Por impulsivos
No sabían que hacer, más de uno se recriminó el no haber estudiado medicina, si lo hubiesen hecho no dependerían de ellos, nadie podía entender porque los médicos no hacían nada para salvar la vida de Alexander. El Dr. Morales les había dicho que así tuvieran los archivos del tratamiento nadie lo ejecutaría, después de acabar con sus esperanzas se retiró.
Catarina al ver la desesperación de sus amigos decidió explicarles el porqué nadie quería tomar el caso — El proyecto Raziel como les dijo el Dr. Morales es un proyecto experimental desconocido y por tanto no está autorizado por la Asociación Médica Mundial, no es que admire a Camille pero ella se limpió los mocos con el código de ética médica, todos los involucrados en este proyecto fueron valientes, se pasaron muchos códigos éticos y leyes de regulación de los derechos humanos por el culo aún a sabiendas que terminarían presos y su titulo médico por el cual pasaron años quemándose las pestañas les sería quitado, ninguno de los doctores tocará a Alexander más que para darle medicamentos para aliviar su dolor, se que acaban de recuperarlo, pero la realidad es que morirá en cualquier instante a menos que un milagro ocurra. Fueron impulsivos al denunciar esto a la policía, entiendo lo que sintieron al saberse traicionados pero también entiendo a Camille, si ella hubiese abierto la boca y hubiese regresado a Alexander al hospital el estaría muerto hace mucho.
Todos estaban callados, la rabia y el dolor los cegó y ahora era Alexander quien estaba pagando las consecuencias, Magnus se levantó y salió en silencio, iría por Camille, suplicaría de rodillas de ser necesario pero conseguiría que ella lo tratará nuevamente, no lo dejaría morir, no iba a perderlo ahora que lo había recuperado. Robert al verlo salir lo siguió, el también hablaría con la rubia. En el camino al reclusorio hizo llamadas a su Bufete de abogados, tenía que sacar a Camille y los demás médicos de la cárcel a como diera lugar, mientras tanto Jace fue con Raphael Santiago, tenía que averiguar si Gideon sabía algo sobre aquellas máquinas que mantenían a su hermano con vida, Rafe y Max fueron con él, era la vida de su padre la que estaba en juego y no se quedarían sentados sin hacer nada.
Rafael estaba temeroso, había golpeado a Gideon, había gritado que lo odiaba y que no quería verlo nunca más, su familia lo metió a una correccional y él estuvo de acuerdo, no hizo nada para evitarlo aún cuando Máx le pidió que no apoyara a su padre, tíos y abuelos en esa locura.
Ahora ¿qué le diría?, ¿cómo se lo pediría? ahora que Catarina les había explicado el porque de su silencio, él había empezado a entender un poco la situación. Llegaron a la casa en tiempo record y Jace tocó la puerta, fue Raphael Santiago quien le abrió.
— ¿Qué quieres en mi casa Jace?
— Necesito hablar con Gideon, es urgente.
— Pues ve a buscarlo a la Correccional donde lo metieron, largo de mi casa — Raphael era sobreprotector con Gideon, jamás se interesó por nadie, no le gustaban los niños pero desde que lo conoció aquella vez cuando solo tenía cinco años y lo llevo en brazos salvándolo de su padrastro lo había protegido como a su hijo.
— Por favor Raphael, mi hermano se muere y tal vez él pueda salvarlo.
— Gideon es un niño, no sabe nada de medicina, así que ve a buscar a otro lado.
Mientras Jace trataba de convencer a Raphael, el pequeño Max se escabulló entre las piernas del castaño, entró a la sala y lo vio en brazos de un rubio, atrás de él venía Jace y su hermano quien se quedó mudo al ver la escena.
Cuando Gideon levantó el rostro vieron los daños, tenía uno de sus ojos cerrados a causa de la hinchazón, el labio partido y varias marcas violaceas, arañazos y una notoria mordida en uno de sus pezones, Patrick estaba echándole una crema en sus heridas y Gideon escondía su rostro en su cuello a causa del dolor.
Raphael tomó del brazo a Jace llevándoselo y le contó lo sucedido; el rubio se sentía culpable, él había estado de acuerdo con mandarlo a la correccional, por su culpa le había pasado aquello y ahora ¿Con que cara le pediría ayuda?
Gideon intentó cubrirse cuando se dio cuenta de la presencia de sus ex amigos, pero Rafe ya estaba a su lado acariciando suavemente el moretón de su mejilla, cada toque le hacía olvidar el dolor y se permitió disfrutar de sus mimos por unos segundos hasta que lo apartó, no lo quería cerca.
— Por favor Gi ayúdame a salvar a mi papá, se está muriendo — Max empujo a su hermano y se puso en su lugar y le dio una mirada suplicante.
Patrick aún permanecía en silencio, se dio cuenta de la incomodidad de su protegido y se quitó la remera para deslizarla por el cuerpo de Gideon cubriéndolo de las miradas de todos los presentes, mientras Max le contaba del equipo médico para luego preguntarle si sabía como usarlo, fue ahí cuando habló.
— El no sabe nada, busquen en otro lado — el rubio no confiaba en ellos, no quería que su amigo fuera involucrado más y lo regresaran a la correccional, pensaba que todo era una treta para hacerlo hablar e inculparse.
Max se acercó a Gideon y tomando sus manos se lo pidió una vez más, iba a suplicar pero sus labios se cerraron ante un sorpresivo abrazo.
— Se como hacerlo, te ayudaré pero no quiero a nadie cerca, solo a ti.
— Necesitaremos ayuda tenemos que llevar esas máquinas al hospital y...
- No, tenemos que regresar a Alec al laboratorio, si desmontamos todo el equipo me llevará días armarlo y reprogramar la configuración del sistema mucho más.
Jace escucho lo último y tomo su celular para que detengan inmediatamente el traslado del equipo, afortunadamente Simón estaba en el laboratorio y corrió hacia la sala de reposo para detener a los hombres, pero ya habían desmontado una de las máquinas. Luego llamó al hospital explicándole la situación a su madre y hermana, tenían que regresar a Alec al laboratorio pero la respuesta del doctor fue un rotundo no.
Hablar con jueces y conseguir una orden para que él hospital los dejara llevarse a Alexander les tomó doce horas, doce horas perdidas, doce horas donde la salud de Alec se deterioro aún más. En el laboratorio Gideon terminaba de configurar la máquina que desmontarón, pero aún tenía que cambiar agujas y pequeños tubos que conducían sangre y también debía de esterilizar el lugar, todo lo hacía lentamente, el dolor de su cuerpo no le permitía hacer las cosas con rapidez, Catarina llegó acompañada de Tessa y aunque Gideon se sobresalto al verlas les permitió quedarse para ayudarlo.
Para cuando habían terminado llegó Alexander, Magnus iba con él tomando su mano y estuvo presente junto a sus amigas cuando Gideon empezó a pegar parches en el cuerpo de su tío, tenía que introducir una aguja en su brazo para suministrar sangre y no podía, estaba temblando, Catarina se acercó al ver el estado del adolescente y se ofreció a hacerlo, también ayudó con la intubacion endotraqueal para luego conectarlo a un respirador, cosa que en el hospital no hicieron.
Después otros equipos fueron conectados, su cabeza estaba inflamada por la infección que tenía alrededor de la incisión donde el Dr. Stevenson y él Dr. Fade habían operado de emergencia.
— Esto es todo lo que puedo hacer — dijo Gideon a Catarina — lo demás solo lo saben mamá y papá
— Estoy sorprendida pequeño ¿cómo es que un niño como tú sabe tanto?.
— He visto a mis padres hacerlo por años, además tengo memoria eidética tal vez habría podido hacer más si hubiese estado presente en las cirugías
Magnus intentó acercarse para agradecerle, pero Gideon se apartó, no lo quería cerca, no confiaba en él ni en nadie de la familia a excepción de Maxwell, estaba temeroso de que lo llevarán a la correccional.
Afuera Rafe esperaba mientras observaba al rubio que había venido con Gideon, aún no se quitaba de la cabeza la imagen de ellos abrazados, lo había visto en sus ojos, Patrick estaba enamorado de su amigo.
— Patrick es hora de irnos, llévame a casa, quiero dormir, estoy cansado y me duele mucho...
Se calló abruptamente cuando vio a Rafe, miró hacia otro lado, se acercó a Patrick y se refugió en sus brazos, ni siquiera se despidió, prácticamente huyó del lugar, afuera los abuelos Lightwood estaban llegando y él solo los esquivo, tampoco quería verlos, ni a ellos ni a nadie de esa familia, sabía que él les había hecho daño pero había sido por ser blando, por amar a Alec como a un padre y también por Rafael, porque aunque no entendía no le gustaba verlo sufrir y quería darle la felicidad de recuperar a su padre.
Recordó lo que le decía Scott, "el amor es un asco mocoso , es un sentimiento que no debería existir en el mundo, te hace hacer cosas por los demás pensando en su bienestar y te lo retribuyen con desprecio"
No debió apoyar a su madre en aquella locura, por mucho que amaran a Alec debierón dejarlo morir, ese era su destino, todos los médicos que lo atendieron lo decían, debió ser firme y decirle a los Lightwood que Alec estaba vivo, eventualmente alguien se iría de la lengua y todo llegaría a manos de la policía, tal vez así su madre y toda su familia no estarían en prisión y tratados por la prensa como monstruos que secuestraron y experimentaron con un inocente.
Se comía la cabeza en los hubiera, ya no sabía qué hacer, solo quería olvidar, quería poder abrazar a su madre, a su padre, a Lily y Raphael, hasta extrañaba al silencioso Malcolm, los quería a su lado, libres, quería irse con ellos lejos, muy lejos, lejos de toda esa pesadilla.
Cuando todos se reunieron Robert les dio una mala noticia a la familia, Camille se quedaba en la cárcel, el juez no la dejaría salir. "Robert eres mi amigo pero la cárcel no es un hotel, tu familia junto a ti movieron cielo y tierra para acelerar el proceso de detención y encarcelamiento, la prensa se involucró y si yo los liberara sería decirle al país entero que los Lightwood manejan la justicia de este país a su antojo y que todos los jueces de este país estamos comprados por ustedes"
Magnus estaba desesperado, el tiempo se acababa y no sabía qué hacer, la salvación de su esposo estaba tras las rejas y en su mente empezaba a tramar un plan para sacarlos de la carcel.
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