Capitulo ST 12
Capitulo doce
Holly
Me senté en la cama viendo a mi hermano removerse. Estirando un brazo, luego el otro como era su costumbre. Espere a que abriera esos ojos azules que parecían la copia de los míos. Quería saber qué diablos hacía en mi habitación. Aun peor ¡en mi cama!
Un gruñido me alerto que había alguien más en mi habitación. Me di la vuelta para ver a Louis medio dormido en el sillón cerca de la ventana. Se estaba tapando con una pequeña mantita que tenía rosada. Me sentí mal de verlo ahí, muriendo de la incomodidad y frio. Mi hermano me inspecciono unos segundos antes de preguntar.
- ¿Estas más tranquila?
-Supongo que era la borrachera, lo lamento -dije apenada.
-Bien, Lou. Vamos a dormir -dijo poniéndose de pie.
Me giré para ver a Louis, no quería que se fuera. Quería que habláramos de qué diablos paso ayer. Me gustaría decir que no lo recordaba. Pero tocar su erección, sus besos, sus carisias... era imposible de olvidar. ¡Dios mío! Solo de pensar en la manera en que me quite la ropa. Eso sí estaba mal. ¿Qué iba a pensar de mí? De seguro que soy una de esas zorras regaladas. Tomando la mantita con más fuerzas Lou se puso de pie detrás de mi hermano.
-Voy a ir a casa, Rees. Te llamo más tarde. Tenemos que planear bien el viaje a Mykonos.
Mi hermano asintió con la cabeza antes de caminar fuera. Su viaje a Mykonos. Ese maldito viaje que estaba a punto de odiar. Louis camino hasta mi cama sentándose en el borde. Aun con la manta tapando su pecho desnudo. La gana de pasar la mano en su abdomen era más una necesidad. Necesitaba sentirlo.
Me observaba a través de sus grandes pestañas. Su respiración era tranquila y bastante lenta. Aun tenía cara de sueño, un plus más a mi excitación que sentía por él. Me quite las sabanas revelando mi traje de dormir, sabía que él me había cambiado, por lo que ya nada importaba. Me arrastre hasta quedar a unos centímetros de él. Quitando la mantita de sus brazos, observe su abdomen completamente marcado. Baje hasta donde estaba su corazón y le plante un beso, justo donde sentía su corazón acelerarse.
-Dime que no recuerdas nada de anoche. Te lo suplico -Rogó tomándome sobándome el pelo mientras seguía plantando besos en todo su torso.
-Cierra la puerta, Lu. No quiero que nadie interrumpa esta vez -no tenía que confesarle que lo recordaba. Esto era más que suficiente.
Lu se levantó para cerrar la puerta, en eso recordé que acababa de levantarme y tenía ese sabor de resaca en la boca. Salí corriendo al baño para lavármelos, tener un aliento fresco y no el asqueroso matutino. Iba a besarlo, quisiera o no. Cuando estaba enjaguándome los dientes, vi a Louis observarme desde la puerta. Los brazos cruzados encima de su abdomen. Tenía una sonrisa que enamoraba más de la cuenta. Limpiándome el resto de agua de la boca sonreí satisfecha de estar limpia. Louis tomó mi cepillo aplicando un poco de dentífrico. Lo observe con la boca totalmente abierta cuando empezó a lavarse los dientes también. No quite mi vista de él. De arriba para abajo. Sus músculos se marcaban en cada movimiento.
Al momento en que termino, me tomó como si fuera costal en su hombro izquierdo. Dejándome encima de la cama riendo como loca. Se colocó encima de mí. Ninguno había dicho nada. Tanto su respiración, como la mía, perdieron el control. Bajo hasta mis labios reclamándolos por completo. Hasta el momento, seguíamos sin decir absolutamente nada. No necesitábamos las palabras cuando nuestros cuerpos se reclamaban de esa manera.
Sus manos bajaron hasta mi pantaloneta, quitándolas de un tirón, me dejo completamente expuesta. Ayer no me había colocado ni sujetador, ni bragas. Abriéndome las piernas, busco mi punto más sensible con dos de sus dedos. Mandando olas de calor por todo mi cuerpo. Profundizando en el beso, deje escapar un gruñido desde lo más profundo de mi garganta. Sus dedos recorrían de arriba abajo, mandándome al cielo en un abrir y cerrar de ojos. Su mano libre busco uno de mis pezones, pellizcándolos para endurecerlos. No tenía mucha necesidad, ya estaban listos para él.
- ¡Dios Hol! Estas completamente húmeda y apretada.
- ¡Por favor, Lou! -grité retorciéndome por la ansiedad de sus manos contra mi parte intima. Louis me dio una mirada antes de comenzar a bajar. La anticipación por lo que iba a hacer era demasiado buena para pensar en cualquier cosa coherente.
- ¿Puedo? -preguntó antes hacer algo que no me fuera a gustar. Pero esto era todo lo que quería.
Sin contestar lleve mis manos a su cabello empujándole la cara a donde él quería llegar. Su lengua comenzó a excitar mi clítoris. Mandándome completamente a venus. Nunca me había sentido de este modo. Estaba más que excitada, no podía parar de gritar, de removerme en su cara. Cuando el clímax tocó a la puerta de mi mente, estalle gritando su nombre.
-Necesito más -rogué.
-También lo necesito, princesa. Pero no traje condón.
Me sorprendió muchísimo que no cargara uno en su pantalón. Pero por otro lado, cargaba un traje de baño, era lógico que no cargara uno. De haber sido Adam, le hubiera exigido que se colocara uno para ser más cuidadosos. Con Louis no me importo. La píldora tenía que ser suficiente.
-Tomo la píldora y estoy limpia. No tengo ninguna enfermedad...
-Sé que no la tienes -Lou me interrumpió -. Bueno, ya que yo también estoy limpio y tomas la píldora, no creo que tengamos ningún problema.
Quitándose la pantaloneta, revelo su gran erección. ¡Dios mío! Hacía que Adam pareciera un niño a la par de esa gran... Abrí la boca sin pensarlo. Estaba impresionada por ese tamaño. Levanté mi vista para verlo reírse. Negaba con la cabeza.
-Al parecer te gusta lo que estás viendo -dijo antes de acostarse encima de mí - ¿Estas bien con esto? ¿Quieres hacerlo?
-Sí, mucho. Lo necesito, por favor Lou.
- ¿Qué estás haciendo conmigo, Hol? Esto no está bien, no debería de estar bien. Pero te deseo desesperadamente que mi cuerpo te mira como una parte indispensable para que mi corazón siga palpitando.
Sonreí ante ese pequeño comentario. Al parecer mi corazón también lo necesitaba de ese modo. Acerque mi boca a la de él, abriendo mis piernas alrededor de su cadera. Lou tomó su erección para ponerla alineada con mi entrada. Sin apartar la vista de mis ojos, me penetro con suavidad. Mi sistema se desconectó en ese momento. Cerré los ojos unos segundos, mi cuerpo se estaba acoplando al de Louis. El permanecia estático. Esperando a que le diera alguna señal. Abriendo mis ojos, me perdí en su mirada. Poco a poco, Lou comenzó a moverse.
No estaba acostumbrada a este tipo de sexo. Adam era muy agresivo al momento de hacerlo. Lou era todo lo contrario. Sus movimientos eran tiernos, llenos de amor. No buscaba su satisfacción, buscaba la mía también. Sus dedos me tocaban al mismo tiempo que me penetraba una y otra vez. Esto era lo que quería, esto era lo que tanto me gustaba.
Mi cuerpo empezó a convulsionar del orgasmo que se aproximaba. Louis cerraba los ojos apretando su mandíbula. Sus movimientos se volvieron más rápidos y fuertes. Los dos estábamos en el borde de la locura.
- ¡Louis! -grité cuando mi cuerpo no pudo más. Un gruñido salió de su garganta antes de quedarse estático. Enterró su cara en mi cuello. Controlando su respiración.
-Lo lamento -dijo cuándo logro recuperarse -. Intente salir a tiempo. Solo no pude. Eres una adicción, Hol.
-Está bien. Tomo la píldora. Todo está bajo control.
-No puedo creer lo que acabamos de hacer. Esto es muy irresponsable -Lou salió de mí con mucho cuidado. Se sentía la humedad de nuestro sudor en el ambiente -. Te deseo Hol, con mucha desesperación. Pero tú aceptaste estar con Adam y yo mande mi carta ayer para estar Tammy. Sin mencionar que esto, entre tú y yo es una locura.
-¿Mandaste tu carta? -pregunté sin verlo a los ojos.
-Si. Ayer en la mañana. Tío Will estaba insistiendo que ya era hora. Tenía que elegir y ella...
-Está bien. Felicidades -dije viéndolo con una sonrisa muy falsa en los labios.
De todo lo que había dicho, lo único que estaba en mi mente era la carta de Tammy. Louis tenía Agapi. ¡Dios! Él tenía una Agapi. Las ganas de tirarme a llorar eran demasiadas. Pero no iba a hacerlo. No cuando yo también tenía uno. Él tenía razón, esto era una locura.
-Necesitábamos hacerlo -fue lo único que dije -. También espero que se repita.
-Intenta mantenerte lejos de mí -dijo soltando una risa escandalosa antes de besar mis labios -. Si en algún momento te encuentro desprevenida y nadie está observando. Voy a besarte, buscarte y exigir tiempo a solas contigo.
-Sera nuestro secreto -dije contra sus labios.
-Sí, princesa. Este será nuestro secreto.
Para la hora de la cena no podía concentrarme en la conversación que teníamos con mis padres. Rees no dejaba de contar de la carrera de autos a la que había ido ayer en la mañana. También contaba alguna estupidez de su última cita y lo mal que le había ido. Por mi parte, no dejaba de jugar con la comida. Pasaba una brúcela de un lado del plato al otro. Como odiaba estas cosas redondas verdes.
Mi celular sonó, tenía un mensaje. Siendo discreta, revisé el mensaje debajo de la mesa. A mamá no le gustaba que revisáramos mensajes a la hora de la comida. La sonrisa que se formó en mis labios al ver que era Louis no era nada discreta. Como pude le di leer.
Lou: Pensando en ti, princesa.
¡Dios! ¿Cómo íbamos a hacer que esto funcionara? No me gustaba la idea de ser solo un secreto. Pero al mismo tiempo esto era muy excitante. Me ayudaría a distraerme de mi confusión con Adam. Cada día que pasaba, más pensaba en cómo me trataba y como era nuestra relación. Quizá Lou tenía razón. Merecía más que esto.
-Holly -mamá me llamo delante de todos. Me quede estatica esperando a que no fuera por el teléfono -. Conoces las reglas. Es tiempo de familia. Guarda eso.
Sonreí porque era verdad. Eran sus reglas, tenía que respetarlas. Antes de apagar el teléfono le di enviar al mensaje. Tenía muchas ganas de verlo de nuevo. En dos días se iría a Mykonos y en tres yo me iría a la playa de los Atunes en Cádiz. Quería un poco más de él antes que nos dijéramos adiós por una larga semana.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top