Final [2]

Amy POV:

No sé nada de ti. La bomba ya ha explotado, el aturdidor sonido llegó hasta mis oídos, el humo sigue viéndose desde aquí. Estoy preocupada.

¿Y si no llegaste? ¿Y si no lograste salir a tiempo? ¿Y si... No sobreviviste?... Hay tantas opciones, cada una peor que la otra.

No sé cómo, ni cuándo, pero te has convertido en mi mundo, en mi todo. Llegaste en el momento exacto, no un segundo antes, no un segundo después. Justo cuando más te necesité; siempre con las palabras exactas y las acciones correctas, tal como si lo hubieses planeado a lujo de detalle.

Terminé de ayudar con el vendaje de uno de los Halcones, éste prefirió ayudarnos en batalla. Miré a mi compañero.

Amy: ¿No ha llegado?. — Cuestioné.

Tails: El último camión ya llegó hace un rato. —Informó.

Amy: Iré a revisar.

Tails: Tenemos mucha gente aquí.

Tenía razón. No podía irme y dejar a todos aquellos que necesitan nuestra ayuda, eran más vidas por salvar. Sin embargo, por más egoísta que sonase, la curiosidad y la angustia de saber si estabas bien se apoderaba de mi ser.

Tails: Ves rápido. —Acompañó de un suspiro antes de hablar. No dije nada, simplemente me marché corriendo.

Fui hasta donde se encontraba uno de los soldados de mi bando, él se hallaba tomando nota de cada uno de los recién llegados. Me acerqué, mis manos estaban temblando. Observé cautelosamente los nombres anotados.

No estaba el tuyo.

Amy: ¿Son todos?.

—No. Aún quedan más por anotar, están en la zona de allá. —Señaló hacia los autos que utilizamos como medio de trasporte. Había gente bajando de ellos.

Corrí con desesperación, las lágrimas comenzaban a salir únicamente por la posibilidad de no volver a verte, de no volver a oír tu voz, de no volver a besar tus labios, de no volver a sentir el calor de tus brazos. Se sentía como un corte profundo en el pecho, que sangraba más cada vez que alguien me decía un "no sé nada de él", "puede que esté muerto", "¿crees que sobrevivió?".

Busqué tu rostro entre las masas, agudicé mi oído, nada me haría más feliz que escucharte diciendo mi nombre.

Sentí unos brazos rodearme. Volteé con la esperanza de encontrar tus ojos esmeralda. Pero qué gigantesca fue la desilusión que me llevé al percatarme de que no eras tú.

—¡Amy!.

En su lugar, estaba mi padre, las lágrimas que anteriormente sólo mostraban exasperación ahora salían por felicidad. Correspondí su agarre mientras ocultaba mi rostro en su hombro.

Nos separamos al cabo de un rato, él también tenía ésas gotas de sal brotando de sus orbes cristalinos.

Volvió a abrazarme y besar una y otra vez mi mejilla. —Papá.— era lo único que podía decir con un nudo en la garganta.

Me tomó de la mano y me llevó junto a aquella mujer que me dio la vida, mi madre. De un momento a otro sentí sus brazos rodearme. Mientras que a su vez, sentía como ese líquido humedecía mi hombro y posteriormente, corría por mi espalda, acompañado por su llanto entrecortado.

M: Estás bien. Estás bien. Estás bien. —Reiteró mientras sus besos recorrían toda mi cabeza. Sus ojos brillaban y su voz se quebraba.

Por fin. Los había encontrado. Lo que tanto había esperado, mi familia. Pero seguía sintiéndome incompleta, no estaba plena, mi corazón no estaba abarrotado. Faltabas tú.

Y fue así como el recuerdo provocó una lucha entre mi felicidad y mi tristeza. Sentí a mi corazón dividido en dos.

Sonic POV:

Mi cuerpo estaba empapado en sangre. Ya no podía más, mis brazos ardían, llevo arrastrándome desde hace un buen rato. Mi espalda es una tortura, la explosión a acabado con ella. Quisiera morir y terminar con esto. ¡Mierda!. Estoy destrozado.

Todo mi cuerpo me duele, mis párpados me tientan a dormir, pero temo a no despertar.

La muerte no me da miedo, me he librado de ella en más de una ocasión; a lo que en verdad le tengo pánico es a no ver a ninguno de ellos, "a mi familia".

Me las apañaré solo. No sé cuánto me tome, mucho menos cuánto sufriré, pero me reuniré con ellos y los felicitaré. Les desearé una vida próspera. A ella la besaré una y otra vez... Y será ahí cuando tenga el lujo de morir porque me marcharé feliz.

Soy afortunado por el simple hecho de llegar hasta aquí. No voy a desperdiciar esta oportunidad, aún si eso conlleva luchar contra mi muerte.

Amy POV:

Mi padre me está auxiliándo con los heridos, son demasiados y no nos damos a basto. La gente hace lo que puede para apoyarse unos a otros, mas cada minuto se reporta que hemos perdido a uno más.

Amy: No me creo que estén aquí. —Lloré. Me derrumbé. Aún sin saber si era alegría o depresión.

M: Hay que agradecer a ese chico. —Ella hace lo posible para salvar vidas al igual que nosotros, incluso si sólo implica vendar o aplicar antibióticos.

Amy: ¿Qué chico?.

—Sonic Maurice. —Interrumpió un armadillo, creo haberlo visto ya.

Me quedé estupefacta. Miles de preguntas revotaron en mi mente.

Amy: ¿Lo conocen? ¿Dónde está? ¿Está bien? ¿Vino con ustedes?.

P: Hey, hey, hey, tranquila.

Amy: ¿Dónde está?. —Agacharon la cabeza.

Mighty: Lo lamento, pero tal parece que hemos sido testigos de su último aliento.

Fue ahí cuando mi corazón se detuvo, sentí todo ir en cámara lenta. ¿Te perdí?. Mis padres me miraron angustiados por mi expresión, las lágrimas salían de mis ojos, los ojos me ardían, ya había llorado todo el día.

"Llorar es para los débiles" siempre lo creí, desde pequeña. Y ahora que maduré... Comprendí que es todo lo contrario. Llorar te hace fuerte, logras sacar todo lo que llevas sellado en tu interior para que finalmente... Seques las lágrimas y sonrías dándote cuenta que al final de la tormenta sí hay un arcoiris.

El problema es que para mí, todos los días eran nublados.

(...)

Fue hasta la madrugada cuando los murmullos y gritos me alertaron. Salí de la tienda en la que me encontraba, todos estaban agitados, no entendía el por qué.

Entre toda la gentuza vi a Rouge. Me acerqué a preguntar.

Amy: ¿Qué está pasando?.

Rouge: Sleet y Dingo.

¿Por qué atacarían ahora? Somos mayoría, no tendrían oportunidad. ¿Por qué meterse a la boca del lobo?.

Amy: Iré por mi arma.

Rouge: No vinieron a atacarnos. —Me quedé callada.— Trajeron a dos heridos, uno muerto y otro moribundo. —Di la vuelta, ahora tendría que ir a ayudar.— Rose... Uno de ellos es Sonic.

Coloqué mis manos en mi boca, las lágrimas querían emerger de nuevo. Salí de ahí a toda velocidad sin decir nada. "Uno muerto y otro moribundo" una de mis dudas había quedado clara, tú no estabas bien. Sin embargo, había posibilidad de que tú estuvieses vivo.

Te busqué por el campamento, no fue difícil encontrarte, todos estaban afuera de la tienda en la que estabas siendo atendido. Entré.

Por fin te visualicé, sangrando y con tus párpados cerrados. Mientras que a tu lado se encontraba Shadow.

Solté un suspiro al ver que era a ti a quien estaban curando, aún seguías con nosotros.

Corrí hacia ti y recorrí con mis dedos tu mano izquierda, tu mano y la mía se entrelazaron. No hablaste, no abriste los ojos, nada; te quedaste así toda la sesión. Quise ayudar, mas mi padre no me lo permitió, había cosas para las que aún no estaba lista, hice caso, no quería verte sufrir.

Pasé todo lo que restaba de la noche a tu lado, no te volvería a decir adiós.

No desayuné por permanecer contigo, Tails y los demás también estuvieron junto a ti, mis padres lo hicieron de igual forma, me contaron que los habías salvado en pleno tiroteo. Tremendo loco.

Sleet y Dingo te habían encontrado a las 23:23 pm, se aproximaba la fecha de tu cumpleaños 23 de junio. Empiezo a creer que ese es tu número de la suerte.

PA: No tengo idea de como lo ha hecho.

Amy: ¿Qué cosa?.

PA: Sobrevivir. Tuvo más de 23 heridas. —O bueno, puede que me equivoque.

Despertaste al atardecer, cuando la oscuridad estaba por llegar, tus ojos se abrieron para clarearlo. Miraste tu mano, la cual aún seguía abrazada por la mía y me sonreíste. No pude evitarlo y me abalancé sobre ti. Tú correspondiste mi abrazo aún sin decir nada, sólo un silencio cómodo que me daba a entender que por fin habría paz.

Sonic: Veo algo nuevo en esa sonrisa. —Comentaste divertido acariciando mi mejilla. Te referías a mis padres.

Amy: No debiste hacer eso, corriste mucho peligro.

Sonic: ¿Recuerdas que te dije que haría hasta lo imposible por verte feliz?.

Amy: ¡Claro que lo recuerdo! Pero arriesgaste tu vida al intentar salvarlos. Nunca creí que harías tal locura.

Sonic: Y la volvería a hacer... Si yo soy feliz contigo... Quiero que tú, también lo seas conmigo. —Me separé de tus brazos y aguantando las ganas de llorar de felicidad, te besé.

Besé tus labios rotos y agrietados, tú me seguiste el juego, no tenías idea de cuánto deseaba hacer eso. Te separaste y me pediste que buscara a los demás, seguías muy débil como para poder levantarte a saludar a todos y hacerles saber que te encontrabas bien. No rezongué y me marché a buscarlos, no sin antes plantarte un beso a mitad de tus labios.

Busqué y avisé a cada uno de tus amigos. No obstante, el mensaje corrió por todo el campamento, su líder estaba vivo.

Afuera de tu carpa se encontraba la mayoría de los soldados, aclamaban tu nombre y sonreían.

Lamentablemente, no todos pensaban lo mismo. Siempre estarían las opciones divididas, algunos estaban enfadados contigo porque habían perdido miembros importantes de su familia o demás relaciones sociales, creían que pudiste hacer más para salvarlos.

A penas traspasé la tela que constituía la puerta de tu carpa, hallé a una gran mayoría de nuestras amistades. Habían venido a corroborar que aquella noticia fuese verdadera.

Mis tímpanos se vieron envueltos en llantos de felicidad.

Sally te abrazó y lloró a tu lado. Esta vez, no sentí enojo alguno. No hubo celos, te conocía a ti, la conocía a ella, sabía de lo que eran capaces y del tipo de relación que tenían.

Sally: Creí que estabas muerto.

Sonic: Si te soy sincero yo también, pensé que esto era el infierno. Sólo imagínate que a los pocos minutos de haber despertado venga a abrazarte un monstruo como tú. —Bufoneaste.

Esa era una de las cosas que más me encantaba de ti. Sabías verle el lado positivo a las cosas que no lo ameritaban.

Sally: Sigue con eso y cambiaré el abrazo por un golpe, baboso. —Reíste ante su contestación.

Tu amigo le tocó el hombro a Sall, ella se apartó.

Sally: Bien, ya me voy, hay mucho trabajo que hacer. Nos vemos.

Sonic: Diviértete con Khan.

Se marchó sonrojada. Dejándole el paso libre a Tails. Te miró con orgullo y secó sus lágrimas con sus nudillos.

Sonic: Ven acá, enfermera chillona. —Abriste tus brazos, Tails hizo lo que le pediste, te abrazó.

Tails: Que sepas que el tiempo que te tome abrazarme será proporcional al número de muertos.

Sonic: ¡¿Dejaste pacientes por venir a verme?!. —Lo soltaste. Él asintió con nerviosismo.— ¡Lárgate de aquí! Ya habrá tiempo para hablar. —Le diste un empujón. Sonrió divertido y marchó.

Silver entró a tu carpa acompañado por Blaze, ambos venían cargando a tus hermanos. Éstos últimos corrieron hacia ti. Se abalanzaron encima de tu abdomen, tu cara lo dijo todo, su aterrizaje te había lastimado, pero no te importó. Los abrazaste de igual modo.

Sonic: Ojalá la próxima vez que me abracen puedan ver donde tengo vendas. —Manic rió.

Sonia: Todos estábamos preocupados por ti.

Sonic: No había por qué estarlo. Su hermano puede con todo. —Alardeasté.

Manic: Robé comida cada día por si es que regresabas antes de tiempo.

Sonic: Robar es malo. —Regañaste con una actitud parecida a la de un padre.— Pero sé que no lo hiciste con ese fin. Te la paso esta ocasión. —Te sonrió.— Ya es algo tarde, ya deberían de estar dormidos.

Manic: ¿Te importa si dormimos aquí?.

Sonic: Sí, me importa mucho, Sonia patea y tú siempre me empujas. Ahora lo que necesito es descansar. —Ellos hicieron un puchero.

Sonia: Bien. Pero en cuanto te alivies no creas que te salvarás de nosotros. —Reíste.

Sonic: Lamentablemente no tengo elección. —Despeinaste sus púas.— Gracias por encargarse de ellos este rato.

Blaze: No es nada. ¿Qué tal te sientes?.

Sonic: Con todas estas visitas estoy que me muero. —Reímos. Scourge y tú eran unos completos veteranos en cuanto a chistes relacionados con la muerte.

Silver: Alégrate de que tu corazón aún palpita.

Sonic: ¿Qué te pasó en el brazo?. —Cuestionaste al ver su vendaje y el cabestrillo improvisado.

Silver: Me lo fracturé. —Explicó.

Manic bostezó.

Blaze: Creo que es mejor que los llevemos a dormir.

Sonic: ¿Alcanzaron carpa?.

Silver: Claro.

Sonic: Bien. —Abrazaste a los dos pequeños y les besaste la frente.— Buenas noches.

Sólo quedamos tú y yo. Fui hacia ti y tomé tu mano.

Sonic: ¿Dónde están los demás?. —Sonaste preocupado.

Amy: Tranquilo. Todos están vivos, si es a lo que te referías. Rouge, Scourge y Knuckles no pueden venir, tienen lastimadas sus extremidades.

Dos soldados entraron a la carpa, te saludaron y sacaron el cuerpo de Shadow de allí. Tú te mostraste cabizbajo mientras entrelazabas tus dedos con los míos.

Sonic: Me salvó. —Te miré confusa.— Melphiles estuvo por matarme, Shadow peleó por mí. Resúltamos tener más en común de lo que imaginé. —Toqué tu frente vendada y la acaricié.

Amy: ¿Qué?.

Sonic: Es una larga historia. Te la explico luego.

Mis padres entraron. Me incomodé un poco y solté a Sonic.

—Eh... Bueno, creo que ya se conocen. Así que... ¡Uff! No sé cómo iniciar esta conversación. —Tú reíste por mi nerviosismo.— La circunstancia es un tanto obvia, quiero decir, yo me preocupo por él, nos estabamos tomando de las manos y estaba brindándole cariñitos. —Mis padres me miraron con confusión. Mamá parecía ya saber a qué me refería, aunque papá estaba perdido en el tema.— Verán, llega un momento en la vida en el que se experimenta-.

—Somos novios. —Soltaste.

—Qué directo. —Reí.— Sí, lo que él dijo.

Al no ver una respuesta positiva por parte de mis padres decidiste dejar de hacerte el gracioso y presentarte. Fue cómico el movimiento de tus dedos, jugabas con ellos, te habías puesto angustiado.

—Lamento que su primera impresión sobre mí fuese tan fuera de lo común. Quisiera que hubiese sido algo más, no lo sé, merecedor de la situación.

—Siempre creí que conocería a la pareja de mi hija en un desayuno con la familia. ¡Y mira!. —Seguiste su comentario con una risa forzada.

—Si está nervioso es buena señal. —Me comentó mi madre al oído, captando la atención de los otros dos.— No tienes malos gustos. —Tú te sonrojaste por la vergüenza y agradeciste tartamudeando. No sé si me causaba gracia o ternura.

—Confío en mi niña y en sus decisiones, espero que haya escogido bien. Supongo que éso nos lo dirán los años. —Golpeó suavemente tu espalda. Te sonrió al igual que mi madre.— ¿Sabes? Diría la frase típica de "o te las verás conmigo" pero viendo lo bien que se te dan los disparos prefiero ir por la paz.

—¡Ja, ja, ja!. —Tu risa fue cálida y tranquila. Te los habías ganado.— No habrá necesidad de arreglar algo a las malas. Haré hasta lo imposible por llegar a ser el erizo que su hija merece.

—No, nada de "haré hasta lo imposible". La última vez que lo dijiste casi te matan por cumplirme una promesa. —Regañé cruzándome de brazos.

—Bien, bien. Me esfuerzaré en ser el erizo que su hija merece, Señor Rose. ¿Mejor?. —Asentí felizmente.

—Llámame suegro, te lo has ganado. —Estrechaste su mano.

—Bienvenido a la familia, Sonic. —Mi madre te abrazó.— Bueno, tienes que dormir para poder recuperarte. —Mamá se separó de ti y salió de la tienda agitando la mano.

—Mañana te daré un chequeo. —Anexó mi padre antes de irse.

Di la vuelta, estaba por irme, pero sentí uno de tus brazos en mi cintura, posteriormente colocaste el otro con cuidado.

—¡Ah no! Tú te quedas conmigo. —Me abrazaste por la espalda. No me negué, añoraba dormir contigo de nuevo.

Ese día dormí abrazada a ti, con mucho cuidado de no lastimarte.

Sonreí, no podía creer que ahora estuvieras conmigo, me carcomía la curiosidad de qué nos aguardaría el futuro. Dormí imaginando toda una vida contigo.

Quizá no se había terminado del todo, algunos Halcones debieron de haber escapado. Pero esos ya eran problemas menores.

No me preocupé por ello. Si alguien intentaba dañarte, saldría en tu defensa, arriesgando mi propia vida, tal como tú lo has hecho hasta ahora. Sabía que si la situación ameritaba peligro, no debía temer, me demostraste que el coraje hace al valiente, siempre me protegiste y no dudaré en que lo seguirás haciendo.

Fin.

Aún no la quiten de su biblioteca, hay epílogo. No se preocupen, esta vez no tardaré tanto en publicarlo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top