CAPÍTULO 37
Cat en multimedia 🌚
***
**Bryan.**
Salí del baño bañado y vestido con un pantalón de franela, Freddy seguía durmiendo en mi cama, se veía tan calmado, tan sereno, no parecía que apenas hace unas horas estaba destrozado. Sentía que mi corazón se desmoronaba al verlo de aquella forma, llorando, sufriendo, le quitaron prácticamente todo al asesinar a ese niño, y con él a Freddy.
Suspire y me recosté a su lado,cubriendo mi cuerpo con la cobija que él tenía, para acariciar su rizado cabello; suave, era suave y olía genial. Puse mi rostro a la altura del suyo y acaricie su labio inferior con mi pulgar. Sus besos eran mi perdición.
Abrió sus ojos y sonrió levemente de lado. Aunque dormimos cerca de 4 horas, se veía cansado.
—Hola.
—¿Te sientes mejor?
—Estaría mejor si me hubieras dejado arriba.
—Definitivamente estas mejor —golpee su nariz con mi dedo.
—Yo... Me gustaría que olvidarás todo lo que te dije.
—¿Por qué?
—No me conviene que tengas presente que me enamore de un niño de catorce años.
—¿Te metiste con él? —dije alzando las cejas y sonriendo pícaramente.
—Eso no es asunto tuyo —se sentó y abrazó sus piernas.
—Se volvió mi asunto cuando me ganaste aquella partida de billar —acomodé un mechón de su cabello detrás de su oreja.
—Sigo sin comprender el porque sigues buscándome... Creo que era obvio que solo seria una noche.
—Si hubieras querido que solo fuese una noche, no te habrías montado en mi auto hoy.
—Básicamente fui obligado.
—No te lo hice a la fuerza.
—No estaba bien, y te aprovechaste.
—¿Ah si? —comencé a hacer cosquillas en su estómago.
—¡No, para...! —dijo entre risas intentando que lo dejara.
—Admite que te gusto.
—¿Qué? ¡Tu no me gus...! —ataqué sus costillas de nuevo haciéndolo reír más—. ¡Basta, ya, lo admito!
—me detuve—. ¿Qué admites?
—No creas que admitire eso, admito que me gusta estar contigo... Así —paso sus brazos alrededor de mi cuello, acariciando mi cabello...
—Te gusto.
—No lo arruines.
—No arruino nada, solo digo lo que veo. Veo, que te gusto, aunque no lo quieras admitir.
—No... —besé sus labios de forma lenta pidiendo permiso para explorar con mi lengua su interior, lo cual fue concedido. Freddy me abrazó con más fuerza haciendo que me subiera sobre su cuerpo, separando sus piernas para quedar en medio de ellas. Aun seguía desnudo así que baje mis manos hasta sus piernas, para acariciarlas. Dejé sus labios para besar su cuello, dejando una marca en un lado de él. Sus manos bajaron a la orilla de mi pantalón y comenzaron a tirar de él.
—Pensé... Que no te gustaba estar abajo —dije con la voz entrecortada.
—Cierra la boca... —tomó mi miembro y lo estímulo un poco, luego enredo sus piernas en mi cintura—. Te quiero dentro, ahora.
—Lo que pidas...
Dirigí mi erección a su entrada para penetrarlo de golpe, echó su cabeza hacia atrás al mismo tiempo que enterraba sus uñas en mis hombros. Comencé a mover mis caderas en vaivén, logrando escuchar sus gemidos salir de su boca, golpeando mis oídos.
—Joder... Bryan...
El simple hecho de oír su voz en mi oreja causaba una estimulación maravillosa.
Me gustaba esto, me gustaba tocarlo, besarlo, estar con él. Me gustaba Freddy, más de lo que me ha llegado a gustar una mujer. Deseaba tenerlo siempre que pudiese, siempre que lo tenga frente a mí, desearía poder hacerle entender que merece un poco de felicidad en su mundo de “solo sexo”.
Ambos nos corrimos al mismo tiempo, salvo que esta vez Freddy decidió dejar una marca en mi hombro. Mordió fuerte, demasiado.
—¡Ah! Oye... —dije en forma de reclamo.
—Tú —puso su dedo índice sobre mis labios—, dejaste miles de marcas en mi cuerpo —rozó sus labios con los míos—, es justo hacer lo mismo.
—Bueno, tú no tienes novia.
—Entonces —bajó sus besos a mi cuello exitándome de nuevo—, ¿por qué no ser justos en eso también?
—¿Eh? ¿Me estás pidiendo que termine con Cat?
—¡Bryan! —escuchamos seguido de un fuerte toque en la puerta principal. Catherine.
—Mierda —me levante bruscamente, saliendo de Freddy al mismo tiempo, este soltó un gemido nada bajo—. Callate.
—Pues no salgas así de repente.
—¡Bryan, sé que estás ahí!
—¡Ya voy, amor! —acomodé mi pantalón y me puse una playera color gris—. No te atrevas a salir.
Rodó los ojos haciendo pucheros y se acostó cobijándose hasta la cabeza, reí ante su infantil acción y salí de la habitación cerrando la puerta. Cat seguía tocando la puerta como loca hasta que abrí.
—¿Qué pasa contigo, Cat?
Ignoró mi pregunta y entró a la habitación viendo hacia todos lados. Su mirada acabó en la puerta de mi habitación.
—¿Por qué tardaste tanto en abrir?
—Estaba dándome una ducha —por suerte mi cabello seguía húmedo.
—Mm, ya veo.
Se acercó a mi y me jaló del cuello para besarme. Me hizo retroceder hasta caer sentado en el sofá para sentarse a horcadas sobre mis piernas. Comenzó a moverse sobre mi entrepierna mientras yo le sacaba la chamarra que traía sobre su blusa. Sus manos se dirigieron al interior de mi pantalón masajeando mi miembro.
—Ejem... Si van a hacer esas cosas asegúrense de cerrar la puerta.
—me separé empujando a Cat hacia un lado y poniéndome de pie—. Freddy... —se encontraba en la puerta, cerrándola, sin voltear a vernos.
—¿Qué? Sólo salí porque escuche ruidos.
—¿Esa es tu camisa, Bryan? —lo miré detenidamente, dándome cuenta de que estaba igual que la ultima vez. Solo con mi camisa y su bóxer. Mire a Cat quien me veía esperando una respuesta.
—Ah... S-si, p-pero...
—Es que la mía se ensució con algo de pintura.
—¿Pintura? —dijimos los dos al mismo tiempo.
—Sí, soy pintor.
—Vaya, ¿y qué pintaban?
—Es que...
—Yo estaba buscando pintura, una tina se cayó y me manchó, Bryan se ofreció a traerme aquí, dejarme duchar y prestarme algo de ropa.
—Oh, ya veo...
—¿Qué? ¿Creías que habíamos hecho otras cosas? —se acercó a mí abrazándome por el cuello. Tuve que controlar mis impulsos de tomarlo y besarlo, o de simplemente voltear a ver su cuerpo... Sus piernas...
—No, no es eso, me sorprendió ver que Bryan trajo a alguien más, aparte de mí, aquí.
—Oh, bueno, no pensé que tan privado seria el departamento... Hasta que los vi en ese sofá.
Bajó su mano por mi espalda hasta mi trasero ¿qué le pasa?
—Que pena, en serio, no sabía que estabas aquí.
—Ah no importa, sigan en lo que estaban. Estaré en la habitación...
—Oye, me gustaría preguntarte acerca de tus pinturas, no sé si sepas pero yo soy modelo, Bryan igual, y me gustaría saber si...
—¿Si los pintaría alguna vez? Me encantaría —se sentó en el sofá junto con ella, yo hice lo mismo pero en el sillón individual.
—¿En serio?
—Por supuesto —mordió su labio ¿acaso me estaba provocando?—. Bueno, eso depende... ¿desnudos? —alzo una ceja sonriendo volteando a verme. Obvio, me estaba provocando.
—Ah... No, normal, es que... Bueno, llevamos varios años de novios y, aun sigo esperando el anillo... —dijo Cat volteando a verme—. No sé cuanto más dure esto pero me gustaría tener un recuerdo.
—Mm... Ya veo.
Freddy subió ambos pies a la mesa de centro, separando sus piernas en mi dirección, recargándose hacia atrás, dándome una vista que ya dos veces atrás he tenido.
—Será un placer pintarlos.
—¡Genial! Y ¿cuánto sería?
—Mm... del precio mejor hablo con Bryan ¿te parece?
—Perfecto.
—Bueno, yo mejor me voy para que estén solos...
—No, yo soy la que se va. Los interrumpí antes y...
—No, no tienes que irte...
—Sí, si tiene que irse —dije yo con un toque de molestia, levantándome del sofá y abriéndole la puerta—. Te llamo luego, Cat.
—Está bien —beso cortamente mis labios y se retiró, puse seguro a la puerta y me gire a ver a Freddy, quien ahora estaba de pie en medio de la sala como si nada hubiese pasado.
—me acerqué y lo tomé fuertemente de la cintura pegándolo a mi cuerpo—. ¿No te dije que no salieras?
—sonrió “inocentemente”—. Perdón... Quería ver la reacción de tu novia al verme así —me alejó para que pudiera verlo—. No fue lo que esperaba —llevó sus manos hacia atrás de su espalda.
—¿Y qué esperabas? ¿Qué me armara una escena de celos?
—Sip... Pero bueno, debo irme —se dio la vuelta y caminó hacia la habitación. Le seguí y en cuanto entramos cerré con seguro esa puerta también. Lo tomé de la mano y jale de ella para regresar lo a mí, lo cargué y puse contra la pared.
—Desmienteme... ¿Estabas celoso?
—¿Eso crees? —enredó sus brazos en mi cuello—. ¿Qué te hace pensar eso?
—Reconozco los celos donde sea, Freddy, no creas que soy tonto.
—Con sinceridad, si lo creo. Ahora bajame, que debo practicar para poder pintar a la feliz pareja —sonreí sintiendo algo de felicidad en mi interior—. ¿Qué es tan graci...?
Rompí con la distancia entre nosotros, besando sus suaves labios. Se sobresalto, y no correspondió al principio pero lo hizo a fin de cuentas.
—Tú... Estás celoso.
—Claro que no —desvío su vista de mí.
—Lo estás —susurré contra su cuello—. Por eso saliste, porque te dieron celos.
—negó—. Eso jamás, no te creas importante en mi vida solo porque duermo contigo.
—No es solo eso... ¿cuántas personas más aparte de ti, tu tío y primo saben acerca de Joey?
—... S-solo tú...
—¿Lo ves? —bese castamente sus labio—. Deja de huir, Freddy... Te atrapé.
***
¡¡Más Breddy!!
Amm... Iba a decirles algo pero se me olvido... ;-;
En otras noticias \•<•/
Tengo algo preparado para Jos y Alonso 🌚 pero aun no sé cuando subirlo, ya lo tengo escrito, pero no sé en que momento ponerlo ;-;
Weno adiós \•3•/
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top