CAPÍTULO 25

ESTOY ANSIOSA WAAAA! ya verán porqué
***

**Freddy.**

El timbre de mi casa sonaba y sonaba a pesar de haber avisado que ya iba. ¿Quién y qué mierda quería para sonar el timbre tan insistentemente? Abrí la puerta topándome con mi amado primo.

—A-alan...

Me dio un fuerte golpe con el puño haciéndome caer al suelo, él entró y cerró la puerta de golpe.

—Primito, primito ¿por qué demonios te metes donde nadie te llama? —dio otro golpe al mismo sitio.

—¿De qué hablas?

—Le advertiste a Jos que estuviese alerta conmigo ¿qué más le dijiste?

—N-nada...

—Bien, eso espero. Por tu bien —se dirigió a la salida.

—¿Qué haces aquí? —me levante limpiando algo de sangre que había en mi labio—. ¿Mi tío vino contigo?

—No. Él tenía unos asuntos que resolver en Italia, me alcanzara aquí luego —recorrió la sala observando las pinturas que había en la pared—. Nos quedaremos aquí por un tiempo. ¿Sigues pintando?

—negué—. No.

—Me alegra. Dime algunas cosas del amigo de Jos...

—¿Alonso? ¿Cómo cuáles?

—¿En serio sale con la insípida esa? —se sentó en el sofá subiendo sus pies a la mesa de centro.

—Al parecer sí.

—Que idiota.

—¿Qué interés tienes en él?

—¿En serio crees que tengo interés alguno en él? Es un chico inocente y puro, no es mi estilo.

—Eres de los que ven algo puro y limpio y tiene la necesidad de ensuciarlo...

—Me conoces bastante bien

—No sé si eso es realmente bueno...

—Depende de como uses esos conocimientos. Ven aquí, primito, no te haré nada —dijo invitándome a sentarme con él, lo cual hice dudando un poco—. Cuanto a pasado. ¿Cuatro años?

—En efecto.

—¿Qué has hecho? Además de acosar a Jos.

—reí—. No mucho.

—Mm, tu vida es aburrida. Yo estuve saliendo con una chica. Lastimosamente tuve que desaparecerla —dijo haciendo un ademán con su mano, simulando un arma haciendo un disparo.

—Oh... Okey.

—¿Y tú? ¿Alguna novia? —negué—. ¿Novio? —dijo con algo de entusiasmo, la verdad es que dejando de lado su trabajo, él y yo eramos como hermanos.

—No realmente... —baje la vista recordando las veces que me encontré con Bryan.

—Mm... No te creo, a mí se me hace que si hay alguien.

—¡No! —me apresuré—, es decir...

—¿Qué? —se puso serio.

—Él no es nadie, solo nos hemos visto dos veces y...

—¿Y? Te gusta ¿no?

—No como crees... Pero es algo complicado.

—Mm... ¿hetero?

—Ni tanto —dije riendo divertido.

—Ah, así que si ha pasado algo —junto dos veces sus dos dedos índice.

—Mm... Algo.

—¿Y puedo saber quién es el pobre desdichado? —reí bajo antes de volver la vista a él.

—Se llama Bryan, es hermano de Emma.

—Ah... Ese Bryan. Tienes buen ojo primito —se levantó para ir a la cocina—. Aunque... Digamos que no me agradaría tener a algún familiar de esa chiquilla contigo.

—Solo es un juego. No me atrae amorosamente. Eso jamás.

—Eso espero —sacó dos latas de cerveza de la nevera—, no querrás que mi padre se enoje. Recuerda lo que pasó la última vez.

—Él no tiene porque hacerlo —dije ignorando lo último que dijo—, hace tiempo que deje de estar a su cuidado.

—Pero no eres independiente, Freddy. Esto lo tienes gracias a papá, aunque hayas decidido alejarte de todo esto... Bueno, me tengo que ir —me lanzó una de las latas y se bebió la otra de golpe—. Tengo cosas que hacer.

—Una última cosa —se detuvo a verme—, ¿qué planeas con el pequeño?

—¿Con Alonso? Lo imagino colgando del techo por las muñecas, desnudo obviamente, unos 6 vibradores listos para usarse, un látigo no suena mal...

—Eres un sádico.

—Creí que lo sabias. Bueno, primito, te veré luego.

Despeinó mi cabello y se retiró de mi casa, dejándome pensando acerca de Bryan, si mi tío se entera de que estoy interesado en alguien no acabara bien. « Recuerda lo que pasó la última vez ». No quiero ni recordar eso. No vale la pena.

—Lo mejor será alejarme de él... Antes de que sea demasiado tarde.

Apreté el puente de mi nariz y me levanté para salir de casa. Caminé hacia el parque de forma rápida, con mis manos dentro de mis bolsillos; sentía como mi nariz punzaba por culpa del golpe que Alan me propinó. Ese idiota, a pesar de ser menor que yo es realmente fuerte.

Llegué al parque sentándome debajo de un árbol que me regalaba una bella sombra, daba una vista perfecta, más árboles algo deshojados, un campo de hojas secas y otras cayendo, por el otoño. Era muy hermoso en realidad. Recordaba venir aquí hace tiempo, antes de que todo entre mi familia y la de Alan empeorara. Si madre murió cuando él tenia como 9 años, en realidad no recuerdo ya que no eramos tan apegados, en fin, él quedo a cargo de mi tío Alberto, quien en verdad era alguien cruel, le crió para ser un chico cínico, hipócrita y despiadado, cosa que intento conmigo pero no logró. No del todo. Las cosas empeoraron cuando mis padres murieron, cuando yo tenia 16, por ser menor de edad no podía andar por el mundo solo así como así, por lo tanto, viví al cuidado de  ellos hasta cumplir 18, que fue cuando desaparecieron de mi vida, hasta ahora.

—Aah, maldita sea —pasé mis dedos por mi cabello, alborotandolo, esta situación es realmente frustrante—. Mi vida es tan patética.

—Hola.

Levante la vista topándome con el castaño de ojos claros que me traía vuelto loco.

—Lo que me faltaba.

—Alguien no esta de humor hoy —dijo sentándose a mi lado, lo mire de reojo notando su burlona sonrisa.

—Aggh, dejame en paz —cubrí mi rostro.

—Al parecer tu actitud infantil y coqueta solo existe de noche —voltee a verlo de mala manera, arrugando la nariz un poco—. ¿Qué te paso en el labio? —dijo levantando la mano para tocar esa zona pero se arrepintió.

—Ah... —obviamente no le diría que recibí una golpiza de mi primo tres años menos que yo.

—¿Anduviste coqueteando con alguien con novio, acaso?

—Claro que no. Solo vete, no molestes —mordí mi labio, haciendo que sangrara un poco.

Ardía horrible.

Sentí algo suave acariciar la zona afectada. Bryan limpiaba mi labio con ayuda de un pañuelo color blanco; imbécil, deja de verme de esa manera, deja de hacer eso.

—Parece que quedo —alejó su mano regalándome una sonrisa sin mostrar sus dientes.

—No tienes mejores cosas que hacer que estar aquí.

—Sí, probablemente... Pero te vi tan deprimido que esas cosas importantes pasaron a segundo termino.

Desvío su mirada, dándose cuenta de que lo que dijo no era algo que quisiera decir. Parecía como un “lo dije o lo pensé”.

—No necesito tu compasión Bryan —lo llame por su nombre por primera vez en lo que llevo de conocerlo.

—Dime ¿quién te hizo esto? —refiriéndose a mi labio.

—No te importa.

—Si así fuese no te preguntaría —rodee los ojos deteniéndome a ver el suelo—. ¿Y bien?

—Tuve un problema con mi primo, es todo.

—¿Te golpeó?

—Tampoco se fue limpio —mentí.

—Vaya... ¿pero estás bien?

—Estoy bien —le sonreí—, desaparecerá en unos días.

—Me refiero a... si realmente te sientes bien, mentalmente.

—¿Por qué no lo estaría? Una simple pelea con ese tonto no va a acabar con mi autoestima.

—Entiendo...

No respondí, dejando así un ambiente incómodo, gracias al silencio que nos rodeaba. En realidad, no tenia mucho que hablar con él, solo nos hemos visto dos veces y, digamos que no acabamos del todo mal, aun así, no estoy de humor para molestarlo.

... ¿Acaso creíste que las tontas redes del amor me habían atrapado?

—La verdad no lo sé, ¿no crees que seria bueno sentar cabeza por un tiempo? Deja de andar de promiscuo aquí y allá.

Quizá Jos tenga razón, pero no haría aquello con Bryan.

Voltee a verlo, miraba detenidamente sus manos, en las que traía una hoja seca, deshaciendola lentamente. Mis ojos cayeron a sus labios, justo en ese sexy lunar que estaba sobre ellos ¿o era una mancha? Sin pensarlo pase mi pulgar por el sitio haciendo que él volteara a verme; aparté la mano rápidamente viendo hacia el frente.

—L-lo siento, cre-crei que era una... —giro mi rostro hacia él usando su mano, acariciando delicadamente el lugar de mi labio que estaba roto.

—Tu piel es muy suave...

Apreté mis labios fuertemente tomando aire profundamente, alejé su mano tomando su muñeca. No quería que siguiera hablando, me confundía.

—Freddy... —lo miré—. Y-yo...

Tomó mi cuello y parte de mi rostro, juntando nuestros labios de forma brusca, traté de alejarme de él y de no corresponder a sus besos pero... Caí. Caí ante él. Separé mis labios dando paso a su lengua a encontrarse con la mía, está tocan todas las paredes de mi boca de una forma lenta pero necesitada; la respiración me comenzó a faltar pero no veía intenciones de alejarse, por lo que solté varios suspiros que se transformaron en jadeos que el calló con su boca. Mis manos por primera vez estaban quietas sobre mis piernas, pero las de Bryan, viajaron por mi pecho hasta el dobladillo de mi playera, levantándola un poco para acariciar mi abdomen.

—Espera —lo alejé—, estamos en público.

A pesar de que el lugar estaba totalmente solo no me sentía cómodo estando ahí.

—Entonces —se acercó a mi cuello, depositando un beso en él y luego mordió el lóbulo de mi oreja—... Vamos a otra parte.

***

Ya mero viene lo bueno 😈

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top