Capitulo 9

*

Hoy iremos solos al Laberinto, y tengo un presentimiento de que me perderé.

Me levanto de mi relajante hamaca. Miró hacia la hamaca de Thomas para despertarlo, no está. No hay nadie, mejor dicho.

Deben estar haciendo otras cosas. Sí, seguro es eso.

Narra la escritora:

Todos estaban en el comedor desde muy temprano. Newt había tenido la idea de preparar una fiesta sorpresa para su hermana, el motivo; todos se encariñaron con ella. Sartén, Winston, Minho, Chuck, Thomas, Alby -que seguia en la finca- y por su puesto Newt, todos la querían.

El Área era un lugar aburrido, hacer la misma rutina todos los días. Pero ahora que Ángela llego, todo es diferente, siempre está de aquí para allá ayudando a los que puede y siempre se le ve con una sonrisa que contagia hasta al garlopo más miserable.

-¿Les quedo claro el plan? - pregunta Newt, apoyando ambas manos en la mesa del comedor.

Todos y cada uno de los Habitantes estaba presente. Hasta Gally. Qué había pagado lo que hizo con una semana en el pozo, comiendo solamente pan y agua. Aprendió su lección.

-¿puedes repetirlo?

-Chuck es simple; Thomas tratará de distraer a Ángel en el Laberinto para que podamos acomodar todo al lado del río antes de que las puertas se cierren -aclara Newt.

En ese precisó momento entro Ángela al comedor. Se sobresaltaron al verla y trataron de cubrir lo que había en la mesa; una enorme hoja de papel con el título: Operación Fiesta Secreta. Sugerencia de Chuck, por cierto.

-buen día -saludo sonriente.

-¡Angie! ¿Qué haces aquí? -Thomas trata de esconder su nerviosismo.

Ella notó el comportamiento raro de todos ellos. Los miro con el ceño fruncido. Intuía que le ocultaban algo, pues la inquietud de todos los delataban, inclusive Chuck, que comenzó a sudar demasiado.

-aquí desayuno, duh -contesto obvia.

-si eso es obvio, que pregunta tan tonta. Está bien, desayuna rápido que se nos hara tarde -se froto la manos en un intento de secar el sudor de estás.

-¡Claro! Y no queremos que pierdan un día lleno de grandes aventuras -exclamo Newt, con un entusiasmo un poco exagerado.

-¿Y a ti qué te pico? -Ángela lo mira raro-. ¿Por qué actúan tan raro?

Se veían nerviosos. Nadie se movió de su lugar y se miraban con disimulo. No era tonta, ellos le ocultaban algo e iba averiguar qué era.

-¿Raro? ¿Nosotros? pfffff, por favor. Tú eres la rara -Winston la señala con su dedo índice.

No quedaban dudas de que le escondían algo. Thomas miraba en todas direcciones, trataba de evitar su mirada porque sabía que lo descubriría. Él tenía cierta debilidad con  Ángela, de alguna forma logró meterse en la mente de Thomas. Siempre estaba pensando en ella.

Cuando llegó en la Caja, sintió curiosidad por tal chica y conforme la fue conociendo se fue dando cuenta que era la chica más extraordinaria que había conocido jamás. Estaba dispuesto a convertirse en su mejor amigo, pero eso cambió.

-Minho, ¿Qué no deberías estar durmiendo? -elevo una ceja.

-soy un alma libre, déjame ser.

-¿Está bien? -dice extrañada. Finje tener un ataque de tos y entre éste exclamó-. ¡Extraños!

Bajo la atenta mirada de cada uno de los presentes, termino su desayuno. Thomas se la llevó a rastras fuera del comedor y se dirigieron al Laberinto.

Pusieron manos a la obra y comenzaron a preparar todo.

Narra Ángela:

Se traen algo entre manos. Newt no puede entusiasmarse porque venga al Laberinto; Minho no puede desertar temprano el día de su descanso y ¡Todos los Habitantes no pueden descuidar sus trabajos! A esa hora ya todos estaban moviéndose de arriba para abajo.

Giramos a la izquierda. Me detengo para sacar la libreta y trazar el camino que hemos recorrido hasta ahora. He seguido las indicaciones de Minho al pie de la letra. Espero y el camino no cambie como ayer.

He notado a Thomas un tanto extraño. Se ve nervioso y ansioso. Desde que estuvimos en el comedor ha evitado mi mirada.

-Thomas, ¿Por qué actuaron tan raro hace un rato? -busco su mirada.

-no lo sé… pubertad -alza los hombros.

Ni siquiera me miro, estaba "escribiedo" algo en su libreta. Esto me desespera, no puede tan solo mirarme y ya.

-¿En verdad?

-s-s-sí.

Ahora tartamudea. Es hora de sacar a la detective que llevo dentro.

-estas nervioso, ¿Por qué? -cuestiono. Doy un paso hacia adelante y él retrocede uno.

-n-no l-l-lo estoy -afirma torpemente.

Me acerco despacio y examino su rostro. Thomas mira nervioso en todas direcciones menos hacia mi y va retrocediendo hasta chocar con la pared.

-volvere a preguntarlo, ¿Por qué estas nervioso? -levanto una ceja. Estoy a escasos centímetros de su rostro.

Ahora estás bajo presión amigo.

Lo veo tragar saliva. Mira mis labios un largo rato y después mis ojos.

-¿Por qué estás tan cerca? -responde mirando mis labios. Sono más como una afirmación que como pregunta.

-¿Seguro qué es  por eso? -ahora nuestras narices se rozan. Asiente sin quitar la mirada de mi labios-. ¿Quieres saber un dato curioso?

Vuelve asentir pero más lento. Me acerco a su oído y le susurró:

-odio que me oculten cosas.

Me alejo de él. Tiene los ojos cerrados, creo que esperaba un beso, sigue participando. Vuelvo a mi trabajo y comienzo a correr.

Me oculta cosas, ¡A mí! ¡Vaya amigos tengo!

-¡¡esperame!! -grita.

Apresuró mis pasos, pero como aún estoy adolorida de las piernas, le es fácil alcanzarme. Me maldigo a mi misma por no tener condición física.

-¿Estás enojada? -corre a mi lado.

Continúo mirando al frente. Enojada es una cosa e indignada es otra; tal vez es un poco de ambas. Ya no quiero saber qué es lo me ocultan y mucho menos hablar con cualquiera de ellos. Pueden irse mucho al demonio, ellos y toda esa garlopa que esconden.

-responde, ¿Quieres? -pide.

La vista al frente. Giramos hacia la derecha, al final el pasillo se divide en dos. Thomas sigue mirándome, espera a que le diga algo, cosa que no pasará.

-no me ignores -exige. Me toma por el codo para detenerme y me da la vuelva bruscamente.

Lo miro con el ceño fruncido, trato de soltarme de su agarre. Me toma más fuerte por codo. Se acerca peligramente a mi y yo retrocedo.

Cambiaron los papeles; ahora yo estoy contra la pared y Thomas está a centimetros. El karma.

-¿Estás nerviosa? -pregunta burlón.

-no -contesto firme. Por dentro estoy muchas que nerviosa, podría decirse que estoy teniendo un problema respiratorio y un mini infarto.

-sí lo estás -sonríe de lado.

Da un paso más, inclina su cabeza y nuestros labios rozan. ¡Dios mío! Me va a dar algo. Parece como si estuviera petrificada, no me puedo mover de donde estoy (tampoco es que quiera hacerlo).

-Thomas, no te acerques -advierto.

-¿Por qué? -susurra.

-Newt... A él no le gustará -humedesco mis labios.

-¿Ahora te interesa lo que le guste? ¿No fuiste tú la que dijo que podía hacer lo que quisiera?

Me muevo a un lado, Thomas hace lo mismo y esta vez pone sus manos a los costados de mi cabeza. Veo sus ojos, tienen esa pisca de curiosidad que tanto caracteriza a Tommy.

-no respondiste a mi pregunta -vuelve acercarse.

-tú tampoco respondiste la mía -ataco.

-responde la mía primero -se humedece los labios-. ¿Por qué estás enojada?

-no quieres decirme qué es lo qué ocultan aquellos garlopos. Y no estoy enojada, sino indignada porqué no creí que tú me ocultarias cosas -respondo. Nunca deje de ver su ojos y el tampoco los míos-. Ahora respóndeme tú: ¿Qué es lo que ocultan?

-tu hermano me matará si te digo eso. -susurra. Se acerca un poco más.

-y supongo que no quieres eso -cierro los ojos.

-no -dice sobre mis labios-. Después de esto, también me matará.

No había distancia que acortar, tan solo se inclinó un poco y sus labios y los míos ya estaban juntos.

Es un beso dulce y tierno, mi corazón va a mil chica contra mi pecho como si en cualquier momento fuese a salir de allí. Entrelaza nuestras manos y sigue besándome.

Definitivamente no puedo ver a Thomas como un símple amigo, ya no más. No quiero ser su amiga y algo me dice que él piensa lo mismo.

-eso fué...

-increible -termino la frase. Ambos sonreímos.

Acaricia mi mejilla. Un escalofrío me recorre el cuerpo, eso solo pasa cuando Thomas está con sus muestras de afecto. Besa mi frente.

-hay que seguir -sugiere.

-esta bien -concuerdo.

-pero antes... -me toma de la cintura, me acerca a él y me besa -. Ni una palabra de esto a Newt.

-¿Le tienes miedo? -pregunto divertida.

-tal vez. En serio, no le digamos nada -junta nuestras frentes.

Asiento. Seguimos corriendo hasta llegar a la Seccion 6. Nos detenemos a descansar y a comer algo.

Thomas se sienta a mi lado y yo apoyo mi cabeza en su hombro.

-te quiero -susurro

-te quiero más, linda -me da un beso en la cabeza.

Me llamo linda.

NARRA NEWT:

Todo estuvo listo antes de lo previsto. Sarten cocino algo diferente esta vez. Sólo falta que mi hermanita y Tommy regresen.

-¡¡YA VIENEN! -grito Sarten.

-¡¡Todos escondanse!! -exclamo un entusiasmado Minho.

A lo lejos se comenzaron a escuchar las risas de los dos. Alguno larchos se subieron a los árboles otros nos escondimos detrás de los troncos.

-vamos, sólo un vistazo. Será rápido.

-Thomas, quiero dormir.

-hazlo por mi. Ven, vamos por favor.

-esta bien. Sólo porque dijiste: por favor.

Segundos después llegaron. Thomas grito la señal y todos salimos y gritamos sorpresa. Ella parecía sorprendida.

-¿Qué es esto? -sonrió.

-una fiesta para ti -dijo Tommy.

-¿para mi? ¿Por que? -me miró.

Sus ojos estaban llenos de alegría y sorpresa. Adoro a mi hermana.

-por que te queremos mucho y te queriamos hacer una fiesta -aclare y le di un abrazo.

-gracias. Tambien los quiero larchos -dijo por sobre mi hombro.

Todos la abrazaron. Tommy exageraba con sus sonrisas y no dejaba de mirar a Ángela. ¿Mis ojos me engañaban o él y Angie se miraban cómplices?

Mi hermana tenía una enorme sonrisa de oreja a oreja y miraba a Thomas de vez en cuando. Mientras éste la miraba todo el tiempo.

Me gustaría que fueran algo. Aunque tampoco quiero que salga lastimada. Sé que Tommy no haría algo para hacerle daño, lo conozco hace un mes y es mi mejor amigo. Hace poco sé que es mi hermana, no quiero que crezca, quiero siga siendo mi pequeña hermana.

-díganme, ¿Quíen fue el de la idea?

Volví a la realidad. Dándome cuenta que ella estaba de pie frente a todos mirándolos uno por uno. Me puse de pie con una sonrisa y ella vino corriendo hacia mí, dándome un fuerte abrazo.

-gracias -susurra. Depósito un beso en mi mejilla, un raro gesto por parte de ella.

-de nada, pequeña -besé su frente.

-oigan, yo tambien ayude -se quejo Minho.

-oh Minho, no creas que me olvidé de ti -dijo alegré.

Fue y abrazo a Minho. Le dio un beso en la mejilla y él se quedó en shock tocándose la mejilla.

-tambien ayudo Chuck -hablo Winston.

Ángela fue donde Chuck, le alborotó los chinos y le dio un beso en la mejilla. Nos reimos del pequeño Chuck por su cara más roja que un tomate. Me

-¿Y yo qué? -protesto Tommy.

Mi hermana sonrió como loca. Me crucé de brazos mirando a ambos.

-guarde lo mejor para el final -comento.

Una pequeña sonrisa se formó en mi cara al ver la cara de Thomas. Giró su cara dejando su mejilla en dirección de mi hermana. Ella se acercó para darle un beso y en el último segundo Tommy se volteó, haciendo que ella le diera un casto beso en la boca. Adiós sonrisa.

-¡¡OH OH!! ¡¡HERMANO CELOSO!! -anuncio Zart.

-¿Qué les parece si comemos ya? -propuso Winston.

-prepare alitas picantes -comenta Sarten.

Winston comenzó a hacer un baile gracioso exclamando: "¡oh, sí alitas!". Todos reímos ante el baile.

Después de cenar hicimos una fogata enorme y todos nos reunimos allí para hablar un poco más. Con Tommy nos paramos enfrente de todos.

-¿Qué hora es? -abrí mis brazos y moví mis cejas de arriba abajo.

-¡Es hora de bailar! -exclamó Tommy.

Comenzamos a bailar lo que teníamos tiempo practicando. Era algo así como un baile de robot combinado con el toque especial de cada uno.

-que bien bailan -dijo Angie. Note el sarcasmo en su voz.

-llevan días practicando ése baile -dice Chuck.

-yo tambien se bailar -habla Minho.

Minho comenzó a hacer su "baile", parecía que le daba un ataque. El baile no era lo suyo.

-detente -pidio Angie entre risas.

-¿No te gusta como bailó? -pregunte. Ella niega.

-Minho, creo que hablo por todos cuando digo que; bailar no es tu fuerte -dijo Ángela. Después de decir eso nos reímos más fuerte de su cara de indignación.

-ustedes se lo pierden. El día que fuera stripper no pensaba cobrar -vuelve a sentarse.

Todos reímos de nuevo. Imaginarme a Minho de stripper fue muy gracioso. Tommy negaba decepcionado de la declaración de Minho. Miré a Angie que parecía como en un trance.

-¿Todo bien? -frunci el ceño.

-¿Cómo reactivo eso de borrar la memoria? Quiero borrar esa imagen de Minho como stripper -hizo una cara de asco y se estremeció.

-¿Qué es un stripper?

-a pues, son...

-Minho, güey no le arruines la inocencia al niño -lo interrumpí antes de que le dijera a Chuck lo que era.

Él se alza de hombros. Volvimos a reír. Minho jamás cambiaba. Cubrimos los ojos de Ángela para darle su segunda sorpresa. La llevamos hasta donde están las cabañas de los encargados. Les había pedido a los Constructores que le hicieran una para ella, es la única chica aquí y me dijo que no duerme bien en su hamaca. Su cabaña estaba justo al lado de la mía.

-espera -la tomé de los hombros para que dejara de caminar.

-esta bien -extendia los brazos tratando de encontrar algo frente a ella.

Destapamos la cabaña al mismo tiempo que le quitabamos la tela de los ojos. Parecía confundida, inclinaba la cabeza para un lado y par el otro, al mismo tiempo que examinaba la cabaña.

-Newt, si estan pidiendo mi opinión para ponerle flores a las cabañas, por mi no hay problema, se miran bien.

-no, nada de eso. Está cabaña es para ti -le expliqué y sonreí.

Le abrí la puerta y sus ojitos se iluminaron a más no poder. Recorrió toda la cabaña y por ultimo se tiró sobre la cama. Algo me decía que mirará a Tommy, eso hice y lo descubrí mirando cada movimiento de mi hermana y cuando se lanzó a la cama él rió entre dientes.

-gracias. Me encanta -exclamo.

Se levantó de la cama y fue a darle un abrazo a cada constructor. Incluído Gally.

-no es nada. Tommy fue el que tuvo la idea de las flores, Minho el de la cama y yo la super archi requete recontra idea de que hicieran tu cabaña -digo.

-gracias a los tres, ¡Los amo! -nos beso la mejilla a cada uno.

-sí, pero amas más a Thomas -dijo  Chuck.

Ángela se sonrojó, después nos dió de nuevo las gracias y  mencionó que tenía demasiado sueño. La dejamos descansar y nos vamos a seguir con la fiesta.

Todo estaba bien, hasta que Winston abrió su miertera boca.

-admitelo, Thomas, te gusta Angie -todos rieron.

-hasta un Pequeño se daría cuenta de eso -agrego Chuck.

Tommy repentinamente dejo de hablar. No protesto ni nada por negar las acusaciones que le hacían Chuck y Winston.

-entonces, admites que te gusta mi hermana -me cruzó de brazos.

-es linda... Hermosa, sí ella es hermosa. -sonrió como idiota.

-sólo te digo una cosa, Thomas. Si lastimas a mi hermana o le rompes su corazón; olvídate que somos amigos -le advertí, mirándolo severo.

-eso nunca -contesta de lo más serio.

-eso espero, Tommy.

Lo que resto de la noche estuvimos hablando de supuestas formas en las que él podría decirle a mi hermana lo mucho que la quiere y pedirle que sea su novia.

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