Capítulo 30 (EDITANDO)
Ya pasó una semana. Thomas todas las noches se quedó conmigo, en las mañanas cuando él se iba Newt o Chuck venían a hacerme compañía. Jamás me quede sola un segundo. Me trataron de hacer caminar como unas tres veces por día, fue un fracaso total; siempre término callendo me.
Siempre le preguntaba a Tom por alguna novedad en el Laberinto y siempre me decía lo mismo "nada", no encontraron nada. Me dijo que recorrieron cada una de las Secciones, excepto la 7. ¿por qué Minho nunca nos lleva a la siete?, ni siquiera nos deja entrar a la cabaña de puerta de acero (que por cierto me da miedo) que está en la mitad del bosque.
-Hola- saludaron los Docs.
-hola.
-¿crees que te puedas poner de pie?- pregunta Jeff.
-pues lo intentare- suspiro.
Me apoyo bien en la cama, respiro profundo y trato de levantarme. ¡Sí!, me pude poner de pie; ya no me duele tanto ni siquiera me flaquea la pierna.
-¡¿Están viendo esto?!- digo emocionada- ¡puedo estar de pie.
-que bueno- sonríe Clint.
-ahora da un paso.
Muevo el pie y como lo sospeche, me flaquea la pierna y casi caigo.
-¡Shuck! Casi lo lograba- digo enojada- está pierna floja que no coopera.
-___ tranquila, vas a logar. Te quitaremos la venda de la cabeza. Por lo que sospecho ya no te mareas cuando te pones de pie- dice Jeff.
-pues no me mareo; pero el problema es mi pierna.
-descuida pronto la podrás mover- dice Clint-. mientras tanto toma esto.
Jeff me entrega una muleta. Genial ¿como se supone que escape de un Penitente con esto?, creo que ya no seré corredora.
-genial- digo con sarcasmo-. ¿dónde está Thomas?
-desayunando.
Jeff y Clint se van y me vuelvo a sentar en la cama, pongo la muleta a un lado de esta. Dos toques en la puerta me sacan de mis pensamientos.
-pasa.
-hola.
-¿que quieres zorra?- digo de pocos amigos.
-nada. Sólo quería saber como sigues y quería informarte de algo muy importante.
-no me importa, ahora ¡largo!.
-claro que te importa es sobre Thomas. Mira este tiempo que he pasado a su lado es... maravilloso- suspira.
-claaaaro su "tiempo", ni siquiera te habla- rio, hago comillas en tiempo.
-mira tal vez es duro para ti; pero Tom y yo tenemos una conexión especial, descubrimos que tenemos tanto en común. Nunca te preguntaste ¿por que Thomas llegaba tan tarde aquí?, siempre estuvo conmigo- concluye.
Es en serio?!, esta babosa cree que tiene una "conexión especial" con Thomas, por favor. Lo que está estúpida no sabe es que todo lo que Tommy piensa, yo lo puedo escuchar si me concentró lo suficiente, lo cual no hago por que me duele mucho la cabeza.
-mira tu y Thomas no tienen ninguna "conexión", tengo ojos por toda el Área. No me importa lo que me tengas que decir.
Tomó mi muleta y doy saltos hacia la puerta para largarme, en cuanto le doy la espalda hago una seña con mi mano indicando que la matare. No quiero seguir escuchando está mierda. Apenas pongo un pie fuera de la habitación la cotorra está vuelve a hablar.
-es cierto, tarde o temprano Thomas se dará cuenta que nunca que amo y vensra conmigo su verdadero amor y te tirará como la basura que eres- dice segura.
Al instante se me dispara una cólera que no pienso ni dos veces lo que voy a hacer. Suelto mi muleta, doy rápido la vuelta y le doy tres cachetadas a esta perras mal parida. Me sorprende interiormente ver que ya no me flaquea la pierna, creo que me hacía falta darle unas cachetadas a esta infeliz para que mi pierna volviera a la vida.
-¡no vuelvas a llamarme a sí ¿entendiste?!- digo furiosa- si Thomas te habla es solo para sacarte información, es solo lo quiere de ti información. Que no entiendes que no quiere nada contigo, ni siquiera un Penitente se metería contigo ¡DAS ASCO! ¡ASCO TERESA! con "A" mayúscula.
Miró mi pierna vendada, guau es sorprendente no me la creo que ya la pueda mover. Me quito la venda y se la arrojó a la cara. Camino de nuevo a la puerta.
-¡basura!- grita Teresa.
Me pongo enfrente de ella, concentró toda mi fuerza en mi puño y le doy un buen puñetazo en la mandíbula. Teresa se desmaya; agitó mi muñeca, me la masajeo y salgo ahora su de la Finca.
Entró a mi cabaña, me arreglo el cabello, me pongo ropa limpia y comienzo arreglar mis cosas para irme al Laberinto.
Me cuelgo la mochila en los hombros, me reviso el cabello y me ajustó las botas. Salgo hacia el comedor.
-hola Sarten, necesito nuevos suministros- sonrio.
-¿___?, me alegra que ya estés mejor. Dame tu mochila ahora mismo la lleno de comida. Toma tu desayuno- sonrie.
-gracias.
Busco a mi hermano y a los demás Larchos con la mirada. Están del otro lado del comedor, camino muy sonriente hacia ellos. Los demás habitantes se quedan sorprendidos de verme ya recuperada; ¿pues que es lo que esperaban? ¿me quedara en la cama toda mi vida?
Los chicos no se dan cuenta de mi presencia, dejó mi bandeja muy ruidosamente sobre la mesa, todos voltean y se quedan en shock.
-¿que? ¿tengo algo en la cara?- sonrio.
-¡___!- grita alegre Chucki.
Chuck se levanta y me abraza muy fuerte. Todos los demás se levantan y vienen a abrazarme, caemos todos al suelo y estas ballenas caen sobre mi.
-me alegra que estés mejor larcha- ríe Minho.
-enana que gusto volver a verte- dice Newt.
-ahora nos volverá a molestar-ríe Winston y todos reímos igual.
Se ponen de pie y estos imbéciles me ayudan a levantar. Thomas me abraza y me hace girar, después me besa.
-¡iugh! No sus muestras de afecto- dice Minho.
-¡cierra ese hocico!- digo.
-y la vieja ___ volvio- alza las manos.
-me alegra que ya puedas caminar princesa- sonríe Thomas.
-te amo- le doy un pico.
Nos volvemos a sentar para acabar nuestro desayuno. Esta bola de gueyes me contaron todo lo que hicieron está semana que yo no estuve con ellos. Encerró que ya me dolía la panza de reirme.
-¿___ estas segura que puedes mover bien esa pierna?- pregunta Minho.
-pero claro que si guey.
-¿en serio?- levanta una ceja y se cruza de brazos.
-que tal si hacemos una carrera de aquí hasta las puertas del Laberinto.
-me parece perfecto- sonrie.
Nos ponemos en pociones y Chuck cuenta hasta tres. No dijo ni tres cuando Minho comenzó a correr, es un tramposo. Sin problema lo alcanzo y lo paso. Llego primero a las puertas.
-corres... bien, ya... puedes ir... con noso... tros- dice entre cortado
-gracias- sonrio.
Thomas trae nuestras mochilas. Esperamos a que habrán las puertas y después nos vamos rumbo a la Sección 8.
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