**Alonso.**

Abrí lentamente los ojos para darme cuenta de que Jos no estaba. Mi mente divagó, ¿y si fue a casa de Freddy? No, no, no, se va a meter en problemas, le dije que no se metiera en problem... ¡Emma! Corrí a ver la hora en mi celular, las 7:30 pm.

—¡Mierda!

Tomé una toalla y me metí a la ducha. Un baño de cinco minutos y me aliste para mi cita. Me coloqué un pantalón de mezclilla y una camisa a cuadros roja, junto a unos tenis negros. Salí rápidamente de la casa tomando los llaves y celular. Tomé un taxi y le di la dirección de Emma, pidiéndole ir rápido, lo cual si hizo, llegamos exactamente a las ocho, pague y baje corriendo hacia la puerta de Emma. Estaba por tocar el timbre cuando abrió la puerta su hermano mayor.

—Villalpando —Dijo viéndome detenidamente con un cigarro entre sus dedos. Era intimidante—. Emma bajara en unos minutos ¿Quieres esperarla adentro?

—Ah... Claro.

Entre detrás de él, la sala estaba oscura, alumbrada solo por el televisor. Vi hacia la parte de arriba y la habitación de Emma estaba con la luz encendida.

—Sientate, ¿quieres un cigarrillo?

—Amm... No, Emma odia que fume.

—Ella odia todo —dijo riendo dando una calada al cigarro—. ¿Sabias que organiza las verduras por color? Y ahí de ti si encuentra un tomate junto a un chile.

—Ya te escuche, idiota.

Me levante del sofá y vi a Emma bajando las escaleras vestida con un lindo vestido blanco con algo de vuelo, su cabello suelto sobre sus hombros y un poco de brillo en sus labios. Combinado con unos converse, si tenis, blancos.

—Que linda.

—Gracias. Bueno, vámonos.

—Hey, hey, hey —dijo Bryan—... ¿No vas a besar a tu hermanito favorito? —ella se acercó a él y beso su mejilla—. Diviertanse —me tendió un llavero con varias llaves en él.

—Ah...

—Tomalas... Pero cuiden mi bebé.

—Por supuesto —tome las llaves.

—Vámonos.

Salimos de la casa y nos montamos en el auto de Bryan. Yo sabia conducir gracias a que Martín, mi hermano mayor me enseñó pero me compraría un auto hasta los 21. Encendí el auto y el motor rugió, era un sueño conducir una hermosura así, Mustang 2016 color rojo. Precioso.

—¿A dónde vamos?

—No lo sé... Tenemos la noche entera... ¿Vamos a la feria?

—¡Sí! —dijo aplaudiendo eufóricamente. Era una niña encantadora.

Luego de estacionar el auto en el estacionamiento caminamos hacia la entrada de la feria. Nos formamos en la fila para comprar boletos; ninguno decía nada. Estaba dispuesto a romper el silencio pero ella me ganó.

—¿Le dijiste a Jos lo del tal Freddy? —dijo con un poco de pena.

—Sí... Tuve que hacerlo. No dudo que haya ido a reclamarle.

—Mm ya veo... Él siempre te mete en problemas Alonso...

—Eso no es verdad... Jos, bueno, somos amigos, los problemas son de ambos.

—Suenas como si fueran pareja... La verdad si fuera tu amigo no dejaría que te golpearan.

—Esto no fue su culpa Emma... Freddy me molesta desde que tenía 5 años, Jos siempre ha estado ahí para defenderme.

—Vale... En todo caso, ¿por qué lo hace?

—No lo sé... Acá entre nos... los pasos de Freddy no son de bien.

—¿A qué te refieres?

—Bueno —baje la voz—... Su tío es algo así como un mini mafioso, venta de drogas es su especialidad en la frontera, Freddy solo se aprovecha de eso para meter miedo en los demás... Pero en Jos no lo logro.

—Sinceramente... Creo que su vida esta "torcida" en otro aspecto... Por como te toco.

Mierda. Baje la cabeza intentando no pensar en aquello. ¿Por qué tenía que mencionarlo?

—Lo siento, no quise...

—¿Sabes qué? Mejor vámonos.

—No, Alonso...

—Es que no me gusta para nada hablar de Jos a sus espaldas... No me lo tomes a mal Emma pero él fue mi amigo primero no tú. Te llevaré a casa.

Se arruinó todo. Y solo porque dijo algunas cosas sobre Jos... Vamos, si Emma en serio me gusta que hable de Jos no debería afectarme, pero si lo hace.

—¿Sabes Alon? —dijo una vez que ya estuvimos en el auto—. Si no te conociera diría que te gusta Jos.

—¿Qué? Cómo se te ocurre pensar que me gusta Jos, es mí mejor amigo —arranque el auto.

—Mm... Entonces ¿el hecho de ser hombres no es el problema? Sino que son amigos.

—¿Tienes algún problema con los homosexuales?

—... No.

Decidí ya no seguirle la discusión. Es obvio que no ganaríamos nada.

**Jos.**

Me levante de mi cama y tome mi teléfono para ver la hora. Casi las 9:00 de la noche. ¿A dónde llevaría el enano a Emma?

—¡Jos, la cena esta lista!

—¡Ya voy!

Salí de la habitación y me dirigí al primer piso para cenar al lado de Fer.

—¿Todo en orden, Jos?

—Sí, ¿Por qué?

—Bueno, te vi salir de casa de Freddy muy molesto cuando llegué de trabajar.

Mierda...

—Es-eso...

—No te esta molestando de nuevo ¿o sí?

—A mí no... Golpeó a Alonso hoy.

—¿Cómo?

—No sé exactamente que es lo que quería con él, ni Alonso lo sabe pero... No me da confianza alguna.

—Sabes perfectamente que Freddy es así, un idiota sin remedio. No quiero que te metas en problemas ¿okey?

—Lo intento pero ese imbécil se metió con... Alonso.

—Sí, te entiendo, calma... Lo defiendes mucho ¿sabes? Siempre, desde que lo conociste te la vives cuidando de él. Sin embargo, creo que Alonso ya no lo necesita.

—Él es diferente a muchos Fer... Nunca se atrevería a lastimar a alguien. Por eso me veo técnicamente obligado a cuidar de él, además es mi mejor amigo, no soportaría que le pasara algo.

—Mjm... —me dijo viéndome con una sonrisa y una ceja alzada.

—¿Qué pasa?

—Nada.

—¿Cómo que nada? ¿Por qué me ves así?

—Tu manera de defenderle es realmente... Nada.

—Fer...

—Si no te conociera como eres de mujeriego diría que Alonso te gusta.

Sentí la comida atorarse en mi garganta, intente hacerla pasar pero lo que gané fue empezar a toser, Fer se levantó y comenzó a golpear mi espalda mientras me pasaba un vaso de agua.

—¡Jos, calmate, no te mueras! —intente no reírme con eso, pero me fue imposible, Fer podía ser muy histérica.

—¿Cómo quieres que no muera si dices esa clase de cosas? —dije un poco más repuesto.

—Perdón solo decía lo que aparentabas... No era para que te atragantaras.

—Vale, como sea —me levante y subí la escaleras—, iré a dormir.

—Sueña con Alon.

—¡Callate Fernanda! —grite antes de cerrar la puerta de golpe. Me recargue en la puerta mientras mordía mi labio con algo de desesperación—. ¿Gustarme? Claro —dije con ironía y me acosté en mi cama viendo el techo. Cerré mis ojos intentando dormir cuando mi celular comenzó a sonar. Lo tomé del buró y conteste—. ¿Hola?

—Hola, Jos...

—Alonso, hola.

—Jos sé que es tarde pero... Asomate a la ventana —dijo entre risas.

—¿Estás aquí? —me levante de la cama, fui a la ventana y la abrí—. ¿Qué haces aquí? No tenias una cita con Emma.

—¿Puedo entrar?

—Vale, espera —colgué y baje para abrirle la puerta. Fer seguía en la cocina, lavando trastos, me miro extrañada hasta que abrí—. Pasa.

—Perdón por la hora.

—No importa.

—Alonso, hola. ¿Vienes a pasar la noche?

Hizo un gesto pícaro que me hizo comprender el doble sentido de su frase. Maldita.

—De hecho solo iba hacia mi casa pero... Si puedo me quedo.

—Por mi hazlo, hace mucho que no lo haces, Jos es insoportable por las noches ¿sabes?

—Vale, basta de humillar a tu hermano menor. Vamos Alonso.

—Gusto verte de nuevo Fer.

—Igual, ¡no hagan tanto ruido!

—¡Fer! —me apresure a meter a Alonso en la habitación y la cerré.

—¿Qué fue eso?

—Nada, ¿entonces qué haces aquí? ¿Paso algo con Emma?

—Discutimos, es todo. La cita se arruinó.

—Vaya y ¿por qué discutieron?

—Por ti —susurró.

—¿Por mí?

—Es que Emma dijo unas cosas que no me agradaron y... Bueno, ya no importa.

—¿Fueron malas?

—Sólo lo dijo por lo ocurrido con Freddy. Que estar contigo solo me trae problemas.

—Eso es verdad...

—Pero no me importa, de esta manera nos complementamos.

—sonreí ante eso—. Te prestaré algo de ropa para que duermas.

—Gracias.

Busque algo cómodo para Alonso en mi armario hasta sacar un pantalón de pijama y una playera negra. Se los pase, a lo que él comenzó a desabotonarse la camisa, se la quito y coloco la playera que, le quedaba algo grande, luego hizo lo mismo con el pantalón.

—Te quiero, Jos.

—¿Qué dices? Eso es raro ¿sabes? —destendi la cama y me metí en ella.

—Aquí no hay nadie que escuche —hizo lo mismo que yo, a mi lado, quedando de frente a mi rostro, no dijo nada solo me observo por un largo raro y me dejó observarle, luego sus ojos se fueron cerrando de a poco hasta dormirse.

—También te quiero, enano —dije mientras acarician su rostro y proseguía a dormir.

***
Hola, mis amores •3• me extrañaron?
Me quede sin internet (que novedad xD)
Aquí esta el capitulo 7, espero que les este gustando la novela, sé que va un poco lenta pero... Ya saben, las mejores vidas tardan en venir.