Ya había transcurrido algunos días desde que se vieron por última vez, se habían visto todos los días, y la confianza había crecido entre ellos.

Sasuke se encontraba caminando al parque de siempre con la esperanza de encontrase con su dobe. Al adentrarse más al parque, lo encontró sentado en el pasto junto a un árbol, estaba dispuesto a sorprenderlo pero alguien se le adelantó, por lo que decidió ocultarse detrás de un árbol, para presenciar la escena.

Naruto se encontraba sentado, mirando al cielo, cuando algo cubrió sus ojos.

- ¿Qué paso?, ¿Quién eres?- dijo el rubio.

- Soy un fantasma- respondió.

( Por favor- pensó Sasuke).

- Aaah, no, no me ataques- dijo el ojiazul riendo.

- Está bien, está bien- dijo el pelirrojo, sentándose al lado de él.

- ¿Qué haces aquí?, te dije que esperarás es el departamento.

(¿En el departamento?, ¿Juntos?, ¿solos?- se decía internamente el azabache.)

- Me aburrí de esperarte Naru- dijo algo deprimido, mientras lo abrazaba.

(¿Naru?)

- No seas dramático, ya iba para allá.

- Si, claro- dijo y le dió un beso en la mejilla, haciendo que el rubio se sonrojara.

- Gaara, ¿Qué te pasa?- dijo algo confundido.

- Nada, nada, es que te quiero mucho, ¿Tú a mí no?.

- Claro que te quiero, ttebayo- dijo sonriendo.

( Hasta aquí, ¿cómo que un beso?, ¿cómo que te quiero?, pero ¿cómo que ttebayo?, ese usuratonkachi.)

- Suficiente- grito el azabache, acercándose a ellos.

- ¿Sasuke?- se escuchó decir, pero fue totalmente ignorado.

- ¿Y tú quién eres? - dijo Gaara.

- Eso debería de preguntarte yo, tu especie de mapache.

- ¿Cómo me dijiste?- respondió enojado.

- ¿Qué haces con mi dobe?- agrego el azabache.

- ¿Cómo que dobe?, Se llama Naruto, acaso tú eres su nuevo amigo.- se volteo para decirle al rubio. - Naru, te dije que te dieras a respetar- lo regaño.

- Tu no me conoces- le contesto Sasuke.

- Por favor no se peleen- dijo el rubio.

- Ahora lo vas a defender- agrego Gaara.

Sasuke estaba enojado y se atrevió a decir.

- Si tanto quieres a tu amigo, quédate con él, o me vas a decir a ¿Quién prefieres?- dijo seriamente.

- Sí ¿a quien?- le siguió Gaara.

Naruto estaba muy sorprendido y un poco decepcionado.

- A ninguno de los dos- respondió, para después irse.

-¿Qué?, ¿Cómo?, Espera dobe.

- Déjame en paz, teme- fue lo último que dijo antes de irse corriendo.

Sasuke se quedó confundido, por lo que acababa de pasar.

- Será mejor que lo dejes, como te pidió- menciono el pelirrojo.

- No puedo dejarlo así, no entiendo porque se enojo.

- ¿Cómo que porque?, Yo no me preocupo a mí me perdonará en seguida, pero a tí, creo que lo arruinaste.

- Solo me enoje, porque estaban muy cariñosos ahí en el piso, no me imagino que pudo pasar.

- Ese es el problema Sasuke- dijo seriamente- No tienes derecho a enojarte, no son nada, además eso quiere decir que no confías en él, ese es el mayor error, tú no lo conoces como yo, pero solo porque se que lo haces feliz, te ayudaré.

- ¿A qué te refieres?- dijo confundido.

- Mira, para mí, Naru, es como mi hermano, si me viste muy cariñoso, fue para probarte, pues te ví cuando llegue y te veías muy sospechoso.

Sasuke solo miraba pensativo.

- Te voy a contar- dijo Gaara- Para Naru, la confianza es lo más importante y los celos es algo que no le trae buenos recuerdos, hace no mucho tiempo conoció a alguien, una persona que lo hacía felíz y el confío plenamente en esa persona, solo que no se imaginaba lo que pasaría- agrego el pelirrojo.

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-Oye, Mizuki, podemos hacer algo juntos.- pregunto nuestro rubio.

- Lo siento, pero voy a salir con mis amigos- dijo indiferente.

- Ah, está bien, te espero.

- No me esperes, no sé si voy a regresar.

- Entiendo- dijo el rubio deprimido.

Yo llegue justo esa noche, encontré a Naru llorando en el departamento, el me contó que ya iban varios días los que hacía eso, pero que el confiaba en él, yo sabía que ese tal Mizuki, lo estaba engañando o algo así, y se aprovechaba de Naru, pero estaba tan feliz, de que alguien lo quisiera, de que alguien pueda estar con el, que lo cegaba. Hasta un día.

- Naru, vamos a salir a comer- le dije, Mizuki se había vuelto a ir.

- No tengo ganas- dijo desganado.

- Por favor, vamos por ramen- le rogué.

Me costó trabajo convencerlo, pero lo logré, fuimos a un puesto de ramen, no muy lejos de ahí, pero de regreso vimos una escena que cambio todo. Pudimos ver a ese tal Mizuki, besandose con un tipo en una pared, demasiado apasionado diría yo, inmediatamente regresamos al departamento, Naru estaba destrozado, sin embargó aun confiaba en él y esperaba una explicación de lo que pasó, que no se dió, si no días después.

- ¿Qué te pasa?- le gritaba

- No es nada- decía para defenderse.

- Te dije que si querías estar conmigo, dejaras de ver a ese tal Gaara- decía enfadado.

- Pero es mi hermano- le rogaba- ¿Acaso no confías es mi?- pregunto.

- ¿Quién sabe que cosas has hecho con ese tipo?, Pero ya me cansé, me cansé de tus inseguridades y de tus infidelidades, terminamos.

- ¿Qué?, Pero, pero, yo siempre te he sido fiel- dijo con la voz entre cortada.

- Pues yo no, eres tan aburrido, que tuve que estar con otros para no dejarte, pero ya me cansé, es tu culpa y terminamos- dijo mientras agarraba sus cosas y se largababa.

Naru, solo se limitó a llorar.

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- Esa no es la única "relación" que el ha tenido, aunque no creo que ninguna cuente, siempre es lo mismo, están celosos de mí, le dicen que no se junte con nadie, traicionan su confianza y terminan jugando con sus sentimientos.

Sasuke se sentía como un idiota.

- Es por eso que Naru, se enojo cuando demostraste tener celos, pues para el es un símbolo de que solo quieres jugar con él.

- Yo no quería, no fue con esa intención- dijo nerviosamente.

- Pues demuéstraselo, yo puedo ver qué lo quieres, y que esos celos fueron como un juego, pero para el no, significa mucho sufrimiento- termino de decir.

- Tengo que encontrarlo, ¿Sabes dónde puedo ir?- pregunto angustiado.

- Sí, fue a ahogar sus penas, te daré la dirección- le dijo y Sasuke se dirigió hacia allá.
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-¿Qué pasa Naruto?- dijo un hombre.

- Nada, solo vengo a ahogar mis penas- añadió el rubio.

- Está bien- dijo mientras le traía su pedido.

Naruto se dispuso a comer.

Sasuke llegó lo más rápido que pudo, pensó en encontrar a un Naruto desolado, probablemente ebrio y sin querer seguir con su vida.
Y... en efecto se veía desolado y en efecto parecía no querer seguir con su vida, pero estaba ahogando sus penas en ramen, en ramen ese dobe nada más asusta.

- Usuratonkachi- dijo el azabache mientras se sentaba a su lado.

Naruto solo volteo con una mirada vacía.

-¿Qué quieres?- dijo fríamente, sin alzar la mirada.

Sasuke ordenó comida, pues pensaba quedarse un rato a platicar.

- Naruto, lo.. si.. siento- dijo, eso daba justo en su orgullo, pero se trataba de su rubio.

Naruto levanto la mirada, pero aún era fría.

- ¿Qué es exactamente por lo que te disculpas?- preguntó.

Sasuke dejo su orgullo de lado durante mínimo un rato, para poder hablar.

- Hablé con Gaara, me dijo lo mucho que te dolió, mis "celos", que claramente no se le pueden llamar así, porque solo somos amigos, en verdad siento mucho haberte hecho sentir así, confío plenamente en tí, yo lo dije sin pensar, en serio, perdón- dijo por último.

Naruto se lo quedó mirando impresionado, pudo ver la verdad en sus ojos, eso significaba que en serio lo quería, eso lo alegro mucho.

- Eres un teme, Sasuke, ttebayo- dijo el ojiazul.

Sasuke sonrió un poco, se sintió aliviado y cuando se dió la vuelta, se encontró frente a esos hermosos ojos, que brillaban y resplandecian, era un azul vivo.

Naruto se encontraba en las mismas, aunque sus ojos eran negros, podía ver qué brillaban, como un montón de estrellitas, que formaban una galaxia ahí dentro, se perdió por completo en esa mirada, cuando sintió algo en sus labios.

Sasuke no aguanto más, esa hermosa mirada lo sedujo, podía ver sus labios, como si lo llamarán, necesitaba hacerlo y lo hizo, cuidadosa y sutilmente posó sus labios sobre los de el, le dió un suave beso, fue corto, pero lleno de sentimiento, fue como un beso de reconciliación, algo que no quería que acabara nunca, pero era el primer beso no podía darse el lujo de atacarlo, aunque ganas no le faltaban, se separó lentamente de el, sintiendo su cara arder y el calor que emanaba el rostro de su rubio, se quedaron así, durante un rato, ninguno quería que ese momento acabase, no les importo nada a su alrededor, para ellos, eran los únicos en el mundo, como si todos hubieran desaparecido, fue un momento mágico, aunque faltaban muchos más por venir; ambos se voltearon para seguir comiendo, pero estaban muy felices y su sonrisa boba, los delataba.

Terminaron de comer y ninguno decía nada, no se atrevía y tampoco sabían que decir.

- Bueno- dijeron al mismo tiempo, poniéndose nuevamente rojos.

Se miraron por unos momentos, no podían creer lo que acababa de pasar, pero decidieron volver a hacerlo, se acercaron y empezaron a besarse, era un beso más salvaje, aunque se estaban controlando pues estaban en público,no sabía porque, pero algo en el rubio lo enloquecía; se separaron por falta de aire, se vieron uno al otro sonrojándose y sonriendo.

- Te perdonó, Sasuke, aunque eso no te quita lo teme- dijo riendo un poco.

- Tu no eres un ángel, dobe- dijo correspondiendo su risa.

Cuando derrepente alguien los interrumpió.

- Naru estás aquí- dijo un pelirrojo aliviado.

- Siento a ver huido Gaara- dijo arrepentido.

- Está bien, solo estaba preocupado, gracias por cuidarlo Sasuke.

- Si, si, no hay de que- dijo indiferente, no quería dar a notar que se habían besado.- De todos modos que bueno que llegas, porque me tengo que ir a la oficina.

- Claro, yo lo cuido.

- Oigan, no necesito que nadie me cuide, yo puedo hacerlo solo, ttebayo- dijo molesto el ojiazul.

- Sí, lo siento, adiós dobe te veo mañana- dijo y saliendo rápido de ahí.

- ¿Qué hicieron?- pregunto Gaara.

- Nos besamos- respondió Naruto, muy casual.

- ¡USURATONKACHI!- se escuchó a alguien gritar.

- ¿Qué?, ¿Cómo pasó?- decía el pelirrojo, mientras que Naruto se disponía a contarle.
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Sasuke llegaba enojado a la oficina, estaba rojo de la vergüenza, (como es que Naruto dijo eso tan casualmente, creía que era algo de su intimidad, después de todo era su primer beso, no lo podían contar así como así, de todos modos estaba feliz, en definitiva era una situación romántica la que el quería y no podía esperar para hacerlo formal, ahora estar junto a su rubio era una necesidad y una responsabilidad que estaba dispuesto a aceptar).