A su suerte
Rafe se removía incómodo entre las ásperas sábanas, el sueño lo jalaba a dejarse perder en la inconsciencia una vez más, pero el luchó por abrir los ojos hasta conseguirlo, a lo lejos se escuchaba una discución, no podía entender muy bien lo que decían, pero escuchó claramente el nombre de su tía Isabelle.
— Duele — susurro, había intentado moverse pero el dolor en su hombro derecho lo dejó sin aliento.
Magnus corrió a la cama en donde se encontraba su hijo y los ojos se le inundaron de lágrimas cuando lo vio intentando sentarse a pesar del dolor que debía de estar sintiendo — ¿En dónde estoy?..., Papá... ¿Por qué estás llorando?
— Estas en el hospital cariño, y lloro porque estoy feliz de ver tus ojos y escucharte decirme papá. Estaba asustado, no sabes cuánto, yo... Creí que... — Magnus soltó todo el llanto que llevaba contenido por horas, ahora que veía a su hijo despierto y sonriéndole estaba aliviado, Rafe estaba fuera de peligro.
— Papi, ¿que pasa?
Alec limpió un par de lágrimas que habían osado abandonar sus ojos, respiró feliz y se acercó a Rafe para colocar un beso en su cabello — Hemos estado muy preocupados por ti hijo.
Rafe los miró extrañado, iba a preguntar cuando de pronto Max entró y al verlo despierto corrió para subirse a la cama y llorar aferrado a su regazo — Idiota, ¿por qué dormiste tanto? Estaba asustado, pensé que nunca volvería a verte otra vez, el doctor dijo que... — Magnus apretó el hombro de Max para que no continuará hablando.
Al ver desconcierto en el rostro de Rafe, Alec decidió preguntar —Rafe, ¿no recuerdas nada de lo que pasó?.
El trato de recordar, pero solo imágenes difusas pasaban por su mente — Yo..., estaba en el cine y..., creo que..., Mucha gente gritando..., Disparos..., ¿Eran disparos?... ¡Por el ángel! ¿Dónde está Gideon? — Rafael se levantó de golpe y gritó con todas sus fuerzas antes de desmayarse.
El doctor fue llamado y luego de revisarlo les dijo que su desvanecimiento era a causa del dolor, así que se le aplicó un sedante para evitar que se moviera. La cirugía a la que había sido sometido fue muy delicada y aparte de ello el organismo de Rafe fue atacado por una fuerte infección, las esperanzas de su recuperación eran mínimas pero él luchó por su vida.
Las horas pasaron, llegada la tarde Robert apareció en la habitación de Rafe para ver a su nieto y de paso pedirle un favor a Alec y Magnus.
— No..., Lo siento padre, pero no lo haré.
— Es tu hermana Alec — Robert levantó un poco la voz haciendo que Magnus se pusiera a la defensiva.
— Lo sé, se quién es Isabelle, pero aunque la ame, no voy a mentir para que ella se libere de su castigo.
— Tienes que ayudarla, eres médico y tú opinión sobre su estado de salud mental es valiosa, ella...
— Ella está en perfectas condiciones, tanto físicas como mentales, lo siento padre, pero no voy a mentir para salvarla de la cárcel, Isabelle no solo asesinó a dos personas, también atentó contra la vida de mi hijo, tú nieto, y lo peor es que atentó contra su propio hijo. Todo este tiempo solo te has preocupado por ella y en ningún momento me has preguntado por Rafe y estoy seguro que ni sabes el estado de salud de Gideon
— Rafael está bien, lo estoy viendo...
En eso Magnus no pudo más, se había estado conteniendo todo el tiempo que Robert había estado exigiéndole a su esposo que declarara a favor de Isabelle — Mi hijo está lejos de estar bien, por culpa de tu hija estuve a punto de perderlo, ella es mi amiga, pero esto no se lo perdono, ella arruinó el futuro de mi hijo, mi Rafe prácticamente perdió su brazo derecho, el jamás volverá a poder levantar peso con ese brazo, el ya no puede representar a su escuela en el concurso nacional de Arquería, concurso que esperaba con ansias para enseñarle a Alec lo bueno que era en ese deporte, mi hijo ahora tendrá que esforzarse mucho si algún día quiere poder cargar a su hijo sin miedo a que se le caiga. Tu hija Robert Lightwood merece ser encerrada en un reclusorio, ella tiene que estar entre los barrotes y no en una cómoda cama de un instituto de salud mental — Robert iba a replicar, pero Magnus le pidió que se retirara de la habitación de su hijo.
Cuando Robert se hubo ido Magnus miró a Alec un poco asustado, no solo había echado a su padre si no que también había tomado la decisión de abandonar a Isabelle a su suerte — Lo siento, se que ella es tu hermana, pero mi Rafe...
— Está bien, yo tomé la misma decisión desde el momento en que supe que Patrick había muerto por su culpa, si en ese momento hubiese estado bien de salud yo mismo la habría denunciado y ahora con esto..., Estas en lo correcto Magnus, ella necesita un castigo, si la salvamos de la cárcel entonces a la próxima podría matarnos a todos...
Robert salió furioso del hospital, no solo Alec se había negado a ayudarlo, Simon le había gritado que en su vida vuelva a mencionarle a Isabelle y además le dijo que apenas su hijo despertará iría a la delegación más cercana para denunciarla por intento de secuestro y muchas cosas más. Robert no sabía que hacer para salvarla de la cárcel, las únicas personas que podrían ayudarla se negaban a ello, justo antes de abordar un taxi se le ocurrió una idea "Gideon, Gideon es la salvación de mi hija, con su buen corazón accederá a ayudarme". Regresó sobre sus pasos dispuesto a hablar con él.
Camille estaba en silencio, observaba como Simon apretaba los puños hasta que sus nudillos se volvieron blancos, quería preguntarle si estaba bien, pero era obvio que no lo estaba, después de la visita de Robert recibió una llamada, que resultó ser de ella, Isabelle había hecho uso de su derecho y lo había llamado a él.
Simon furioso y sin pensar le gritó — tú y tu amante pueden pudrirse en la cárcel, a no espera, ahora que recuerdo tu amante se murió en el atentado — ella le debió de responder algo, porque Simon aún más furioso le dijo — ¿Qué harás cuando Alexander y Magnus se enteren de quien Mató a tu amante? Y aún peor ¿qué harás cuando Rafe recupere la consciencia y recuerde todo? No solo arruinaste la vida de nuestro hijo, si no que arrastraste a tu sobrino.
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