°2°
Me tardo mas en buscar la imagen que escribir la historia, bueno comencemos.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
El sol comenzaba a asomarse tímidamente por la ventana de la habitación de nuestro pequeño pelinaranja. Con un bostezo largo y pesado, se levantó de la cama y comenzó a alistarse. Hoy no era un día cualquiera; el Karasuno tenía un partido crucial contra el Shiratorizawa. Aunque la presión era inmensa, Hinata estaba emocionado, como siempre.
Bajó las escaleras de su casa rápidamente, tomó un bocado rápido de su desayuno y salió rumbo a la escuela. Pero algo en el aire parecía diferente, como si las cosas no estuvieran completamente en su lugar. En el gimnasio, los ánimos estaban tensos. Los comentarios de sus compañeros, especialmente los de Kageyama, no ayudaban. Aunque intentaba mantenerse positivo, cada palabra mordaz lo hacía sentir más pequeño.
Cuando llegó el momento del partido, Hinata trató de dejar todo eso atrás y se enfocó en jugar. El primer set fue reñido, y aunque Karasuno perdió, Hinata seguía entregándolo todo en la cancha. En el segundo set, lograron igualar, y la esperanza resurgió en el equipo. Pero en el tercer set, con ambos equipos al límite, Hinata sintió algo extraño en sus piernas. Su cuerpo, agotado por el esfuerzo constante, simplemente no respondió.
-Me siento agotado -lo dijo en un murmuro, ayer no tubo mucho éxito durmiendo y mas que había entrenado muy pero muy fuerte.
En un salto para alcanzar un balón, sus piernas fallaron, y cayó al suelo, agotado. El árbitro detuvo el partido mientras sus compañeros lo ayudaban a salir. Hinata, lleno de frustración y lágrimas en los ojos, tuvo que quedarse en el banquillo viendo cómo sus compañeros luchaban sin él. Pero al final, Shiratorizawa se llevó la victoria.
25 -23
Cuando el silbato final sonó, el silencio en el lado de Karasuno era ensordecedor. Hinata miró a sus compañeros, esperando algo, cualquier señal de apoyo. Pero todos evitaban su mirada, excepto Sugawara, quien se sentó a su lado y le puso una mano en el hombro, sugawara le dio apoyo.
-Solo es un partido, en el próximo vamos a ganar -el único que lo apoyo el lo consideraba la mamá del equipo.
-Pero trabaje muy duro para que despues no sirviera de nada, es mi culpa? -con lagrimas en los ojos respondió hinata.
-Pero si tu lo diste todo y diste lo mejor, no es tu culpa no es culpa de nadie, todos estamos cansados, exhaustos -abrazando a Hinata.
El viaje de regreso en el autobús era un silencio incómodo. Hinata, con la mirada fija en sus rodillas, sentía que el aire a su alrededor pesaba como nunca antes. Los murmullos apenas audibles de sus compañeros no ayudaban; cada susurro parecía una daga clavándose en su pecho. Finalmente, no pudo más y, con la voz quebrada pero llena de frustración, rompió el silencio.
—¡¿Por qué no me hablan?! —gritó, levantándose de su asiento que estaba compartiendo con Sugawara. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, su voz temblaba entre la rabia y el dolor—. ¡¿Qué hice mal?!
Todos se miraron entre sí, incómodos. Nadie quería responder hasta que Tanaka, con los dientes apretados, lo enfrentó.
—Justo cuando íbamos a ganar, ¡tú te caíste! Nos dejaste en el momento más importante.
-Todos Hacemos un esfuerzo, pero tu no- dijo Nishinoya.
Las palabras de Tanaka y Nishinoya fueron un golpe directo al corazón de Hinata. Quiso responder, pero antes de que pudiera hacerlo, Kageyama, quien había estado callado todo el tiempo, levantó la voz.
—¡Y no solo eso! —mirándolo con una mezcla de enojo y decepción—. ¡Siempre dices que quieres ser mi pareja en la cancha, pero hoy me fallaste! ¿Qué clase de pareja abandona en un momento así?
El silencio que siguió fue aún más devastador. Hinata sintió que el aire le faltaba, como si el mundo entero se hubiera derrumbado sobre él. Las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras miraba a cada uno de sus compañeros, esperando una señal, algo que le indicara que no estaba solo, el único que le dio apoyo fue Sugawara.
Hinata apretó los puños y, con la voz rota, murmuró:
—Detengan el autobús...
—¿Qué? —preguntó Daichi, girándose hacia él.
—¡Que detengan el autobús! —repitió, esta vez gritando.
Con una mezcla de confusión y resignación, Daichi ordenó al conductor que se detuviera. Apenas las puertas se abrieron, Hinata bajó corriendo, sin mirar atrás
Todo el autobús estaba en silencio todos con la cabeza abajo, hasta que Sugawara hablo.
-No pensé que MIS amigos fueran asi, crei que le iban a dar apoyo pero le dieron la espalda. Su capitán, su senpais, sus compañeros y sobre todo su pareja. -dijo Sugawara con decepcion y regaño.
Pero si todos estábamos de acuerdo de lo que comento Tanaka, Nishinoya y Kageyama- dijo el capitán del Karasuno, Daichi.
Yo no- dijo sugawara
Y tampoco nos pongan en cuenta a nosotros, saben que si Hinata decide decirle a los otros equipos lo que le hicieron, seguro ya no abran mas encuentros en el Karasuno- dijo Keishin en entrenador del karasuno.
Era cierto el equipo solo pudo agachar la cabeza, todos los equipos le tenían cariño a Hinata y la mayoría de veces era por eso que tenían encuentros.
...
Después de caminar por varios minutos bajo el frío, Hinata sacó su teléfono temblando. No sabía a quién más acudir, pero había alguien que siempre había sido un refugio para él. Marcó el número y esperó.
—[¡Hinata, pequeñín! ¿Qué pasa?] —respondió la voz enérgica de Bokuto al otro lado.
—[Bokuto-san...] —Hinata rompió a llorar, sin poder contenerse.
—[¡Dime dónde estás! Voy para allá ahora mismo] —dijo Bokuto sin dudar
Unos minutos después, la camioneta de Fukurodani apareció. Bokuto bajó de un salto y corrió hacia Hinata, abrazándolo fuerte.
—Estoy aquí, no te preocupes.
Akaashi también lo saludó con una leve sonrisa, ayudando a calmarlo.
—Puedes quedarte con nosotros esta noche, Hinata. Estás en buenas manos.
Mientras tanto, el autobús de Karasuno, que había retomado el camino, sufrió un contratiempo: una llanta pinchada. Desde la distancia, el equipo vio la camioneta de Fukurodani con Bokuto abrazando a Hinata y riendo como si nada hubiera pasado.
—¿Ese es Bokuto? —preguntó Yamaguchi, alzando una ceja.
Aunque nadie lo dijo en voz alta, el equipo sintió un peso en el pecho al ver a Hinata rodeado de apoyo, mientras ellos lo habían dejado solo.
Esa noche, Hinata durmió en casa de Bokuto, donde finalmente se sintió valorado y querido. Y aunque su corazón seguía herido, al menos encontró consuelo en saber que aún tenía a personas que lo apoyaban sin condiciones, pero como reaccionaria el Gran Rey a la noticia de que Hinata dejo el Karazuno.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Espero que les haya, gustado <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top