Epilogo

Epilogo:

Holly:

Me cruce de brazos negando con la cabeza ¿Cómo se le ocurre? Nunca pensé verlo de esta manera y estaba desesperada por esa maldita actitud. ¡Maldición era una mortal! Y no solo eso, con tatuajes y monta motocicleta. ¡Dios pero que le pasa! Volví a ver a mi hermano tirado en medio de la cocina del departamento una botella en la mano, lágrimas en sus ojos y la maldita desesperación porque una chica ¡que no es de élite! Le preste atención. ¡Por favor! Es Rees Race, no necesita esta mierda, seamos sinceros.

Camine al comedor un poco decepcionado por cómo había terminado nuestra noche del sexto mes de casados. Le prepare una de sus cenas favoritas, le compre su vino favorito, incluso fui por su postre favorito. Pero que imbécil. Cuando regreso de la universidad, traía a mi hermano en calidad de bulto, completamente borracho, llorando y con esa actitud que tiene tirado en la cocina.

Por el bien de mi hermano, llame a mis padres para que vinieran a traerlo mañana en la mañana, Louis tenía un día muy largo en el laboratorio y yo tenía que ir a hacer mi examen en Guildhall. Finalmente las cosas estaban saliendo a la perfección, estaban como anillo al dedo para los dos.

Sople las velas que puse para dar un ambiente romántico, estaba desilusionada. Era la maldita primera vez que me esmeraba tanto para esto y viene el imbécil de mi hermano llorando ¡Por una mortal! Es que no me lo creo.

-Lo he intentado todo -decía con su voz rota en un mar de lágrimas -. No me quiere, no logro penetrar esa maldita burbuja.

- ¿Desde cuándo Rees Race se da por vencido? Tu no dejas de luchar, te pones tus mejores pantalones, o en este caso los menos formales que tengas, y sales por ella. Dedícale algo que nadie le diera antes.

-Le he dado cariño, eso nadie se lo ha dado después de que sus padres murieran en ese accidente aéreo. Nadie -la voz se volvió a romper y algo en mí también lo hizo ¿No tenía padres? Eso explica cómo es tan amargada, como es que es tan cerrada.

Yo no sé qué haría sin mis padres. Un poco más curiosa, me acerque a donde estaba mi amor, mi bebe, mi hermano. Lo vi detenidamente, estaba destrozado por alguna razón y quería estar para él como él siempre estuvo para mí, aunque no esté de acuerdo en que él este de ese modo, menos por la tan Renny.

- ¿Qué paso? -pregunté quitándole la botella de las manos y dándole un trago yo. El líquido bajo por mi garganta quemando todo a su paso. Jagger, con razón esta tan borracho.

-Sus padres... murieron en un puto avión que se calló en el atlántico hace 10 años, ella solo tenía ocho años, era... una niña y se quedó sin nada -otro sollozo salió de su garganta -. Sus... abuelos no podían mantenerla por lo que paro en un lugar de acogida. Fue adoptada pero... ¡Dios!

Mi hermano se rompió a llorar y por más que no quisiera entenderlo, por más que quisiera odiar a la chica, eso era muy trágico. De tenerlo todo a perder completamente tu vida. La entendía porque aunque no perdí a mi familia me había perdido a mí misma, no me encontraba en una lluvia de estrellas. Quería gritar y salir corriendo cuando sentía que no podía más. Adam en un pasado se llevó mi ser, se llevó quien era.

-Es cerrada ¿No es así? -dije tomando su mano.

-Es impenetrable Hol, cada vez que creo estar más cerca de ella, algo la aleja. Se cierra por completo y no me deja ayudarla.

Lou se colocó a mi lado atrayéndome a él, le quito la botella a Rees dándole un trago igual al mío solo que más largo. Los dos necesitábamos un poco de alcohol al escuchar esta platica, realmente nunca vimos a mi hermano tan mal como ahora.

-Sigo pensando lo mismo, tú no dejas de luchar cuando encuentras a la mujer ideal. Al contrario, luchas más fuerte. Así es el plan de vida.

- ¡Maldito pan de vida! -dijo somatando la nevera que estaba detrás de él -. La quiero y por ella estoy exponiendo todo, estoy dejando todo. Sé que a ustedes no les gusta por ser mortal o lo que quieran, pero ella me complementa a pesar de ese temperamento de mierda.

-Mi madre es mortal, Rees, claro que a mí no me molesta. Además, ya te mostré la carta de papá, deberías haber entendido sus palabras en ese entonces.

¡La carta! Esa de la que tanto me hablo y nunca me enseño. Dijo que a su debido tiempo y que no estaba listo para compartir las palabras de su padre. No conmigo pero si con Rees ¡Pero qué le pasa! Me cruce de brazos dándole una mala mirada. Ese momento en el que te das cuenta que tu gemelo conoce más a tu suegro que tú. ¡Genial!

-Quizá ya va siendo hora de mostrártela, nunca pensé que fueras tan clasista, bebe -dijo Louis besando mi mejilla.

- ¡No soy clasista! -grite para defenderme.

-Comete una sarta de mierda, Sisi, los dos lo éramos, influencia de la abuela, no te preocupes -dijo Rees cerrando un poco los ojos.

Quería gritar otra vez por todo mi enojo acumulado, no lo hice. Una parte de mí entendía la situación, otra más fuerte pensaba en todo lo que mi hermano había arruinado hoy. De seguro mañana nos despertamos a las cinco y media para ver el amanecer. Seamos sinceros, no lo hacemos todos los días porque no somos personas tan madrugadoras, solo lo dejamos para aniversarios y fechas especiales. Él era mi arma especial y aunque todos los días junto a él eran especiales, quería que hoy fuera inolvidable.

-Rees, te ruego que no le hables de esa manera a mi mujer, sabes que te queremos, pero más respeto no caería mal.

-Lo siento -dijo mi hermano sobándose la cara -. Voy a mi habitación, necesito dormir, siento mucho lo de la cena, Sisi. Pero la pasta estaba rica -me regalo una sonrisa antes de desaparecer en la habitación que teníamos para él. Ya me estaba empezando a arrepentir de habérsela dado. ¡Maldición!

Mis padres le dieron un apartamento exclusivo a él, uno en la misma zona que la mía, pero de igual manera quisimos incluirlo en nuestras vidas. Dios, que horror. Tomé mi cara en las manos dejando que un par de lágrimas salieran finalmente. 

-No llores amor, aún tenemos toda la noche -dijo Louis abrazándome tirados en el piso -. Es la mejor sorpresa que me han dado en mi vida, todo estaba hermoso ¿Vamos a comer?

-Rees se comió uno de los platos -dije con un puchero. 

-Ya preparo uno nuevo, aún hay pasta y ensalada. Todo está bien. Ve y prende las velas una vez más. No pelees con él, te necesita ahora.

Louis se levantó preparando un plato más de pasta y calentando el mío. Los llevo a la mesa justo cuando terminaba de montar la mesa. Al menos algo estaba rescatado de esta noche. Me senté en el lugar frente a él, como siempre lo hacíamos. Cenamos, hablamos y reímos. Seguramente Rees no sentiría nada, absolutamente nada.

Esa mañana cuando llego papá, Louis ya estaba cambiado y listo para irse al laboratorio, tomaron café y hablaron de lo sucedido anoche. Yo seguía tirada en el sillón medio dormida. ¡No me quiero despertar! Hacer el amor en la madrugada me deja muerta, aunque al parecer a Louis lo deja muy bien levantado, eso no es justo.

Después que el sol había salido, Louis beso mis labios hasta que perdimos el control. Me tomó en la sala, colocándome de espaldas al sillón, me dio un par de besos cada vez que mis gritos salían al aire. Sabía que mi hermano no sentiría, aun así intentábamos respetar su sueño.

Cuando mi esposo desapareció por la puerta de entrada, después de darme un hermoso beso en los labios, me quede sola con mi padre. Este me extendía una taza de café, últimamente el café era mi mejor amigo, signo de que estoy volviéndome vieja. Me quede viendo a mi padre, sus ojos azules, su cabello rubio, ese traje que le quedaba excelente y esa corbata negra que se perdía en el resto. Mi padre nunca perdió al niño que tenía dentro. Siempre que escuchaba las historias de su juventud pensaba que nada había cambiado.

-Tengo que hablar contigo, bebe. Estas siendo muy dura con tu hermano.

- ¿Dura? Papá, me vino a joder la noche por una mortal ¿Cómo quieres que no sea dura con él?

-Desde esa frase ya está el problema Holly, le has llamado Mortal a la chica que tu hermano quiere. Déjame recordarte que tu suegra es una "Mortal" como despectivamente le llaman en la élite.

Me quede pensando un minuto y era verdad, Mary era mortal, tan mortal como Renny pero eso era totalmente diferente. Ella tiene a un hijo de élite, uno de la élite Alpha, una de los puestos más altos en la jerarquía ¿En qué diablos puede comparar mi padre a Mary con Renny? Imposible.

-No es lo mismo.

- ¿Sabías lo que tuve que luchar para que Lou pudiera adquirir su título?

Fruncí el ceño no entendiendo lo que mi padre decía ¿Luchar por su título?

-Déjame ampliarte esto, hija. Cuando Louis nació, le negaron su título, a pesar que era descendiente de una de las dinastías más fuertes. Pasamos al menos dos meses por ese título, tanto tus abuelos como sus abuelos, Blake y yo... todo el que nos apoyaban estaban presentes. Fue muchísima gente y eso fue positivo, bebe, logramos que le dieran su título y que fuera reconocido como sangre pura, sin embargo, cuando era pequeño, muchos niños lo evitaban por no ser completamente de sangre real. Sus papas les prohibían juntarse con Louis y esa fue una etapa difícil, de allí viene su rebeldía y su resentimiento a su padre por "abandonarlo" me complace saber que logro perdonarlo. Él punto Hol, es que no quiero que seas clasista como todo el resto de la élite, quiero que aceptes y respaldes a tu hermano, lo que él está haciendo no es que me emocione pero... ¿Quién soy yo para decirle que no haga locuras por amor? Piénsalo, tú lo hiciste ¿No es así?

Me quede pensando unos minutos en las palabras de mi padre. Tenía razón en muchas cosas, una de ellas era la inevitable verdad que Louis no era pura sangre y aun así lo amaba como mi vida entera. La otra, mi hermano se estaba enamorando de Renny. En un principio pensé que era como un reto personal ya que ella lo rechazaba constantemente. Después de ayer... dudaba que fuera de ese modo.

Me senté en el sillón hablando con mi padre de las cosas que pasaron ayer. Le conté de mi prueba de esta tarde en Guildhall y pase un buen rato haciendo el mejor vinculo padre e hija. Cuando mi hermano se despertó y papá le dio la plática de medirse en el alcohol y todas las cosas malas que pueden provocar ese estado, Rees accedió a que él lo llevara de regreso a su nuevo apartamento.

Cuando me quede completamente sola, cambiándome para mi audición, me di cuenta que mi padre tenía toda la razón. Esto no me llevaba a nada, absolutamente nada. No conocía absolutamente nada de la chica y según entendía, ella era huérfana ¿Qué tan pesado tiene que ser eso? ¡Una pasada!

Realmente sentía lastima por ella, si pudiera darle algún tipo de apoyo y decirle... ¿Qué diablos estoy pensando? Realmente algún día pararía hablándole, lo podía presentir. ¡Dios en que me estoy metiendo!

Prepare mis cosas y salí camino para mi futuro. Sería pan comido entrar a GuildHall, me prepare toda mi vida para el examen de admisión de este lugar. Siempre soñé en ser aclamada como mi gemelo, que me vieran actuar y me dijeran mil millones de veces lo linda que me veía en una pasarela. Quizá esto éramos los dos, un par de románticos empedernidos que reclaman atención.

Antes de entrar respire hondo, tenía todo bajo control. Revisé mi celular una vez más antes del último paso, antes de tirarme al agua con ellos. Tenía un mensaje de parte de Louis.

Buttercup: ¿Te han dicho que no hay nadie mejor que tú? Lo vas a hace mejor que nadie, suerte mi pequeña. Te amo.

Louis:

Me sequé las lágrimas de los ojos, esta maldita cosa de llorar no era parte de lo que quería para mi vida, lo odiaba pero me pasaba constante mente cuando visitaba la tumba de mi padre. Sabía que bajo tierra no había nada más que cenizas, él no quería ser enterrado en cuerpo, decía que su belleza era demasiada para ser puesta bajo tierra, por eso lo cremaron.

Después de años resentido con este hombre estaba liberado, estaba libre para amarlo y perdonarlo ¿Quién hubiera dicho? Mi viejo cambio mi vida a pesar que no está aquí conmigo, ahora. Lo único positivo de esto, era que por primera vez en toda mi vida me anime a revisar las fotografías de William y Blake, incluso las de mamá. Me reí por horas viéndolos hacer cualquier tipo de estupidez, incluso los videos en Santorini. 

Era raro verlo con respirador, con silla de ruedas bajando y riendo, incluso conectando mujeres. Pensé en mamá y en lo que pensaba de él haciendo esas cosas, pero al final, ella sabía que así seria. Era una extraña relación. Le conté a papá como estaban mis seis meses de casado, le conté lo mucho que amaba a Holly, lo mucho que mis planes cambiaron a lo largo de la vida, lo mucho que mi existencia dependía de ella. Estoy algo cansado de lo que diga la gente y de cómo lo digan, cansado de la élite y su existencia. Sé que es lo único que conozco, que es lo más estúpido pensar que puedo vivir sin ella.

Papá entendía mi existencia y como vine a cambiar la vida de muchas personas clasistas dentro de la élite, pero mi vida aún no estaba terminada, mi vida aún tenía un propósito mucho más grande. Sí Rees decidía formar una vida con Renny, sería despojado de su título, uno que a sus padres y antepasados les costó formar, sería una lucha demasiado difícil lograr que ellos la acepten a ella.

Estaba dispuesto a quemar el mundo si era necesario para que él fuera feliz y que él nombre de los Hamilton permaneciera intacto. En las cuestiones del amor nada esta dictado, nada está decidido. Es cuestión de precisión y esfuerzo. Uno no elige a quien amar y a quien no. Uno solo escoge como se quiere vivir la vida.

- ¿Estás listo? -pregunté viendo a mi mejor amigo recostado en el pasto del cementerio.

-No, en realidad no ¿Quién diablos se alista para una vida tan mierda? Te das cuenta todo lo que arriesgo ¿Verdad?

-Vale la pena ¿No crees? Holly es lo mejor que me paso en mi vida, igual no es como que te vayas a casar, simplemente vas a invitarla a salir sin que sea una apuesta o una carrera de motocross.

- ¡Como si fuera fácil! -gritó tapándose la cara con el dorso del brazo.

Nada era fácil, pero tampoco imposible. Le di las manos a mi mejor amigo ayudándolo a pararse. Este negó con la cabeza despidiéndose de mi padre como si de verdad pudiera escucharnos. Era bueno saber que no me juzgaba ni me criticaba cuando veníamos.

Él se subía a su motocicleta Honda, azul con negro completamente nueva. Sus padres lo consentían demasiado para ser verdad, lo único positivo de esa mierda, ayudaría a llamar la atención de cierta chica con fascinaciones muy distintas a las que imaginaba de una mujer. 

Cuando llegue a casa, Holly estaba en la cocina haciendo algo que olía de maravilla. En un principio el cocinar no era su fuerte, la comida se le quemaba y la mitad de las cosas paraban incomibles de tanta sal. Ahora no era una cocinera espectacular, pero se le daba bastante bien. Acercándome vi que estaba preparando filete de pescado, de las mejores que le salían. Le di un beso en los labios alabando el aroma de la comida. 

- ¿Cómo estuvo la audición? -pregunté sirviendo las copas de vino al tiempo que ella colocaba el filete en la mesa junto a la ensalada. 

-En todas me fue bien, solo en la instrumental no tanto, ya sabes que mi fuerte no es la guitarra, solo la aprendí para esta audición. Al tomar lo especifico no me iré a instrumental, eso quedara para otras que sí les guste -me regalo una gran sonrisa que me hizo sentir orgulloso hasta la mierda. Mi princesa era toda una artista.

- ¿Qué tal te fue a ti en el hospital? - preguntó viéndome a los ojos. ¡Maldición! Como la amaba.

-Excelente, hicimos unos estudios de fisiología renal, fue un asco pero estuvo increíble. Oh por cierto -dije sacando mi teléfono celular para mostrarle una fotografía del pequeño Matt -. Le fue muy bien en la quimioterapia, iré a verlo mañana temprano antes que le den la segunda dosis. Es todo un luchador.

La mitad de mi tiempo libre cuando estaba en el hospital me la pasaba en el área de oncología, ayudando o motivando a los pacientes que sufrían de esta enfermedad, para mí todos ellos eran luchadores, todos tan puros y con deseos de sobrevivir o pedir un minuto más de vida, tal y como mi padre lo había pedido. Una de las razones por las que quería ser médico, era para estar junto a esta gente que tenía el reloj en cuenta regresiva. Quería estar presente en sus últimos días o poder presenciar el milagro de aquellos que tenían la oportunidad.

Si algo he aprendido de todo esto, es que el tiempo de todos esta contado, nadie se salva de una muerte eminente, nadie es eterno. Está en nuestras manos saber luchar y llegar tan lejos como nos sea posible. Esta es mi historia y la historia de Holly, una que no será eterna, pero sabremos aprovechar cada segundo de vida, porque nuestro amor lo vale, porque nosotros lo valemos.

La observe a los ojos al tiempo que se reía de ver las fotografías de nosotros haciendo caras. Ella era mi vida y agradecía tanto por todo el sufrimiento que tuvimos en un pasado, agradecía todo lo malo porque ahora sabíamos cómo luchar. Estábamos juntos y nada ni nadie podía separarnos media vez nosotros decidiéramos que estaríamos juntos hasta la muerte.

Me acerque a ella, la bese y la lleve a la cama después de la cena. Le quite la ropa, metiéndola en las sabanas. Esa noche no le hice el amor o tuvimos sexo salvaje, esa noche solamente la abrace hasta que sus ojos se cerraron. Así era nuestra vida, apoyándonos y deseando cosas fantásticas. Soñando siempre juntos y viviendo la vida que nosotros planeamos vivir.

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