Capítulo 18
Canción 1: "Parte de mi corazón"
Intérprete: Sin Bandera
Canción 2: "Felt so right"
Intérprete: Sarah Geronimo
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Nota: ¡ADVERTENCIA!
Para la lectura de este capítulo, se le impedirá el acceso a toda persona que no posea pañuelos o papel higiénico a su alcance.
Se recomienda discreción.
;)
NOTA AUTORA: Para verte envuelt@ en el desarrollo de este capítulo. Con emociones, sensaciones y ganas de gritar, es recomendable que escuches las canciones en el momento preciso de las escenas, esto con el fin de tener mayores resultados.
(Yo bien formal y seria xD)
¡¡QUE DISFRUTEN DE ESTE CAPÍTULO!! No olvides leer hasta el final, te conviene ;)
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Garena y Caria estaban viendo la película acordada en el pequeño televisor del sofá. Realmente, ninguna estaba concentrada en lo que veía. Caria quería saber cómo seguía Thanatos. Llevaba casi tres horas en el balcón con las ventanas cerradas sin hacer nada más que estar sentado. A cada momento quería levantarse e ir con él pero quizás, debía seguir dándole más tiempo. Al estar distraía, no se percató que Garena la observaba entre desconfiada y asustada. No podía olvidar que la había visto aparecer de la nada. O estaba loca...o había algo más que desconocía. Caria miró a Garena y se topó con su oscura mirada. Ella también tenía muchas dudas sobre lo que hacía y lo que realmente era. También quería hablarle y preguntarle pero pensaba en cómo hacerlo sin ser grosera.
Garena se levantó y le dejó el bowl de palomitas a Caria.
-¿Ya te vas?
-No me gustó la película y será mejor que descanse temprano. Mañana viajaré en la mañana -explicó apagada.
Era el punto exacto para hablar sobre lo que Caria descubrió pero vio que Thanatos se levantaba de la silla. Prefería hablar con él y luego con Garena. Ésta ya se había ido.
Thanatos entró y se sentó en el sofá. Esta vez no había podido huir otro cuarto, ya que el apartamento era pequeño y sólo consiguieron de una sola habitación. Iba a dormir en el sofá pero no quería pedirles que lo dejaran solo ni tampoco deseaba salir.
-¿Te sientes mejor? -Fue lo primero que pudo preguntar Caria para iniciar una conversación.
"La verdad, no" pensó amargamente Thanatos.
-Intento estar calmado -Caria construía su siguiente pregunta con mucha perfección. Thanatos la miró de reojo-. ¿Qué te tiene confundida?
-¿Eh? -expresó inmediatamente-. Es que...no me gusta verte mal. Me has dejado muy pensativa.
-No te preocupes. Sabré sobrellevarlo -Su voz sonaba frustrada y cansada. Caria tenía el arrebato de abrazarlo. Sentía que era lo que más necesitaba pero tal vez de alguien más. No de ella-. ¿Algo más te tiene así?
Tal vez si le hablaba de Garena lograría que él le hablara sobre lo que le pasó.
-Than...¿Qué percepción tienes de Garena? -Thanatos la miró fijamente. Su expresión mostraba que no entendía su pregunta-. Me refiero a que si consideras que nos está ocultando algo.
-Muchas cosas pero son asunto suyo. No debemos involucrarnos -Su respuesta demostraba que no entendía la dirección de su pregunta-. ¿Por qué?
-Porque encontré unas cosas en la maleta. Un libro de brujería y objetos muy raros.
-¿Una bruja? ¿Desconfías de ella? -Estaba algo asombrado.
-No, claro que no. Es sólo que es algo que no me imaginé. De vez en cuando la veía leyendo un libro negro. Me decía que eran refranes y textos antiguos pero cuando los leí, eran hechizos -Miró hacia la ventana mientras hablaba-. Sé que nosotros no somos tan honestos tampoco. He pensado varias veces en que podríamos...
-No -La interrumpió de golpe-. No lo haremos.
-¿Por qué no?
-Es una locura. Ningún humano podría creer lo que en realidad somos -Su explicación tenía lógica-. No podemos asegurar tampoco que sea una bruja o no.
-Pero...-Iba a decir lo que Hécate le confirmó. Garena le quitó el poder al anillo. No le preocupaba que fuera bruja sino que desconocía con qué intención hizo ese hechizo.
-No Caria. No debe saber que somos dioses. Yo no me imagino decirle que tú eres la hija de Hades y yo soy Thanatos.
Sus ojos plateados miraron por arriba de la cabeza de Caria. Al notar que prestaba atención a otra cosa, miró al mismo lado. Garena estaba de pie a escasa distancia de ellos. Tenía un cepillo de dientes en su mano. Sus ojos fueron muy expresivos.
"Carajo..." pensó Thanatos.
Caria se levantó y fue acercándose a ella. Garena mantuvo la distancia anteponiendo su brazo con el cepillo de dientes.
-No te acerques más.
-Garena...relájate, tenemos qué hablar.
-¿Qué van a decirme? ¿Qué son dioses? ¡No lo creo! -Iba retrocediendo-. ¡Están locos!
-Te lo dije -Le dijo Thanatos a Caria.
-Es la verdad. Habría querido decirte antes pero no lo consideré realmente necesario hasta ahora.
Garena se estaba riendo con sarcasmo.
-¿Y por qué? -Aparentemente, no escuchó toda la conversación.
-Discúlpame. Iba a guardar algo en la maleta y sin querer, encontré ese libro negro y...otras cosas.
Garena miró hacia arriba con hastío. Sabía que debió guardar esos objetos en su mochila personal. A pesar de que corría el riesgo de que Caria las vería, no pensó que terminaría husmeando a profundidad.
-¿Y eso qué? ¿Van a pensar que soy bruja ahora? Qué gracioso, unos dioses y una bruja conviviendo bajo el mismo techo -Lo que escuchó y lo que repetía, era una tremenda burla pero ahora tenía más sentido lo que vio afuera del apartamento-. ¿También pueden aparecer y desaparecer de un momento a otro? -Se escuchaba más crédula.
-Sí...se puede.
"Al menos a mí me cuesta hacerlo por mi cuenta" pensó Caria enseguida.
Garena asentía lentamente mientras iba bajando el cepillo de dientes.
-¿El rubio también es dios? -Caria abrió sus ojos de golpe.
-¿Quién? -Thanatos enarcó una ceja.
"Ay no, ¿me vio con Eros?" pensó Caria con sufrimiento.
Caria le dedicó una mirada de súplica a Garena para que no dijera nada, algo que ella comprendió.
-Nada, ya estoy loca yo también -dijo Garena minimizando las cosas.
-Tenemos que aclarar las cosas -continuó Caria-. Vamos a hablar, por favor.
***
Elíseos.
Circe estaba dispuesta a irse a acostar después de un día tan agotador fingiendo ser dos hermanas desaparecidas. Tenía un ligero dolor de cabeza debido a los regaños de Hécate, los cuales fueron más rudos después de que la verdadera Macaria se fue.
En fin, no iba a preocuparse demasiado ahora. Sólo deseaba recostarse en esa grande y cómoda cama. Cuando puso los pies entre las sábanas, alguien tocó la puerta.
-¿Quién es? -preguntó de mala gana. No quería más enfrentamientos. Sin embargo, olvidó hacer su voz suave. Se levantó de un brinco y fue hasta el espejo. Su verdadera apariencia cambió por la de Melínoe. Una vez lista, fue a abrir-. Pregunté que quien...era...
Circe quedó sorprendida al ver al inesperado Ralen frente a la puerta. Este se quedó mirándola extraño por algunos momentos.
-Disculpe señorita...no pensé que ya estuviera aquí.
-Ahm, apenas iba a dormir. No te preocupes -Le dedicó la mejor de sus sonrisas.
-¿Estás durmiendo aquí? -preguntó analizándola.
-Pues claro, ¿qué esperabas?
Ralen se hizo ligeramente hacia atrás para asegurarse de dónde estaba. Al ver que se trataba de la habitación de Macaria, comenzó a creer que había algo extraño.
-¿Y tú hermana? ¿Dónde está?
-Durmiendo...sí, ya debe estar durmiendo en su habitación. Será mejor no despertar a Melínoe o se enfadará -dijo muy contenta, recordando las instrucciones de Hécate.
Ralen enarcó ambas cejas y torció la boca. Se cruzó de brazos.
-¿Ah sí? O quizás esté jugando dominó -Circe le dio por su lado sin volver a tomar en cuenta las especificaciones.
-Sí, cierto. Con eso de que le encanta jugar al dominó.
-¿Quién eres? -Circe pestañó por la tosca y repentina pregunta.
-¿Qué? Pues...soy Macaria.
-¿De verdad? ¿Por qué no mejor te miras en el espejo?
Llevada por la curiosidad, Circe fue rápidamente al espejo y se analizó. Hizo algo parecido a un puchero.
-Otra vez me equivoqué...
Ralen abrió la puerta por completo para seguir a la mujer. No la iba a dejar tan fácil después de lo que había descubierto.
-Te lo voy a preguntar una vez más...¿Quién eres y qué haces aquí? Si no me respondes, me veré en la necesidad de consultarle a Hades.
Ariadna llegó a la habitación y se quedó de piedra al ver a su primo. El rubio se giró a verla. En ese justo instante, poseía el mismo gesto fruncido y rudo de Radamantis.
-R-Ralen...no te esperábamos aquí hoy -dijo nerviosa.
-Sí, es lo que noto -Fue acercándose a la chica-. Si ella no puede responderme, será mejor que tú lo hagas. ¿Dónde está Macaria y Melínoe y porqué esta mujer está aquí?
Ariadna sabía que era demasiado tarde. Ninguna justificación falsa, por muy convencible que pudiera sonar, podría hacer que Ralen le creyera. Resignada, tomó impulso para decirle la verdad sin tantos rodeos. Ojalá que él fuera comprensible y no fuera de bocón con nadie más.
-Te contaré pero promete que deberás calmarte...
***
Caria le explicó todo desde el inicio a Garena. Aprovechó que Thanatos prefirió salir del apartamento a comprar algo para beber, para contarle lo que verdaderamente hizo. Justo como hacía cuando hablaba con Melínoe. Al principio, Garena no mostraba mucho interés en escuchar pero resultó una historia tan bien estructurada que no lograba encontrar un extremo sin atar. A cualquier cosa que le preguntaba, todo se lo respondía. Ambas suspiraron.
-Creo que ya es todo...me siento mejor confesándotelo. Hace tiempo que no me desahogaba con nadie -Garena no proyectaba ninguna emoción-. ¿Puedes decir algo? Por favor -Esperaba que no siguiera creyéndola una loca y que todo ese tiempo le haya dado por su lado.
-Wow. Esto es demasiado -Enterró sus dedos en su cabello y lo deslizó hasta las puntas-. Esto parece sacado de los cómics.
-Entonces, ¿no me crees?
-Creo que están locos...pero también yo -sonrió como siempre lo hacía. Su sonrisa se fue haciendo más grande-. ¿De verdad eres la hija de Hades? ¿De verdad?
-Ehm...sí, lo soy.
Al cabo de algunos segundos, Garena se paró en el sofá y comenzó a brincar y gritar emocionada. Caria se detenía en los bordes para no rebotar.
-¡Qué fascinante! ¡Eres la hija de Hades! ¡De Hades!-Dejó de saltar y cayó de nuevo en el sofá-. Tendrás que convencerlo de darme un autógrafo porque soy su fan.
Caria rio entendiendo su emoción.
-Cuando vuelva a verlo, seguro que lo haré -Garena se calmó y frunció el ceño.
-¿Por qué has ocultado todo esto? No me refiero a mí sino a...¿Cómo debo decirle ahora? Si lo llamo Thanatos en la calle, a mí me creerán loca.
-Porque soy una cobarde. No sé decir la verdad.
-Hacer eso podría traerte mayores conflictos. Estás tejiendo mentiras blancas que al juntarse, dolerán como una maliciosa -Garena aceptó que había sonado como su madre-. Si has logrado que yo te crea, podrás hacerlo con él. No dejes pasar más tiempo.
-¿Y si me odia? Hice todo lo que a él le desagrada.
-Según mi experiencia viendo películas empalagosas, lo hiciste por lo que sientes hacia él y te sobrellevaron las emociones por encima de la razón. Supongo que es normal en esos casos pero una vez que aclaras tu mente, debes hacer lo que es correcto. No puedes seguir viviendo en la mentira.
-Lo sé pero tengo miedo de su rechazo...otra vez -Caria cambió de tema antes de que comenzara a llorar-. Garena, sobre el libro...-La chica volvió a mirarla y negó.
-Estaba en la biblioteca de mi abuela. Lo hallé cuando limpiaba las estanterías y no lo leí hasta que decidí llevármelo a casa el día que te perdiste. Sentía mucha curiosidad...ni siquiera sé decirte porqué lo hice -explicaba con seriedad-. Compré unas cosas en Nápoles y ese mismo día, hice uno de los hechizos pero no funcionó y lo dejé así. No soy bruja, sólo hice una estupidez.
Caria sentía honestidad en sus palabras. Confiaba en Garena y sabía que no lo hizo con mala intención.
-Te equivocas, sí funcionó -Garena hizo gestos de desagrado.
-No es cierto. No hay pruebas.
-Sí las hay. Cuando fui a mi hogar, Hécate me dijo que una bruja le quitó los poderes al anillo que me dio. El que utilizo para transportarme.
-Hécate...se menciona mucho en la mitología -Garena no quiso revelar que cuando leía de ella, sentía un apego. Admiración. Se identificaba con ella con el simple hecho de escuchar de ella. Jamás se lo dijo a nadie-. Como sea, no pienso volver a hacerlo. Es una tontería -Se aferraba a la incredulidad.
Thanatos iba entrando al apartamento con una bolsa llena de algunos comestibles y sodas. La mirada de él y de Garena de cruzaron.
-Ahora entiendo por qué sabías tanto de Thanatos...eras tú -Thanatos volcó los ojos. Aún seguía molesto por haber hablado en voz alta sin asegurarse si ella los escuchaba.
-Sí. ¿Vamos a hablar de eso toda la noche?
-Oye, lo que me dijiste la noche que Caria estaba desaparecida...¿era en serio?
"-Por supuesto que van a sufrir graves consecuencias todos aquellos que le han hecho daño -Se puso al frente suyo y le tomó con presión de los brazos-Empezando por ti.
-Oye, eso me está doliendo.
-¿Tú crees? Esto es nada a comparación con lo que haré si le pasa algo malo a Caria -Su voz sonaba tan sombría que Garena por primera vez temió ante las posibles torturas que se estaba imaginando aquel hombre alto-. Tu alma será mía, y lamentarás haberme desobedecido".
Thanatos sonrió de lado. Recordaba lo que le había dicho.
-Yo siempre hablo en serio, ¿seguirás molestándome después de esto? -Su pregunta fue burlona y se sentía la advertencia. Garena no dijo nada sobre eso.
-¿Saben qué? Me iré a dormir por fin. Esta noche ha sido demasiada larga.
Como un alivio a sus incomodidades, Thanatos no estaba dispuesto a aclararle nada. Caria logró convencerla y con eso bastaba. Sus miradas se encontraron. Su corazón se paralizaba a cada encuentro.
-¿Pudiste aclarar tus dudas? -preguntó rompiendo el silencio.
-Sí. No se considera bruja. Dijo que sólo lo hizo por curiosidad.
-Entonces el tema queda concluido -suspiró. Caria lo analizó con detenimiento, pareciera que quería decirle algo y eso lo atormentaba. Recordó lo que le dijo Eros. La idea de ir a ese festival no le resultaba excluyente, el dilema era que Thanatos aceptara.
¿Cómo se vería ella pidiéndole que fueran al festival del amor?
Explotaría y le echaría en cara que ya habían hablado sobre eso. Que no malinterpretara las cosas y que lo que ella sentía era todo menos amor. Pero el muy confiado Eros le aseguró que aceptaría.
¿Debía creerle?
-Oye Than...-Le habló cuando lo vio sacando una frazada de su maleta. Volteó a verla-. Me encontré esto hace rato -sacó el volante que Eros le dio y mintió tal como dijo. Thanatos sintió algo similar a un infarto. Todo su ser explotaba en vergüenza. Su grito de frustración se hizo mudo. Era muy complicado mantenerse sereno como si aquello no le hubiese alterado. Estaba seguro que se había deshecho de eso.
-¿Dónde lo encontraste?
-Tirado...cerca de tu mochila.
No dijo nada para no verse aún más comprometido con ese volante.
-Seguramente fue una de tantas propagandas que me dan y que nunca leo. Puedes tirarla -Se sintió triunfal ante una salida fantástica. Según él. Caria leyó rápido el volante. Su inseguridad rebotó ante un posible: "No" a su petición.
-Lo estaba leyendo y...-tragó saliva-. Quisiera ir.
Thanatos estaba gélido. Apenas podía parpadear.
-¿Quieres...ir? ¿Por qué?
-Porque nunca he ido. Se ve interesante y faltan cuatro días para que comience.
-¿Y Melínoe? ¿No vamos a buscarla? -Ciertamente, estaba nervioso.
-Lo haremos. Podemos buscarla estos días y viajar hasta Verona para llegar a tiempo al festival.
"Y así poder preguntarle a Eros porqué estaba tan seguro de que Melínoe está bien. ¿Sabrá algo que nosotros no? ¿La habrá visto?" pensaba con estruendo.
Su plan era convincente pero Thanatos no se veía en un festival del amor con ella. No porque no quisiera sino porque se supone que debía parar esos sentimientos y hacer que ella regresara a los Elíseos. Sería difícil no pensar en posibilidades con ella dentro de un aura romántica.
Maldito Eros.
-¿Segura que no quieres ir a otro lugar? Sé que debo compensar el haber cancelado la salida de hoy pero... -Quería enfrascarla en dudas para cambiar su decisión-. ¿Estás segura de querer ir allí?
-Sí. Por favor.
Su repentina determinación terminó por destruirlo. Suspiró como si tuviera un dolor en el pecho.
-Está bien.
Caria se sintió muy feliz. Eros tenía boca de profeta...o sabía más de lo que ella creía. Sin dudas, estaba más segura que lo que le dijo de Melínoe no fue por empatía como había creído al principio. Quizás él sabía dónde estaba.
Por la mañana.
Los tres se encontraban en la parada de autobuses. Garena con toda la impresión de la noche, olvidó que debía pedirle prestado dinero a Nathan para regresar a casa, o mejor especificado, a Thanatos. Vaya mofa. Se giró a verlos antes de irse a formar para comprar el boleto.
-¿Ya te arrepentiste? -preguntó Caria con sentido del humor, algo que habría hecho Garena. La chica sonrió con fragilidad.
-Pues podría quedarme...por una simple y sencilla razón...
-No tienes dinero -continuó Thanatos. Garena sintió que le golpeaba con el guante de la verdad.
-¿Cómo lo supiste?
-Creo que sabes la respuesta -Una sonrisa llena de burla se dibujó en su rostro. Garena lo habría mandado de paseo de no ser porque sabía que era un dios y porque necesitaba regresar a casa viva.
-Sí...iba a pedirte dinero ayer pero antes de saber quién eras. ¿Ahora como pedirte dinero sin que me provoques un infarto aquí mismo?
-Podrías intentar pedirlo como se debe.
Garena soltó los brazos y los movió como si se preparara para boxear. Simuló hacer una reverencia.
-Oh gran señor de la muerte, ¿sería tan amable de bendecirme con un pasaje a mi casa a cambio del más sincero de mis respetos? Me arrodillaría ante usted pero sufro de ciática...espero me disculpe, gran señor Thanatos.
Thanatos rodó los ojos y sobó sus sienes. Comenzaban a temblarle. Caria rio en silencio. Garena exageró y expresó sus palabras con su sentido del humor. En cambio, las personas que la escucharon, la veían con miedo y avanzaban más deprisa.
-Eso se oyó siniestro -dijo él sin desprender sus yemas de las sienes-. Con un simple "por favor" era suficiente.
-Ah, de haberlo dicho antes -Thanatos sacó su billetera y sacó algunos billetes que pronto le dio a Garena-. Gracias, prometo devolvértelos cuando regreses a Vicenza.
"Empiezo a creer que ese dinero no fue a base de su trabajo como modelo" pensó y rápido borró ese pensamiento por las dudas.
-Tómalo como un regalo. Ahora vete o perderás el autobús.
Garena asintió. Compró el debido pasaje. El autobús estaba por irse. Abrazó a Caria, era raro hacerlo sabiendo que era la hija del mismísimo Hades. Se despidió de Thanatos con la mano al aire y continuó su camino hacia el autobús. Una vez arriba, se sentó y esperó hasta que avanzara para colocarse sus cascos y reproducir su música favorita. Fue una gran experiencia haber viajado con ellos a pesar de las locuras. Ahora iba a volver a su aburrida vida cotidiana.
Al día siguiente.
El viaje en autobús fue largo pero gracias al dinero que Thanatos le dio, pudo disfrutar de una mejor comodidad durante el recorrido. Las horas pasaron rápido y cada vez que pasaban, reconocía el lugar por el que atravesaban. En cuanto menos se esperó, ya iba a bajar.
Llegó a su casa y Delia la recibió calurosamente. Cuando le preguntó por qué la urgencia de que fuera, sólo le respondió que:
"Mañana te lo diré"
Algo que no comprendió y la hizo enfadar. Si era tan importante, ya se lo habría contado.
A la mañana siguiente, despertó y encontró una nota de su madre que decía:
"Tuve que salir de inmediato. Lamento no haberte avisado pero estabas dormida. Llegaré en unos días.
Cuidate.
PD. Sé amable"
¿Sé amable? ¿A qué venía eso? ¿Y por qué de pronto era ella quien se iba? Maldita la hora en la que decidió hacerle caso. No le dijo a dónde iba ni la razón, mucho menos el motivo "urgente" para que ella regresara. Se la pasó echando maldiciones por casi dos horas.
Fue a la biblioteca con su abuela a repetir las labores de su "activo" trabajo. Su abuela había salido a realizar unas compras e ir a casa temprano mientras que ella se quedó detrás del mostrador leyendo de nuevo el libro de mitología a cada detalle. Quería saber más de los dioses y sobre todo de Caria y Thanatos, sin olvidarse de Hades y Perséfone. Sin embargo, no existía ningún dato sobre sus hijas. Qué raro.
Miró la hora. Faltaban diez minutos para cerrar. Tomó sus cosas y cerró. Mientras colocó el seguro de la puerta, sintió que alguien se puso detrás de ella. Una figura se reflejó a través del cristal. Garena tragó saliva. Se giró rápidamente e intentó golpearle con su mochila. Fue inútil. Lo desvió con un rápido movimiento.
Garena frunció el ceño mientras observaba bien al sujeto. Portaba ropas de colores olivos y negros. Su estilo era demasiado austero y arcaico. Era un poco más alto que ella. Sobresalían sus cabellos rubios y ligeramente rizados.
-Perdóneme señorita por espantarla. No era mi intención -Al notar la amabilidad del joven, Garena actuó recia.
-¿Ah no? ¿Debía darte las gracias por ponerte a mis espaldas en la noche mientras no hay nadie caminando cerca? -Fue muy irónica y antipática. Realmente se había espantado.
Ralen ladeó la cabeza. Se apenó y reverenció hacia ella con su mano a la altura de su pecho.
-Vuelvo a disculparme con usted. Venía a buscar información en este lugar -recuperó su postura. Garena enarcó una ceja debido a la excesiva formalidad.
-Está cerrado, ¿también estás ciego? -Se acomodó la mochila en el hombro.
-¿Usted trabaja aquí? -Garena pasó por alto su pregunta para evitar verse aún más grosera.
-Si viene a buscar un libro, que sea mañana a una hora prudente. Ya está cerrado -concluyó y comenzó a caminar pero el joven volvió a detenerla.
-No vengo a buscar ningún libro señorita, vengo a buscar a alguien -Iba a mandarlo de paseo pero él continuó hablando-. Estoy buscando a una joven como de su estatura. Cabello largo y negro. Ojos azules y me dijeron que estaba por aquí.
"¿Caria?" pensó Garena al comprobar la descripción pero no confiaba demasiado.
-Necesitaré más datos para recordar.
-Me dijeron que venía a dejar unos libros a esta biblioteca. No sé cómo vestía ese día pero seguramente portaba un vestido largo de seda.
Garena recordó cómo conoció a Caria. La especificación era correcta pero, ¿quién era él?
-Claro...ya entiendo.
-¿De verdad? ¿Puede decirme dónde está?
-¡No! Podrías ser un secuestrador -dijo y siguió caminando. Ralen avanzaba a su lado disuadiéndola. Creyó que sería más fácil averiguar sobre Caria.
-Por favor, señorita. Necesito encontrarla a ella y a su hermana lo más pronto posible. Si no lo hago, su padre cortará varias cabezas.
Garena se detuvo y se le quedó mirando aún con desconfianza pero retomando la nueva información que le dio. Sí la conocía pero no estaba segura de sí era un buen sujeto.
-¿Por qué no comienzas con identificarte?
Ralen asintió varias veces y volvió a hacer la reverencia anterior. Garena suspiró con hastío.
-Me llamo Ralen. Soy guardia y protector de primera línea de la señorita Macaria y Melínoe bajo las órdenes directas de su padre.
Garena notó que sustituyó el nombre de Hades. Ya todo era más que cierto.
Mientras esperaba que la chica le respondiera, Ralen se lamentaba no haber podido ir días antes a buscar tano a Macaria como a Melínoe pero primero debía terminar algunos asuntos pendientes en los Elíseos. Sólo así, se habría evitado esa incómoda situación.
***
Verona, Italia.
Dos días después.
Día del Festival del amor.
Thanatos dejó de lado el usar sus chaquetas y playeras favoritas por algo que representaba mejor la ocasión. Usaba una camisa blanca y pantalones oscuros. En muchas ocasiones salió con Caria pero esta vez era diferente: estaba muy nervioso. Era una cita y no una salida formal.
Estaba esperando a que Caria saliera de la habitación para poder irse. Su pie se movía agitadamente. Su corazón rebotó cuando la puerta comenzó a abrirse. Vio a Caria salir de ahí. Estaba sonrojada pero esperaba que haya hecho una buena elección. Tardó en elegir qué usar y que le agradara a Thanatos. Él al verla, quedó hechizado. Se veía realmente hermosa con ese vestido azul, muy parecido al de sus ojos. No fue capaz de emitir palabra.
-¿Estás listo? -preguntó ella a punto de ponerse más nerviosa ante su mirada. Thanatos asintió y le cedió el paso.
El festival no estaba muy lejos de donde se hospedaron. Sería rápido llegar.
Mientras tanto...
El festival recién comenzaba. Las personas visitaban el lugar en pareja o para conocer a alguien especial. Era un día muy emblemático y romántico.
Eros estaba más que contento haciendo su respectivo trabajo. Analizaba a los solteros y elegía a quienes enamorar. Era divertido. Eros no estaba solo, sus hermanos siempre solían hacerle compañía en sus aventuras. Anteros era su fiel acompañante y algunos años menor que él. Otra diferencia entre ambos, era que este tenía el cabello oscuro.
-¿Crees que Hímero venga? -preguntó Anteros a Eros. Él alzó los hombros.
-Sabes que es muy probable. Nuestra madre siempre se lo exige.
A Eros no le importaba demasiado ya que era muy común que su hermano Hímero, el dios de la lujuria, estuviera ahí. No se llevaban muy bien por que Hímero tenía ideas mucho más drásticas y pasionales que los demás. Sobre ponía el deseo por encima del amor. No lo consideraba relevante.
Algo que sí le sorprendió, fue ver a lo lejos que otro de sus hermanos estuviera de visita y que se acercaba a ambos. Eros se talló los ojos para asegurarse que no era una alucinación. Anteros lo saludó con la mano al aire mientras que Eros, perplejo y aún incrédulo, se acercaba a él.
Fobos observó el entorno en lo que Eros terminaba por acercarse. Eros le dio un liviano golpe en el brazo. Fobos entrecerró los ojos.
-¡Wow! ¡Eres real!...¿Quién eres? ¿Deimos o Fobos?
-Fobos, y no me hagas arrepentirme de haber venido -Eros casi gritaba de emoción.
-¡Sí eres Fobos! Deimos no me habría contestado y se habría ido -Fobos volcó los ojos-. ¿Vas a quedarte todo el día? -Fobos rio irónico.
-Ya parece, sólo vine un momento. ¿Quién más está aquí?
-Anteros, posiblemente Hímero y...ella.
Eros señaló a una hermosa joven que al ver a Fobos, fue corriendo hacia él con alegría. El dios del horror, sonrió y abrió sus brazos hacia ella. La hermosa joven se estrechó contra él. Su cabeza le llegaba apenas al abdomen.
-Me alegra volver a verte. Hace mucho tiempo que estás lejos del Olimpo.
Fobos se separó de ella, se reverenció y le besó la mano con mucha ternura. Algo que sólo era destinado para ella.
-A mí también me da mucho gusto verte, hermosa.
La chica sonrió cálidamente. Echó un vistazo a su alrededor.
-¿Dónde está Deimos?
-Se quedó en el campamento. Yo sólo vine un momento para averiguar algo.
Harmonía opacó su sonrisa.
-No vayas a ocasionar una revuelta, por favor -Fobos le sonrió y le apartó sus hermosos cabellos del rostro.
-Vengo calmado, no te preocupes -Le dio un beso en la frente.
Harmonía era su hermana menor y la más dulce de todos. Tenía un parecido increíble con su madre Afrodita, sólo que sus largos y ondulados cabellos poseían un color cobrizo bajo los rayos del Sol y perfectamente rubios en las sombras. Parecía resultar algo mágico. Y era la única paz de diferenciar a sus hermanos Fobos y Deimos con sólo mirarlos. Si ellos intentaban hacerse pasar por el otro, ella los desmentiría.
La chica se alejó de ellos y fue hacia los músicos del lugar a quienes deleitó con su cálida alegría. La música resultó más suave y hermosa que antes. Posteriormente, estuvo bailando alrededor.
-¿Y cómo has estado? -preguntó Eros. Fobos lo miró de lado.
-Han pasado seis días desde la última vez que nos vimos. Las cosas no han cambiado mucho.
-¿Estás seguro? Te siento más contento.
Fobos hizo caso omiso a su comentario que claramente poseía una burla y desencadenaría un tema que no estaba dispuesto a hablar.
-¿Macaria va a venir?
-Sí. De hecho ahí viene -Estaba contento de que haya convencido a Thanatos de llevarla-. ¿Hablarás con ella?
Fobos esbozó media sonrisa.
-A eso he venido -terminó de decir y se alejó de Eros.
-Sólo no causes problemas -Le habló fuerte, esperando que la tosquedad de Fobos no causara un enfrentamiento entre él y Thanatos pero por si acaso, mejor iba a recibir a Caria antes.
Caria puso sus manos a la altura de su pecho al ver las esplendorosas decoraciones. Al escuchar la armoniosa música y al observar a muchas personas, en especial, parejas que disfrutaban del ambiente. Miró a su lado, Thanatos lucía inmovible.
-¿Qué te parece? -preguntó alegre. Thanatos analizaba también el lugar.
-Digamos que es adecuado para la celebración -No quería pensar que posiblemente, sería el último día que estarían juntos. Al regresar al apartamento, le pediría que regresara. Esperaba distraerse de todos esos necios pensamientos. Le sonrió sólo porque era ella, pero en absoluto se sentía contento-. Diviértete. Estaré al pendiente.
-¡Hola! -Eros los saludó con entusiasmo. Thanatos lo vio con desgano y molestia. Obviamente, tenía que estar presente ahí.
-Hola Eros -saludó cordial Caria.
Eros la tomó del brazo y vio a Thanatos.
-¿Te puedo robar tantito a Caria? Mientras, ¿por qué no vas a comprar algo lindo para tu hermosa acompañante?
Thanatos escuchó lo que le dijo sin apartar la vista del agarre de Eros. El dios del amor no esperaba aprobación y se llevó a Caria lejos un momento.
-¿Por qué hiciste eso? Se veía molesto.
-Es muy común ver celos por aquí -Al estar lo suficientemente lejos de Thanatos y al ver que este ya dejaba de mirarlos como si quisiera fusilar a Eros con sus penetrantes ojos plateados, se detuvo-. Ya podré decirte algo sin sufrir un casi intento de asesinato -bromeó.
-Suena a que es algo importante.
-Lo es. Son dos cosas en realidad -Se acercó más a ella y le tomó de la mano amistosamente-. Caria, este día va a ser el mejor de tu larga vida.
Ella ya empezaba a tenerle temor a la seguridad de sus afirmaciones.
-¿Ah sí?, ¿por qué?
-No te lo diré pero debes prestar mucha atención. Eres mi amiga y me caes muy bien. Te admiro y por eso es que voy a darte un regalo.
-¿Un regalo? No te entiendo -Claro que no lo creía y menos porque no veía ningún objeto que Eros llevara consigo. A menos que sean buenas noticias sobre Melínoe-. ¿Sabes algo de Melínoe? ¿Sabes dónde está? -preguntó conmocionada. Eros ladeó la mano.
-Calma, una cosa a la vez -Alzó su dedo índice cerca de su rostro-. Mi regalo no es físico. Es muy mínimo, intangible e inocente -Pareció que le leyó la mente. Caria arrugó un poco su frente-, pero para ello, tendrás que hacer algo muy importante.
Otro truque. ¿Debía acostumbrase así con Eros?
-¿Qué es? Ya deja el misticismo y oriéntame mejor.
-Quiero que disfrutes de este día. No pienses en nada más. Nada de preocupaciones, de enfados o de tristeza. Este día es para ti. Siente cada momento -Se escuchaba muy fácil pero no lo era.
-¿Y que hay de Thanatos? Antes de que nos saludaras, parecía que iba a vigilar por si algo se me ofrecía, no que iba a estar conmigo.
-Ese es el regalo, Caria -sonrió de oreja a oreja. Caria aún no comprendía nada hasta que...
-No le vayas a hacer algo, por favor.
-Tú sientes algo por él, ¿no? ¿Qué tiene de malo?
-Lo tendría si intervienes así. No quiero que Thanatos sienta algo por obligación. Sería falso.
Eros rio por lo bajo. Si tan sólo supiera.
-Oh no, no iba a hacer nada de eso. Él hará cosas que nunca se animó a hacer y tú...has todo lo que no te atreverías a hacer si fuera otro momento. La combinación será como un sueño.
Sus palabras acariciaron su corazón. Estaba tentada a hacerlo. Muchas veces soñó con ser feliz con Thanatos, tanto dormida como despierta. No querría otra cosa que no fuera volverlos realidad.
-¿Y eso no es deshonesto? -alzó sus cejas.
-No, será una ayuda incluso para él. ¿Sabías que se guarda demasiadas cosas porque no encuentra el valor para decirlas?
"Sí...ya lo suponía" pensó con un dejo de nostalgia.
-¿Sólo lo ayudará a ser honesto?
-Sí...bueno, y también a que olvide un poco sus problemas. Sólo hasta que Helios decida irse a dormir -sonrió.
"¿Problemas?" Volvió a pensar Caria.
-Está bien...lo haré. ¿Y qué hay con la segunda cosa que querías contarme?
-Pues, realmente era que te traje más lejos para evitar un posible enfrenamiento.
-¿Enfrentamiento? ¿Quién con quién?
-Fobos y Thanatos.
Al escuchar su nombre, sintió una opresión en el estómago. Puso semblante de sufrimiento.
-No...no otra vez, ¿no existe otra manera en la que no haya conflictos? -Eros alzó los hombros con ligera ironía.
-Con Fobos y Deimos siempre hay conflicto.
-¿Y qué es lo que quiere? ¿Molestarme? -Recordó también cómo se había puesto cuando le habló y la tocó. Seguía necia a aceptar que era por deseo propio, así que la explicación que le dio Thanatos sobre los hijos de Afrodita, era aún más creíble-. No quiero hablar con él, ni siquiera verlo.
-¿Por qué no? -Ladeó la cabeza. Estaba confundido-. Sé que Fobos puede ser muy difícil cuando lo comienzas a tratar pero no es tan malo. ¿O te hizo algo?
-Me hizo sentir rara...como si tuviera poder sobre mi. Era como si yo...-Esquivaba la palabra "deseo" porque no le gustaba el significado. Eros la interrumpió. Tomó su interpretación como algo pasajero.
-Ya te entendí. Fue él quien lo hizo. No te culpes -La tranquilizó-. Y no creo que vuelva a hacerlo. No te hará mal hablar con él.
Caria no estaba convencida y aun así, era demasiado tarde. Eros volvió a saludar con la mano. Caria miró hacia atrás y vio a Fobos. Las dos veces que cruzaron palabras, una en su cumpleaños y la otra en el karaoke, había sido mala. Su mirada llena de arrogancia y soberbia era indestructible. Su postura de valiente y temeroso guerrero, solía ser intimidante. Pero en ese momento...
-Hola de nuevo, Macaria -Saludó fríamente, incluso parecía mantener distancia. Caria aún desconfiaba. Eros se apartó para que conversaran; a sus hermanos no les gustaban los que husmeaban.
-Hola -respondió tensa.
Fobos se burló en silencio de la incomodidad. Era culpable de que ella actuara así con él.
-No voy a hacerte nada. No volveré a hacer que sientas deseo por mi. Es una promesa. Espero que logres olvidarlo.
Caria no sabía si eso era una forma de disculparse.
-Eros me dijo que querías hablar conmigo...pero nosotros no tenemos de qué hablar.
-No, pero existe algo que quisiera saber y tú eres quien mejor puede solventar la duda -Colocó sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón-. Eros me dijo que tu hermana está desaparecida.
Caria entrecerró los ojos y apretó los dientes. Eros era un soplón.
-Sí. Lo está.
-Y debo entender que esa es la razón por la que estás aquí, a menos que sólo te estés divirtiendo -Caria se cruzó de brazos con molestia.
La postura que acababa de tomar Caria, le recordaba muchísimo a alguien que conoció hace días. Su enfado repentino y la manera en cómo se defendía.
-Estoy buscando a mi hermana y sí, vine a eso a la Tierra.
-¿Y piensas...encontrarla aquí? -Su pregunta estaba llena de burla y sarcasmo.
-Dijiste que ya no volverías a molestarme -Fobos corrigió enseguida.
-No, yo te dije que no volvería a hacer que sintieras deseo hacia mí, mas no que no diría la verdad a mi manera. No es que quiera molestarte.
No le agradó que Fobos le diera a entender que no se preocupaba por Melínoe, ¿Qué sabía él? Dudaba que conociera el afecto.
-Eros me invitó y me dijo que Melínoe está bien.
-¿Eros te dijo eso?
-Sí, lo hizo -Fobos divisó en la distancia a Eros y le dedicó la mirada más fría y sangrienta que pudo-. ¿Y cómo te atreves a hacerme eso? ¿Por qué me hiciste sentir...?
Fobos pasó su mano por la cabeza, deslizándola por sus lacios cabellos castaños. Estaba fastidiándose.
-No vine a hablar contigo sobre esto. Lo que quiero saber es...¿por qué se fue Melínoe de los Elíseos?
¿De pronto estaban hablando de Melínoe? ¿Qué sentido tenía y por qué le importaba?
-No debería responderte eso.
-Entonces te lo dejaré más sencillo, ¿se fue por voluntad propia?
-No...no lo sé -Fobos enarcó una ceja ante la duda de Caria-. Últimamente Melínoe parecía ser alguien más.
-Ella le tiene miedo a la oscuridad, ¿no?
-No. Ella prefería estar encerrada y a oscuras. Eso deberías saberlo tú -Le había respondido lo que quería sin siquiera saberlo-. ¿Por qué me preguntas sobre ella? ¿Te estás burlando de mí de nuevo?
Fobos negó lentamente. Estaba analizando algunas cosas en su cabeza.
-Eros tiene razón, ella está bien -Caria abrió sus ojos de golpe por el cambio de dirección en su conversación.
-¿Cómo lo saben? Por favor, dímelo -Le tomó de las solapas sin fuerza.
Thanatos no creyó posible que le hiciera caso a Eros y fuera a comprar algo mientras ellos conversaban. Desde hace algunos minutos que estaba buscándolos y no lograba verlos. Se detuvo en un punto central y analizó todo hasta que vio a Caria con...¿Fobos? Vio cómo ella le tomaba de la camisa. Fobos estaba de espaldas y no veía su expresión. Su sangre comenzó a hervirle. Maldijo y maldijo. Apretó los puños con fuerza y caminó hasta ellos con paso bien firme.
Estaba furioso.
-Porque lo sé. No voy a decírtelo ahora pero si tienes confianza, no en mí, en Eros, cree lo que te dice. Melínoe está bien y pronto vas a verla. Ya no tienes por qué seguir buscándola, ella vendrá hacia ti.
Los ojos de Caria brillaban.
-No me mientan...no con eso.
-Cálmate, ya te lo dije, ella está bien. Pronto volverás a verla.
-¿Qué está pasando? -Caria se espantó de escuchar a Thanatos hablar entre dientes. Al verlo, entendió que estaba muy enojado. Thanatos vio la mirada cristalina de Caria-. ¡¿Qué fue lo que le hiciste?!
Fobos resopló sin siquiera alterarse. Aunque no estaba en su derecho responderle, lo hizo incentivando aún más la furia de Thanatos, sólo porque sí.
-Estoy hablando con quien va a ser mi esposa, ¿existe algún problema?
Los ojos de Thanatos ardían. Estaba a nada de ir contra de él. Sentía desquicio al verlos tan cerca. Caria incluso estaba asustada de verlo así.
Eros, quien estaba bebiendo un poco de ponche, vio al trio y salió disparado para llevarse a Caria y para calmar un poco las cosas.
-Oigan, ni se les ocurra arruinar mi fiesta -Al ver mejor a Thanatos y al conocer a su hermano, llegó a la conclusión de que lo mejor era retirarse-. Caria, vamos por un poco de dulces.
-Pero...no, yo...
-No te pregunté.
Eros se la llevó de ahí con cualquier pretexto. Caria miraba hacia atrás esperando que ninguno de ellos se enfrentara.
Una vez solos, Thanatos deseaba por fin poderle poner un límite a ese arrogante dios del horror. Fobos estaba muy indiferente al respecto.
-Te lo advierto...no te atrevas a hacerle nada. Eres capaz de hacer cualquier cosa por ganar -exigió. Fobos rio irónico.
-Si es lo que piensas, no. Y no tengo por qué responderte...te recuerdo que debes tener un poco de carisma para pedir las cosas -Rio secamente-. Será mejor que te relajes. Te lo repito, no te conviene meterte conmigo. Y para que tu alma esté más tranquila, no me interesa conquistarla.
Thanatos alzó ambas cejas. Creerle no estaba dentro de sus posibilidades.
-¿Quieres que lo crea?
-Sinceramente, no me interesa. Ambos pueden creer lo que quieran. Yo sólo quería saber unas cosas -Comenzó a girarse con la intención de darle la espalda e irse-. En vez de reclamarme algo que no ha pasado, ¿por qué no aprovechas el momento y resuelves tus asuntos con ella?
Fobos se fue alejando, dejando ahí a Thanatos quien poco a poco fue suavizando sus gestos. Su ira iba evaporándose mientras se preguntaba si era demasiado obvio últimamente con lo que sentía.
Caria y Eros no estaban muy lejos de ahí. Al ver que Fobos se iba, Caria se tranquilizó.
-Caria...recuerda lo que te dije. Olvida esto y diviértete -Le dijo Eros guiñándole un ojo-. Ahora ve y calma a ese hombre.
-¿Y crees que él pueda olvidarlo? Dura bastante enojado.
-Esta vez no le durará mucho, confía en mí -Caria ya se imaginaba que Thanatos le diría que regresaran al apartamento.
-Gracias Eros -Caria se fue sin notar que el joven rubio movió sus dedos a la altura de Thanatos.
Fobos se acercó a Eros una vez que Caria se fue. El rubio frunció el ceño con reproche.
-Casi logras que esto acabe en tragedia.
-No es para tanto, y además, ¿quién me invitó?
-Quería que la pasaras bien y tú me dijiste que aprovecharías la situación para averiguar algo. Casi haces que se enfaden -Fobos rodó los ojos con cansancio.
-De cualquier manera, ya me voy. Este entorno no es para mí.
Tal vez era lo mejor. Eros reconocía que Fobos no hacía realmente apropósito causar conflictos en partes que no eran el campo de batalla. Era su naturaleza y lastimosamente, muchos tenían un concepto superficial de él. Igual Deimos. Ambos estaban conscientes que no encajaban en ningún círculo social. Era lo mismo si él quisiera formar parte del mundo bélico; lo acabarían de una u otra manera. Eso pasaba con su hermanos mayores, por eso siempre estaban juntos.
-Oye Fobos...-Le llamó y su hermano echó un vistazo una vez más-. ¿No quieres llevarte un regalo? Una rosa siempre resulta encantador aún si la mujer es de carácter fuerte.
Fobos hizo una sonrisa indescifrable. Ignoró el consejo.
-Que tengas suerte hoy...despídeme de los demás -Eros asintió y Fobos siguió su camino.
Mientras se iba alejando del festival y caminaba por una calle estrecha, vio el pequeño jardín de una casa. Había un ostentoso rosal rojo. Fobos se quedó ahí parado por casi un minuto hasta que estiró la mano y arrancó una de las rosas. La miró brevemente. Una sonrisa fue dibujándose en su rostro. Al poco tiempo, se alejó y pronto desapareció.
-Thanatos, ¿ya estás más tranquilo? -Le preguntó Caria una vez que se reunió con él.
Thanatos estaba por pensar en su respuesta pero, sorprendentemente, sus labios le ganaron en impulso.
-Estaré más tranquilo si me dices que no te provocó algo cuando estabas con él -Thanatos se llevó la mano a la boca. Caria parpadeó varias veces.
-No...no pasó nada. No sentí nada. Él me dijo que no volvería a hacerlo -Pensó en lo que le dijo Eros. ¿Será verdad? -. ¿Por qué estabas enojado?
-Porque me volvió loco la idea de verte con él -Thanatos quería que la Tierra se lo tragase. ¿Qué le habían hecho?
Caria aceptó la realidad; Eros le dijo la verdad. Thanatos decía lo que pensaba y lo que sentía.
¿Se había puesto celoso de Fobos? Apreciaba el gesto y fue imposible no crearse ilusiones.
-Thanatos...quiero pedirte algo -Él la vio de reojo. Tenía su mano cubriendo su avergonzado rostro. Ojalá no fuera algo que lo delatara más-. ¿Podemos disfrutar de este día...juntos? Quisiera que nos divirtamos. Olvidar los malos momentos...
Thanatos tuvo la sensación de que se lo estaba rogando y ese no era el punto. No quería que ella tuviera la necesidad de pedirle las cosas así, pero...
¿Cuántas veces no pasó lo mismo?
Además, se había vuelto loco al verla junto a Fobos. No deseaba que volvieran a estar cerca...aunque sabía que podría ser imposible si dicha unión se formalizaba.
-Está bien pero no te vayas a alejar de mí -Caria lo observó dejándose llevar por sus palabras. Thanatos suspiró al darse cuenta de lo que dijo-. Vamos por allá.
A dónde se dirigían era a una enorme carpa donde unas chicas repartían una rosa pequeña a cada uno de los visitantes. Esta estaba envuelta en un trozo de papel que tenía algo escrito. Thanatos estaba por leerlo hasta que Caria lo tomó del brazo y se lo llevó emocionada a otra carpa donde muchas personas estaban reunidas y pronto tomaban asiento. Enfrente había un escenario con un enorme telón de terciopelo vino que cubría la gran parte. Ambos se sentaron mientras esperaban un momento. Una joven y un chico se subieron al escenario, vestidos como en la época Medieval.
-Buon pomeriggio a todos y sean bienvenidos al festival del amor. Como es tradicional, se hará una representación de una de las historias de amor más hermosas de la historia -explicaba la chica.
-Romeo y Julieta -susurró Thanatos.
-¿Conoces la historia?
-Sí pero no voy a arruinártela. Tú misma lo verás -Caria sonrió y volvió a mirar hacia enfrente.
Después de dar una introducción, el telón se levantó y dejó a la vista los creativos y bien trabajados escenarios. Los actores comenzaron a salir en escena, representando la obra de Shakespeare.
Caria se dejó llevar por la obra. Era una experiencia totalmente distinta a ver películas románticas en cada viaje. Le recordó a un viaje que hicieron en el Olimpo hace muchos años y las musas bailaban y actuaban. Los recuerdos no eran los culpables de que ella sintiera un nudo en garganta por el desarrollo de la obra, sino por sentirse conectada con la historia. Era como la primera película que vio pero con un grado más romántico y trágico.
Cuando Romeo llegó al altar, se mordió el labio. Thanatos volteó discretamente a verla. Estaba a nada de llorar. Nadie hablaba a su alrededor así que iba a hacer lo mismo aunque quisiera decirle algo que no la hiciera derramar un una sola lágrima. Levantó su mano y tomó la de ella. Caria lo miró sorprendida sin siquiera parpadear. Una lágrima cayó por su mejilla. Thanatos pasó su pulgar por debajo del ojo, limpiándola. Apretó levemente su mano con calidez y le sonrió. Caria prestó atención de nuevo a la obra sin poderse creer que eso estaba pasando. Movía discretamente su mano cada minutos para asegurarse que no era una ilusión del ambiente. Al terminar la obra, los presentes aplaudieron afanadas. Thanatos y Caria se soltaron de la mano para hacerlo también.
Fue increíble pero una historia muy triste que ojalá hubiera tenido otro final.
-Les agradecemos mucho su presencia y queremos invitarlos a que sigan disfrutando del festival, no sin antes informarles que a las cinco de la tarde habrá una mascarada en la casa de Julieta así que deberán anticiparse para recoger su vestuario -Indicó un joven antes de que todos se levantaran y se retiraran.
Thanatos y Caria siguieron caminando más adelante hasta llegar a donde realizaban varias actividades más en parejas.
-¿Y qué opinas de la obra? -Caria hizo una puchero ante la pregunta.
-No me gustó el final...pero fue una hermosa historia de amor.
-Lo supuse, al verte llorar -Se detuvo sin dejar de mirarla. Sus ojos aún estaban rojos.
-Fue por algo triste -explicó esquivando la mirada-. ¿Qué habrías hecho?
-¿Cómo?
-¿Qué habrías hecho tú en su lugar? -desarrolló mejor la pregunta. Thanatos suspiró y miró hacia el suelo-. Habría hecho lo mismo -Ella se quedó muda. Thanatos sonrió-. Vayamos por allá.
A donde fueron era a un pequeño puestecillo de chocolates. Caria los vio encantada y Thanatos supo que era el lugar indicado.
-Son lindos Than, mira -señaló los chocolates. Había una gran cantidad de ellos. Con diferentes formas, colores y llevaban algo escrito encima.
-Son chocolates del destino -dijo un hombre ya mayor que se acercó a Caria.
-¿Del destino? ¿Cómo es eso?
-Las parejas compran dos chocolates. Cada quien elige uno con los ojos cerrados y se lo entregan al otro. Algunos dicen que revelan profundos secretos. Ustedes se ven muy bien juntos.
-Oh...-Caria de inmediatamente compuso la situación para que Thanatos no se incomodara-. No somos pareja -El hombre los observó de nuevo y pretendió que les había entendido.
-Aun así, deberían intentar descifrar su destino -propuso.
-Si lo deseas, podremos hacerlo -le dijo Thanatos-. Son sólo chocolates.
Caria rio. Era cierto.
-Muy bien...espero escoger un destino agradable para ti -Caria cubrió los ojos con su mano y tomó uno de los chocolates. Thanatos hizo lo mismo.
Abrieron los ojos y se miraron y se intercambiaron los chocolates. Thanatos leyó el suyo en silencio.
"Te amo"
-¿De qué te ha tocado?
Thanatos no hizo caso de lo que le preguntó. Leía y leía la frase como una solución a su corazón. Cuánto quisiera escuchar de sus labios semejantes palabras. Y él...y él profesar lo que grita su corazón. Ella volvió a hablarle y por fin reaccionó.
-Parece que es amargo -Le acercó el chocolate a su boca. Caria dudó pero después abrió su boca y mordió la mitad. Saboreándolo. Thanatos comió la otra parte-. Es más dulce de lo que pensé.
-Ahora probemos el mío - Caria vio que el suyo era de color blanco y leyó la frase-. Siempre has sido tú...-susurró.
Cayó en cuenta de la verdad y miró discretamente a Thanatos. Desde hace muchos años, incluso ahora y después...esa frase seguiría teniendo el mismo significado. Alzó su mano y acercó el suyo a su boca.
Thanatos lo pensó menos y lo mordió con cuidado, sin embargo, sus labios rosaron los dedos de Caria. Ella sintió cosquillas en sus yemas. Se atrevía a imaginar que pareció que los había besado con discreción.
-¿Qué decía el tuyo? -Se comió la mitad de chocolate. Thanatos la miró cohibido pero sin desviar la mirada.
-Te amo -Caria abrió ligeramente la boca y comenzó a ahogarse con el chocolate. Thanatos le dio unas palmaditas en la espalda-. ¿Estás bien?
-Sí...sí -Seguía tosiendo.
De todas las frases posibles que pudieron haberle tocado...
¿Tenía que ser necesariamente esa?
Y escuchar pronunciar esa frase de los labios de Thanatos...
Cuando estuvo ya mejor, Thanatos rio ante la situación. Le resultó gracioso pero también fue por nervios.
-Sigamos adelante -dijo ella tratando de calmarse.
-Está bien -Thanatos su mano a Caria y tomó la suya. Sus ojos azules fueron bastante expresivos.
¿Acaso Thanatos pretendía provocarle un infarto?
"Él hará cosas que nunca se animó a hacer y tú...has todo lo que no te atreverías a hacer si fuera otro momento".
Eros tenía razón en algo más...todo eso parecía un sueño.
Estuvieron indagando y experimentando en uno que otro puestecillo, disfrutando de lo que hacían. Poco a poco, fueron adaptándose y aprendiendo a caminar sobre una cuerda floja de sentimientos. Actuaban como si fueran una pareja feliz cuando la realidad era otra. ¿Pero qué importaba ahora? Ambos deseaban continuar el resto del día sin que nada les dañara.
Pasaron algunas horas más y fueron a prepararse con los disfraces que usarían. Una vez logrado este cometido, pasaban al jardín de la casa de estilo medieval. Algo de lo más icónico era el balcón.
El ambiente se mezclaba con música clásica y una más actualizada sin perder de vista el círculo romántico. Estaban colocadas unas luces rojas las cuales iban teniendo más brillo conforme el Sol se iba escondiendo. Todos los presentes estaban disfrazados con máscaras y vestuario conmemorativo. Thanatos se había puesto una chaqueta y pantalón de lino y una máscara negra. Al poco tiempo que él ingresó a los jardines, Caria le siguió el paso. Portaba un largo vestido rojo y un antifaz del mismo color. Le prestaron algunas joyas de utilería para su conjunto. Cuando volvieron a encontrarse, ambos se rieron.
-No te ves mal vestido así.
-Yo siento que me veo ridículo. La que luce mejor, eres tú -Caria aceptó con agrado el cumplido. Alzó su rostro viendo hacia el balcón-. Este es el balcón que mencionaron en la obra.
-¿De verdad? ¿Es aquí? -cuestionó asombrada.
-Toda la casa lo es -Ella recreó la escena de la obra de nuevo, soñando despierta en cómo habría sido en realidad-. ¿Nos sentamos?
Caria asintió y se sentaron en una banca de piedra que estaba en los jardines, cerca de una fuente donde varias parejas bailaban alrededor. Ella observó de reojo a Thanatos y enseguida comenzó a reír.
-¿Qué ocurre? -Estaba contagiándose con su hermosa sonrisa.
-No puedo creer que estemos aquí...vestidos así y viendo como bailan los demás -explicó.
-¿Está yendo bien tu día?
-Es fantástico. Tengo que darte las gracias.
-¿Las gracias? ¿Por qué? -Caria alzó los hombros con inocencia.
-Por haber aceptado venir conmigo...y por ser partícipe de todo esto -Thanatos hizo hacia atrás la cabeza, casi rozando con la fachada.
-Te lo debía por haberte dejado plantada en Sicilia -Su sonrisa fue perdiendo fuerza. Caria supo que aún le afectaba lo que fuera que le haya pasado.
-¿Qué te pasó ese día? Llegaste bastante enojado...me preocupé.
-Me encontré con Hypnos cuando salí a dar una vuelta -suspiró-, y entonces lo demás se arruinó.
Caria se llevó una mano a la boca.
-¿Él ya sabe que nosotras no estamos en los Elíseos? -Su voz mostraba su angustia.
-Sí pero no va a decir nada, no aún. Aunque eso no fue lo que me hizo enfadar realmente.
-¿Te dijo algo malo? -Thanatos chasqueó la lengua.
-Su sola presencia es mala.
Caria siempre tuvo la intuición de que ellos se llevaban muy bien. Cuando debían ser formales, lo eran. Sin embargo, era muy raro que en una conversación o reunión estuvieran separados.
-No pensé que se llevaran mal -Thanatos inhaló y exhaló profundamente. Era muy complicado explicarlo sin contar mayores detalles.
-No es como tal eso. Es sólo que últimamente se ha vuelto pesado y prefiero no topármelo. Tiene sus asuntos y a mí no me es necesario saberlos todos pero cuando se trata de los míos, suele ser muy...entrometido -pensó un poco para dar con el concepto que mejor se asemejaba a Hypnos.
-Supongo que todos los hermanos pasan por problemas -dijo con un camino de nostalgia.
Thanatos no iba a tocar ese tema para no acabar la tarde entre recuerdos apesadumbrados.
Una pareja pasó frente a ellos pero lo que llamó la atención de Thanatos fue el vestido de la chica, el cual era largo, pomposo y liliáceo.
-Me acordé de tu cumpleaños, el último que pasé en los Elíseos -Caria le miró con expresión triste-. Esa noche casi no estuve ahí y cruzamos algunas palabras sobre lo que te molestó...Sé que es muy tarde para preguntarlo pero, fuera de eso...¿Cómo te la pasaste?
Hizo un retroceso mental para recordar ese día exactamente. No era muy complicado ya que, como dijo Thanatos, fue el último en el que estuvo presente y fue cuando Eros se dio cuenta que sentía algo por él. Eso, sin contar con la humillación de Afrodita y la burla de Fobos.
-Ha sido como siempre. Halagos al principio y después se olvidan que existes. Nada nuevo.
Thanatos arqueó la ceja y se inclinó un poco hacia ella.
-¿A qué te refieres con eso de que "se olvidan que existes"? -Caria infló las mejillas. Cruzó sus tobillos y los dedos de sus manos jugaban entre sí.
-No he tenido cumpleaños especiales. A eso me refiero -concluyó para no prodigar en detalles-. Si somos realistas, no recuerdo algo que me haya hecho sentir plena y feliz -Mordió sus labios y los abrió lentamente-. A excepción de uno.
-¿Cuál? -preguntó curioso.
-Que tú me hayas deseado un feliz cumpleaños.
El corazón de Thanatos se suavizó aún más al escucharla.
¿Cómo algo tan insignificante podía hacerla tan feliz?
Jamás creyó que de todas sus celebraciones, un gesto de él haya sido el mejor.
Thanatos miró de nuevo a frente y enseguida se levantó. Caria lo siguió con la mirada hasta verlo frente a ella. Él le extendió la mano.
-No es la fecha correcta, pero tomémoslo como un detalle por tu cumpleaños.
Caria inquisitivamente a sus extremos y luego a él. Su estómago sintió un vuelco.
-¿Quieres que bailemos?
-¿Por qué no? Estamos vestidos así y hay música de fondo -sonrió de una manera que hizo temblar a Caria.
-No soy muy buena bailando.
-Hay muchas más personas bailando. No vamos a ser el centro de atención -Caria miró largamente su mano. Tragó saliva. No podía reaccionar-. No me voy a quitar hasta que aceptes.
Alzó la mirada, topándose con esas órbitas plateadas que la derrumbaban. Sus piernas temblaban bajo el vestido debido a la creciente euforia. Colocó su mano encima de la de él y se levantó. Thanatos la condujo cerca de la fuente. Con su mano derecha, tomó la de ella y la colocó sobre su hombro. Posteriormente, puso la suya sobre su cintura. Caria sentía que se deshacía. Qué afortunada que la máscara cubriera gran parte del sonrojo de sus pómulos. Thanatos comenzó a guiarla despacio, siguiendo el son de la música.
-No sabía que pudieras bailar.
-Lo hago pero nunca tuve con quien hacerlo.
"Sólo deseaba que fueras tú" pensó. Por fin ya no hablaba en voz alta.
El Sol ya se había ocultado. Las luces tomaron un brillo más especial.
Las emociones de Caria alimentaban su corazón. Su reflejo maquinal fue alejarse un poco del cuerpo de Thanatos para que no pudiera sentir su palpitar. Sin embargo, él no le permitió hacerlo.
-Lo siento.
-¿Quieres huir?
-N-No...pero no quiero arruinarlo.
-No lo harás. Confía en ti siempre, Caria.
La música de fondo había cambiado. Una mujer y un hombre, nuevamente tomaban participación en el micrófono. Esta vez, iban a ser interpretaciones en italiano. El canto del hombre comenzó a escucharse. Thanatos comprimió su risa.
-¿Qué ocurre?
-Esa canción me la sé -Confesó y esta vez no se sintió incómodo. Agachó la mirada y vio sus hermosos ojos. Ese antifaz lograba resaltarlos aún más pero no era lo mismo. Ocultaba su rostro. Se lo quitó con cuidado, sin quitarle la visa de encima. Su corazón pulsaba también por tenerla tan cerca-. ¿Quieres que la cante? -Caria rio.
-No lo harás, Than.
Thanatos se encontró envuelto en un aura de confianza y valor. Estaba embelesado de tenerla ahí, que lo único que no quería era separarse de ella.
Para él era también como si estuviera viviendo un sueño imposible.
Agachó su rostro y recargó su mejilla en la cabeza de Caria. Sus labios quedaron por encima de su oído. Ella podía escuchar su respiración agitada y sentir su aliento.
-Yo nací marcado con tu amor. Ya sentía tu respiración. Yo crecí soñando con tu piel -A Caria se le fue el aliento cuando lo escuchó. Era una canción susurrada; suave y que transmitía sentimientos. Miró hacia un costado y vio que Eros estaba cerca de los cantantes, observándola. Levantó el dedo pulgar en señal de triunfo y motivación. Había dado con una canción perfecta para ambos y que además, Thanatos la sabía-. Aprendí a amarte sin querer. Lo presentí, tú tenías que ser...Supe que te iba a conocer...
En la mente de Thanatos pasaron miles de imágenes del pasado. Cuando era más joven, tenía el presentimiento de que alguien muy especial aparecería en su destino. Años más tarde, se había enterado del nacimiento de Hades y Perséfone. Su vida empezó a cambiar cuando la conoció. Cuando se volvió su maestro. Cuando cruzaron palabras por primera vez. Cuando sus miradas se topaban por accidente.
"-Macaria...¿Estás poniéndome atención? -Thanatos estaba hablando desde hace un buen rato hasta que se percató de que Macaria estaba perdida en sus pensamientos.
-Lo...lo siento, estaba pensando en...algo.
-Lo que sea que estés pensando, será mejor que lo olvides y no vuelvas a distraerte. ¿De acuerdo?
Caria asintió. Trató de escucharlo cuando explicaba pero más temprano que tarde, volvió a viajar en su imaginación. Thanatos se percató enseguida y suspiró resignado. No era la primera vez que ocurría. Dejó el libro en la mesa y se sentó en la silla. Caria parpadeó de repente cuando lo vio sentarse frente a ella. Su rostro era irrompible. Serio. Frío.
-Macaria, ¿has puesto atención?
-Sí. Lo he hecho -respondió enseguida. Mintiendo. Thanatos arqueó una ceja y se acomodó en la silla.
-¿Podrías explicarme lo que te dije? -Caria se mordió los labios. Su expresión delató su ignorancia-. Desde hace semanas te noto así. Te distraes pensando y pensando. Ni siquiera un regaño de mi parte es suficiente para que entiendas.
-Perdón. No es apropósito -Se cohibió. Era inevitable.
-No te distraigas así o de lo contrario, tendré que ir con Hades para hablar sobre esto -Se levantó de la silla como si fuera a marcharse.
-¡No, por favor! -Caria, por levantarse rápido e impedir que se fuera, tropezó. Sus manos quedaron ancladas en el suelo.
Thanatos al verla, la tomó del brazo y la ayudó a levantarse.
-¿Estás bien? -sonó preocupado.
Caria levantó el rostro, topándose de cerca con el suyo. Nunca antes habían estado a una distancia tan corta. Sus ojos plateados resultaban mucho más claros. El sentimiento de soledad era más perceptible. Thanatos abrió más sus párpados. Jamás se había a atrevido a pensar siquiera que esos resplandecientes ojos azules eran los más hermosos que ha conocido. Se sintió hipnotizado por breves momentos".
-Y una noche al fin...la Luna s encendió. Te vi y fue mágico.
"Desde entonces, sus ojos se habían vuelto especiales para él. El espejo de su alma y su mayor debilidad. Aquel día fue suficiente para comenzar a perder la cordura.
Por asuntos de trabajo, tuvo que quedarse hasta tarde en los Elíseos. Al salir del despacho de Hades, caminó por los pasillos de mármol, alejándose. No tenía idea porqué pero alzó la cabeza y vio a Caria en uno de los balcones. Le sonreía a la nada.
¿Por qué le resultaba admirable algo tan irrelevante?
No. No era irrelevante. Su sonrisa lograba contagiarlo. Sonrió mientras la veía. Llegaba a preguntarse en que tanto pensaba. Qué la tenía tan ocupada. Qué era lo que le robaba esas sonrisas y esas miradas volátiles.
Caria se alejó del balcón, entrando al castillo. Thanatos creía imposible que volviera a verla así. A admirarla de esa manera, en silencio. Pero quería hacerlo.
Un año más tarde y ya la soñaba. Fue el mayor error inconsciente que pudo tener. Hypnos se dio cuenta de lo que comenzaba a sentir y fue persuadiéndolo para que dejara de sentir algo que no era su culpa. Era irónico. Entre más quería olvidar, más se enamoraba pero más desdichado se volvía.
Estaba desesperado. Quería gritar lo que sentía pero estaba atrapado entre un amor que nunca iba a poder ser. Sólo la música era capaz de desahogarlo.
Un día, Caria había descubierto que él solía tocar la lira en los jardines. Solo. Notó su soledad y tristeza con la melodía. Desde entonces, no ha podido dejar de analizarlo cada vez que lo ve. Entre más atención le presta, más nota en su mirada lo infeliz que era".
Thanatos cerró los ojos y sus sentimientos se hicieron más reales. La letra de la canción era perfecta con lo que sentía. Cantársela era la mejor de sus confesiones.
¿Podría Caria escuchar a través de sus palabras lo que en verdad sentía?
Apretó ligeramente su mano. Caria sintió que debía abrazarlo por alguna razón.
-Te llevo en mí por siempre. Fui hecho para ti...Yo te imaginaba, así...-Caria se estremecía más. Su garganta comenzaba a arder por la mezcla de emociones que transmitía-. Estabas dentro mío. Desde antes del amor, ya eras parte de mi corazón.
Caria mordió ambos labios y comenzó a llorar. Agachó su rostro para que no fuera capaz de ver su quebranto. Aun así, él no dejó de cantarle. Incluso la voz de Thanatos se escuchaba más frágil.
-Pensando en ti, mil noches pasé. El alma abrí, y te encontré. Eras tú. La única. La misma.
"Cuando ya estaba en la Tierra, Thanatos de vez en cuando soñaba y pensaba en Caria pero la intensidad ya no era la misma. Creía que ya la estaba olvidando y eso era bueno.
Dejando eso de lado y pensando ilusamente que su hora de descanso sería mejor, emprendió camino hacia su departamento. Ahí se encontró con la realidad golpeándole en la cara...
Ahí estaba Caria, sentada y abrazando sus piernas...enigmáticamente en tan escasa ropa.
Otro motivo más que evidente y que se negaba a considerar era la postura que tomó al quedar en shock. Verla removió algo en su interior que con tanto esfuerzo escondió durante tanto tiempo.
Cada vez que creía que la estaba olvidando, ahí aparecía. Real o fantasía, siempre era ella".
-Me desperté y mi sueño es realidad. Descubrí la felicidad...El destino, no podía fallar...-Aspiró el aroma de su cabello. La estrechó más a sí. Ahora, esperando que esa vez no fuera un sueño-. Hoy estás aquí y sé que no te irás...serás mi música.
Caria recargó su mejilla en Thanatos, resultó reconfortante poder llorar a su lado por la felicidad que le provocaba. Aunque fuera parte de una canción solamente, la hacía sentir muy afortunada y no deseaba que esa noche terminara. Quería estar toda la eternidad junto a él. Que le cantara. Que le profesara sus sentimientos mientras lo abrazaba...
Porque lo amaba y nunca podría amar así a alguien más.
"Tienes que dejarla ir" apareció entre sus pensamientos. Era lo mejor que podía hacer por ella aunque fuera lo que menos quisiera.
-Te llevo en mí por siempre. Fui hecho para ti...Yo te imaginaba así. Estabas dentro mío. Desde antes del amor...-Thanatos ya no se resistió más. Sus ojos ya estaban humedecidos y su voz le traicionaba-, ya eras parte de mi corazón.
Thanatos no pudo continuar. Sólo alcanzó a abrazarla mientras seguían bailando. Cuando terminó la canción, ambos se detuvieron.
Fuegos artificiales se dibujaban en el cielo. Los aplausos no se hicieron esperar ni mucho menos los besos entre las personas enamoradas.
Caria se limpió las lágrimas de los ojos antes de levantar el rostro. Ya no llevaba el antifaz y era más fácil que la vieran llorando. Vio a Thanatos. En tan sólo unos segundos, pudo ver que él no estaba bien.
¿Estaba llorando?
I love you / Te amo
I don't know what else to say / No sé qué más decir
'Cause long for you more each day /Porque te anhelo más cada día
No lo aseguró porque él no se lo permitió. Le dio la espalda. Su reacción, sus detalles...la hicieron pensar en lo que él sentía realmente y que ora vez no se atrevía a revelar.
-Debemos irnos.
-Aún faltan cosas...
-No, ya fue demasiado -suspiró amargamente-. Ya no puedo seguir ayudándote. Ya no debes permanecer más tiempo aquí.
Caria se llevó la mano al pecho.
-¿Qué? ¿Por qué me dices eso?
-Porque ya cumplí. Estuve todo el día contigo y desde hace tiempo he querido decírtelo. Ya no puedes estar aquí. Debes regresar a u hogar.
Sus palabras fueron duras, pero...¿por qué?
-¿Y Melínoe?
-Hypnos la buscará. Déjale el trabajo a él, como debió haber sido desde el principio.
Caria negó con firmeza. Sabía que había algo más. Podía sentirlo.
-No...¿por qué me dices esto ahora?
Thanatos la miró de reojo. Trató de mostrarse duro.
-Porque es lo mejor para todos. Ahora, vámonos -Fue lo único que dijo antes de que comenzara a irse.
Más tarde.
El Festival había terminado para ellos. Regresaron los disfraces y comenzó a llover. Tomaron rumbo al apartamento con rapidez, tratando de huir de la lluvia. Como no estaba muy lejos de ahí, prefirieron correr que refugiarse. Mientras lo hacían, Caria iba guardando en su corazón cada hermoso recuerdo de ese día. Sabía que quizás no iba a volver a ocurrir. Eros le había dado un maravilloso regalo pero, ¿habrá sido sólo producto de su poder? Él le había dicho que no pero había sido tan perfecto todo que resultaba imposible creerlo.
Se detuvo antes de subir los escalones que los conducían al apartamento. Thanatos, quien iba adelante, sintió que ella dejaba de avanzar. Se giró a sus espaldas y la vio de pie. Mirándolo.
I need you / Te necesito
I want to feel your embrace / Quiero sentir tu abrazo
And have a chance to touch your face / Y tener la oportunidad de tocar tu rostro
-Vayamos adentro. No te empapes más -dio media vuelta de nuevo.
"Has todo lo que no te atreverías a hacer si fuera otro momento"
El consejo de Eros tomó fuerza de nuevo en sus pensamientos. Su corazón palpitaba con tanta fuerza que hasta le dolía el pecho. Sus manos temblaban. Sus piernas podrían fallarle.
-Thanatos...¿qué sientes por mí?
La pregunta lo paralizó.
-¿Por qué preguntas eso?
-Porque quiero saberlo ahora -Tomó aire antes de proseguir. Ese nudo en la garganta estaba resurgiendo-. Dime porqué me alejas. Porqué entre más siento que me acerco a ti, más me rechazas.
Thanatos bajó algunos escalones hasta estar frente a ella.
-Ya hablamos de esto. No podemos...
-¡No me salgas con eso! -exclamó. Gracias a la lluvia, fue difícil notar cuáles eran sus lágrimas-. No puedes cantarme algo tan hermoso sin sentir nada. Nadie es capaz de transmitir con palabras sentimientos que no se tienen, y tú lo hiciste hace un momento-comenzó a sollozar al verse derrotada-. Ya me cansé de fingir todo el tiempo. Ya no puedo.
I was lost and alone / Estaba perdida y sola
But you showed me the way / Pero me mostraste el camino
Now I call you my own / Ahora te invito al mío
Things will never be the same / Las cosas nunca serán las mismas
-Caria, no provoques más dolor...-estuvo a puno de volver perder las fuerzas frente a ella, pero se limitó-. Irte, será lo mejor. Te lo dije y te lo repito, ya no puedo ayudarte. Ya no quiero verte. Ya no quiero estar cerca de ti.
Las últimas frases sonaron forzadas. Sus ojos estaban mintiendo otra vez. Él estaba fingiendo. Thanatos le dio la espalda. Ya no quería continuar con eso.
Caria ya no iba a seguir fingiendo algo que no sentía. No iba a permitir tampoco que él le mintiera. Había algo más oculto. Algo que quería saber y que no lograría sino era con valor.
"Has todo lo que no te atreverías a hacer si fuera otro momento".
-Than...
How could I've known? / ¿Cómo podría haber sabido?
You will hold me close so tenderly / Que me abrazarías tan tiernamente
Even though I'm alone / A pesar de que estoy sola
Thanatos cerró los ojos con fuerza. Caria estaba haciendo las cosas muy difícil. Abrió sus ojos y volteó por última vez. Ella se acercó a él, levantó los brazos y le tomó de la camisa. Fue acercándolo lentamente, él no puso fuerza alguna. De un solo movimiento. Se puso de puntillas. Sus labios se juntaron. Thanatos abrió por completo sus ojos con sorpresa. Caria tenía los ojos cerrados mientras lo besaba. Para él, era el primer beso que se daban.
Para ella, no.
Abrió sus ojos muy despacio y se fue separando de él. Thanatos estaba sorprendido. Ni siquiera se movía. No decía nada. Tampoco la había alejado. Sólo tenía las manos bajo sus brazos.
Colocó sus pies sobre el suelo por completo. Bajó la mirada con vergüenza y dolor, esperando su rechazo. Sus regaños y sus dolorosas palabras. Así permanecieron por un tiempo más que parecía infinito.
Thanatos apretó los puños y suavizó su semblante.
-Lo que acabas de hacer...ya no tiene marcha atrás.
Caria lo aceptaba con tristeza. Sus impulsos eran sus mayores errores.
-Lo siento. No debí hacerlo -Hizo gestos de sufrimiento. Thanatos le tomó el rostro con cuidado. Limpiando el agua de la lluvia con sus lágrimas.
-No te disculpes...porque me acabas de enseñar que hay que tener valor para confesar lo que uno siente -Lo que dijo fue espontáneo. Caria estaba confundida. Miró profundamente aquellos ojos plateados que brillaban ahora, para ella-. Tienes razón, no podría haber cantado para ti sino sentía nada de eso...Me he guardado mucho tiempo en el corazón lo que siento por ti. Mil veces soñé con esto, con una razón que me permitiera tomar valor para confesártelo -Sonrió levemente, sin desviar la mirada. Tomó la mano de Caria y la colocó sobre su pecho para que pudiera sentir cada latido de su corazón-. ¿Los sientes? Cada latido es por ti y desde esa primera vez que me perdí en esos ojos, no ha dejado de hacerlo -Posó su frente sobre la de Caria, rozando su nariz-. Nunca, en todos estos siglos, creí poder decir esto...pero agradezco al destino por darme la oportunidad de que tu existencia se encontrara con la mía.
I can feel your arms enfold in me / Puedo sentir tus brazos envolviéndome
And that love, became mine in just one night / Y ese amor, se volvió mío en solo una noche
When you held me tight / Cuando me tomaste con fuerza
It felt so right / Se sentía tan bien
Caria comenzó a llorar sin consuelo. No creía haber escuchado lo que le acababa de decir. Era perfecto. Mejor que sus sueños. Mejor que las películas y la obra que había presenciado. Era la realidad, la mejor de todas. Intentó esconder el rostro en el pecho mojado de Thanatos, más él no se lo permitió. Tomó su rostro con más delicadeza que antes. Le besó las mejillas empapadas, la frente, la nariz y por último, se detuvo en sus labios. Comenzaron a besarse con timidez, luego sus roces fueron más seguros e intensos, mezclándose más con la lluvia que no dejaba de caer.
Se separaron sólo un poco, ninguno tenía la intención de poner distancia. No ahora.
-Estoy enamorado de ti, Caria. Sólo de ti -La abrazó sin querer solarla jamás. Alguna que otra lágrima se la llevó el agua en silencio. Caria seguía llorando mientras correspondía a ese abrazo. Ahora sus labios eran los que estaban cerca de su oído.
-Y yo te amo desde hace mucho tiempo.
La confesión de ambos había sido larga, con un sube y baja de emociones. Ambos fingían. Los dos tenían miedo de revelar lo que sentían. Y ambos estaban enamorados y locos el uno por el otro.
I was lost and alone / Estaba perdida y sola
But you showed me the way / Pero me mostraste el camino
Now I call you my own / Ahora te invito al mío
Things will never be the same / Las cosas nunca serán las mismas
How could I've known? / ¿Cómo podría haber sabido?
You will hold me close so tenderly / Que me abrazarías tan tiernamente
Even though I'm alone / A pesar de que estoy sola
I can feel your arms enfold in me / Puedo sentir tus brazos envolviéndome
And that love, became mine in just one night / Y ese amor, se volvió mío en solo una noche
When you held me tight / Cuando me tomaste con fuerza
It felt so right / Se sentía tan bien
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1...
2...
3...
¡¡¡AHHHHHHHHHH!!! (Si escucharon mi grito por allá dondequiera que estén, fui yo xD)
¡Oh por todos los dioses!
¡Al fin! ¡Al fin el capítulo que todos estábamos esperando!
Debo confesar que fue más difícil de lo que creí. Para empezar, este capítulo especial de San Valentín atrasado xD, vale por dos...casi tres capítulos normales. Así que espero que lo hayan disfrutado en grande. Por consiguiente, tuve que tener una buena inspiración para crear un ambiente súper romántico y para ello, tuvo que ver maratones de películas. Escuchar la vieja lista de reproducción de mi biblioteca de canciones (en la cual estaba la canción que Thanatos le cantó a Caria :3...denle las gracias a mi "yo" de la preparatoria por ser tan cursi en ese tiempo y guardar esta canción).
Espero que con este súper capítulo, hayan logrado aclarar la mayoría de las dudas que tenían en el capítulo anterior (de no ser así, ya se irán aclarando). Y ahora sí, es momento de saber lo que piensan...Les dejo en el espacio libre para que me cuenten su experiencia al leer este capítulo...
...(Espacio libre, xD)
Preguntas adicionales:
1. ¿Qué piensas de que oculta Fobos? ¿O que es lo que quiere?
2. ¿Qué opinas del encuentro entre Garena y Ralen?
3. ¿Qué problemas consideras que se enfrenarán Thanatos y Caria en su relación?
Me alegra que muchos hayan llegado hasta aquí, en este capítulo súper esperado...
Lectores: ¿Y el lemon? ¿Y el romance cuerpo a cuerpo?
Yo: ¬_¬
Ahora, hablemos un poco sobre el siguiente capítulo...que es lo que también todos estamos esperando. Porque así...es en el siguiente capítulo. Que rápido van estos chicos xD.
La cuestión es, que muchos de ustedes me han estado pidiendo lemon súper ya...caso que me llevó como diez capítulos para lograrlo (no me maten) y he decidido colocarlo pero...quisiera preguntarles la intensidad.
Quienes hayan leído mi fic de "Destino Scarlatta" o "Sombra Calatía" sabrán que el lemon suele ser explícito pero sin rozar los límites de la perversión, es decir, que se vuelva incómodo de leer. Por otro lado, aunque parezca fácil, me es complicado explicar las escenas sexuales muy "superficialmente" o como "lime" pero si les pido su opinión es porque muchos tenemos gustos diferentes.
Sea cual sea el rumbo que tome el siguiente capítulo, será advertido en el inicio (+18).
Ahora, en el espacio asignado, favor de colocar "Yo" dependiendo el grado de lemon que desean o lime si es su gusto.
Lemon: Intenso
Lemon: Normal
Lime
Solo queda esperar unos días para sus respuestas mientras me preparo mentalmente para el capítulo xD.
Espero sus comentarios con mucha ansiedad!!!
Nos leemos muy pronto!!
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