**Alonso.**

Llegue a casa luego de dejar a Emma en la suya, había insistido que quería venir conmigo para pasar la tarde juntos pero me negué. No me siento con ganas de nada, sólo quiero darme una ducha fría y dormir hasta el día de mañana, cosa que no podría ya que debo hacer tarea si quiero acompañar a los chicos mañana. Aunque en realidad no lo quiero hacer.

—Que día tan horrible.

—Alonso ¿llegaste?

—Sí, mamá.

—¿Vino Emma contigo?

—No, tenia tarea que hacer porque mañana saldremos todo el día.

—salió de la cocina—. Me alegra que al fin sean novios, hijo.

—Sí, claro. Iré a darme un baño.

—Hazlo rápido, ya casi esta la comida.

—Vale —subí las escaleras para entrar luego a mi habitación, deje mis cosas a un lado de la cama y entre al baño, donde me quite el uniforme,o deje en el cesto de la ropa sucia y me metí a la ducha, dejando caer sobre mí el agua tibia.

—¿Estás así de enfadado porque me hice novio de Emma?

—¿Enfadado? Yo no estoy enfadado.

—Claro.

—Alonso —volteo a verme—. Solo fue una tontería ¿okey? Me pareció divertido ponerte nervioso de aquella manera, pero ya termino así que ya, olvidalo.

—¿Eh?

—Fue una broma, quería probarte un poco, y ya lo hice así que... Fin.

—¿Una broma? ¿En serio? No lo asimilo, no pudo ser un juego todo lo que me dijo, me confundió horriblemente para nada, es un idiota, eso es lo que es.

Termine de ducharme y salí, me seque con una toalla para luego ponerme un pantalón de franela negro junto a una playera blanca, me coloque unos calcetines y así salí de mi habitación para bajar a comer.

Tanto la comida como el desayuno y la cena eran siempre aburridos, en silencio, nadie podía hablar si no era para pedir algún condimento o servilleta. No podía usar el celular y no podía levantarme a menos que el plato estuviese vacío.

Me encontraba jugando con mi comida, recargando mi mejilla sobre mi mano, mientras todos comían. Estaba harto de todo esto.

—Aun recuerdo la fiesta de cumpleaños de Alonso —dijo Fernanda entre risas.

—¡No, Yaya, no cuentes eso!

—¿Qué cosa?

—A Jos se le ocurrió la grandi...

—¡Yaya, por favor!

—Le puso tequila a las bebidas.

—¿Cómo? ¿Por eso mis padres estaban así?

—N-no creí que ellos se tomarían aquello, juro que eran para ti y Emma.

—¿Querías emborracharnos?

—Vamos, seria divertido.

—No, no es cierto...

Las comidas en casa de Jos eran alegres, siempre hablando, sonriendo y eso.

—Alonso, deja de jugar con tu comida.

—Es que... S-se me quitó el hambre.

—No te vas a levantar hasta que termines.

Solté un suspiro y empecé a comer a regañadientes. Para empezar odiaba lo que mamá preparo, no sabía que era aparte.

Braulio terminó y se fue a jugar al jardín trasero, yo seguí picando aquí y allá hasta que me dejaron retirarme, con la advertencia de que comería eso en la cena. Que tontería. Me acosté en mi cama colocando mis pies levantados contra la pared y di play a mi música cuando me hube puesto los audífonos.

Una broma.

Esto no me cuadra.

No acepto que solo haya sido eso. Él no pudo solo haberme robado mi primer beso así como así y luego decir que fue para "probarme". ¿Qué quiso decir con probarme? ¿Acaso esperaba acostarse conmigo ese día luego de besarme de aquella manera? El solo pensar en tener sexo, independientemente de que fuese Jos o Emma, me causaba cierto temor, más con Jos.

¿Qué se sentirá? Tener su cuerpo frente al mío, tocarlo y que me toque. Besarlo. Sentir sus manos recorrerme y, sobre todo, sentirlo dentro de mí.

Me gire sacudiendo mi cabeza, espantando esas ideas; me siento mal, pésimo por pensar de aquella manera, no era propio de mí. Me sentía tonto. Yo aquí imaginando algo que jamas pasara y él... Apuesto a que esta acostándose con otro de sus juguetes sexuales de los tantos que tiene.

Necesitaba hablar con alguien. ¿Mis padres? Si, claro. ¿Emma? La destrozaría. ¿Brau? No lo entendería. No tengo a nadie más, Jos es mi mejor amigo y me convencí de que no necesitaba de más si lo tenia a él. ¿Qué podía hacer?

Y como si de un milagro se tratase, alguien tocó a mi puerta, logré oír el toque dejando gracias a los audífonos. Me levanté a abrir y me tope con mi salvación. Vanessa.

—V-Vane...

—Hola, Alon.

La abrace fuertemente por el cuello, ocultando mi rostro en él. Hacia meses que no veía a mi hermana, no desde que se casó, se fue de luna de miel y tuvo a su primer hijo, creo que era ya un año de eso. La había extrañado.

—¿Qué haces aquí?

—Pues, hable con mamá el otro día y me dijo que habías estado algo raro. Decidí venir a echarte un ojo —regresé a mi cama y me tire boca abajo en ella, sentí como Vanessa se sentaba a mi lado y acariciaba mi cabello—. ¿Algo que quieras decirme?

—Mi cabeza esta hecha un lío.

—Escuche que tienes novia, dime ¿ya la besaste?

Vanessa sabia prácticamente todo de mí, al igual que Jos, era mi confidente.

—Sí...

—Vaya, diste tu primer beso —tomé una almohada y la puse sobre mi cabeza—. ¿Qué tienes?

—Todo es tan confuso, siento que voy a explotar.

—Alonso no te estoy entendiendo... —intentó quitar la almohada de mi cabeza.

—Jos y yo nos besamos —sus acciones se detuvieron.

—¿C-cómo?

—me levante rápidamente, arrodillándome en la cama y tomando sus manos entre las mías—. Por favor, no le digas a mis papás, me matarían si se enteran, Vanessa, por favor.

Ella me veía en total silencio, con algo de preocupación en su rostro; tenia miedo de que me juzgara y corriera a decirle a mis padres, sé bien lo que pasaría, unos cuantos golpes. A mi hermano Diego le fue así cuando reprobó una materia de la preparatoria, solo que él no decidió aguantarlo, se fue al día siguiente para ya no volver.

—¿T-te gustan los...?

—No —negué rotundamente con la cabeza—... Nunca me han gustado pero... Cuando Jos me beso yo... Me quiero morir, Vanessa.

—Alonso, no, no es malo, no digo que sea malo pero... Es complicado.

—Da igual, no es como si fuéramos algo, yo estoy con Emma y... Jos me dijo que solo había sido un juego.

—P-pero... ¿por qué te beso?

—Él dijo que yo le gustaba.

—¿Te dijo que le gustabas y lo que tú hiciste fue hacerte novio de esa niña?

—Era lo que tenía que hacer ¿no? Era lo correcto.

—Alonso, cuando es amor no importa si es correcto o no, lo que importa es lo que sientes... ¿Quieres a Jos?

—Es mi amigo...

—Olvida eso. ¿Lo quieres como hombre? —la mire sin decir nada aun, con leve duda en mis ojos—. ¿Te gusta él?

¿Me gusta?

—S-si te refieres a que... Si su presencia hace que mis piernas tiemblen... Entonces sí.

—Por el amor de Dios, Alonso... ¿Entonces que haces con Emma?

—¡Ya te dije que solo busco hacer lo correcto! No quiero decepcionar a nuestros padres... Me están criando para ser el hijo perfecto.

—Hermanito, nadie es perfecto, ni siquiera ellos, al contrario son los más imperfectos que conozco... Sobre todo por obligarte a ser algo que no quieres ni puedes ser.

—No sé que hacer...

—Diviertete. Experimenta. Arriesgate a hacer todo aquello que tienes prohibido. Verás que es realmente genial romper las reglas de vez en cuando.

—No quiero pasar lo mismo que Diego, Vanessa.

Supongo que al fin comprendió mi miedo. Aquella noche en que mi hermano se fue, fue la peor de mi existencia.

Es mayor que yo, tenía 17 años cuando pasó; mi padre llegaba de la entrega de notas, él y yo estábamos en el salón jugando videojuegos. Ni siquiera esperó a que yo me fuera, entró y arrasó con la consola y lo que había a su paso, tomó a mi hermano del cuello y lo alzó a su altura.

—Eres un inútil, bueno para nada —le dijo para soltar un golpe con el puño en su cara; golpe tras golpe tras golpe hasta que yo grite.

—¡Basta! —me aferre al brazo de papá. Me empujó. Topé contra el enorme piano que teníamos en el lugar, el cual yo tocaba en aquel entonces; Diego se soltó del agarre de mi padre y se acerco a ver como estaba. Tenia un poco de sangre en mi ceja, consecuencia del golpe que me di.

Mis padres y Diego discutieron casi toda la noche que no me dejaron dormir. Yo sólo lloraba, ahogando mis sollozos en mi mano; de pronto todo se quedo en silencio, las luces de la casa se apagaron y todos se fueron a dormir. Estaba casi quedándome dormido cuando escuche un sonido en el pasillo. Me levante y salí a ver de que se trataba. Mi hermano estaba por bajar las escaleras junto con una maleta negra. Se iba. Se fue y me dejó aquí, con un gran miedo y una promesa que hasta ahora no ha sido cumplida.

—Volveré por ti, no te metas en problemas... Te veré pronto.

—Pequeño, no te pasara nada, no tienes porque tener miedo.

—Tú no viste a papá esa noche, parecía otro.

—Te entiendo, Alonso, pero... No quiero que seas infeliz por un triste recuerdo.

—Yo estoy consiente que... Es inútil pensar en ello, quizás mis padres lo olvidaron y no quiero que lo recuerden. No quiero ser el hijo que les haga volver a comportarse de aquella forma.

—Hagas lo que hagas... No puedes ser perfecto para siempre, si eso que sientes el real, tarde o temprano tendrás que enfrentarlo, porque el amor no se va con el aire, hermanito.

—No quiero sentir nada por el, Vanessa... Complicaría nuestra relación.

—Su relación se complicó en el momento en que dejaste de pensar en él como un casi hermano.

—¿Y qué debo hacer? ¿Ir con Jos y decirle que con dos besos me enamore de él?

—Alonso, esto no es de ahora. Ve dentro de ti y te darás cuenta de que siempre estuvo ahí.

—Aggh, solo me confundes más —me senté abrazando mis piernas contra mi pecho—. Es mi mejor amigo...

—El día en que correspondiste a ese beso... Su amistad terminó para tomar otro rumbo, esta en ti seguirlo o quedarte estancado donde estas, con una niña a la que no quieres como mujer, anhelando más allá de lo que tus ojos ven como “correcto”.

***

Vane consejos :v
Creo que este capítulo quedo aburrido ;-; no ando muy inspirada.

Poniéndonos seri@s, ¿oyeron sobre lo que le paso a Alonso en 53ctor? 😐 les juro que me dio mucho coraje que esas mocosas se portaran así con él cuando él es el mas tierno y noble de los cinco, es quien menos merece ser tratado como mierda 😑 en serio no entiendo como hay chicas que se hacen llamar "coders" para poder acercarse y lastimarlos, cuando habemos unas que mataríamos por estar cerca de ellos y abrazarlos ;-;

En otras noticias...
¿Quieren más Breddy(͡° ͜ʖ ͡°)?