16. Dulces sueños
La noche había caído y con ello muchos se dirigían felizmente a sus habitantes para dormir, todos excepto un joven albino el cual aún poseía un ruborizado rostro debido a lo que él consideraba una muy agradable, pero extraña experiencia. Eleonora se había percatado del rostro rojo del chico además de su inusual actitud nerviosa o distraída por lo que preocupada intento saber qué había pasado, pero esto solo provocaba que se pusiera más rojo y más nervioso intentando evadir el tema, esto no hizo más que preocuparla más aún, pero al menos podía tener total certeza de algo, y esto era de que no era nada malo pues ella podría haberlo sabido al instante sí así fuese, no era algo relacionado a su aspecto, hacía su salud o algo malo que él o algún otro haya hecho, pero eso la hacía tener varias dudas al respecto y le sugiero que tal vez sería mejor que no hablase con Loan está noche, el chico que intentaba retirarse para evitar seguirla preocupando además evitar las preguntas se detuvo de inmediato ante el comentario. Debido a todo lo ocurrido lo había olvidado por completo y volteando sé a verla le pidió que lo dejara pues consideraba esto muy importante.
Eleonora sonrió al ver como parecía volver a ser el mismo de siempre, eso era algo que le encantaba de él, siempre ante podría a los demás, aún sí estaba enfermo o no se sentía del todo bien; él nunca le diría que no a esforzarse un poco más con tal de ayudar a alguien o al menos intentar que se sienta un poco mejor, esto con Loan aplicaba el doble pues para él ella era muy importante no solo personalmente viéndola como una gran amiga o hermana mayor además de una buena influencia para Lupa con quién más o menos solía llevarse a su parecer; bastante bien, sino que además también la veía como alguien muy importante para el orfanato como tal, aunque a diferencia de él ella no pasó toda su vida allí, sí llevaba prácticamente toda su vida en esté. Para el pequeño esto era más que suficiente para considerarla en las mismas condiciones que él, teniendo desde su punto vista un fuerte vínculo y un estrecho lazo que los unía a esté lugar y el uno al otro.
Pero no era está la única razón para enfatizar la importancia de hablar con ella, al menos; está vez, la verdadera razón por la que prefería hacerlo está noche era que no se sentía preparado para ver a Lupa a la cara más aún por qué no sabía cómo debía de actuar ahora, ella durante la cena parecía actuar de lo más normal, incluso de vez en cuando pudo notar como le veía de reojo como siempre mientras él le daba de comer a Lizy, pero por alguna razón para Lincoln esto ahora había sido sumamente incómodo, no sabía qué hacer. De esté modo no solo podría evitar el tener que dormir en el mismo lugar que Lupa además de evadir una confrontación y aclaración de lo ocurrido pues tenía demasiadas dudas en sí mente, también gracias a esto podría pedirle algún consejo a Loan que al ser mayor y ser bien sabido por el albino que ella tenía varios juegos que trataban cosas como el amor, las parejas y las citas supuso tendría algún tipo de experiencia o información que pudiera brindarle para así saber cómo debía proseguir.
Una vez llegado el momento de la verdad el chico de cabello blanco que le cubría su ojo derecho y la chica de cabello rubio alborotado se hallaban acostados con sus respectivas pijamas puestas ninguno sabía exactamente que decir mirando ambos al techo de la habitación.
Lincoln: Am... ¿Qué te pareció la llegada de Lyra?
Tratando de romper el incómodo silencio decidió preguntar concentrándose más en lo que haya pasado entre ambas en lugar de dar prioridad a lo que quería.
Al momento de hacer esto la joven rubia comenzó a temblar estremeciendo la cama entera e intentando balbucear lo menos posible respondió que "estuvo bien", esto calmó un poco al chico, pero quería estar seguro así que pregunto de que hablaron, sabía que debía ir poco a poco y con cuidado, preguntando tranquilamente solo una cosa a la vez para evitar que sufriese un ataque de ansiedad o una crisis nerviosa. Sin embargo, lo que él no sabía es que esto desembocó en un recuerdo de la chica, no de lo que hablaron, sino de las últimas palabras pronunciadas por Lyra antes de retirarse y que a pesar de que había logrado mantenerse en calma durante casi toda la conversación, aquellas palabras finales la habían alterado.
"Solo recuerda algo Loan, tú forma de ser terminará dañando a Lincoln y dándole problemas, es mejor que esté conmigo"
Al recordar aquellas palabras acompañadas de esa mirada desafiante e intimidante que poseía no pudo evitar comenzar a estremecerse comenzado a agitarse, el albino al ver esto rápidamente se sentó para intentar calmarla, pero ella comenzó a respirar más agitadamente, él intentaba tranquilizarla hablándole lo más calmado que podía aunque verla en ese estado cada vez le ponía más nervioso. La chica se llevó las manos al rostro sentándose en la cama comenzando a mecerse levemente mientras balbucabea algo que el chico no podía comprender.
Pero esto era normal, nadie podía comprender lo que decía, lo que veía, lo que recordaba cuando una situación se ponía tensa, cuando un ambiente se tornaba hostil, cuando alguien aunque fuese involuntariamente le recordase su pasado.
"Entra al lugar feliz cariño, y no salgas hasta que mami venga"
"Recuerda cariño, sí no ves a los monstruos ellos no te verán"
"Recuerda el juego cariño, ojos cerrados y oídos tapados ¿Sí?"
"No salgas del lugar feliz sin que mami lo diga ¿Entendiste?"
"Sí tienes miedo tararea nuestra canción, pero lo más bajo que puedas"
"Se una buena niña y no digas nada"
Más y más frases venían a su mente, más y más recuerdos comenzaban a abrumar la, un clóset donde se ocultaba, unos gritos de su madre, de su padre, de varios hombres, llantos, lamentos, también lo que parecían ser gritos de otras mujeres o niñas, cosas rompiéndose o chocando contra algo, súplicas y un largo, largo etcétera.
Nadie sabía que balbuceaba Loan cuando se ponía así, pero en realidad ella siempre repetía lo mismo, lo mismo desde que aprendió hablar, lo mismo desde que aprendió aquellas palabras, siempre eran las mismas palabras.
"Mí lugar feliz, mí lugar feliz, mí lugar feliz, mí lugar feliz, mí lugar feliz, mí lugar feliz, mí lugar feliz, mí lugar feliz..."
Podría decirlo con algunas variaciones, podía decirlo con otras palabras, pero a fin de cuentas, siempre era igual y ahora mismo era lo que balbuceaba mientras comenzaba a llorar recordando también más cosas que le provocaban situaciones conflictivas o que hicieran que la mirasen a ella directamente como eran golpes, bofetadas y gritos molestos acompañados de miradas llenas de lo que ella consideraba odio, decepción y desprecio.
Durante días, durante semanas, durante meses, durante años.
Complemente consumida dentro de su propio mundo de dolor y angustia perpetua de pronto algo logró sacarla de esté, algo logró llegar a ella y esto no fue otra cosa que un grito, un grito proveniente de alguien a quien no le importaba la hora, no le importaba sí despertaba a alguien ni mucho menos sí se enfadan con él. Un grito que mencionó con total claridad su nombre.
"¡¡¡¡Loan!!!!"
Aquel desgarrador grito fue dicho por Lincoln que desesperado quería ir por ayuda, pero por nada del mundo deseaba dejarla sola más aún porque creía esto era su culpa así en un último esfuerzo gritó su nombre cabizbajo entre lágrimas hasta que podía casi sentir como su garganta se desgarraba, todo con tal de que fuese escuchado por ella, cosa que funcionó.
La joven rubia miró al frente recobrando el sentido, no se encontraba en su antigua casa, no se encontraba en un clóset ni cerca de las personas malas, se encontraba en su habitación, en el único lugar que ha podido llamar hogar y frente a ella la segunda persona que pudo llamar familia después de la hermana Eleonora, pero su reconociendo del lugar se detuvo al percatarse que el chico no solo se encontraba sentado de rodillas en la cama frente a ella, no, además de eso la tenía tomada de las manos, con sus dedos entrelazados fuertemente como queriendo decirle que allí estaba él, ahí está él para ella, que no estaba sola, que no debía alterarse porque esté estaba a su lado.
Loan: ¿Li-Linky? [preguntó con algo de dificultad preocupada al notar que estaba llorando y recordando lo que le dijo Lyra] l-lo siento...
Antes de poder acabar su disculpa fue abrazada fuertemente por el chico que rápidamente la rodeó con sus brazos.
Lincoln: ¿Te encuentras bien? Estaba muy preocupado... [aprieta un poco más el abrazo] lo siento, enserio lo siento...
Loan: N-no es tú culpa... [corresponde el gesto] n-no pude evitarlo... L-lo siento
Los dos comenzaron a disculparse, ella por su reaccionar y él por preguntar algo que debió saber la pondría tensa, pero al final se dieron cuenta que los dos no dejarían de disculparse nunca y comenzaron a reír un poco por esto viéndolo un poco más con humor y logrando relajar un poco más el ambiente, el chico agradeció que el cuarto de Loan fuese el más apartado ya que parecía nadie lo había oído gritar, cosa que por supuesto estaba equivocada pues sin importar la distancia Eleonora claramente pudo oír el gritó del chico a pesar d restar profundamente dormida e inmediatamente al oírlo abrió los ojos yendo lo más rápido posible a la habitación de la chica, pero antes de llegar se cruzó con alguien que no se encontraba en su cuarto, muy por el contrario parecía haber estado espiando hasta hace nada el lugar donde se encontraba el albino junto a la chica, por su puesto la mujer molesta le preguntó que estaba haciendo, pero ella se limitó a disculparse y asegurándole que ya todo estaba bien se dispuso a retirarse no sin antes decirle que interrumpir ahora no estaría bien. Ante esta actitud prepotente y soberbia por su parte Eleonora se giró para recriminarle esa forma de dirigirse hacia su persona, entonces la persona delante le aclaro que no era falta de respeto, es más se disculpaba una vez más por ello, pero girando su vista hacia atrás para mirarle le explicó que si hubiese que interferir o hubiese sido mejor apartarlo de inmediato ella misma lo abría hecho, por eso le pedía por favor que no se metiese, no le tenía la mejor estima a Loan, pero sabía que él no lo tomaría bien.
Ante esto Eleonora no pudo sino darle la razón aunque volteó su vista aún preocupada, pero al escuchar unas leves risas cambio su rostro por uno más tranquilo, por su parte la pequeña rubia de tez pálida que llevaba su brillante cabello suelto cerró los ojos con cierta irritación, pero manteniendo en mente que era mejor así, aprovecho la distracción de la mujer para marcharse.
Luego de que dentro la habitación las risas cesarán él le dijo que si lo prefería mejor no siguieran con el tema, pero la curiosidad o más bien, la preocupación le obligaba a preguntar sí se debía a algo que Lyra le hizo o dijo. Inmediatamente la chica comenzó a agitarse nuevamente, pero teniendo aún sus dedos entrelazados pudo calmarse lo suficiente sí bien no como para contestar; sí para negar con la cabeza, esto dejó un poco más tranquilo al chico, pero a la vez más triste pues significaba la reacción de la chica fue incitada por su pregunta que le hizo evocar cosas que la ponían triste, pero como sí ella pudiese leer su mente le rodeó con cuidado y lentitud en un cálido abrazo apoyando cuidadosamente su cabeza sobre la suya dándole las gracias por cuidarla, por quererla y por estar con ella aún cuando era un problema, pero como sí hubiera dicho un insulto o una blasfemia; él rápidamente le corrigió diciéndole que ella no era ningún problema ni para él ni para nadie, ella era una persona muy gentil, divertida, dulce y agradable, que sin importar sus problemas o inseguridades siempre estaba para los demás cuando lo necesitasen, siempre estaba dispuesta a ayudar o a escuchar, incluso cuando no se siente bien sigue preocupándose por lo demás, era sin duda una persona que el chico admiraba.
La chica no sabía que decir ni responder, así que se limitó a contener las lágrimas que inundaban sus ojos mientras sonreía acurrucando sé en él.
"Lo aprendí de tí y Eleonora Linky... Gracias"
Pensó la chica recordando todo lo que ambas personas han hecho por ella, cada momento bueno o malo, triste o alegre, todos y cada uno de ellos era muy especial para ella por haberlos compartido con ellos, las personas que consideraba su familia.
Tras el abrazo el chico decidió mejor dar el asunto por zanjado al menos de momento, no quería seguirla molestando con preguntas o problemas, lo mejor era que por ahora ella descansará tranquilamente así pues los dos volvieron a acomodarse en la cama durmiendo muy apegados el uno al otro con una sonrisa mientras se abrazaban.
A la mañana siguiente Lupa se sentaba en la cama de su hermano donde había dormido estirando sus brazos, Leia por su parte tenía unas pequeñas ojeras en sus ojos que se notaron al sentarse en su cama mientras bostezaba y comenzaba a mirar a su alrededor viendo el gran desastre que era su habitación, pero sin tomarle importancia volvió a acurrucarse en su cama.
Por otro lado en un departamento no muy alejado se encontraba Lyra ya desayunando, de hecho algo apurada pues hoy quería llegar al orfanato más temprano, pero se había quedado dormida. Quién no se quedó dormida y ya se encontraba allí era Liena la cual estaba preparando sonriente un grandioso desayuno para todos los niños, los cuales algunos ya se encontraban de pie jugando por todo el lugar.
En tanto, en la habitación de Loan está lentamente comenzaba a abrir sus ojos extrañamente contenta, sentía que había dormido muchas de lo habitual y sobre todo mucho más cómoda y a gusto, era como sí hubiese tenido una noche perfecta de plácido descanso, al girar su vista se dio rápidamente cuenta del porqué pues aún se encontraba abrazada con Lincoln lo cual la hizo esbozar una gran sonrisa apacible por lo lindo que se veía y lo tranquilo que se encontraba.
La chica quería apegar lo más a ella, pero al intentar moverlo comenzó a despertar haciendo que se detuviera de inmediato colocándose muy nerviosa por lo que cerró los ojos para fingir seguir aún dormida.
El chico lentamente comenzó a abrir sus ojos siendo lo primero que ve al alzar un poco su vista el dulce rostro de Loan que a su parecer aún dormía y por lo visto soñando algo muy bueno pues se encontraba con una gran sonrisa, cosa que le hizo feliz aunque pudo notar como parecía estar temblando así que pensando qué tal vez tenía algo de frío se apego más a ella para abrazarla y así brindarle su calor, cosa que hizo incluso su sonrisa tambalea sé por el movimiento de sus labios que no podían contener su emoción así como su sonrojo por tanto; manteniendo sus ojos cerrados le ayudó rodeándolo con sus brazos para atraerlo hasta que el rostro del chico quedo hundido en su pecho, esto aunque lindo para ella y cómodo para él, la falta de aire en cuestión de segundos se convirtió en un problema así que intento moverse para poder apartarse, pero ella al momento apretaba más el abrazo para impedirlo, no era consciente que al pobre chico le costaba respirar. Sin embargo, el albino logró alzar lo suficiente la cabeza como para tomar aire, pero al momento de hacerlo para poder ayudarse colocó su mano en pecho de la chica ocasionando que soltará un pequeño gemido ruborizada aflojando un poco el abrazo y permitiéndole tomar algo de distancia.
Lincoln: L-lo siento Loan... Es solo... Que no podía respirar... [mencionó respirando un poco agitado sin mirarla la cara, totalmente rojo por la blanda sensación que tuvo entre sus dedos]
Loan: N-no te preocupes [respondió brevemente roja también sin mirarle a la cara]
Lincoln: Bueno, ya que ambos despertamos ¿Qué te parece sí voy a buscar desayuno? [sentándose en la cama mirando al frente preguntó con una sonrisa aún con las mejillas rojas]
Loan: N-no tengo hambre aún... ¿Po-podríamos quedarnos un poco más? [preguntó sentándose también mientras jugaba tiernamente con las sábanas] ha-hay un juego que... M-me ha costado pasar... Po-podríamos jugar a-antes...
Lincoln: Oh claro, lo busco enseguida ¿De qué consola es?
Loan: E-en realidad es de pc... Mí laptop está a-ahi [le apunta a un escritorio lleno de ropa]
El chico comprendió y se dirigió a buscarla tratando de mover con cuidado toda la ropa que había sido tirada sin cuidado encima, pero entre la ropa habían algunas prendas que lo ruborizarón como un bracier azul marino con bordes diseñados que recordaba perfectamente de la vez que la vio en ropa interior. Rápidamente negó con la cabeza como sí intentase quitarse ese recuerdo de la cabeza, pero el haber tocado su pecho ahora sumado a lo que pasó con Lupa y días antes con Lacy lo hacían sentir de una forma que no sabría explicar, sentía que quería volver a repetir aquellos momentos, incluso deseaba llegar más lejos, quería saber que se sentía tocar otras partes, poder acariciar más logares e incluso besarlas por más tiempo, pero cuando parecía no podría más con sus pensamientos que se intensificaban a cada momento fue llamado por Loan sacándolo de su mente y rápidamente tomó su laptop para volver a la cama aunque está vez sin siquiera mirarla a cara, estaba demasiado avergonzado por sus propios pensamientos.
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Espero les haya gustado esté capítulo orientado no solo a Loan y su convivencia con Lincoln sino también un poco a explicar cómo no solo él sino también Eleonora son tan importantes para ella exponiendo un poco de su turbulento pasado.
Sin más que decir me despido, un gran saludo a todos y nos vemos pronto.
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