Lincoln se encontraba ayudando a Loan con algunos de los bebés mientras que las hermanas se encargaban de los demás niños cuando de pronto una de las cuidadoras le pide que vaya a jugar con Lizy ya que se había peleado con un niño y estaba algo desanimada, esto no le gustó a Loan que quería que se quedará con ella, pero él a sabiendas que eso era lo que pediría se adelantó dejando al infante en su cuna y diciéndole que no se preocupe, vendría a la hora de almuerzo para que comer juntos, esto acompañado de su gentil sonrisa hizo que la chica se sonroje un poco y asienta con su habitual nerviosismo, dejando así ir al chico que rápidamente se dirigió al patio para encontrarse con Lizy.

Lincoln: Hola Lizy ¿Quieres que juguemos juntos?

Lizy: ¡Lincoln! [se arroja a los brazos del chico sonriendo logrando casi tirarlo]

Lincoln: Wow... Tienes mucha energía hoy jeje

Lizy: ¡Sí! Juguemos a la ciudad de dinosaurios [le dijo con una gran sonrisa mostrando como le faltaba uno de sus dientes]

Lincoln: Jeje muy bien, pero antes... [baja a la pequeña y se sienta con las piernas cruzadas a su lado apoyando sus manos en las rodillas con una expresión seria que confundió a la niña] ¿Qué sucedió Lizy? [le preguntó con un gentil tono de preocupación mientras la miraba]

Lizy: ... No quiero hablar de eso [ella también se sienta de brazos cruzados y desviando la mirada haciendo un puchero]

Lincoln: Vamos Lizy, puedes contarme, sabes que siempre te escucharé ¿No?

Lizy: Hmmm... ¡No quiero!

Lincoln: Ah~ [se da unas palmadas en la rodilla indicándole a la pequeña que se siente ahí y ella rápidamente lo hace, pero sin mirarle a la cara] la hermana Charlotte me dijo que le habías tirado lodo a un niño ¿Porqué te hizo enojar tanto?

Lizy: ¡Porque es tonto! [le exclama molesta inflando sus mejillas]

Lincoln: Jeje bueno, quizás, pero no estuvo bien que hicieras eso, sé que nosotros jugamos guerras de lodo, pero al ser más grande sé que no me va a pasar nada, a alguien más pequeño puedes lastimarlo ¿Lo sabes no? [le pregunta con un tono gentil y dulce]

Lizy: Leia dice que sí está bien tratar mal a la gente tonta y Lupa que no está mal lastimar a quienes nos lastiman [reprochó la pequeña]

Lincoln: ... Siiiiii~ no exactamente [le respondió con una sonrisa forzada] {hablaré con ellas de nuevo de esto... Aaaah~}

Lizy: ¿Qué significa eso? [pregunta confundida]

Lincoln: Que no es así como funciona

Lizy: No entiendo [gira un poco si cabeza al costado denotando su confusión]

Lincoln: [quedándose pensando un poco en como explicárselo sin desatar una lluvia de preguntas mira de repente los juguetes de Lizy y sonríe] verás Lizy ¿A tí te gustan mucho los animales y los dinosaurios no?

Lizy: ¡Siiii! [exclama con una gran sonrisa]

Lincoln: Bien, pero los dinosaurios son mucho más grande y fuertes que muchos animales ¿Verdad? [ella asiente reiteradamente sin dejar de sonreír] dime... ¿Crees que una piedra pueda llegar a lastimar la dura, escamosa y resistente piel de un dinosaurio?

Lizy: Jeje claro que no, ellos son muy fuertes y grandes [le responde alzando lo más que puede sus brazos con una sonrisa]

Lincoln: Exacto, pero... Esa misma piedra puede lastimar a un perrito o un gatito ¿Verdad?

Lizy: ¡Igh! ¡Claro! [exclama preocupada con los puños en la boca preocupada] ¿Alguien lastimó a un perrito?

Lincoln: Jeje no, solo es un ejemplo, porque lastimar animales está mal ¿Verdad?

Lizy: Sí

Lincoln: Bueno, lastimar a las personas también está mal, verás Lizy cuando uno es pequeño es tan adorable y dulce como un cachorrito al igual tú [con una sonrisa le toca la punta de la nariz haciendo que la pequeña se ría] y cuando va creciendo se va haciendo grande y fuerte como un dinosaurio raw~ raw~ [poniendo sus manos como las garras de tiranosaurio Rex y le hace cosquillas para que se ría más] por eso no debes tirarle cosas a otros niños, puedes lastimarlos ¿Entiendes?

Lizy: ¡Sipi! Pero...

Lincoln: ¿Pero?

Lizy: ¿Y sí lastiman a otro?

Lincoln: Bueno, está bien proteger a otros, y no siempre se puede hablar con las personas, pero solo en esos casos... ¿Uh? ¿Sucede algo? [se detuvo al notar que la pequeña parecía estar concentrada pensando en algo]

Lizy: ...

Lincoln: ¿Qué pasa?

Lizy: ... Entonces... ¿Porqué no lastimas a los que te dañan?

Lincoln: ¿Eh?

Lizy: El otro día cuando vinieron a adoptar a un niño vi que el hombre te tiró al suelo y luego te gritó [continuó con algo de tristeza en su voz]

Lincoln: ... Eso... Bueno, fue un accidente...

Lizy: Leia dice que siempre te lastiman y por eso toda la gente es mala

Lincoln: No toda la gente es mala Lizy...

Lizy: Pero ella me contó que incluso una pareja se burló de tí, eso está muy feo porque tú eres muy lindo

La pequeña se lo dijo con una gran sonrisa mientras le daba un abrazo el cual el chico correspondió con una sola mano pues la otra se la llevó al rostro, más específicamente al ojo que cubría con su cabello blanco teniendo una expresión de tristeza y miedo en él pues la verdad era que él jamás le había mostrado su ojo a la pequeña.

Lizy había perdido a sus padres hace ya dos años y cuando llegó no hablaba con nadie, no sonreía, no lloraba o pedía nada, solamente se movía del comedor al baño y a su cuarto, no jugaba con nada ni nadie. Su rostro era siempre el mismo, desanimado y triste, por más que intentarán animarla o hablarle nada parecía dar resultados, ella no deseaba nada, no quería nada, la pequeña solo se limitaba a caminar e ir a su cuarto día tras día hasta que en una oportunidad la hermana Eleonora cansada de esto decidió hablar con ella, pero no porque estuviese molesta o harta de la pequeña, sino porque de a poco estaba llegando al punto en que incluso estaba dejando de comer así que esto ya era muy preocupante, por ende quiso tener una plática con ella, pero la niña no le respondía, la mujer no lo sabía, pero mientras le hablaba la pequeña solamente podía recordar las palabras de sus padres.

"Nunca hables con extraños"

"Siempre ten cuidado"

"No escuches a desconocidos"

"Sí no estamos contigo; quédate en el lugar donde estés sí sientes que es seguro hasta que lleguemos"

"No te vayas muy lejos hasta que nosotros lleguemos ¿De acuerdo?"

Esas eran algunas de las palabras de su padre y de su madre en las que la pequeña pensaba cuando la mujer le hablaba, pero entonces le hizo una pregunta, una la cual realmente le llegó a la pequeña, una pregunta que la hizo querer responder porque quizás así por fin dejaría de sentirse tan triste.

"¿Qué es lo que quieres pequeña?"

"Qué es lo que quería" aquella pregunta tan simple tenía una respuesta igual de simple que la pequeña comenzando a lagrimear mientras sollozaba contesto cabizbaja con mucho dolor.

"Quiero que mami y papi vengan por mí... Quiero estar con ellos"

La pequeña no pudo más y se arrojó a los brazos de la mujer, estaba tan triste como desolada al no tener a sus padres con ella, era muy pequeña para comprender que ellos jamás volverán, que nunca más los podría volver a ver. Eleonora la abrazó con fuerza mientras acariciaba su largo y sedoso cabello dorado dejándola liberar todas las innumerables lágrimas que tenía acumuladas así como el inmenso dolor que llevaba reprimiendo por tanto tiempo.

Luego de aquella plática la pequeña aunque se mantenía reacia, logró entablar una mejor relación con algunos niños y niñas del orfanato, incluso logrando ganarse el cariño incondicional de Leia tras un día en el que se quedaron encerradas por accidente.

Liby: Lincoln, qué coincidencia verte aquí, venía a jugar con Lizy, pero creo te me adelantaste jeje con razón dicen que nada es más rápido que luz ¿Entiendes?

Desde la espalda del chico una chica de brillante cabello castaño amarrado en una cola de caballo le habló con una tierna sonrisa con sus manos en la espalda. Al escucharla el chico rápidamente soltó el abrazo de la pequeña para limpiarse un poco las lágrimas que amenazaban con salir antes de darse la vuelta y saludarla con una sonrisa.

Liby le preguntó a Lizy sí quería que los tres jugarán juntos, esto emocionó mucho a la pequeña que dio varios saltos de alegría.

Lincoln: Jeje también me parece buena idea ¿Y qué quieren jugar?

Liby: Bueno... [desviando la mirada lleva sus manos al frente jugando con sus dedos] ya que estamos solo los tres... Po-podríamos jugar a la casita... Y-ya sabes... [baja mirada sonrojada] co-como a la familia...

Lincoln: [algo sonrojado] bu-bueno... No sé sí sea...

Lizy: ¡Noooo eso es aburrido! ¡Juguemos a los dinosaurios! Pero como a las traes jejeje eso es muy divertido [dijo la pequeña con gran emoción]

Liby: ¿Eh? Pero...

Lincoln: ¡Ah! Qué gran idea Lizy, muy bien. Yo seré el carnívoro que las perseguirá y sí a quien atrape le tocará ¿Qué te parece Liby?

Liby: Pero, pero... Ah~ está bien [dijo algo desanimada]

Lincoln: ¡Genial! Muy bien Lizy ¿Qué dinosaurio quieres sea hoy?

Lizy: ¡Un velociraptor! [exclamó feliz]

Lincoln: Jeje muy bien ¡Comencemos!

Tras sus palabras dio un aplauso mientras sonreía para dar comienzo al juego que duró hasta la hora del almuerzo donde entraron los tres juntos, Lincoln llevando a la pequeña sobre sus hombros y Liby a su lado, ella le preguntó sí quería almorzar juntos, pero él se disculpó pues ya le había prometido a Loan comer con ella además que le llevaría su comida a Lupa, esto hizo colocar una expresión de tristeza a la chica haciendo sentir un poco culpable al chico que pensó cómo poder animarla, pero antes de poder saber cómo hacerlo, ella se adelantó preguntándole si entonces podrían salir juntos al parque cercano a lo que esté sin problemas asintió ya que de cualquier no tenía nada que hacer luego de comer con Loan, pues preferís evitar a Leia por sí aún seguía molesta con lo de Lacy y se le ocurría pedirle más cosas, también a la misma Lacy prefería evitarla pues se le hacía un poco incómodo el pensar en hablar con ella ahora mismo además que no podría evitar sonrojarse debido a lo que pasó mientras entrenaban juntos aunque técnicamente hablando había sido culpa de Leia, no se sentía preparado para afrontar eso. Por esto aceptó la invitación de ella chica para alegría de está que muy emocionada le abrazó para luego adelantarse.

El tiempo pasó y ya estando los dos listos pidieron permiso a la hermana Eleonora para salir, una vez se marcharon la chica le hablo durante el camino sobre algunos cómics había estado leyendo además de unas series de fantasía que había comenzado a ver diciéndole que sería genial que pudieran verla juntos, el chico con gran alegría le contestaba o afirmaba lo que decía aunque le seguía diciendo que para él las historias de superhéroes eran mejores, sin duda le encantaban los mundos en los que se ambientan aquellas historias.

Cuando llegaron al parque, sin embargo, aquella alegría pareció perderse pues el chico inmediatamente bajó su cabeza comenzando a actuar mucho más tímido y cohibido, esto producto a la gran cantidad de gente que se encontraba allí, la chica por su parte no se sentía mejor pues pensó no abría mucha gente, lamentablemente se había equivocado. Dejándose cegar por la alegría de tener toda la tarde con él olvidó por completo lo incómoda que se sentía entre tanta gente pues Liby a pesar de ser una chica que vestía muy bien. Ella siempre suele ir con una larga falda a cuadros de color naranja y las líneas que formaban los cuadros de un brillante amarillo, una camisa blanca con un bolsillo en el pecho en el que solía llevar una flor que tiraba agua junto con una corbata que hacía juego con su falda, un moño con el que ataba su largo cabello del mismo brillante color amarillo. Sin duda era un conjunto que le daba un toque de formalidad y elegancia muy propio, pero para ella había algo que arruinaba por completo tanto su vestimenta como su apariencia y esto no era nada más que el prominente frenillo que utilizaba, el cual era tan grande que funcionaba incluso como cintillo o tiara pues el aparato de ortodoncia rodeaba su cabeza tras sus orejas dirigiéndose a su boca para poder corregir así sus dientes, sobre todo las paletas que eran bastante grandes como los de un conejo.

Sobándose el hombro al ver tanta gente cabizbaja la chica sugirió mejor irse pues la verdad no tenía ánimos de ser el centro de atención como en la escuela, realmente no quería que todos se le queden mirando como un bicho raro o que los niños pequeños la señalen.

Lincoln al escucharla alzó su vista con su ojo descubierto y al notar la expresión temerosa e insegura que poseía su amiga se armó de valor para tomar su mano haciendo que ella voltee a verlo, al hacerlo pudo ver la gran sonrisa brillante del chico que poseía una expresión tan dulce como cariñosa, para ella él tenía un rostro que reflejaba tanto afecto como comprensión, un rostro dulce que te llenaba de confianza y valor, el toque de su mano también algo especial, era cálido, infundía seguridad en quien la tomé y sin que se diera cuenta le hacía sonreír tal como ella lo hizo a penas verlo.

Lincoln: Vamos Liby, hay que divertirnos hoy ¿Juguemos juntos sí?

Liby: Ah... Eh... S-sí... Claro Lin... Linky jeje vamos

Los dos sonriendo se dirigieron al sube y baja, luego a los columpios, resbaladilla, el castillo de juegos y otros más en los cuales disfrutaron mucho mientras se reían o bromeaban, luego de un rato fueron a sentarse bajo un árbol para descansar pues a pesar de que sí hubo gente que se les quedó mirando o algunos que murmuraban al verlos, estos la habían pasado tan bien juntos que no les importó, de hecho estaban pensando en repetir esté día más adelante aunque él sugirió invitar a Lizy lo cual fue bien recibido por la chica, pero también sugirió venir junto a Lupa y eso sí la hizo sentir un escalofrío en todo su cuerpo.

Ahora los dos se encontraban recostados el uno al lado del otro, apoyados contra un árbol mirando las nubes.

Liby: [apoyándose en el hombro del chico] me divertí mucho hoy Linky

Lincoln: Jeje yo también Liby, ha sido genial...

La voz del chico no se sentía tan confiada, pues pareció decirlo con un tono algo desanimado y nostálgico que fue notado por la chica que le miró, aunque no podía ver bien si rostro pues su cabello cubría su ojo, pero la mueca de tristeza que tenía en su boca le hacía pensar que algo no estaba bien, parecía que algo le preocupaba, dirigió su mirada a sus manos y pudo notar como las juntaba con fuerza como sí tratase de contener algo, intentaba no aparentar temor.

Liby: Lincoln... [se endereza esperando unos segundos hasta que él se voltea para poder mirarla] ¿Te preocupa lo que te dijo la hermana Eleonora y Lyra?

Lincoln: ... [bajando si mirada hacía el costado] un poco... Sé que tienen razón, pero... Tengo miedo, cumplir doce e ir a la secundaria... Preferiría cursarla en el orfanato como la primaria... Quiero decir ¿Quién ayudará a Loan? ¿Qué hay de los pequeños con los que juego? ¿Quién ayudará a las hermanas Charlotte y Eleonora? Solo yo sé preparar el té como le gusta y el café que se sirve cuando atiende a las parejas que vienen...

Liby: Linky...

Lincoln: ... ¿Y sí pasa algo y no estoy allí? ¿Qué pasa sí Loan tiene un ataque de ansiedad? ¿Y sí se lastima? Ella no suele gritar ni cuando se cae porque no le gusta molestar a nadie... Debo estar ahí para verla, quizás alguno de los pequeños se lastime en el patio y las todas estén preocupadas o ocupadas en algo y no se den cuenta... Y sí... Y sí... [el chico cerró con fuerza sus ojos mientras sujetaba con fuerza sus pantalones, su rostro reflejaba un temor más allá del que mencionaba y ella lo sabía pues también tenía los mismos miedos que él]

Liby: [apoyando sus manos sobre las del chico] Linky, puedes decírmelo...

Lincoln: ... [comenzando a derramar algunas lágrimas apretando los dientes parecía querer negarse a hablar, pero entonces sintió el abrazo repentino de su amiga y correspondiendo al gesto se aferró con fuerza a ella llorando sobre su hombro] no quiero ver esos ojos otra vez... No quiero ver sus miradas... No quiero ir y... Y que se rían de mí, que se burlen... No más, no más por favor... No quiero, no de nuevo... Lyra dice... Dice que debo... Qué debo aprender, pero... Pero no puedo... ¡No quiero convivir con gente sí solo será para sufrir! ¡No de nuevo! ¡No quiero más de esas miradas! [aferrándose más a su espalda agitado llorá con mucho dolor teniendo en su mente las incontables siluetas de adultos que le han mirado o se han burlado durante años] por favor... Detenganse ya... Sé... Sé que debo, pero... Pero... Tengo miedo...

Liby: [abrazándolo con fuerza igualmente deja escapar unas lágrimas pues ella aunque sí curso la primaria en la escuela, también había sentido esas miradas, esas risas]

Liby era una chica alegre, bromista y amante de la fantasía, alguien muy educada que no dejaba de lado una actitud juguetona, pero lamentablemente esto no significaba nada a los ojos de adultos que al mirarla sabían de inmediato por su aparato de ortodoncia ella sería una carga, un enorme gasto de dinero tal vez anual o mensual, un problema con el cual tendrían que cargar.

Por esto ella también veía las mismas siluetas que él veía, pero a ella le dolía más cuando se trataba de él pues incluso cuando más lo lastimaban él mostraba una sonrisa para no preocupar a nadie, incluso en la peor situación lo hacía. Ella lo sabía muy bien; para Lincoln el orfanato era su hogar, cada niño y niña su familia, y las hermanas encargadas del lugar sus madres, sus figuras maternales que nunca tuvo en nadie más pues era de quienes estaban allí desde que era un bebé. Algunos perdieron a sus padres, otros fueron abandonados, pero otros nunca siquiera los conocieron o supieron sí fueron amados, pero ella tenía claro que para él estaba claro, él nunca lo fue, pero aún así sonreía para todos, para darles fuerzas, para darles ánimos, pero aún así había momentos, momentos como esté en el que simplemente dejaba salir todo lo que sentía pues ya no aguantaba aquella presión que siente en su pecho, así como ella la siente a diario desde hace mucho tiempo, él la sentía desde que tiene uso de razón.

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Una capítulo más orientado a conocer más de Lizy y Liby que espero les haya gustado.

Cómo verán pronto esté Lincoln cumplirá 12 años y se le ha pedido entrar a la secundaria de la ciudad en lugar de estudiar en el orfanato.

Sin más que decir me despido, un gran saludo a todos y nos vemos pronto.