Capitulo 8
*
Estoy dormida sobre el pecho de Thomas, él me tiene abrazada por la cintura.
Escucho muchos "pisss", debe ser él.
-dejame dormir -hablo adormilada.
-no soy yo -dice adormilado.
-entonces, quien sea que esté haciendo ese ruido, ¡callese!
Muevo mi mano izquierda hacia arriba, queda justo en la mejilla de Tom. La toma con una de sus manon y mi pequeña mano se esconde entre la suya.
-tienes las manos frías -opina, con voz ronca.
-contando el hecho de que estoy durmiendo en el suelo sin cobija... sí, tengo frío.
Thomas me abraza mas fuerte. Está calientito, me acomodo mejor a su lado y poco a poco el frío desaparece. No le diré nada porque tal vez dejé de abrazarme.
-¿Aún tienes frío?- besa mi mano.
Mi piel se eriza al sentir sus labios sobre el dorso de mi mano. Yo venía con toda la intención de ser su amiga, pero si sigue con esa actitud no lo lograré.
-tal vez- apoyo mi barbilla en su pecho para poder verlo a los ojos. Descubro que ya me estaba mirando.
Toma mis manos entre las suyas, las acerca a su boca y trata de calentarlas con su aliento. Si supiera que están frías de los nervios que tengo, estar así con él me pone más nerviosa que un Corredor que no ha llegado aún al Área.
-en realidad nunca tuve frío -confieso.
-yo sí -sonríe. Suelta mis manos y me abraza por la cintura.
Nooo, ¿Por qué suelta mis manos? No es justo, estaba disfrutando como calentaba mis manos.
-oye, ¿Qué teniamos que hacer hoy? -pregunto. Me siento apoyando mi peso en mis brazos.
Thomas pasa sus brazos por su cabeza. Me mira con ternura mientras yo me frotó los ojos. Me estiró haciendo que los huesos de mi espalda crujan.
-no lo recuerdo -estira su mano. Acaricia mi brazo y mi piel se pone de gallina ante su tacto.
Repito, yo vengo con las intenciones de ser su amiga y sale con sus muestra de afecto.
-Yo sí me acuerdo... -dice una voz desde la puerta del pozo- Tienen que ir con Minho.
Newt está de cunclillas frente a la puerta, ambos brazos apoyados en sus piernas.
-Newt, ¿Cuánto tiempo llevas ahí? -pregunta Thomas.
Se sienta al igual que yo. Abrazo mis piernas y apoyo mi barbilla sobre mis rodillas.
-lo suficente... ahora, Thomas, ¿Por qué me engañas con mi hermana? -hace como que se limpia las lagrimas.
Wow wow wow, ¿Cómo qué lo engaña conmigo? ¿De qué me perdí?
-lo siento, Newt. No volverá a pasar -se disculpa.
¡Alguien que me explique!
-está bien, par de Shanks, ¿De qué me perdí? -pregunto confundida.
Se miran entre sí con complicidad. Vuelven a mirarme y ríen. ¿Están burlándose de mí?
Winston que iba pasando casualmente, se detiene a ver lo que pasa.
-¿De qué se ríen? -cuestiona.
-dimelo tú. -me encojo de hombros-. Sólo les pregunte que de qué me perdí porque Newt dijo que Thomas lo engaña conmigo.
-¡Ah, ya sé! -dice-. Newt y Thomas son los mejores amigos y todos aquí les dijimos que parecen novios y desde entonces actúan como unos.
-¡Ooh! -exclamo, comprendiendo todo ahora-. Ya entiendo.
-bueno, ha lo que venía. -se frota las manos. Newt y Thomas dejan de reír para mirar a Winston-. Minho me mando a buscarlos, dijo que se den prisa o los dejará aquí.
Le doy las gracias. Se depide de nosotros y vuelve al matadero. Suspiró con cansancio y me pongo de pie. Primer día de Corredora y ya voy tarde.
-cuando regresemos, me explicarán lo de ustedes dos- señaló a ambos, entre cierro los ojos.
-sí, claro -dice Newt con sarcasmo.
Me pongo al lado de Thomas y apoyo mi brazo en su hombro.
-y que quede claro; Thomas es mío -afirmo.
-por mi está bien -opina Thomas, abrazándome por la cintura.
A Newt no le parece mucho la idea. Se ceño se frunce cuando Thomas me abrazo y se frunció más cuando dije que me pertenecía.
-escuchame, rata de dos patas, yo tengo más tiempo conociendo a Tommy; así que, es MÍO. Aleja tus apestosas manos de mi hombre. -me amenaza-. ¡Ya váyanse con Minho!
Abre la puerta. Thomas me ayuda a salir sujetándome de la cintura y levantándome para que pueda apoyar ambas piernas fuera del pozo.
-gracias. Que caballero -le sonrío. Cuando logra salir él también, le doy un beso en la mejilla.
Sonríe, depositando un beso en mi frente. Newt nos mira mal antes de irse a la huerta. Vamos a buscar a Minho, a la que supongo es su cabaña. Tocamos varias veces la puerta sin obtener respuesta, ¿En verdad se fue sin nosotros? Solamente tardamos treinta minutos.
-se fué -admite.
-ojala se le terminé el agua -confieso-. Vamos a desayunar.
Lo tomo de la mano. Thomas aprieta mi mano, es como si no quisiera que lo soltará. Cosa que no pasará.
-buenos días, Sarten -le sonrío. Aún no he soltado la mano de Tom.
-hola, Angie. Aquí tienes tu avena con galletas- me entrega mi desayuno. Su mirada baja hasta nuestras manos, levanta una ceja.
Suelto su mano muy lentamente. Mis mejillas se tiñen de rojo. Miró a Thomas de reojo; está sonriendo y mirando a Sarten con complicidad.
Me voy a sentar con mi hermano, que casualmente está con Minho. Ya te encontré, Chino. Me siento al lado de Minho, justo enfrente de Newt.
-gracias por avisar que estarías aquí- dice Thomas, irónico. Toma asiento a mi lado, muy apegado a mi.
Mis nervios vuelven y mi apetito se esfuma. ¡Shuck! Thomas aléjate de mi (bueno mejor no).
-te hubieras tomado la molestia de haber mandado a un Larcho- le doy un golpe en el hombro.
-¡Auch! -se masajea el hombro-. Era demasiada molestia para mi. Y en mi defensa los estuve esperando en mi cabaña; pero como estaban MUY ocupados durmiendo abrazados, decidí venir a desayunar.
Pongo mi dedo de enmedio detrás de mí pulgar, lo acerco a la parte de atrás de su oreja y estiró mi dedo; golpeándolo justo donde quería. Recibo otra de sus quejas, hago como que volveré a golpearlo y se aleja lo necesario para no recibir otro de mis muy encantadores golpes.
Newt discute conmigo, ambos peleamos por Thomas. Él dice que Tommy lo quiere más a él que a mí.
-Tommy me quiere más a mi, ¿No es así? -miramos al susodicho.
-pues...
-a ti te quiere; pero a mí me ama -afirmo. Sonrío victoriosa. ¡Boom! Le gané a mi hermano.
-¿Por qué me hacen esto? Ustedes dos son lo más…
Presionó mis labios con los suyos, interrumpiendo lo que sea que iba a decir. Millones de mariposa revolotean en mi estómago. Estoy besando a Thomas, ¡Lo estoy besando!
Iré al infierno y posible Newt me mate. Estoy besando al mejor amigo de mi hermano. Siento una rara sensación, como si no fuera la primera vez que hago esto. Me alejo despacio de él, aflojando el agarre que tenía en el cuello de su camiseta. Thomas mira mis labios por un par de segundos, luego mis ojos y así nos quedamos un momento hasta que recuerdo que no estamos solos en el comedor.
Minho, que justo estaba acabando su avena, dejo la cuchara a medio camino de su boca y nos mira con los ojos abiertos. Newt no está muy contento.
-yo… amm… -abre la boca y no sale ni una palabra-. Olvidé lo que iba a decir.
Lo confundí. Lo besé e hice que confundiera. El poder de un beso. No puedo creer que desde hace tiempo quería hacer eso y no lo hice, no lo besé antes.
Hay mucha tención en esta mesa. La mirada asesina de mi hermano no ayuda mucho.
-¿a quien decías que querías más? -preguto, tratando de aligerar el ambiente.
-ni se te ocurra decir que a ella, porque es trampa; te beso y yo no te besaré -Newt cambia su semblante a uno un poco más relajado. Al parecer funcionó-. ¡Ah! y por cierto, no vuelvas a besar a mi hermana.
Rio entre dientes. Hay Newt, mi querido hermano sobrepotector, ¡es tan adorable! Que me dan ganas de apretarle los cachetes. No obstante, me parece una injusticia eso último que dijo.
¿Cómo qué Thomas no me puede besar?
-los quiero a ambos y fin de la conversación- dice Thomas. Dando por terminada nuestra disputa.
-ingrato. Todavía que te soborne para que dijeras que yo -muevo mi cabeza de un lado a otro, desaprobando su decisión-. No habrá más besos para ti. No señor.
-primer y último beso que recibiste, Thomas. Espero que lo hayas disfrutado- habla Minho, con cierta burla en su voz. Lo típico en él.
¿Sigue aquí? Pensé que se había ido ya. Estaba tan callado.
-no volverás a hacerlo. Te prohíbo que vuelvas a besar a Thomas. Vuelve a hacerlo y te daré un castigo- advierte Newt.
-tú no puedes prohibirme nada. Yo haré lo que quiera, te guste o no -lo miro desafiante.
-te puedo prohibir lo que quiera, ¡porque soy tu hermano! -habla más fuerte.
Suerte que los demás larchos ya se fueron a hacer sus trabajos. Newt se está pasando con lo de sobreprotector. ¿Cómo se atreve a prohibirme cosas? Yo le voy a prohibir cosas también.
-no puedes vigilarme las veinticuatro horas del día. Cuando vaya allá- señalo el Laberinto-, puedo hacer lo que se pegue mi miertera gana.
-tengo ojos en ese Laberinto, sabré lo que estuviste haciendo todo ese tiempo.
Sé a lo que se refiere. Minho. Ahora que seré Corredora, si no me cuida bien… mejor no pensemos en eso.
Esto ya se puso intenso, empezamos jugando y terminamos peleando. Minho me toma del brazo y me saca del comedor seguida de Thomas. Vamos a su cabaña a recoger las cosas que nos tiene que dar para el Laberinto.
Nos da una mochila para cada uno. La míatrae: una libreta, varios lápices, unos cuantos cuchillos, botellas de agua, manzanas, dos sándwiches y una daga.
Nos entrega unas cosas que nos quedan hasta el pecho y un reloj para cada uno.
Minho habla sobre algo que tiene que ver con calzones. Salgo de mis pensamientos y me concentro en lo que estos dos están hablando.
- … ya sabés, para que al correr todo se quede en su sitio- explica mi sarcástico amigo.
Tom parece incómodo con la aclaración que acaba de darle Minho. Lo bueno que solo escuché el final, no quiero saber para qué sirven esas cosas llamadas: Calzones de Corredor.
Pero mi mente ya se dió una idea.
Vamos en dirección a las puertas, que según Minho, se abriran en unos minutos. Mi hermano está parado al lado de las puertas, ¿Qué está esperando?
Nuestra pequeña pelea viene a mi memoria.
-¿Qué haces aquí? -pregunta Thomas.
Trato de mirar en otra dirección que no sea hacia él. Estoy muy enojada con él; me grito y me prohibió besar a Thomas.
-vine a desearles suerte. A demás, no hay salida; así que... siempre estaré aquí -bromea.
-cierto -concuerda Minho con él.
Newt se acerca a mi. Por mi parte sigo ignorando su presencia.
-lamento haberte gritado y todo eso, ¿Crees que puedas perdonarme? -la comisura de su labio se estira hacia arriba un poco, en una pequeña sonrisa.
Me encojo de hombros.
-por favor, enana. En verdad me siento mal por eso, me porte como un garlopo. ¿Puedes?
-veremos eso cuando vuelva- ajusto mi mochila.
La puertas comienzan a abrirse. Me alejo de él y voy hacia allá. No lo perdonare tan fácil; si quiere azul celeste, que le cueste. Tendrá que robarle comida a Sarten si quiere mi perdón.
-cuidenla bien. Si no yo mismo los ahogó en el río y los doy de ofrenda a los Penitentes- lo escucho amenazarlos.
-tranquilo, güey. No le pasará nada -escucho a Minho palmear su hombro.
-yo mismo la cuidaré -habla Thomas.
La puerta terminan de abrirse. Volteo a ver a los larchos.
-¿Vienen? -levanto ambas cejas.
Escucho suspirar a Newt. Se acercan y nos vamos. No me despido de Newt, no lo miro por último vez. Nada. Mi orgullo ante todo.
Llevamos quince minutos aquí dentro, juro que ya no siento las pieras. Minho va adelante, Thomas detras y yo voy más atrás; esto no es lo mío, todavía no tengo condición para correr. Deberían dar una clase de preparación antes de dejar que uno sea Corredor.
En un momento Minho paro, sacó su libreta y apuntó no sé qué cosa. Nos explicó que debemos anotar hacia donde giramos para recordar mejor el camino. Tomo mi libreta y hago memoria para recordar por donde pasamos ya.
Izquierda
Derecha
Derecha
Derecha
Izquierda
Izquierda
Derecha.
Guardo la libreta. Corremos de nuevo. Trato de memoriza los caminos para después anotarlos. Minho saca un cuchillo y cada diez pasos corta un tramo de las enredaderas que tenemos a los lados o sobre nosotros.
-tambien pueden hacer… o mejor dicho, deben hacer esto. Es más sencillo que estar sacando la libreta para ver por dónde pasaron -explica.
Casi no habla, lo cual es muy raro en Minho. Por fin paramos para descansar, y agradesco a Dios porque mis pobres pies no aguantan.
-tengo tanta hambre que me comería una vaca entera -doy un gran mordisco a mi sandwich.
-no te darán una vaca entera -ríe Minho.
-es cierto. Pero no importa, yo misma la mato y me la como- bebo un poco de agua.
Devoró mi Sandwich en cuestion de segundos. De una manzana solamente quedó el corazón, igual me la devoré.
-trata que el agua te dure hasta que lleguemos al Area -sugiere Minho.
-tratare... No prometo nada -bebo un poco más.
Nos damos unos minutos más de descanso. Me duele todo de la cintura para abajo. Minho da la orden de comenzar de nuevo y eso hacemos; de nuevo corriendo.
Llegar a la seccion 3.
-esta bien, regresemos. -habla entre jadeos-. Espero hayan aprendido algo, mañana es mi descanso y vendrán ustedes solos.
-espera, ¿Qué? -lo miró incrédula.
-mañana es mi descanso -repite.
-nos perderemos -comenta Thomas.
-no lo harán -afirma Minho.
Sin protestar más, regresamos por donde venimos. Busco las señales que Minho había dejado, no hay ninguna enredadera.
-Minho, ¿Seguro que vamos en el camino correcto? -cuestiono.
-eso creó.
-¿Eso crees? -pregunta Thomas.
-el Laberinto cambia. Ahora otro camino de regreo.
Damos vuelta a la izquierda y nos encontramos con el Penitente que mato Thomas el otro dia.
-no lo han sacado de aquí -murmura Thomas.
-puede que esto sea una pista,una posible incógnita para encontrar la salida. -limpio el sudir de mi frente con el cuello de mi blusa-. Ayudenme a sacar esa pata.
Entre los tres jalamos la pata del penitente y de está sale un cilindro con tres jeringas que tienen una sustancia color azul. Podría ser una clase de veneno u otra cosa.
-¿Qué creen que sea? -interroga Thomas.
-no lo sé. Hay que llevarlo al Área - responde Minho.
-¿Qué creen que se significa ese siete? -señalo el número que tiene el cilindro en la parte de arriba.
Ninguno dice nada. Tal vez puede que tengan a los Penitentes enumerados y este sea el número siete. Pueden tener centenares de ellos.
Minho lo guarda en su mochila y seguimos nuestro camino hacia el Área. Parece saber de memoria el camino desde aquí; en solo un par de minutos más llegamos al Área.
Antes de cruzar las puertas me siento en el suelo, mis pies no aguantarán ni un paso mas. Creo que perdí la mitad de mi peso con todo lo que corrí, fueron más de ocho kilómetros; sin contar la desviación que tuvimos.
-¿Qué pasa?
-me duelen mis pies. No daré ni en paso más -digo.
Thomas está frente a mi. Se pone en cuclillas, desde aquí puedo apreciar sus lunares que cubre una arte de su mejilla.
-dos pasos más y llegas. Vamos, tu puedes -sonríe de lado.
-no voy a moverme -niego.
Me cruzo de brazos. Ahora siento mis pies punzar, iré a la finca a reposar por tres días o tal vez me retiré como Corredora.
-esta bien.
Dicho eso, me carga entre sus brazos. Junto mis manos atrás de su cuello y recuesto mi cabeza en su pecho cerrando mis ojos.
Debí poner esa excusa desde hace un buen rato.
-¡¿Qué le paso?! -pregunta mi dramatico hermano.
-estoy bien. Me cansé de caminar y esté apuesto caballero se ofreció a traerme -sonrío.
-¿Eso fue un cumplido?
-claro que sí -le guiño un ojo.
-no seas floja y camina -interrumpe Newt.
¿Enserio? Me bajo de los brazos de Thomas. Me acerco a Newt y lo miro mal.
-¡¿FLOJA?! Corrí más que una persona en un maraton, desde aquí hasta la Seccion 3, ¡Más de diez kilómetros! ¿Y me dices floja? -pregunto incrédula.
-esta sólo un comentario. Mira para que no estés enojada conmigo -saca un racimo de uvas de detrás suyo-, te traje unas uvas de las paz. ¿Me perdonas, hermanita hermosa?
Entrecierro los ojos. Vamos; me gritó,e prohibió a Thomas, me amenazó, me pidió perdón después y me trajo unas uvas -que obvio robo de la cocina- para que lo perdonará. ¡Mi vidaaa!
-acepto la uvas. -se las arrebató-. Y te perdonó, me convenciste con lo de hermanita hermosa.
Los tres reímos. Newt pasa un brazo por mis hombros, le arrojó una uva y la atrapa. Thomas viene detrás de nosotros.
Se me antoja una rica sopa. La comida de Sarten no es buena, después de todo lo que corrí sería capaz de comerme un pollo sin desplumar.
No hizo sopa, sino otra cosa que por el aspecto que tiene es mejor no preguntar qué es. En una mesa estan: Chuck, Winston y Chuck.
-hola -los saludo.
-hola -responden los tres al mismo tiempo.
-¿Cómo les fue? -pregunta Chuck.
-nada mal, para ser su primer día -dice Minho.
-me duelen los pies -me quejó.
-y el pobre Tommy tuvo que cargarla hasta el Área. ¿Saben cuánto pesa eso? -Newt me señala. Se inclina y los mira como si estuviera haciendo la pregunta más complicada-, ¿Tienen un miertera idea?
-¿Disculpa? -pregunto sorprendida.
-Newt… -dice Thomas.
-pesa lo mismo que dos vacas del matadero -continua Newt.
-estas muerto -le lanzo una cucharada de sopa.
La sopa le cae en toda la cara. Todos en la mesa nos reimos menos Newt. Thomas lo calma antes de que comience una guerra de comida.
Después de comer, estos Shanks empezaron a contar anécdota. Me contaron que Newt trato de hacer un muro con los constructores; se tardo todo el día y lo construyó en el lugar equivocado.
-Chuck, ¿Recuerdas cuándo soltaste los cerdos? -pregunta Winston, riéndose.
-¡Oh, sí! -explota en risas Chuck.
-¿Cómo? ¿Soltaste a los cerdos? -rio.
-estaba aburrido, me acerqué al corral de los cerdos, lo abrí y salí corriendo para que no me culparan. Todos trataron de atraparlos; pero no podian porque los cerdos estaban llenos de lodo -relata Chuck.
-los hubieras llenado de sebo, así jamás los hubieran atrapado.
-el día que pase eso, ya sabemos quién es la responsble -ríe Thomas.
Me quedo embobada mirándolo reír. Está sentado al lado de Winston, ósea casi frente a mí. Nota que lo miro y me sonríe seguido de un guiño.
-deben ir a dormir ustedes dos -nos señala Newt-. Mañana irán al Laberinto, necesitan estar bien descansados.
Asentimos y nos vamos a nuestras hamacas. Thomas, Chuck y yo nos quedamos otro rato despiertos mirando las pocas estrellas que hay.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top