Capitulo ST 33
Ya pueden ver el vídeo de TENIAS QUE SER TÚ Y SIEMPRE TÚ
Un poco más de mí para que se rían de esta personita que les escribe historias hahaha
Capítulo 33
Louis:
Mamá me llamo a gritos dándome un sobre bastante grande, estaba dirigido a mi nombre y como sello postal tenía el nombre de Harvard. Mi madre estaba justo en mi línea de visión, esperando a que lo destapara. Ella, William y Abbi, eran los únicos que sabían de este sueño estúpido de viajar a América para estudiar. Quería conocer las raíces de donde venía mi madre, aunque en realidad nunca saco la universidad ahí, quedo embarazada antes de poder hacerlo.
Mi madre era una mujer bastante fuerte, soporto el cambio de la vida tranquila de Estados Unidos para empezar a vivir en la tediosa elite. Definitivamente esa mujer debía amar a mi padre, o al menos ser bastante arriesgada para hacer lo que hizo. Sabía que entre ellos nunca hubo una historia súper romántica, pero tener un reloj que te cuente las horas de vida, alguien que te pida que sigas con su linaje, quedar embarazada y mudarte a un mundo distinto es más de lo que cualquier persona podría soportar. De algo que me alegraba, era que mamá logro dar el paso de la aceptación de la muerte de papá y ahora está saliendo con alguien, dándose la maldita oportunidad de vivir su vida.
Respire antes de abrir el sobre, estaban temblándome las manos, emocionado por todo esto. Hace unos meses, cuando me enterara de que Holly era maltratada por el imbécil de Adam, viaje a Boston para realizar los exámenes. En ese momento mi problema era como se lo explicaría a Rees, el jamás entendería porque quería irme lejos de esta sociedad, porque quería alejarme, él no lo entendería porque era muy elite. Su vida giraba alrededor de este mundo, no conocía que había afuera o siquiera preocupado por salir y conocer un mundo fuera. El soñaba con ser un político exitoso como su padre, encontrar una Agapi que fuera ardiente y dejara a todos con la boca abierta, deseaba ser admirado y popular, tener un buen linaje. Rees era todo lo que yo no lograba encontrar dentro de esta sociedad.
Saque la carta leyendo
"Nos complace informarle que usted ha sido aceptado..."
Instintivamente sonreí, abalanzándome a los brazos de mi madre, leyendo la carta en voz alta ¡Lo logre! Vaya que no podía creerlo. Esto era demasiado genial, entrar a ese lugar no era fácil, tampoco entrar a Cambridge, pero mis primer año en la universidad con clases generales fue lo que hizo que quisiera quedarme, el pensum era increíble, los profesores súper profesionales y claro, ahí no había nadie de la elite inglesa. Lo primero que se platicó con los encargados de ingresos, eran los equivalentes de las clases que ya había recibido estos dos años, aceptarían en algunas clases, pero las demás tenía que volver a sacarlas. No era algo que me molestara, en ese entonces lo único que quería era alejarme de un mundo forzado y de tener que aguantar a casarme con Tammy, seguiría comprometido con ella, pero tendría que aceptar que durante cinco años, que duraba la residencia, ella estaría aquí, esperando por mí. Es una mierda, lo sé, pero en ese entonces me importaba poco. Ahora no sé qué hacer, no creo poder hacerle eso a Holly, más después de todo lo que ha sufrido.
-No lo sé mamá - dije con toda honestidad -, las cosas cambiaron demasiado.
-Pero salir de la elite era lo que tanto querías. Estoy segura que Holly se iría contigo a Boston, solo tiene que terminar sus clases en el Royal.
-Sí, sé que lo haría, pero ella muere por estudiar actuación en Guildhall, toda su vida se ha preparado para eso, sus clases de modelaje, sus clases de actuación y canto, toda esa preparación para entrar ahí, no puedo hacerle esto.
Era verdad, no podía hacerle eso. No cuando muchas veces al entrar a un hospital me debatía si esto era lo que quería o no, muchas veces me recordaba lo mucho que odiaba los hospitales y la sangre. Muchas veces sentía náuseas y odiaba como se comportaba la gente, lo odiaba hasta que me tocaba ser parte de una clase, ahí volvía a amarlo, cuando pensaba en las vidas que podía salvar, cuando pensaba en lo mucho que podía hacer si fuera médico. Pensaba en mi padre, en que quizá, de haber sido ahora, podía haberlo salvado. Por esto es que soñaba con ser médico, porque según me cuentan, gracias a los médicos, mi padre tuvo un poco más de vida. Solo un poco más necesitaba para conocer a mi madre, por esa razón estaba aquí.
No es una razón válida, lo sé, estudiar algo que te amarra a algo que no te gusta como la sangre es ilógico, pero aquí se trata de lo que tiene más peso y salvar vidas, ayudar a gente, vale más que un poco de nausea.
-Ya te vas a acostumbrar -decían muchos de mis profesores. Les creía, cada vez lograba aguantar más dentro de las clases.
Dejando la carta encima de mi cama, comencé a caminar por toda la habitación, tenía una decisión que tomar, una que definiría lo que quería para el resto de mi vida. Ya sabía que esto era lo que quería, quería ayudar a las personas, me tenía que acostumbrar a verme como médico y no bloquearme cuando me hablaran acerca de medicina.
-Tengo que hablarlo con Holly -logre decirle a mamá.
-Ella se ha preparado para ser parte de esta elite toda su vida, tú has querido irte desde que tienes quince años. Tú quieres apoyarla en su carrera, creo que lo justo es que ella también te apoye a ti.
- ¡No lo entiendes mamá! -estaba elevando la voz pero no me gustaba que pensara que Holly no me apoyaría -. Si yo se lo pidiera, ella lo haría, incluso dejaría todo por mí. Pero no entiendes, no es fácil la decisión que tengo que tomar, de esto depende mi futuro. La amo y no quiero dejarla.
-Pero también te amas a ti -me recordó mi madre un poco más calmada -. Tienes que serte fiel a ti, amarte a ti si quieres amar a Holly. Solo recuerda eso.
Un poco sentida, se retiró de mi habitación dejándome con mil preguntas en la cabeza. Definitivamente tenía que hablar con ella. Sé que me dirá que me apoya en la decisión que tome. Ella no es envidiosa, piensa más en las demás personas antes ¡Mierda! Ahora no sabía qué hacer. Tomando mis cosas, salí a la casa de los Hamilton, Holly salió con Abbi, por lo que no estaba. Camine hasta el pasillo de los gemelos entrando en la habitación que más se acoplaba a mí. Rees estaba acostado con el inmovilizador en la mano, el muy idiota se ocasiono una tendinitis por arrancarse el suero de esa manera.
- ¿Vienes a cuidarme Doc.? -bromeo cuando me vio entrar con el uniforme de médico. En un par de horas tenía que irme al laboratorio, ya empezaba otra vez con clases.
-Sí señor Hamilton y lamento informarle que vamos a tener que cortarle su miembro -dije acercándome a chequearlo -, resulta que no funciona muy bien, últimamente está pensando más con esa cabeza que con la otra.
- ¡Vete a la mierda! Holly me las va a pagar ¿Cómo se le ocurre subir esas fotografías?
-Tienes un buen culo, se nota que lo has trabajado bastante bien. Lo bueno es que no lo tienes todo peludo, eso sí sería un poco... ¿asqueroso?
-No me jodas he inyéctame esa mierda para el dolor. Me duele todo -se quejó Rees.
Acercándome a la mesa de noche, que ahora parece una farmacia completa. Tomé la cajita con la medicina y la inyección que trae incluida. Destapando la ampolla, la puse completa en la jeringa. Estaba acostumbrado a inyectar a Rees, siempre después de una competencia de motocross, una mala caída o un trabajo duro en el gimnasio, esta era la mejor medicina.
Tomándole el brazo, metí la jeringa de un solo golpe, este dejo escapar el aire que se acumuló en sus pulmones. Presionando poco a poco, introduje todo el líquido a su cuerpo. No tardaría en hacer efecto y que este imbécil se sintiera mejor. Cuando termine, limpie el pequeño punto de sangre que se formó al sacar la jeringa.
- ¿Vas a contarme? -pregunté tirando todo a la basura.
-Sí -dijo con tranquilidad -, la carretera no está en buen estado, iba algo rápido y el carro de adelante...
-Se te cruzo, ya lo sé. No me refería a eso, la historia ya me la has contado -con esta- siete veces.
Rees se tomó el pecho para evitar que le doliera más de la cuenta al tiempo que se reía de su propia estupidez. Ya me contaron todo acerca de cómo logro Holly tomar esas fotografías y es evidente que la chica que mira con cara seria a la cámara a unos pasos de Rees es Renny. Le conté todo acerca del primer encuentro y ella me conto lo que paso en el segundo. Me pareció extraño que ella regresara, al parecer, Rees en cama, sigue siendo igual de adictivo que en persona.
- ¿Qué paso con Renny?
- ¿Renny quién? -dijo medio en broma.
-Sabes de quién diablos estoy hablando. No me vengas con mierdas de que no sabes de que hablo. Quiero detalles de que paso adentro.
Rees se sentó soltando un largo suspiro, últimamente andaba suspirando más de lo normal. Ya empezó con sus mariconadas. Si no lo conociera bien, diría que esta mujer ya estaba en su vida desde antes del accidente. Como si se conocieran de un pasado. Sentándome del otro lado de la cama frente a mi amigo, espere a que hablara.
-La conocí en una carrera de motocross, solo quería estar segura que era yo, que no lo estaba imaginando.
- ¿Una fan?
Rees soltó una risa pequeña negando con la cabeza, claro que lo era. Él era de los más grandes campeones en estas carreras, siempre ganaba y competía a nivel mundial. No me extrañaría que con la pinta de Renny supiera quién diablos era Rees Hamilton o mejor conocido como Rees "Race" Hamilton. Me quede viendo unos segundos como se mordía el labio.
-No sé si pueda llamarla fan, esa mujer pareciera que me odia -lo vi apretar los labios -. Casi seguro que ella tenía rollo con Brol, no sé porque, pero recuerdo que ella estaba con él, ahora que asimilo más las cosas.
-Se ve demasiado inocente para estar con ese matón -dije recordando a Brol de las demás carreras. Este mundo del motocross no era muy bien visto en la elite, nadie más lo practicaba, pero Rees lo hacía con tanta clase, que la mitad de la elite estaba para sus carreras.
Mi deporte nunca fue tan intenso como el de Rees, la natación era un deporte tranquilo, iba a competencias, pero no me enfocaba en ser el mejor en esto. Mis prioridades eran otras totalmente distintas.
-Necesito tu consejo -dije acomodándome en la cama -. Aplique para Harvard.
- ¿Harvard? ¿Eso no está en Estados Unidos? -preguntó frunciendo el ceño.
-Hace un par de meses decidí que quería ir a estudiar fuera, por eso me fui durante dos semanas a ver a mis abuelos de parte de mamá. Quiero salir de la elite, probar nuevas cosas. Eso era lo que quería.
- ¿Piensas dejar a Holly? Para todo esto, no se supone ya vas en segundo año ¿Qué tiene de malo Cambridge?
Negué con la cabeza riendo un poco en la preocupación que reflejaba. Estaba tenso por cómo le iba a explicar todo, una vez las palabras salieron, todo estaba mucho mejor.
-Equivalencias, y no tiene nada de malo. Cambridge es excelente, solo quería probar algo fuera de Londres, es todo. No pienso dejar a tu hermana, la amo demasiado para eso, pero es una buena oportunidad. Solo... no sé qué hacer.
Cerré los ojos un poco desesperado, quizá Rees nunca me entendería. A él le encantaba la elite, de verdad que era totalmente su rollo, pero no el mío. Nunca pensé que fuera a enamorarme de alguna chica a la que pudiera llamar mi Agapi, siempre pensé que tenía que hacerlo para no perder el linaje que mi padre siempre quiso mantener. Si escogía una vida lejos de la elite, perdería todo. No quería decepcionar a mi padre, no quería aunque no lo conocía. Mi madre siempre lucho por que me adaptara a esta vida, no lo vi posible hasta ahora que tenía a Holly.
-Hagas lo que hagas, estoy seguro que mi hermana te va a apoyar al igual que yo -dijo finalmente. Levante la cabeza para enfrentarlo, nunca pensé que diría eso. Pensé que me sacaría la madre o diría alguna de sus idioteces, al contrario, estaba frente a él, con la boca totalmente abierta. Impresionante, al parecer el imbécil estaba empezando a madurar.
-Gracias, realmente tenía que escucharte decirlo.
-Lo sé, soy lo máximo.
-Rees, una pregunta más ¿Qué te dijo la chica para que salieras detrás de ella de ese modo? -esa pregunta nos rondaba la cabeza a Holly y a mí, él se negó a contárselo a Holly, tenía la esperanza de que fuera diferente conmigo.
-Sera un secreto que me llevare a la tumba -dijo en tono sarcástico -. Solo te diré que esta soltera, fue lo único que pudo contestarme.
Ahogando una carcajada, me quede viendo como mi amigo se quedaba medio perdido ante el recuerdo de la pelirroja de ojos verdes y cejas gruesas. Era bonita y se notaba que era un peligro andante. Me pregunto si Rees se para enamorando de ella.... ¿Está dispuesto a dejar una vida de elite y luchar por ella? ¿O buscara comodidad en el mundo que tanto conoce?
-Creo que Beth puede ser un buen partido para ti -dije desviando la conversación.
- ¿La loca Beth? -dijo levantando la ceja.
-Es dulce y linda -dije aminorando su comentario -, quien sabe, algún día tienes que tener una agapí.
-Sí, lo sé. Ya que Charlotte se cago en mi vida. Sabes, creo que el amor no es más que una pérdida de tiempo, a veces es tan imposible tan complicado.
Le di una sonrisa afirmativa ¿Quién hubiera dicho que me enamoraría? Yo tampoco creía que fuera posible, ahora estoy aquí, queriendo pasar una vida junto a la mujer que tanto amo. Ahora solo me queda una decisión que tomar, una que tomare en conjunto con Holly, porque ahora éramos una familia, pronto mi Agapi y esperaba que algún día, mi esposa.
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