Capitulo ST 29

Capítulo 29:

Holly:

Louis no dejaba de ver su reloj, estaba desesperado por la partida de Rees de ese modo. No debí decirle las cosas que le dije, sabía lo mal que lo tomaría, él siempre quiso ser mi protector siempre quiso ser el hermano ejemplo. Lo era, siempre estuvo para mí en los peores momentos, solo no sabía lo mal que estaba por dentro. Retorcí mis manos intentando quitar el dolor de mis dedos, el inmovilizador era extremadamente incomodo, para mi suerte, solo fue el tendón y no tendría que usar yeso. Eso si hubiera sido incómodo. Mis golpes eran en su mayoría superficiales, lo cual era bueno.

-Te toca soplar -dijo Lou señalado el respirados.

-No quiero, duele mucho -dije quejándome. Odiaba la metodología para componer mis costillas, estaban rotas y debía soplar en un aparatito para que estas volvieran a pegar.

-Holly Marie, no estoy para quejas, tu padre me dejo a cargo en lo que él y tu madre levantan la denuncia, de ese modo no habrán consecuencias para Rees.

Tomando la boquilla del aparato, comencé a soplar, el dolor se extendía por todo mi torso mandándome punzadas de dolor en lo más profundo. Dolor, mucho dolor. Cerrando los ojos, como si eso pudiera aplacar el dolor, respire las diez veces que debía hacerlo. Louis estaba junto a mí, sobando mi espalda. ¡Maldito Adam! Esta vez sí se había pasado. Sin mencionar la humillación de verme tirada sangrando.

Sabía que él estaba en una de las salas aledañas, cerca de mí, con seguridad para evitar otro descontrol. Me gustaba la idea que Rees le dejara la nariz rota y tres dedos inmovilizados. Me agradaba de una manera extremadamente grande que me defendiera de ese modo. No podía decir lo mismo de Louis, si seguía pegándole a mi novio lo dejaría desfigurado, ya le había partido el labio y sacado sangre de la nariz, sin mencionar que casi lo deja estéril. Mi pobre bebe, él lo había metido a clases de boxeo, seguramente ahora se arrepiente de eso. Observándolo caminar de lado a lado intente tranquilizarlo.

- ¿Por qué no lo llamas y te aseguras que este bien?

-No contesto, ya lo probé, su teléfono esta fuera de cobertura -dijo revisando su señal.

-Y si llamas a Berta, seguramente ella puede revisar si ya llego -Berta era la señora de limpieza de los Montgomery, seguramente ella podría revisar. Justo cuando Lou estaba a segundos de tomar el teléfono, entro una enfermera corriendo indicándole a Louis si podía salir unos segundos, que mi padre quería hablar con él.

Lou no tardo ni cinco minutos en salir a encontrarse con papá, no entendía porque no podía simplemente entrar y hablar con los dos dentro de la habitación, mis padres nunca me ocultaban nada. Quizá debe de ser que tiene que testificar una vez más con los malditos policías. ¡Al diablo con ellos! Yo necesitaba a mi novio, no que se lo llevaran a cada cinco minutos. Esto está muy mal, si pudiera pararme iría directo con ellos y les gritaría, pero mi cabeza daba vueltas cada vez que intentaba ponerme de pie. Me sentía mal, tenía náuseas y las costillas me mataban más que otra cosa. Un día más y estaría en la comodidad de casa, lo necesitaba. También quería saber en qué paro Adam, de seguro está mal, Rees lo dejo casi inservible según mamá.

Tomé el control remoto prendiendo la pantalla plana, el holograma de la señora de las noticias apareció, imágenes de la casa central de elite estaban detrás de ella mientras contaba el incidente. Las palabras violencia doméstica y sentencia, llegaban a mi cabeza, por más que quería que Adam pagara, no quería que lo metieran preso, menos cuando lo que necesitaba era ayuda. Empecé a ver un aburrido programa de música, donde no hacen más que hablar estupideces, enseñando el culo por todos lados, tanto era el aburrimiento que me quede dormida al instante.

Soñé con Adam, la manera en que me pegaba, en la manera que pedía ayuda. Desperté temblando, literalmente asustada. Al momento de sentarme en la cama el dolor de las costillas se extendía por todo mi cuerpo. ¡Mierdaaaa! Esto sí que duele. Tomándome el estómago gruñí por el dolor. Louis tomó mi mano con fuerza calmándome. Mi respiración era irregular, sentía dolor, mucho dolor, algo dentro se quebraba cada segundo.

-Tranquila, princesa -dijo besando mi mejilla -, estoy aquí, estoy aquí y no voy a dejarte.

Su voz sonaba entre cortada, como si hubiera llorado recientemente, levanté la mirada para toparme con sus ojos, rojos como el fuego. En efecto, mi bebe estaba llorando. Como pude me moví para tomar su rostro en mis manos, lo acune susurrando un ¿qué pasa?

-Solo... -no podía hablar -no lo sé, solo... lo siento pequeña, te amo con todas mis fuerzas y siento que todo esto es mi culpa. Hasta has tenido una estúpida pesadilla. Eso es... -negó con la cabeza.

-Todo está bien -me acerque haciendo una mueca de dolor, no quería que él estuviera así por mí. Él me había salvado la vida, me mostro un mundo en el que no tenía miedo, uno donde yo valía más que nada.

De pronto la puerta se abrió, mamá entro a la habitación con la misma planta que Louis, sus ojos grises, completamente rojos, parecían zombis o vampiros de mala calidad. Su sonrisa era pequeña pero reconfortante, no podía creer que estuvieran tan rotos por un par de golpes. Estaba bien, Adam no volvería a tocarme y todo este estúpido mal entendido pasaría, tenía que pasar. No podían detener sus vidas y verse tan miserables por esto, no cuando estaba perfecta, morada y cortada pero eso era lo de menos.

-Estoy bien -aclare para los dos.

-Eso me alegra, princesa -mamá se acercó para besar la coronilla de mi cabeza. La escuche sollozar un poco más al tiempo que plasmaba un beso más. Estaba destrozada.

Mi corazón se comenzó a comer solo por dentó, le había fallado a mis padres, les falle con todas las palabras posibles. Papá siempre me enseñó a darme a respetar, pero aquí estaba, morada, con un brazo inmovilizado y puntos en varios lados, aquí estaba, más débil que nunca. Quien hubiera dicho que estaría en este estado y ver a mamá tan mal como estaba ahorita, era un golpe demasiado duro.

Cuando papá entro a la habitación, me di cuenta que algo no estaba bien, una cosa era que mamá y Louis estuvieran mal, pero... ¿papá? No, esto no era normal, él era fuerte y pocas veces demostraba lo que sentía. Sin decir nada, se sentó en el sillón junto a mamá jalándola a su lado, susurrando algo a su oído, vi a mamá intentar sonreír, pero algo seguía sin estar bien, nadie decía nada, pero tampoco ocultaban lo mal que estaban.

- ¿Por qué todos tiene esa cara? -Pregunté preocupada - ¿Dónde está Rees?

Era la única explicación que podía tener, que algo le pasara a mi hermano o quizá aún seguía molesto sin hablarle a nadie. La expresión de las tres personas delante de mí cambio inmediatamente, adiós cordura, mamá tenía los ojos llorosos otra vez, intentaba ocultarlo en el dorso de papá. Louis se alejó a la pequeña ventana que daba para el parqueo y mi padre fue el que contesto.

-Tenemos esta cara porque te acaban de pegar ¡Carajo Hol! El imbécil pudo matarte.

- ¡Pero no lo hizo! -grité molesta.

-Eso no justifica el hecho que tú nos mentiste todo este tiempo, fue un puto año.

-William -mi madre lo reprimía -, Holly no está para...

-No me vengas porque no está para esto, ella sola se buscó esto, espero que de esta aprendas. No te crie para esto, señorita Hamilton. Te crie para que fueras alguien grande y luchadora.

Negué con la cabeza sintiendo las lágrimas caer por toda mi cara. Los había decepcionado, los decepcione ¡Mierda! Sí que era una idiota. Concentrándome en Louis, vi como su mirada seguía perdida en la ventana, no se giró a defenderme o a parar a papá. Estaba perdido en el tiempo y espacio.

-Voy a salir a hablar con Lucia -dijo finalmente alejándose de la ventana.

- ¿Quién es Lucia? -pregunté sintiendo una punzada de celos.

-La doctora, necesito hacerle unas preguntas, no puedo solo quedarme aquí sin... ammm, ahora regreso -dijo cortante. Papá se puso de pie colocando una mano en la espalda de Lou.

-Te acompaño -declaro finalmente.

Cuando los dos estaban fuera mamá se acercó a mí. Respirando hondo, como si quisiera decirme algo, mi corazón iba al mil, tenía un mal presentimiento, uno que me hacía sentir una opresión de vacío en el cuerpo. Algo más estaba pasando, algo enorme.

-Tuvo un accidente -dijo mamá, cerrando los ojos. Un par de lágrimas caían por su rostro al tiempo que comenzó a sollozar. No tenía que decir a que se refería, ya lo sabía. Rees.

-Mamá -susurre al borde de las lágrimas - ¿Esta... -¿Cómo diablos pregunto si está vivo? ¡Mierda! No puedo siquiera pensarlo -... está vivo?

Vamos directo al grano, esta sensación mataba cada partícula de mi ser. Mi pequeño hermano, por impulsivo, por llevárselas de macho, por toda su porquería que cargaba. Jamás debí decirle nada que lo pudiera dañar, jamás debí decir que él no había estado para mí. Sosteniendo mi estómago espere a la respuesta de mamá. Estaba quebrada, si perdía a mi hermano después de esto me arrepentiría toda mi vida, sería mejor morir junto a él. ¡Dios! Esto no puede ser tan malo.

-Si -susurro -, están buscando donantes, la hemorragia es muy fuerte y ha perdido mucha sangre. Solo hay que esperar y tener mucha esperanza pequeña. Van a recaudar la sangre y a operarlo. Por eso Louis salió, varios de la elite han venido a verificar si son compatibles con él, tu hermano y tú no tienen una sangre normal y lo sabes.

Exacto, lo sabía, no era normal. 0- no era un tipo que estuviera a la vuelta de la esquina. Cerré los ojos dejando que el dolor invadiera mi cuerpo, él estaba vivo, pero eso no quería decir que estuviera estable, según acabo de entender, mi hermano está perdiendo sangre, quizá por algún golpe interno. Cruce los dedos y rece con todas mis fuerzas porque él se recuperara. No podía perder a mi otra mitad, no ahora, no cuando lo necesitaba desesperadamente para pedirle perdón.

Recordé los momentos en que él y yo éramos uno solo, en los que corríamos por todos los campos de la mansión, en como lo observaba montar motocross y como aprendíamos a base de prueba y error a montar la bicicleta. Amaba a mi hermano, era un hombre fuerte, con ilusiones y sueños, era excelente con los niños, no negaba que algún día sería el mejor papá que la faz de la tierra tuviera. Mi hermano era mi vida, mi tesoro. Ress... ¡No te lo lleves! Grité a un cielo inexistente.

Deja que este bien, deja que él esté bien... ¡Por favor!



Gracias por los votos y por todo su apoyo. SIEMPRE TU esta en el #25 en Romance en Wattpad gracias a ustedes.

Chicas el viernes me operan, así que me van a tener que tener un poco de paciencia pero no quiere decir que no vaya a escribir heheh... (Nada de que preocuparse no es nada grave =) )

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