Hoy jugábamos contra Polonia. Los chicos ya estaban en la cancha, y nosotras nos dirigíamos hacia ahí. Estábamos todas, y por suerte todas me caen bastante bien. A Tini solo le caigo mal, porque sé que es amiga de Oriana.
Llegamos a la cancha nos sentamos en nuestros correspondientes lugares.

Le habíamos ganado 2-0 a Polonia. No podía creerlo. Fui con los chicos. Felicite a Alexis,a Juli y Enzo. Y busqué a Paulo.

Iba a entrar y lo escuche hablando por teléfono.
–Amor, pero seguro vas a entrar vas a ver. –La voz de Oriana, se me detuvo el mundo.

–Boluda, me da muchísima bronca...

Preferí irme antes de seguir ahí.

–Bebé. ¿Pasó algo?–Me pregunta Leo.
–No quiero hablar ahora, voy a adelantarme al hotel. Después hablamos–dije.

Y me fui corriendo, estaba a nada de llorar.

Llegué al hotel y me acosté, las lágrimas no tardaron en salir.

Me había llamado Oriana, quería llevar la fiesta en paz con ella. Para que no me lo haga tan difícil cuando le plantee cortar.

–¿Le hiciste algo a Agostina?–Entró Leo y me quedo mirando.

–Ella no vino acá.

–Se acaba de ir re mal. Por eso pensé que hablo con vos.

–No, estaba hablando con Oriana.–dije y él me tiro una remera.

–Sos un imbecil. Seguro escucho algo que no tenía que escuchar.

–No dije nada malo.

–Yo te dije millones de veces las cosas Paulo. No jodo cuando se trata de Ella.

–No me estés amenazando.

–Es Agostina. No es una amenaza, te juro que voy a cumplir cuando se trata de ella.

–¿Qué les pasa?–Llegó Julian

–Acá, este que se nota que quiere con Agos.–Dije y tire una remera para salirme.

–Sos un imbecil.–Gritó Leo.

Le llamé a Agos y no me contestaba.

Entonces le envíe mensaje.

Estuvimos hasta las 1 y pasadas con las entrevistas, llegamos al hotel y los chicos iban a ir a la sala de juegos.

–¿Venis?–Me preguntó Leandro Paredes.

–Voy a hablar con Agostina. –dije.

–Suerte.–dijo, me abrazo y me fui a la habitación de ella.

Golpeé la puerta. Y escuche un "pasa".

Ella estaba mirando hacia la ventana.

–¿Qué hice ahora?–Pregunté acercándome a ella.

–Nada Paulo. Nunca haces nada.

–si estas enojada es porque algo hice.

–¿Hablaste con Oriana y le contaste como te sentis?–Me pregunta ella.

–Hablé con ella si. –se río.

–Fui a buscarte, y escuché. Estoy pensando seriamente si seguir acá o irme a Buenos Aires a hacer mis cosas.–Negué.

–No quiero que te vayas. Estoy tratando de llevar la fiesta en paz con Oriana para que no me la haga difícil cuando le pida para cortar.

–Es que siempre tenes una excusa Paulo, y cada vez pienso más en que no queres cortar con ella.

–Pensas boludeces entonces.–Ella se ríe.

–No son boludeces. Llevar la fiesta en paz decis. ¿Le decis Amor?–pregunto ella.

–A veces, pero...–Ella se levanta y me interrumpe.

–No quiero hablar más.–la segui y le agarré del brazo.

–¿Podes entender que pasa?

–¿Qué queres que entienda?

–Que enserio no me pasa eso que pensas con ella.–negó.

–Te pasa, en público si te pasa.

–No importa lo que pasa en público. Me importa lo que pasa acá. Entre nosotros. Yo enserio no se que hice para merecerte, pero estoy seguro de lo que siento por vos. Y que no me pasa con Oriana. Si me pasara con ella, no estaría acá.–dije y ella se soltó del agarre.

–No se que hice para merecerte, te juro. Me da miedo perderte.

–No me vas a perder. Ya está, vení.–dije y ella se acercó y la abracé. –¿Hablaste con Leo? –pregunté, acordándome de la escenita en el vestidor.

–No, me crucé con él cuando salía del vestidor. Pero no hablamos.–asentí.–¿Pasó algo?

–Discutimos. Parece que está muy enamorado de vos.–ella se río.

–No creo amor. Ya hable con él hace mucho de eso. Solo que me quiere como su hermana.

–No te mira como una hermana. Estoy seguro.

–Bueno, pero en caso que sea lo que vos decis. No pasa nada de mi parte.

–Ya sé eso. Pero me molesta.

–A mi también me molesta lo de Oriana. –me quedé callado y la abracé más fuerte.–Ahí no decis nada.

–No puedo decir nada tampoco.

–Está bien.–dice ella y quedamos abrazados.

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Acabábamos de jugar, y entramos como semifinalistas. Íbamos directo al Hotel.
Con Agos nos fuimos a su habitación.
Me mando un mensaje Oriana.

No queria pensar en eso. Porque lo que menos quería era distanciarme de Agostina.

–Te dije que iban a entrar como semifinalistas.–dijo ella sacándome de mis pensamientos.

–En unos días viene Oriana.–Solte sin pensar.
Su cara cambió completamente.

–Re bien. Creo.–dice y me hace una media sonrisa.

–Te juro que voy a encontrar la manera de hacer las cosas bien con vos.

–Ya está. Vamos a ver que pasa.

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Desde esa conversación ella estaba bastante rara conmigo.

–Bajamos a desayunar. –me dice ella.

–Vamos.–dije y bajamos. Íbamos riéndonos hasta que llegamos a bajo del hotel. Estaba Oriana. Ella no me había avisado nada de esto.

–Amor.–dijo corriendo hacia mi y me beso.
Vi la cara de Agostina, y miró hacia otro lado.

–¿Comemos?–Habló Lean para evitar el mal momento. Le agarro la mano a Agos y nos dirigimos hacia el comedor.

–mañana va a ser otro día.–dijo Juli. Se sentía el ambiente muy tenso.

–Van a ganar.–Dijo Oriana con una sonrisa.

Leo le sirvió la comida a Agostina, y se sentó a lado de ella. Sabía que eran amigos, pero desde que llegamos nunca estuvieron tan cerca, porque me la pasaba con ella. Y verlo ahí cerca de ella, y a ella riéndose con él. Me molestaba.

–¿Ustedes son novios, no?–Preguntó Oriana.

–Eso piensan mis fanáticos. –dijo Leo, y se ríe.

–Pues hacen linda pareja.–Dice ella.

–Gracias. Ustedes hacen linda pareja también. –Dice Agostina.

–Gracias.–dice Oriana y me da un beso.

–¿Dónde voy a dormir amor?–Me mira Oriana.

–Yo comparto pieza con Leo.–digo con una mueca.

–Leo puede dormir en mi pieza, así nadie les molesta a ustedes.–dice Agostina. Ese comentario me molesto.

–Me parece genial. Que linda que sos.–dice Oriana y le sonríe. Ella le devuelve la sonrisa y en unos minutos termina de comer.

–Terminé. –dice Agostina. –provecho, vuelve a decir y se levanta para irse.

–Voy con vos.–le dice Leo. Y se fueron.

Me quedé ahí desayunando con todos, y de vez en cuando hablando con Oriana.

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