CAPITULO 33
**Alonso.**
Abrí mis ojos topándome con la habitación completamente oscura. Luego de que llegamos y conversamos en la sala subimos a la habitación, nos recostamos y quedamos dormidos.
Intente levantarme de la cama pero un agarre en mi cintura me lo impidió. Jos.
Voltee por encima de mi hombro y lo vi profundamente dormido, bufé y me recosté de nuevo sobre la almohada, tomé mi celular del buró para ver la hora, eran las 7 de la tarde. Si que dormimos bastante. Le había enviado un mensaje a mi madre diciéndole que estaba en casa de Jos, respondiéndome solo con un “okey, cuidate, no llegues tarde”.
Alguien tocó la puerta desde fuera, supongo que es Fer.
—Adelante —dije susurrando y ella entró.
—Aww, que lindos se ven —solo sonreí bajando la mirada—. Me voy a trabajar, Alon, te lo encargo.
—C-claro...
—Oye... ¿te confesaste?
—Y-yo... Solo le dije que me gustaba... Y... Bueno, tú viste.
—Claro que vi... ¿qué harás con tus padres?
—Yaya, no lo espantes —dijo Jos con voz ronca y adormilada, aun con sus ojos cerrados.
—Vale, lo siento. Vuelvo por la noche, Jos, no me esperes.
—Okey... Ten cuidado.
Se despidió de mí con la mano y salió. Jos me apretó más hacia su cuerpo ocultando su rostro en mi nuca, sintiendo una especie de escalofrío recorrerme.
—Jos, no crees que...
—Mm...
—Sé que no estás dormido, vamos, suéltame.
—Sólo un poco más —susurró en mi cuello, al cual maldigo por ser infinitamente débil a cualquier toque.
—J-jos... —dije con un jadeo.
—No me provoques.
—¡¿Qué?! No te estoy provocando. Simplemente quiero que me sueltes —intente quitar sus manos de mi cintura.
—Sigue moviéndote —dijo en mi oído—, y tendremos un problema.
—me detuve en seco—. No me puedes tener aquí toda la vida.
—Si que puedo.
—¡Jos!
Intente soltarme de nuevo, lo logré pero Jos se subió a horcadas sobre mí y sujetó mis muñecas contra la cama.
—¿Quieres calmarte? —dijo con una media sonrisa—. No voy a hacerte nada —ladeó su cabeza hacia un lado sin dejar de sonreírme.
—Vale...
Bajó su cabeza juntando sus labios con los míos de forma lenta y tranquila. Se separó y rozo su nariz con la mía, soltando mis manos y bajándose de la cama, dejándome a mí en una especie de transe.
—Bien, ya te solté, ¿ahora qué? —dijo dirigiéndose al baño donde entró cerrando la puerta. Me quede viendo la puerta como idiota, en la misma posición que Jos me dejó. Me sentía feliz pero... Algo frustrado. No quiero ni imaginar la reacción de Emma cuando le diga que quiero a Jos. Peor, cuando la termine.
El sonido del agua del baño me hizo levantarme de la cama lo más rápido que pude. La puerta se abrió y Jos salió secándose las manos con una toalla.
—¿Quieres comer algo? Muero de hambre.
—Debería irme, no he hecho la tarea.
—Mm... pero nuestras cosas se quedaron en la biblioteca.
Maldición, era cierto.
Después de hablar en el techo ya no volvimos por nuestras cosas y nos vinimos directo para acá.
—Oh no...
—Tranquilo, puede que siga abierta. Vamos.
Se sentó en el suelo y se puso los tenis. ¿Volver a la escuela a esta hora?
—Jos, es casi de noche.
—Pero siempre se quedan algunos alumnos y maestros hasta después de las ocho. No perdemos nada con ir a ver.
—Es-esta bien. Vamos.
—Toma —me pasó una sudadera—, lo más seguro es que haga frío.
—Oh, gracias —me la coloqué para luego salir con él de la habitación y de la casa. Su sudadera era medio deportiva y me quedaba algo grande, las mangas cubrían mis manos fácilmente.
Tomamos un taxi hasta la escuela. Íbamos uno al lado del otro y él, tomaba mi mano discretamente, el chofer no se daba cuenta de nada pero aun así me sentía incómodo, no lo soltaba pero el sonrojo en mis mejillas no se iba.
Bajamos y pagamos, en la escuela, estaba todo oscuro, solo algunas luces seguían encendidas. Con mucha suerte, encontramos el portón del estacionamiento abierto, el guardia seguía ahí. Le dijimos que habíamos olvidado unas cosas dentro y nos dejo pasar muy fácilmente, solo dijo que no tardáramos.
Caminamos rápidamente hacia la biblioteca, encontrándola abierta también. Entramos y fuimos a buscar nuestras cosas, las mías seguían donde las dejé. Frente al computador y con libro y cuaderno abiertos. Los guardé en mi mochila y me la colgué en el hombro; Jos se había ido por otro pasillo por sus cosas, decidí ir a buscarlo. Estaba guardando sus cosas que estaban sobre una de las mesas que había en la parte trasera de la biblioteca.
—¿Listo? —dije recargándome a su lado.
—Casi.
—¿Qué te falta?
—se estiró dejándome entre la mesa y su cuerpo tomando un libro que estaba justo detrás de mí—. Esto.
—O-okey... Pues vámonos.
—Espera... —sujetó mi muñeca.
—¿Qué?
—¿Cuándo hablarás con Emma?
—No es el momento de hablar de esto.
—Solo quiero saber si... Si ilusionarme está bien. Estar seguro de que no te espantarás y me dejarás.
—No voy a hacer eso... Te quiero ¿okey? Está bien, sera difícil decirle esto a Emma y sé que la lastimaré, posiblemente no quiera volver a verme pero... Creo que mientras te tenga, valdrá la pena —dije sin mirarlo y supongo que con el rostro sonrojado al cien.
—Alon —acunó mi rostro en sus manos elevándola—. ¿Me dejas besarte?
—Jos, eso no se pregunta.
Juntamos nuestros labios lentamente, sujeté con fuerza su suéter en mis puños cuando él bajó sus manos hacia mi cintura. Los besos de Jos eran lentos pero apasionados, la manera en que sus labios acariciaban los míos era simplemente único, no podía pensar en otra cosa cuando me besaba y tocaba de aquella manera, y no puedo evitar pensar ¿cómo será en...?
El beso se intensificó poco a poco hasta que, sin poder hacer nada Jos ya me tenia sentado sobre la mesa, acariciando mi espalda por debajo de la camisa; estaba entre mis piernas y yo lo tenia abrazado por el cuello, no tenia el valor de hacer nada más.
Sus manos se posaron en mis muslos y sus besos en mi cuello. Gemí bajito en su oído, lo escuche reír. Estaba por protestar pero sentí una fuerte punzada en mi cuello que me hizo soltar un jadeo que se reemplazo por un gemido de dolor y (creo) de placer. Había tomado mi piel entre sus dientes con gran fuerza, delineó la posible marca con su lengua, causando una sensación indescriptible en mi cuerpo.
Se separó para verme a los ojos, limpió mi mejilla, había una pequeña lágrima en ella a causa del dolor en mi cuello.
—Perdón... ¿te dolió?
—negué—. No importa.
Lo atraje se nuevo hacia mis labios profundizando más aquel primer beso, su lengua se junto con la mía, aunque yo no era un experto en esto, él no cedía a dejar de besarme de aquella forma. Sentía una gran presión en mi entrepierna, y seguro Jos esta igual. No ahora.
—J-jos... —jadee.
Una de sus manos bajó por mi espalda, hacia mi muslo y luego hacia el botón de mi pantalón, el cual desabrochó e introdujo su mano dentro. Ahogué un gemido en mi garganta cuando acarició mi miembro por encima del bóxer.
—N-no, Jos... Es-espera... —dije intentando alejarlo.
—Shh... —acarició mi mejilla con su mano libre—, solo relajate.
—¿Q-qué?
—Recuestate.
***
JAJAJAJAJAJA soy mala 😈
¡¡¡¡Coders!!!! Ya vieron el nuevo vídeo?? 😱😱😱 yo quede loca, casi me desmayo 😱😱😱😱 estoy impactada 😱😱😱
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