°24°
El sol se ocultaba lentamente en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos naranjas y rosados. Oikawa e Hinata caminaban por un parque cercano después de una larga jornada de entrenamiento. Las risas y las bromas entre ellos llenaban el aire, pero Oikawa parecía más pensativo de lo habitual.
Hinata: ¿Estás bien, Oikawa-san? Has estado muy callado.
Oikawa (sonriendo ligeramente): Sí, Chibi-chan. Solo estoy pensando en algo importante.
Hinata lo miró con curiosidad, inclinando ligeramente la cabeza.
Hinata: ¿Importante? ¿Algo del equipo?
Oikawa (suspirando): No, no tiene nada que ver con el equipo. Tiene que ver contigo... y conmigo.
Se detuvieron bajo un árbol grande y frondoso. Oikawa tomó las manos de Hinata con delicadeza, sus ojos reflejando seriedad pero también ternura.
Oikawa: Chibi-chan, he estado pensando... Hemos pasado por muchas cosas juntos. Hemos crecido como jugadores, como personas... y como pareja. Quiero que demos el siguiente paso.
Hinata lo miró con los ojos abiertos como platos, sintiendo que su corazón latía más rápido.
Hinata: ¿El siguiente paso? ¿Qué quieres decir?
Oikawa respiró hondo, reuniendo valor.
Oikawa: Quiero que vivamos juntos, Hinata.
El pelinaranja quedó completamente atónito. Su rostro pasó de la sorpresa al sonrojo en cuestión de segundos.
Hinata: ¿Vivir... juntos?
Oikawa (asintiendo): Sí. Quiero construir un hogar contigo. No tiene que ser algo inmediato, pero quiero que lo pensemos, lo planeemos. Quiero que estés a mi lado, no solo en los entrenamientos o los partidos, sino todos los días.
Hinata se llevó una mano al pecho, tratando de calmar los nervios que lo invadían.
Hinata: ¿De verdad... lo dices en serio?
Oikawa (sonriendo suavemente): Nunca he estado más seguro de algo en mi vida.
Hinata sintió que las lágrimas empezaban a acumularse en sus ojos, pero eran de felicidad.
Hinata: Oikawa-san, yo... Yo también quiero eso.
De regreso en la casa donde se hospedaban durante el campamento, Oikawa e Hinata comenzaron a discutir sus planes.
Hinata: ¿Dónde viviríamos? ¿En tu ciudad o en la mía?
Oikawa: Podríamos buscar un lugar a medio camino, para que ninguno de los dos esté demasiado lejos de sus familias.
Hinata (riendo): Aunque tengo que advertirte, soy un desastre para mantener las cosas ordenadas.
Oikawa (con una sonrisa burlona): No te preocupes, Chibi-chan. Yo me encargaré de eso... aunque te pondré horarios para limpiar tu lado del cuarto.
Ambos rieron mientras anotaban ideas en un cuaderno. La emoción de planificar una vida juntos era palpable.
Al día siguiente, durante el almuerzo, Kuroo, Kenma, Bokuto y Akaashi notaron algo diferente en la pareja.
Kuroo: Oye, Oikawa, tienes una cara de alguien que acaba de ganar la lotería. ¿Qué pasa?
Oikawa (sonriendo ampliamente): Bueno, si quieren saber, Chibi-chan y yo hemos decidido dar un gran paso.
Bokuto (emocionado): ¿Van a casarse?
Hinata (sonrojándose): ¡No, no es eso! Vamos a... vivir juntos.
El grupo quedó en silencio por un momento antes de que Bokuto comenzara a gritar de emoción.
Bokuto: ¡Eso es increíble, Hinata! ¡Van a tener su propio nido de amor!
Kenma (mirando a Kuroo): ¿Por qué no hacemos algo así?
Kuroo (bromeando): Porque si nos mudamos juntos, nunca dejarías la consola para limpiar.
Akaashi (mirando a Bokuto): Quizás deberíamos pensarlo nosotros también.
Bokuto: ¡Sí, Akaashi! ¡Seríamos una pareja modelo!
Oikawa y Hinata compartieron una sonrisa, felices de contar con el apoyo de sus amigos.
Mientras tanto, en una esquina del comedor, Kageyama escuchaba la conversación. Aunque no lo admitiera, la noticia de que Hinata y Oikawa vivirían juntos lo perturbaba más de lo que debería.
Yamaguchi: Kageyama, ¿estás bien? No has dicho nada en todo el almuerzo.
Kageyama: Estoy bien.
Pero en realidad, no lo estaba. La idea de Hinata compartiendo todos sus días con Oikawa lo llenaba de una mezcla de tristeza y celos que no podía controlar.
Kageyama (pensando): ¿Por qué me importa tanto?
Esa noche, mientras todos se preparaban para dormir, Kageyama se encontró solo en la sala común. Oikawa pasó con Hinata de la mano, ambos riendo suavemente.
Oikawa (mirando a Kageyama): Buenas noches, Kageyama.
Kageyama (frunciendo el ceño): Buenas noches.
Hinata notó la expresión seria de su excompañero, pero decidió no decir nada. Cuando la pareja se fue, Kageyama apretó los puños, sintiendo que su pecho pesaba más que nunca.
Kageyama (susurrando): Hinata...
...
A la mañana siguiente, el campamento estaba en pleno apogeo. Todos los equipos se reunieron en la cancha principal para entrenar juntos. Mientras se organizaban los ejercicios, Kageyama no podía apartar la mirada de Oikawa e Hinata.
Oikawa se inclinaba para ajustar las rodilleras de Hinata, sus manos cuidando cada detalle mientras le dedicaba palabras suaves. Hinata reía y asentía, completamente relajado a su lado.
Kageyama (pensando): ¿Por qué siempre está tan feliz con él?
En un momento de distracción, Kageyama no notó que el balón venía hacia él y fue golpeado en la cara, causando que todos voltearan hacia su dirección.
Yamaguchi: ¡Kageyama! ¿Estás bien?
Kageyama (irritado): Estoy bien.
Oikawa, desde el otro lado de la cancha, no pudo evitar sonreír con burla.
Oikawa: Parece que estás perdiendo tu toque, Tobio-chan.
Kageyama (gruñendo): No te metas.
Hinata miró a Kageyama preocupado, pero Oikawa lo tomó de la mano antes de que pudiera acercarse.
Oikawa: Vamos, Chibi-chan. Tenemos que seguir con nuestro entrenamiento.
Kageyama observó cómo se alejaban, sintiendo una punzada en el pecho.
Más tarde, durante el almuerzo, Kageyama decidió enfrentarse a Hinata. Lo encontró en una esquina del comedor, charlando animadamente con Bokuto y Akaashi.
Kageyama: Hinata, ¿podemos hablar?
Hinata parpadeó, sorprendido por la seriedad en la voz de su antiguo compañero.
Hinata: Claro, Kageyama.
Se apartaron del grupo y caminaron hasta un rincón tranquilo.
Kageyama: ¿Por qué actúas como si no conocieras al Karasuno? Apenas nos hablas.
Hinata (frunciendo el ceño): No es eso, Kageyama. Pero... las cosas son diferentes ahora.
Kageyama: ¿Por qué? ¿Por qué tienen que ser diferentes?
Hinata lo miró, notando la mezcla de frustración y algo más en los ojos de Kageyama.
Hinata (suspirando): Tu sabes el porque y aun asi preguntas Kageyama.
Kageyama (en voz baja): Yo...
Hinata se quedó en silencio, sin saber cómo responder. Justo en ese momento, Oikawa apareció, colocándose al lado de Hinata con una sonrisa triunfante.
Oikawa: Tobio-chan, ¿estás molestando a mi Chibi-chan?
Kageyama (gruñendo): Esto no tiene nada que ver contigo.
Oikawa: Claro que tiene que ver conmigo. Hinata es mío, y no pienso dejar que nadie lo olvide.
Oikawa deslizó un brazo alrededor de la cintura de Hinata, tirándolo suavemente hacia él.
Hinata (sonrojado): Oikawa-san...
Kageyama (apretando los puños): Esto no ha terminado.
Kageyama se dio la vuelta y se fue, dejando a Hinata confundido y a Oikawa satisfecho con su pequeña victoria.
En su propia habitación, Kageyama miraba fijamente el techo. Las palabras de Hinata resonaban en su mente.
Kageyama (pensando): Si ya no soy parte de su vida... entonces, ¿qué soy para él?
Sin embargo, en lugar de rendirse, Kageyama decidió enfocarse en mejorar. Si quería recuperar algo de lo que tenía con Hinata, primero tendría que demostrar su propio valor, tanto dentro como fuera de la cancha.
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