Capítulo 23
*
La situación es un tanto graciosa. Todos intentan hablar con la persona que está dentro de una habitación de la Finca que les lanza cosas. Me es imposible no reír cuando una roca cae en la cabeza de Gally.
Chuck se divierte igual, a una distancia prudente donde no puede recibir ningún golpe. Le debo al niño una acampada cerca del río, creo que es momento de hacerlo.
-¡Chuck! -lo llamo. Voltea a verme sin dejar de reír-. Hoy dormiremos en el bosque, prepara todo.
-¡¿En verdad?!
-Sí -afirmo-. Te recomiendo que entres ahora en la cocina, Sarten esta ocupado recibiendo golpes en la cabeza y no hay moros en la costa.
Hace lo que le digo.
Llegamos con el grupo, me agachó para esquivar una roca.
-¡¿Todas están haci de locas?! -Gally mira a su alrededor. Cubre su cabeza al sentir otra roca caer sobre su improvisado escudo.
-¡Hey! -protesto.
Acaba de llamar loca a las mujeres en general. Thomas se une a las objeciones cuando es golpeado por un zapato que salió volando por la ventana.
-¡Oye! -grita Thomas.
-¡¡Larguense!!
Veo que la chica desperto. No está feliz por lo visto, creo que ahora todos van a valorar mi llegada acá; al menos no les lance zapatos y rocas.
-Iré a verla -anuncio.
-¡Auch! -Newt cubre mejor su cabeza-. Lleva mi machete. Sólo por precaución.
-Esta bien -rio por lo paranoico que puede ser. Es una chica solamente, ¿Qué podría hacerme?
Subo los peldaños con sumo cuidado, lo último que quiero es que me lancé un zapato en cuanto abra la puerta. Escondo el machete detrás de mi espalda; tampoco quiero asustarla más de lo que debe estarlo. Gracias a que no deja de quitar cosas ya sé dónde se encuentra.
Tocó la puerta con los nudillos. Los gritos se detienen.
-Hola -digo-. Voy a entrar ahora y por favor procura no lanzarme nada.
Despacio y con el movimiento en que abro la puerta, voy asomando mi cabeza. La Chica está pegada a una esquina con un zapato en alto, luce aterrada y sorprendida.
-Eres una chica -dice sin ocultar su asombro.
-Científicamente lo soy, así que... baja lentamente ése zapato.
-Perdón.
Asiento. Me acerco a la ventana, les informo a todos que la situación está bajo control, se van cada uno a sus respectivos trabajos. Newt se queda un momento más.
-No creí que hubiera una chica aquí -habla-. Cuando desperté había dos chicos aquí y por la ventana mire más. Entre en pánico.
-Siii ellos dan buenas primeras impresiones -dejo el machete sobre la pequeña cama y me siento en el piso con la espalda apoyada en la pared-. ¿Tienes preguntas?
Se toma su tiempo antes de hablar de nuevo. Lo que me llama la atención son sus ojos, ¿por qué son tan azules?
-¿Cuál es tu nombre?
-Ángela -sonrío de lado-. Tu nombre quizá lo recuerdes en....
-Teresa -me interrumpe.
¿Recuerda su nombre? ¿cómo es posible? Aquí todos llegamos con la mente en blanco, literalmente, y ella sabe su nombre. Lo agregare a la lista de cosas por averiguar de esta chica.
-¿Qué es éste lugar? ¿quién nos puso aquí? -pregunta temerosa.
-Aquí es el Área. Ven, te muestro el lugar -hago una seña para que me siga. Tomo el machete y camino a la puerta, pero me detengo al ver que se queda en su lugar-. Mira, son buenas personas. No te harán nada, Alby les dio órdenes estrictas de no acercase a ti.
No muy convencida se levanta, con pasos lentos se acerca hasta la puerta y camina por pasillo hasta la escalera. Ver lo lento que camina me impacienta.
Le explicó las tres y únicas reglas del lugar. Recorremos todo el Claro y le presentó a Cada encargado, como era de esperarse, no le cayó bien a Gally. Ve a todos lados con desconfianza, hasta desconfía del pobre Ronco que lo único que buscaba era lamerle la cara.
-Y eso es todo -doy por finalizado el recorrido-. Prácticamente te mostré ya todo el lugar. ¿Segura que no recuerdas otra cosa a parte de tu nombre?
-Sí. Te lo dije todo, Ángela.
En su estado de coma tuvo sueños raros de los cuales aún no quiere hablar. Lo que me dijo fue que una frase se seguía repitiendo en su cabeza y la cual involucra a las personas que nos robaron los recuerdos.
Cruel es bueno.
Cómo es que ellos pueden ser buenos, si nos robaron nuestros recuerdos y nos dejaron aquí a nuestra suerte. Sin contar el hecho de que estamos en el centro de un laberinto que es custodiado por criaturas de pesadilla.
-¿Tienes hambre? Sarten preparo un estofado de cerdo que en verdad espero este rico.
-Y si mejor regresamos a la Finca -propone.
-¿Por qué? -frunso el entrecejo-. ¿A caso no te da hambre o te aliementas de aire?
-Es sólo que... -guarda silencio unos minutos. Los suficientes para darme cuenta de que todavía está asustada.
-Ok. Te presentaré algunos de los Habitantes -meto mis manos en mis bolsillos traseros-. El niño que está llevando las cosas al bosque es Chuck. El más pequeño aquí. Los dos chicos que estaban en tu cabaña son Jeff y Clint; los Docs. Alby, como ya te lo había mencionado, es el líder, es el que está con aquél rubio; mi hermano Newt.
-¡¿Tienes un hermano?!
-Sip. Que quede entre las dos, yo soy más madura que él -levanto las cejas. Asiente sonriendo por primera vez en el día-. Él es el segundo al mando, es el líder cuando Alby se ausenta. ¡Ah!, y el garlopo de la pala que no deja de vernos, es Thomas.
Su mirada pasa por los tres chicos en la Huerta. Se queda embobada.
-Es lindo -murmura.
-¿Disculpa?
Al escuchar mi no tan amable pregunta, su semblante cambia. Muy tarde perra, ya te escuché.
-Dato curioso que te salvará la vida: Thomas es mi novio. Si escucho que haces otro comentario como ése o te veo de coqueta con él, duermes con los penitentes -sentencio-. Y a ellos les encanta abrazar a sus víctimas.
"Princesa, parece que vas a matar a la novata".
"Es que voy hacerlo" respondo.
"¿Qué paso?" Escucho su voz preocupada.
"El responsable del asesinato eres tú".
"¡¿Yo?!" Dice sorprendido.
"Te cuento luego".
-Perdón, no lo sabía -evita mi mirada.
-Ahora lo sabes -digo, conteniendo las ganas de sacarle los ojos por haber visto a MI hombre.
Podríamos llegar a ser amigas. Las mejores si ella pone de su parte y no vuelve a mirar a Thomas y a decirme halagos; para eso estoy yo. Soy su novia, ella es una don nadie que acaba de llegar.
Pero si tiene que tener una cosa bien clara: se aleja de Thomas o la desollo y la doy de ofrenda a los Penitentes. Entramos al comedor bajo la atenta mirada de todos sobre la novata Perresa, digo Teresa.
Encontramos una mesa libre al fondo. Mientras comemos hablamos, en realidad yo soy la que habla, ella sólo se dedica a escuchar o finge hacerlo.
-¿Quién es el chico a tres mesas detrás de ti que no deja de mirar hacia acá? -interrumpe mi animada historia de como hacer que tu hermano haga lo que quieres en dos pasos.
Su actitud de niñita asustada desapareció drásticamente hace un rato. Ya no está encorbada en su asiento, ni ve atemorizada a todos lados. Que rápido se "acostumbro".
Veo sobre mi hombro. Bufo fastidiada de tener que seguir viéndolo.
-Es Peter -digo-. Él también llegó hace un par de días. Si quieres ir hablarle, adelante.
-¿Por qué está solo?
-Porque es un idiota. Mira, hablemos de otra cosa, ¿quieres?
Chuck aparece como rayo. Sus chinos se pegan a su frente por el sudor.
-¡Angie! -jadea-. Todo está listo.
-Bien hecho, enano -felicito, chocamos el puño-. Nos vemos allá en cuanto las puertas se cierren.
Chuck parece darse cuenta de la chica frente a mí. Adopta un pose algo extraña y dice con voz grave:
-¿Qué tal? Soy Chuck -mueve sus cejas.
¿Esta... coqueteando?. Que alguien nos ayude pronto. Golpeó mi frente con la palma de mi mano. Teresa le sonríe.
-Hola, Chuck.
¿Para que le sigue el juego? ¡Alguien ayudeme!
-Ok, largo de aquí Chuck -con mi mano empujó lentamente su cara a un lado.
Le soríe por última vez a Teresa antes de marcharse, no sin chocar con la mesa detrás de él.
-Éso fue vergonzoso -admito.
-Es adorable.
-Sí, lo es -concuerdo.
Retomamos nuestra charla. Sugiero que duerma en mi cabaña sólo por esta noche, no estaré ahí y Thomas duerme en su hamaca. Hablaré con Newt para que le hagan una cabaña a ella o que oficialmente le den un cuarto en la Finca.
El resto de mi banda de amigos se unen a nosotras. Formalmente los presento, agregando un apodo gracioso. Winston es el primero en ofrecerle a Teresa una prueba mañana a primera hora para ver si tiene futuro en el matadero, Zart le ofrece otro en la huerta, Sartén en la cocina, y Newt le sugiere que también vaya hablar con Gally para ver lo de los constructores.
-No creo que seas tan pésima en eso como mi hermanita.
-Cierra la boca, Newt -amenazo.
-¿Fuiste con los constructores? -inquiere Thomas, divertido por la escena entre mi hermano y yo.
-¡Claro que fue! -espeta Newt-. He hizo una cosa tan horrible. ¿Qué dijiste que era?
Por debajo de la mesa pateo su pantorrilla. ¡Me está exhibiendo!
Él no se queja. En su lugar Winston salta en su asiento y ve debajo de la mesa. Pantorrilla equivocada.
-¡Una casa para aves! -dice Minho. Maldito traidor.
-¡Sí! Éso era -ríe-. Un montón de piedras luce mejor que su intento de casa.
-Será mejor que duermas con un ojo abierto, Newt -advierto.
-Tommy, tranquiliza a tu novia.
Thomas me mira, sonríe y me guiña un ojo.
-Tú te lo buscaste -dice-. Ángel hará lo que quiera.
Tengo luz verde. Chuck y yo ya tenemos a nuestra víctima de esta noche.
Para la noche, Teresa ya se fue a mi cabaña. Con Chuck vamos por una última cosa a la cocina; la tarta de frambuesa. Esa delicia será nuestra.
Ya en el río comenzamos con nuestra noche entre amigos. Enciendo una fogata para darle un toque más tenebroso a la hora de contar los cuentos de terror. Quiero ver como se horina encima.
Comemos tarta, contamos algunos chistes, hablamos de cosas triviales y por ultimo hablamos de cosas triviales. Chuck en verdad que tiene un enorme corazón. De un pequeño trozo de madera quiere hacer una figurita, la cual se la dará a sus padres cuando los vea.
Me dieron ganas de llorar, lágrimas brotaron y más de una se me escapa. Las personas que lo pusieron aquí mo tiene corazón, haber separado a un niño como él se sus padres. Son unos brutos, desalmados.
-Te voy a sacar de aquí, Chuck. Te lo prometo -susurro. Le aparto unos risos de la cara y deposito un beso en su frente.
Él se remueve sobre mis piernas.
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