Capítulo 4
*
Estoy tan cómoda dormida, hasta que empecé a escuchar voces. Era Alby y otros habitantes, sigo con los ojos cerrados para escuchar su conversación. Soy demasiado chismosa, ¿qué le vamos hacer? así nací y así me moriré.
-¿Los despertamos?
-no, déjalos descansar. Ayer trabajaron mucho, se merecen descansar un poco más. Ayer Chuck fue a buscarlos y los encontró en el río, me dijo que se estaban divirtiendo. Dales diez minutos- responde Alby.
-se ve que la Novata no pierde el tiempo- comenta Gally-. Anda con los dos amigos, mira como están los tres tan juntos y abrazados, me dan asco.
-¡¡YA CIERRA EL HOCICO!!- exclama Alby-. Como nadie duerme así contigo tienes envidia, ¿no tienes cosas qué hacer?
Escucho como se van y cuando ya no escucho pasos abro mis ojos. Estoy volteada para el lado izquierdo tengo la cara de Newt como a un metro de distancia, él tiene un brazo en mi cintura. Se mira adorable con su cabello despeinado y con pasto en el. Siento un aire en la parte de atrás de mi cuello, giro mi cabeza. Thomas esta pegado a mi cuerpo, él si me tiene abrazada y con fuerza.
-oigan,- le doy un manotazo a Newt en el brazo, se despierta enseguida- par de ancianos, ya despierten.
Newt se estira, bosteza y se endereza sobándose en cuello . Alguien durmió mal, ¿quien lo diría no? el suelo es más duro de lo que aparenta.
-me duele el cuello, por tu culpa- dice con voz ronca.
-lo que tu digas. Alby nos vino a buscar, tenemos 10 minutos para levantarnos- digo, aun acostada gracias a Thomas.
-si si, ¿y dónde está Thomas?- pregunta.
Le hago una seña con los ojos para que vea detrás de mi. Newt mira, frunce el entrecejo, Parece como si Tommy no quisiera que me fuera. Soy irresistible, nadie se resiste a mis encantos de dama... dama medio hombre, todo un encanto. Newt ríe a carcajadas.
-creo que este miertero no dormía TAN bien desde que llegó- remarca la palabra tan-, lo despertaré.
Lo sacude bruscamente varias veces.
-¡Tommy despierta!- grita Newt.
Thomas se mueve, gruñe y después resopla cual caballo.
-¿qué quieres? no puedes ver a uno dormido, porque vienes a despertarlo. ¿Sabes que necesito mis ocho horas de descanso, verdad? de la cara vivo amigo. ¡Ah!, buenos días, Ángela -se vuelve acomodar para dormir. Newt y yo alzamos las cejas-. ¡Ángela!, perdón. No quería... bueno, lo siento.
No me pude contener, Newt y yo nos reímos de la cara de Thomas. De verdad parece avergonzado, después de gritar mi nombre pegó un brinco que termino al lado de Newt.
-no te preocupes, sé que soy un encanto- bromeo.
-guey, parecía que no querías que se fuera. Tranquilo, hermano, no se ira a ningún lado, ¿cierto?- me pregunta Newt.
-claro, estaré aquí las veinticuatro horas del día. Los trecientos sesenta y cinco días del año, incluyendo; San valentín, Navidad, Año Nuevo, San Patricio y Año Bisiesto- sigo el juego.
-en verdad estoy apenado. No quiero que pienses que yo soy...
-¿un pervertido que quiere otra cosa conmigo?- lo interrumpo-. Ya tranquilízate, no pasa nada. Ni que te vaya a denunciar sólo por abrazarme. Fue un abrazo solamente.
Asiente a duras penas. Me pongo de pie. Sacudo mi pantalón y arreglo mi blusa. Por dormir sobre el pasto ahora tengo comezón en todo el cuerpo y más en los brazos.
-vamos a desayunar, nos espera un largo día en de trabajo- se frota las manos Newt. Sigue teniendo pasto en el cabello, le ayudo a quitárselo y este le alborota el cabello, despeinándome más de lo que ya estoy.
Los tres caminamos en dirección al comedor, espero Sarten haya cocinado algo rico; tal vez huevos revueltos con tocino, un poco de pan tostado y jugo de naranja recién hecho. ¿Pido demasiado?
Bueno esta es la desilusión de mi vida. Hoy preparo avena, iugh. Antes de irme, Sarten me llama. Mi pregunta es: ¿en qué voy a ayudar? Todos tienen su respectivo trabajo y yo ando bien feliz de la vida vagabundeando.
-oye Ángie, quería pedirte que si me puedes ayudar a limpiar la cocina. La verdad es que está horrible y créeme que los que ayudan a limpiar no la dejaron tan limpia como tú- dice.
-por supuesto. No te preocupes- sonrío de lado.
Me acerco a Newt y Thomas, que me están esperando a la entrada del comedor. Hablan de algo graciosa, los hace reír a carcajadas y cuando llego yo dejan de hablar.
-¿qué pasa?- sonrío extrañada por repentino silencio- sigan hablando.
-ya terminamos de decirnos todo- dice Newt.
-así es- agrega Thomas.
Traman algo. Es raro que estos dos dejen de hablar, muuuy raro. Les digo lo que me dijo Sarten, ambos asienten y se van a la Huerta. Espero a que todos terminen de desayunar para poder ayudarle a Sarten.
Espere como por veinte minutos, ¿tanto tardan para comer una avena más espesa que el lodo? son tan lentos.
-¿por dónde empiezo?- me froto las manos en mi pantalón para secar el sudor.
-aun no vienen todos a desayunar. Sino te molesta yo te busco- va de allá para acá con tazones de avena.
-esta bien, estaré con Newt- salgo de la cocina.
Me dirijo a la Huerta, Newt esta sacando unas cebollas y cuando se da la vuelta sonríe, sonrío igual. No esta Thomas con él, ¿dónde se metió?
-Hola- se sacude los pantalones.
-Hola, Sarten aun no necesita mi ayuda, así que ¿para que soy buena?- pregunto.
-ve por fertilizante- ordena.
-¿y Thomas? yo fui ayer por el fertilizante, ahora le toca a Thomas- me cruzo de brazos.
-no lo sé, pero si nos esperamos a que aparezca estaremos todo el día aquí. Ahora ve y tráelo tú- me lanza la cubeta. No alcanzo a atraparla y esta se estrella contra el suelo, se aboya de un lado.
-todo yo, siempre yo- pateo lo que se encuentre en mi camino.
Siempre voy yo por el fertilizante, ¿y Thomas? bien gracias no sé dónde escondido. De seguro está dormido, que si no lo conozco. Nada más que lo encuentre dormido le voy a tirar la cubeta de fertilizante en la cabeza; flojo que no fuera, y yo que tengo que ayudarle a Sarten y él no aparece.
-¡maldita seas mundo!- grito ya cuando llego donde esta el fertilizante.
Empiezo a llenar de fertilizante la cubeta. Voy a la mitad cuando escucho que una rama se rompe atrás de mi. Se les olvido decirme que aquí asustan.
-¿hola?- dejo la pala en la cubeta.
Nadie responde. Tomo la cubeta y voy a donde se rompió la rama. Si veo un fantasma o algo por el estilo, voy a ir donde esta Newt y le voy a patear el trasero.
-Newt... ¿si me quieres asustar? te juro que te pateare el trasero, maldito miertero.
Nadie contesta. Doy media vuelta dispuesta a seguir con lo que estaba haciendo, cuando alguien me toca la espalda y grita "BU". Grito lo más fuerte que puedo, suelto la cubeta y me doy la vuelta enseguida y lo primero que hago es patear a quien me asustó en su entrepierna.
-¡aaaaaay!- grita Thomas- ¡maldición, como duele!
Me arrodilló al lado de Thomas, que esta tirado agarrando su entrepierna. Si lo hubiese golpeado en la cara le doy un masaje, mas lo golpee en su entrepierna y no esa zona no esta en mi formato de masajes.
-Thomas, como lo siento- cubro mi boca con una mano y la otra la dejo en el aire, no sé donde ponerla- ¿por qué me asustaste?
-fue idea de Newt- responde a duras penas.
Con que esto es de lo que se reían en la mañana. Ay Newtie, la que te espera.
-ese... créeme me las pagará- le toco el cabello. Pobresito.
-¿lo patearas cómo a mi? porque créeme duele mucho.
-lo siento tanto. oh claro que lo voy a patear y hasta más fuerte.
-esta bien, estas perdonada- intenta levantarse.
-te ayudo.
Me levanto del suelo, extiendo mi mano para que la tome. En cuanto se pone de pie, vuelve a caer, pero esta vez llevándome a mi con el, caigo sobre él. Vaya que estamos cerca.
-¿aún te duele?- pregunto, casi susurrando. Un centímetro más y nuestras narices chocarán.
-un poquito- no deja de mirar mis ojos.
Tiene sus manos en mi espalda media, no se sobrepasa el joven. Yo tengo las mías en su pecho para poder alejarme lo suficiente, lo cual es inútil. Ni uno de los dos aparta la vista del otro. Mi corazón esta a mil por hora, en cualquier momento saldrá de mi pecho. No lo había notado, Thomas es muy atractivo, demasiado atractivo. Nunca note que tenia esos lunares en su rostro, tampoco que sus ojos son de un café obscuro y a veces se ven claro. ¿ya les dije qué el color café es mi favorito?
-¡¡TE MANDO A QUE LA ASUSTES, ¿Y TU HACES ESTO?!!- grita Newt.
Nos sobresaltamos, en seguida me quito de encima suyo y nos ponemos de pie, ¿cuanto tiempo llevamos así?
-Newt, ¿por qué lo mandaste a que me asustará?- pregunto enojada. Trato de no mirar a Thomas.
-se me hizo divertido asustarte- responde-, yo quiero lo mismo que le diste a él.
-¿en serio, lo mismo?- levanto una ceja.
-o no lo quieres, créeme- responde Thomas.
-claro que sí- contraataca Newt.
Al cliente lo que pida. Me acerco a él y lo tomo de los hombros, pero que conste que el lo pidió.
-no me odies.
-¿por qué te odi...
No termina su pregunta porque lo pateó igual que a Thomas. Él se lo advirtió, yo se lo pregunte, no nos escucho y lo pidió. Ahí esta su resultado, todo el fertilizante se desparramo por el suelo , sino se lo tiro en la cabeza.
-¡¡Ángela!!, ¡¡eso duele!!- exclama con dolor. Adiós descendencia.
-eso recibí- habla Thomas.
Ayudamos a Newt a levantarse. Nos vamos a la huerta, Thomas regresa por el fertilizante y yo me voy a la cocina para ayudar a Sarten. Me da las gracias y se pone a preparar el almuerzo. Bien el comedor quedo hecho un desastres, algunos de los que ayudan a limpiar ya se estan encargando de una parte.
Voy por las mesas recogiendo platos. Tropiezo con un niño de no más de trece años; es bajito y de cabello chino, debe ser Chuck. Por mi torpeza se me caen dos platos, gracias a Dios no son de porcelana y no se hicieron añicos, sólo causaron un fuerte ruido por todo el comedor.
-Hola- lo saludo.
-ho-hola- dice algo nervioso.
-soy Ángela; pero dime Angie. ¿Tú debés ser Chuck?
-si... ¿cómo lo sabes?
-Newt me lo dijo- respondo - ¿oye hace cuanto estas aquí?
-como unos 5 minutos- levanta los dos platos.
Que tierno, cosita. Yo me había referido a cuanto llevaba aquí en el Área, no en la cocina.
-no, me refiero a ¿cuánto llevas aquí en el Área?- rio levemente.
-oh, pues como dos meses.
Llevamos los platos al lavaplatos. Un chico nos mira mal, ups. Por poco terminaba de lavar los trastes y nosotros le llevamos más.
-que bien- tomó una franela.
Comienzo a limpiar las mesas y Chuck me imita.
-eres amiga de Thomas ¿verdad?- habla, después de varios minutos de silencio.
-si,- sonrío- ¿por que la pregunta?
-curiosidad. Los he visto juntos desde ayer.
-si, también hemos estado con Newt. Son buenos amigos- humedesco un poco la franela.
-te digo algo... desde ayer actúa raro- deja de limpiar y me mira atento-. Sino lo conociera bien diría que le gustas.
-¿qué?- lo miro intigrada-. Estas mal, Chuck, ¿qué te hace pensar eso?
-él es algo reservado con las personas, somos pocos los que hablamos con él. Desde que llegaste sólo está contigo, eso y no te deja de mirar- apunta en dirección a la Huerta.
Miro hacia la Huerta, es cierto Thomas nos estaba mirando, se sobresalto y siguió sacando las zanahorias. Sonrío, se ve adorable.
-te estaba mirando a ti- sigo limpiando-, y además sólo está siendo amable, no es que le guste. Es amable sólo eso.
Esto último es más para mi, que para Chuck. Si es guapo y todo, pero ¡por Dios! Tan sólo tengo ¿qué, dos días aquí? No le gustó a nadie.
-te miraba a ti- insiste.
Le sonrió. Me ahorró una charla con el niño, y sigo limpiando. Terminando, dejó el trapo y voy a la huerta. Los chicos ya terminaron y no hay nada que hacer.
-no sé ustedes, pero me quiero ir un buen rato a el pequeño río- pongo mis manos detrás de mi cabeza.
-me voy a mi cabaña- dice Newt.
-¿cómo que tu cabaña?- me apoyo en mis hombros.
-los encargados tenemos cabañas- sale corriendo.
-bien, yo tengo un río- sacudo mis pantalones.
Doy media vuelta dispuesta a iré, pero me toman del brazo deteniendome.
-un momento, no querrás entrar ahí sola y que todos sepan que vas al bosque- dice Thomas.
-¿qué tiene de malo?- alzó los hombros.
-uno que otro te seguirá- contesta-. Mira ve por ese lado y yo me sentaré en la entrada del bosque para ver que nadie te siga.
-sirve que lavo esta blusa- estiró mi blusa.
Camino hacía unas cabañas y de ahí corro al bosque. Veo como Thomas se sienta en la entrada y me mira.
Llegó al río me aseguró que no haya alguien descondido y me quito la ropa para lavarla y darme un pequeño baño.
Narra Thomas:
Ya habían transcurrido buen tiempo desde que Angie se metió al bosque. Nadie a entrado, pero por poco me quedo dormido.
Veo que los chicos abren una de las cajas, luego todos se acercan y se ríen a carcajadas. ¿qué es tan gracioso?, me pongo de pie y voy a ver. Newt esta allí con una nota en la mano.
-hey, ¿que tienes allí?- pregunto.
-no lo sé, esta nota venía con la caja, dice: "para ella, no abrir ", pero no conosco a ninguna Ella.
-guey, son las cosas de Angie. -digo obvio acercándome a la caja-. Dejen eso.
-oigan, ¿ustedes saben para que ella necesita esta resortera? -cuestiona uno de los que están al lado de la caja.
-creo que para matar iguanas.
No era una resortera, era el sostén de Ángela. Enseguida se lo quito de las manos y guardo todo devuelta en la caja.
-alejen sus manos, son cosas de Ángela -hablo, quitandoles las cosas de las manos a todos-, a un lado. Me llevaré esto.
-te ayudo- se ofrece Newt-, hay que llevarlas a mi cabaña.
-si vamos.
Después de llevar la caja, vuelvo a la entrada del bosque. Una rama se quiebra. Volteó, no hay nadie. No creo que Ángel se quiera vengar por asustarla.
Narra Ángela:
Ya había terminado, pero le faltaba poco a mi ropa. Estaba en ropa interior y con una camisa que Thomas me presto, ¿olvide decirles? Él me presto una camisa de sobra que tenía para cuando terminará, me llega a la mitad de mis muslos.
-al diablo- exclamó.
Me coloco mi pantalón a medio secar, aún está húmedo de la parte se la cadera y la pantorrilla. Me ajustó bien las botas.
Juego con mi cabello mojado, me hago un bigote y después una barba. Que se note mi aburrimiento.
Escucho un zumbido, apenas iba a mirar cuando algo pasa cerca de mi cara y me hace un corte en la oreja.
-demonios- susurro.
Me bajo de la piedra, cubriendome con ésta. ¿Que fue eso?
Una flecha.
Algo impacta con la piedra. Bien me acaba de quedar claro que no me quieren aquí. Tengo que llegar al Claro antes de que me clavel una flecha en el cerebro.
Corro al árbol más cercano. Una flecha se incrusta en la corteza del árbol, corro a un segundo. Una flecha roza mi brazo.
-¡da la cara!
Distingo algo escondido detrás de un árbol. Me acerco lento, con cuidado. El chico sale de su escondite y me apunta.
-Gally...- susurro.
El recién nombrado estira más la flecha. Ok, Cejas Locas perdió la cabeza.
-¡Ángela! -volteó a ver a Thomas. Rápido, me lanzo a un escondite.
-por aquí- exclamó.
-¡hey!- lo escucho gritar-. Vuelve aquí.
Salgo de mi escondite. Se fue. Shuck, creí que me iba a matar, ¿qué le pasa por la cabeza?
-¿estas bien?- Thomas me abraza.
-sí, eso creo- respondo, le devuelvo el abrazo-. ¿qué le pasa a Gally? Por poco y me mata.
-¿Gally?- arruga el entrecejo-. Ven, salgamos de aqui.
Me toma de la mano. Salimos del bosque y vamos a la cabaña de Newt. Con toda la educación que puede haber en mi, abro la puerta de par en par y la cierro cuando Thomas entra.
-¿pasa algo?- pregunta Newt.
-Gally. Él intento matarme, ¡¡me lanzo flechas el hijo de su madre!!- paso una mano por mi cabello, estoy muy alterada.
-¿dónde esta?
-en el bosque- responde Thomas.
Newt sale y se lleva a otros chicos al bosque. Thomas cierra la puerta de la cabaña y se me acerca, me abraza. Es el tercer abrazo que recibo de parte de él. Se siente bien.
Mi corazón está acelerado, no sés si es porque estoy abrazando a Thomas, o porque me acabo de llevar el susto de mi vida. Mis manos comienzan a sudar.
-¿te hizo algo?
-nada más me lanzo flechas a lo loco.
-debí vigilar mejor- inspecciona mi cara-. Se supone que no tenía que pasar algo así.
-no es tu culpa. Ese tipo esta loco, no tienes nada que ver- tomó su mano.
-tienes un corte en la oreja. Hay que llevarte con los Docs.
Me toma del brazo, y me lleva a rastras a la puerta. Es sólo un pequeño corte, ni siquiera duele.
-guau, tranquilo, no me duele. No es la gran cosa- pongo mi mano sobre la puerta, impidiendo que la abrá.
Me mira preocupado. Las palabras de Chuck vienen a mi mente, me recuerdo mil veces que sólo está siendo amable. Amable, amable, nada más. Thomas acaricia mi mejilla, sonrío poco y coloco mi mano sobre la de él. Su mano es callosa y suave a la vez. Nos miramos por un largo rato, mira mis ojos y luego mis labios. Da un pequeño; yo doy otro. Él me toma de la barbilla; yo apoyo mi mano en su bicep. Él se acerca a mis labios; yo hago lo mismo.
-¡hey! Minho y... ¿qué están haciendo? -pregunta Newt.
Ambos nos alejamos del otro. Por poco nos besamos, un leve calor sube a mis mejillas. ¿en qué pensaba? Dios Thomas ¿qué pensara?
-nada... nada, ¿qué decías?- cambio de tema.
-que Minho y Alby no regresan y las puertas están por cerrarse.
-eso es imposible- Thomassale de la cabaña.
Salgo corriendo hacias las puertas. Están por cerrarse, miramos a Minho, pero trae a Alby de un brazo. Las puertas empiezan a cerrarse y a ellos les falta mucho para llegar.
Todos empiezan a alentarlos, sólo Thomas y yo estamos callados. Doy unos pasos al frente y Thomas empieza a correr, jalandome del brazo hacia el Laberinto. Estamos a punto de ser aplastados cuando alcanzamos a salir.
Ya no hay vuelta atrás estamos en el Laberinto y nadie sobrevive a una noche en el Laberinto o eso me han dicho.
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