te ves preocupado.

Ryota (mirando al suelo): Es el Karasuno. Por más que intento, siento que no encajo. Ellos esperan que haga cosas que no puedo hacer... cosas que tú haces.

Hinata (colocándole una mano en el hombro): Ryota, nadie puede ser tú excepto tú mismo. No tienes que copiarme para ser un buen jugador.

Ryota: Pero si no puedo hacer lo que ellos esperan, ¿cómo voy a encajar?

Hinata (sonriendo con calidez): Encuentra tu propio estilo. Yo también tuve que hacerlo. Al principio, trataba de hacer todo como los demás, pero luego me di cuenta de que mis fortalezas eran diferentes.

Ryota: ¿Y si mis fortalezas no son suficientes?

Hinata: No pienses así. Tú puedes aportar algo único al Karasuno, pero tienes que creer en ti mismo primero.

Ryota: -en su mente- (me agradas pero... si supieras que esto es solo un plan del Karasuno acercarte a ti y saber todos tus planes para estropearte)