Capitulo único

Era un hermoso día en la Aldea escondida entre las hojas. No hacía mucho que Naruto había vuelto de su viaje de entrenamiento con Jiraiya y también hacía poco que Sakura había concluido su entrenamiento con la quinta hokage. Eso alegraba mucho a Kakashi, después de todo, apreciaba mucho a sus alumnos. Les tenía un cariño muy parecido al cariño que un padre le tiene a sus hijos; es por eso que a Kakashi le había afectado el hecho de que Sasuke desertara de la Aldea. Aunque no lo expresara abiertamente, pues sentía que había fallado como maestro.

Otra cosa que había ocurrido éste último tiempo, es que habían sido incluidos dos nuevos miembros al equipo siete. Sai, un ex ambu raíz que prácticamente ya no era capaz de expresar o entender las emociones; y Yamato. Un ex compañero de Kakashi de su época como ambu. El peliplata siempre se había sentido muy incómodo en presencia del de cabello castaño. Pero siempre lo atribuyo a una simple paranoia de su mente creada por los riesgos, traumas y estrés que conlleva la vida de un shinobi, en especial un ambu. Así que siempre optaba por ignorar las advertencias que su instinto de supervivencia le daba.

De la inclusión de Yamato y Sai al equipo hacia ya dos meses. Y tal y como en su época en ambu, Kakashi se sentía sumamente incómodo con la presencia de Yamato. Pero no había nada que él pudiera hacer. Pues se trataba de una orden directa de la Hokage.

—¿Kakashi? ¿Aun estás con nosotros?—dijo Yamato mientras sacudía una mano frente a su cara y lo sacaba de sus pensamientos.

—Ah, si, disculpa Yamato. Estaba distraído, decías algo?— preguntó Kakashi

—En realidad  no era nada importante. Solo te quería preguntar si querías ir a comer algo? Digo como el entrenamiento de hoy terminó temprano —

—¿Ahora? ¿Y cómo para qué Yamato?— preguntó muy confundido el Hatake

—Nada importante. Solo que últimamente te eh notado algo incómodo y muy distraído cuando estoy presente. Así que creí que, ya que los dos seremos senseis del mismo equipo creí que podríamos ir a comer algo para llevarnos mejor—

—No veo porque no— otra vez había ignorado sus instintos de supervivencia. Suspiró.
—No tomes mi comportamiento como algo personal hacia ti, Yamato. Solo que, ahora que Sakura y Naruto han vuelto de sus entrenamientos con los sannin se siente más que nunca la ausencia de Sasuke. Que puedo decir, él también es mi estudiante— dijo Kakashi mientras caminaba junto a Yamato por la Aldea.

—Tranquilo, nunca lo tomé como algo personal. Con más razón deberías salir más seguido. Te ayudaría a despejarte de todo esto. Eres muy unido con tus estudiantes, no es así?— contestó Yamato con una sonrisa que más que tranquilizar a Kakashi, lo alarmó más.

Justo cuando Kakashi iba a contestar a la pregunta formulada por Yamato, notó que éste detuvo su andar frente a un local de dangos. Entraron y estuvieron hablando durante almenos tres horas sobre asuntos sin importancia. Sin embargo, Kakashi noto que el usuario del elemento madera estaba inusualmente impaciente en que él comiera su orden de dangos. Así que algo confundido preguntó:

—¿Porqué tan impaciente en que coma mis dangos Yamato? Acaso tienes algo más que hacer? Porque si es así  no te quito más tiempo— dijo mientras se levantaba para ser detenido casi de inmediato por su acompañante.

—No! Digo...no es eso Kakashi. Es solo que me pone un poco los nervios de punta el que ni siquiera hayas probado los dangos. Eso es todo— contestó algo nervioso Yamato. Pues temía que su plan se fuera por la borda.

Yamato se distrajo unos momentos con un ruido extraño fuera del local así que volteó para ver de que se trataba. Cuando volvió a ver al peliplata, se encontró con la sorpresa de que éste ya había terminado de comer.

—Ves? No tenías porqué ponerte nervioso Yamato. Pero bueno, empieza a hacerse algo tarde y será mejor que me vaya. Pero fue divertido— dijo Kakashi levantándose para irse a su casa cuando fue detenido por Yamato.

—Vamos Kakashi, tampoco es tan tarde. Demos un paseo por la Aldea y así despejas un poco tu mente de todo el asunto de tu estudiante, qué dices?—

Kakashi lo dudó un poco. Pues, otra vez algo dentro de él le decía que ahora más que nunca debía alejarse de Yamato. Pero otra vez, y como había ocurrido todo el día, decidió ignorar ese mal presentimiento. No sabía cuánto iba a lamentarlo.

—Sabes qué? Tienes razón. Necesito despejarme de todo esto. Vamos— dijo Kakashi con una sonrisa oculta bajo su máscara.

—Esa es la actitud—

Caminaron y charlaron de temas triviales por almenos tres cuartos de hora. Kakashi ni siquiera notaba que a éstas alturas, él y Yamato se encontraban en una zona casi abandonada de la Aldea. Muy lejos de la casa del peliplata. Para cuando Kakashi notó que algo no estaba bien, ya era demasiado tarde.

Comenzó a sentirse desorientado y todas sus fuerzas se escapaban de su cuerpo. Su vista estaba nublada y comenzó a perder el equilibrio. Hubiera caído de cara contra el piso si Yamato no hubiera detenido su caída.

— Te sientes bien Kakashi?— preguntó Yamato

—No Yamato. No me siento bien, llévame al hospital por favor— dijo Kakashi con algo de debilidad en su voz.

—Así que ya está comenzando a hacer efecto.— dijo Yamato mientras arrastraba a Kakashi hasta un callejón cercano.

—De qué rayos estás hablando Yamato. Sacame de aquí y llévame al hospital.—dijo Kakashi mientras intentaba forcejear con el Castaño que tenía encima.

—O vamos Kakashi. Piensa un poco eres listo– dijo Yamato mientras ataba las manos del peliplata a una columna con un cable viejo que encontró.

—me drogaste...porqué?— dijo Kakashi con sorpresa

—siempre te he deseado. Desde nuestra época en ambu. Pero en aquel entonces siempre estabas muy a la defensiva y no dejabas que nadie se te acercara. Pero ahora, con tu tiempo como Jonin te has vuelto algo más confiado Kakashi.  Me diste la oportunidad que he estado esperando por años desde que dejaste ambu.— dijo Yamato mientras bajaba la máscara de Kakashi para besarlo al mismo tiempo que acariciaba con descaro la piel del peliplata por debajo de su remera.

Kakashi estaba en shock. No podía creer lo que le estaba pasando. Yamato de verdad estaba loco. No sólo lo había drogado causando que a duras penas pudiera estar consciente y hablar,  sino que planeaba abusar de él. Su mirada de sorpresa cambió a una de terror cuando  sintió como Yamato desgarraba  su ropa y comenzaba a jugar con sus pezones. Le causaba asco el ver como el castaño disfrutaba abusando de él. Con las pocas fuerzas que poseía comenzó a forcejear para soltarse y que Yamato lo dejara en paz.

—mhg...Yamato...para...yo..yo no quiero esto...mhg... por favor...detente...— suplicaba Kakashi mientras sus ojos comenzaban a derramar lágrimas. De verdad que estaba aterrado pues no podía defenderse y no sabía que tan lejos era capaz de llegar Yamato.

—Oh vamos Kakashi...tu sabes que lo estás disfrutando tanto como yo—dijo Yamato con una sonrisa perversa mientras descendía su mano hasta la intimidad del peliplata y comenzaba a acariciarlo con descaro mientras soltaba sonoros gemidos roncos.

—Eso...eso no es...cierto...me das...asco Yamato—dijo Kakashi para luego escupir en la cara del castaño. Eso no hizo más que empeorar la situación.

—¿Pero qué...?! Oh Kakashi, planeaba ser gentil contigo pero veo que prefieres que sea rudo. Te has comportado muy mal y mereces un castigo— dijo Yamato sumamente molesto  mientras  bajaba los pantalones y calzoncillos del Hatake.

—¿Qué crees que...? No...Yamato por favor! Para! Detente! Lo siento...lamento haberte escupido en la cara pero detente!—suplicó sumamente aterrado Kakashi. Pues sabía perfectamente lo que Yamato planeaba hacer.

—Oh Kakashi...me temo que ya es muy tarde para pedir disculpas— dijo Yamato

*mientras tanto, no muy lejos de ahí *

Un joven de cabellos oscuros, que iba vestido con un traje lo suficientemente cómodo como para poder enfrentarse a algún enemigo de ser necesario de hacerlo, pero que no se podía ver a simple vista porque encima llevaba puesta una capa negra con nubes rojas. Su rostro estaba cubierto por una máscara de color anaranjado con diseño en espiral y que sólo dejaba a la vista un único ojo.

Esta persona no era nada más y nada menos de Tobi. Miembro de los Akatsuki con una personalidad infantil y juguetona. Otro nombre con el que se lo conocía era el de Uchiha Madara, legendario miembro del clan uchiha que en antaño se había enfrentado al primer Hokage. Pero había un tercer nombre por el cual era conocido. Un nombre por el cual lo conocieron hace muchos años. Obito uchiha. Pero hacía mucho tiempo que nadie lo llamaba de ese modo.

En éste momento, Obito se acababa de infiltrar en Konoha evadiendo la seguridad gracias a su Kamui.  Se dirigía a la casa de su ex compañero de equipo. Aquel hombre que todos los días sin falta iba a dejarle flores en la Roca ceremonial donde estaba grabado su nombre. La verdadera persona de la cual estaba enamorado. Kakashi Hatake.  Porque si, lo admitía.  Kakashi Hatake había logrado robarle el corazón desde hacía mucho tiempo. Solo que estaba tan sumergido en su odio hacia el mundo que nunca fue capaz de verlo. Al menos no hasta hace algún tiempo atrás.

Ahora mismo iba a verlo desde las sombras. Como todas las tardes desde hacía algún tiempo. Pero, en lugar de simplemente aparecerse con el Kamui como casi siempre lo hacía, Obito prefirió ir caminando por uno de los barrios casi desiertos de la Aldea para evitar ser visto. Algo dentro de él le decía que debía ir caminando esta vez. Hacía al menos  quince minutos que tenía un mal presentimiento.

Fue cuando lo escuchó que todo su cuerpo se congeló por unos instantes.

—N...No! ....Por...por favor Ya...Yamato...Detente...te lo suplico—

No había dudas. Esa era la voz de Kakashi.  SU Kakashi.  Alguien lo estaba lastimando y eso no iba a permitirlo bajo ningún concepto. Corrió hasta el lugar del cual provenía la lastimera y débil voz de Kakashi.  Grande fue su sorpresa al llegar hasta un callejón y encontrarse a su amado peliplata atado a una columna, forcejeando con un rostro repleto de terror mientras estaba a punto de ser penetrado por un hombre de cabello castaño. Fue ahí que la ira comenzó a fluir por cada célula de su cuerpo.

—Qué crees que estás haciendo?— preguntó aún sabiendo claramente la respuesta.

—Lárgate éste no es asunto tuyo — dijo Yamato al tiempo que era apartado de encima de su presa por el enmascarado.

—A...Ayuda...me—suplico Kakashi al misterioso enmascarado quien con un kunai cortó el cable que, para éste punto, ya lastimaba sus muñecas.

—Tranquilo...no voy a permitir que te lastime...—dijo Obito con una voz tranquila mientras acariciaba la mejilla de Kakashi.

—Gra...cias— dijo para caer inconsciente en ese mismo instante.

—Ya viste lo que hiciste?! Ah, porqué no te largas de aquí? Esto no es asunto tuyo — dijo Yamato sumamente molesto de que lo hayan interrumpido.

—Cuando lastiman a Kakashi,  se vuelve asunto mío. — se limitó a decir Obito para seguidamente dejar salir toda su ira en contra del contrario sin darle oportunidad de escapar. Dejándolo muy mal herido y transportandolo lejos de su vista con el Kamui.

Tomó a Kakashi en brazos y se transportó hasta el apartamento del Hatake con su Kamui. Una vez allí, llevó al peliplata hasta su habitación, lo cambió de ropa y lo recostó en su cama con mucha delicadeza y lo tapó con las sábanas. Se quedaría a cuidarlo hasta que despertara.

*time skip. Dos horas después *
Habían pasado dos horas desde que salvó a Kakashi de ese idiota. No sé había ido de su lado desde que lo trajo a su departamento.

—dónde...donde estoy? — preguntó Kakashi despertando

—Estás  en tu habitación, en tu departamento — dijo desde la esquina de la habitación para no alarmar de más a Kakashi.

—¡¿Quién eres?! Esa capa...eres un Akatsuki!—

—Tranquilo...no planeo hacerte daño. Si quisiera lastimarte hubiera dejado que ese idiota te violara—

—Acaso fuiste tu quien...¿Por qué?— preguntó Kakashi, mientras sacaba un kunai  del cajón de su mesa de noche para poder defenderse.

—Que sea un ninja desertor no significa que sea un monstruo. Te dejaría más tranquilo si me quito la máscara?— sabia lo que significaba rebelarse ante Kakashi. Pero estaba dispuesto a lo que sea para hacer sentir seguro a su peliplata.

Kakashi asintió ante lo dicho por el misterioso hombre enmascarado. Quien lentamente se quitó la máscara anaranjada que cubría su rostro. Lo que vio cuando aquel hombre se quitó la máscara le arrebató el aliento. No podía  creerlo. Él estaba vivo. Las lágrimas comenzaron a abrirse paso por el rostro de Kakashi.

—No...no puede ser posible...esto no puede ser verdad...¿O...Obito?— el cuerpo de Kakashi no paraba de temblar y Obito suavizó su semblante mientras se acercaba lentamente.

—Si es verdad.  Realmente estoy aquí Kakashi.  Ya no tienes porqué temer.  Yo jamás te haría daño— dijo Obito mientras acariciaba el rostro de su amado Kakashi con delicadeza.

Kakashi  salió de su sorpresa y, tras notar la conexión entre el sharingan  de su ojo con el del hombre frente a él, supo que de verdad era Obito.  Su Obito.
Y casi por impulso abrazo al Uchiha, aferrándose a él como si fuera a desaparecer en cualquier momento.

—Obito....de verdad estás aquí....perdóname, de verdad perdóname...te juro que yo no quería — eso confundió a Obito.

—¿Por qué te disculpas?—

—Yo no quería matar a Rin...te juro que quería protegerla como me lo pediste — así Obito comprendió todo. Suavizó su semblante y correspondió el abrazo mientras acariciaba la espalda del peliplata.

—Tranquilo...estoy aquí...no te culpo por su muerte...se la verdad...se que ella se suicidó...más bien,  perdóname tu a mí Kakashi —

—Porqué tendría que perdonarte Obito?—preguntó sin romper el abrazo.

—Por dejarte solo—

—No te preocupes...solo...no vuelvas a dejarme solo Obito —

Permanecieron así,  abrazados durante varios minutos.  El resto del mundo no existía.  Solo eran ellos dos. De repente,  a la mente de Kakashi llegaron los recuerdos de lo sucedido horas atrás con Yamato y entonces,  su cuerpo empezó a temblar de sobremanera. Eso preocupó  a Obito.

—Kakashi, qué pasa?—
—Tuve miedo, Obito.  Creí que Yamato me...creí que....—las lágrimas volvieron a recorrer su rostro.
—Tranquilo Kakashi, aquí estoy y te juro que nadie volverá a lastimarte nunca, no tienes porqué temer. Aquí estoy— dijo mientras abrazaba a Kakashi de forma protectora. 
—No vuelvas a dejarme Obito.  Por favor...Por favor...—
—Tranquilo...no voy a dejarte solo...no de nuevo —

Luego de varios minutos,  ambos se acostaron en la cama de Kakashi.  Abrazados. Antes de caer dormido,  Kakashi preguntó

—Obito,  ¿cuando despierte,  seguirás aquí a mi lado? ¿Volveras a la Aldea?—
—Por ti, haré lo que sea. Duerme tranquilo,  que cuando despiertes, aquí estaré —

Y Kakashi quedó profundamente dormido con una sonrisa tranquila en su rostro, abrazando al hombre a su lado como si fuera a desaparecer en algún momento.
Obito acarició el cabello de su amado Kakashi.  Había sido completamente honesto. De verdad estaba dispuesto a dejar todo su plan de lado por Kakashi.  Estaba dispuesto a crear un mundo perfecto a su lado.

—No tienes nada que temer, siempre voy a protegerte, Bakakashi — dijo Obito para, posteriormente,  quedar profundamente dormido.

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