Capítulo 13

Helada. Fría. Muerta.

Así se sentía Garena tras tres horas de la desaparición de Caria sin resultados aún. Con la cabeza hecha un tormento, era realmente difícil recordar a que lugares había ido a buscarla. Tenía miedo. Aunque apenas conociera a Caria, eso no significaba que no se sintiera mal por su desaparición y más aun sabiendo la razón. Si no fuera porque estaba segura que Caria era mayor de veinte años, pensaría que se trataba de una niña en un mundo transparente por la inocencia que la conformaba.

Maldición.

—Entonces, ¿la señorita se perdió hace más de tres horas, y ahora es cuando viene a reportar el incidente? —cuestionó el policía a cargo de reportar las desapariciones.

Garena puso los ojos en blanco debido a la frustración y ansiedad que sentía, además de que se consideraba estúpida y orgullosa por creer que podía encontrarla por su cuenta.

—Pensé que la encontraría yo misma —No se limitó demasiado a sus pensamientos.

El policía enarcó una ceja y siguió escribiendo en la computadora los datos informados por la chica.

—Rectifíqueme lo siguiente, ¿qué es de usted?

—Una...amiga —Cambio el término adecuado.

—¿Amiga? ¿Está segura?

—Claro, ¿por qué no habría de estarlo?

El oficial ignoró la pregunta de Garena y siguió con el reporte.

—Nombre completo.

—Garena Ruggerio Testa —El hombre resopló con notorio descontento.

—El de su amiga.

"Mil veces imbécil. ¡Reacciona Garena!" pensó.

—Lo siento. Estoy nerviosa. Es...es...Macaria...bueno, no recuerdo su apellido.

—¿Habla en serio? ¿Y su edad? —Garena se quedó muda. El policía frunció el ceño y se levantó de su lugar, postrando sus manos con firmeza—. ¿Eso es acaso una broma? ¿Es su amiga y no sabe la información sobre ella? No me haga perder el tiempo, hay personas que han desaparecido de verdad y tenemos que encontrar.

—No le estoy mintiendo, es sólo que no lo sé...

—Sin datos no puedo ayudarle. Cuando se los aprenda vuelve a venir, por el momento, sólo márchese.

Guardó silencio con una madurez sobrehumana. En ese momento comprendió que asistir a la policía sin conocer la información básica de Caria era un error. Sin poder hacer algo más en la comisaría, salió del lugar pensando en otra solución posible. Había sido muy orgullosa al pensar que podía resolverlo sola, era muy egoísta pues mientras ella intentaba saciar su ego, Caria estaba en problemas.

¿En serio era tan mala persona? ¿Todos esos comentarios superficiales estaban en lo correcto?

Se negaba a creerlo. Ella no era así y tenía que hacer lo correcto, lo que debía hacer desde un inicio.

—Sólo hay una persona que puede ayudarme...y que va a matarme —Se dijo así misma armándose de valor y yendo directamente hacia su casa.

Esperaba con todo su ser que no fuera demasiado tarde, de lo contrario, jamás se lo perdonaría.

Veinte minutos más tarde.

Thanatos no había salido ese día más que por un poco de fruta, después de eso, se encerró en el departamento. Se sentía mal. Culpable de haberle hablado a Caria de esa manera, de haber estado en el Inframundo jamás se habría atrevido y la excusa de que se sentía enojado y preocupado no era del todo válida. Sabía de antemano que debía disculparse a pesar de que se lo recalcó Garena.

¿Por qué se le encogía el estómago de sólo pensar en volver a verla?

¿Era cuestión de orgullo o pánico? De sólo pensar lo último era absurdo.

Completamente frustrado, se pasó los cabellos por detrás de la nuca y resopló frustrado. Fijó la vista en el reloj; eran casi las cuatro.

—¿Por qué Caria me complica todo? —Se preguntó ante un injusto comentario y después se tomó sus palabras con gracia—. Una joven mujer es capaz de hacerme dudar y orillarme a permanecer encerrado...Hypnos se burlaría de mí—Sonrió de sólo pensarlo. Posiblemente su hermano comenzaría con una reflexión impetuosa y reiría cuando todo haya perdido gracia.

"Acaba con esto Thanatos. Haz valer tu responsabilidad y luego aléjate" Imaginar lo que le diría Hypnos en ese momento le borró la naciente sonrisa del rostro.

Algo similar le dijo la última vez que lo visitó y eso fue hace dos años.

Hypnos no lo comprendía. Él esperaba que orientara a Macaria a descubrir su personificación de la manera correcta y al mismo tiempo limitarse en todos los sentidos. Su hermano podría hacerlo pero él no, hacerlo lo dejaría vulnerable.

—Nathan. ¿Estás ahí?

Thanatos agitó la cabeza y miró la puerta. Esa voz era de Garena y sonaba más aguda de lo normal. Se levantó del sofá y dudó en abrir al momento sin reconocer así mismo la razón de su demora.

—¿Vienes sola? —Preguntó son meditarlo.

Garena se mordió los labios. Quisiera o no, sí estaba sola.

—Sí...necesito hablar contigo.

Thanatos abrió la puerta y Garena sintió de nuevo esa sensación extraña e incómoda de escalofríos.

¿Cómo iba a decírselo? Ese hombre aparentaba ser tranquilo hasta antes de ayer.

¿Cuál sería su reacción?

—¿Qué ocurre? Luces pálida o es que te pasaste con el maquillaje.

Garena ni siquiera rio, no estaba de humor para hacerlo pero agradecía que él luciera relajado.

—Me alegro que ya estés de humor para hablar. Tengo que hablarte de Caria.

—Me imagino pero no tienes por qué hacerlo. He decidido que iría a hablar con ella.

Thanatos tomó una chaqueta que estaba colgada en el perchero y se la colocó.

—¿A-Ahora?

—Sí, he reflexionado las cosas y no debo esperar más tiempo.

—Perfecto —Ironizó e inhaló—. Escucha, de eso vengo a hablarte.

—Basta de sermones por ahora. ¿Dónde está? ¿Podrías decirle que deseo hablar con ella?

Garena se estaba poniendo colorada debido a la frustración que le forzaba a tener por no querer escucharla; ese era el momento perfecto para decirle la verdad sin temer por nada.

—No, no puedo.

—Entiendo, iré yo entonces —La chica puso una mano frente a él impidiéndole seguir avanzando. Thanatos enarcó una ceja, prestando mayor atención a Garena—. ¿Te sientes bien?

—No, no me siento bien y me sentiría mejor si me dejaras contarte sobre lo que ocurrió con Caria.

—¿Lo que ocurrió? —Cuestionó en una mezcla de preocupación y enfado. Llevó las manos al pecho y las cruzó, esperando que Garena tomará mayor participación ahora que ya le estaba poniendo atención—. ¿Qué está pasando?

Garena tomó aire. Sentía frío de nuevo por todo el cuerpo cuando la mirada grisácea de Thanatos se clavó en ella. Ese tipo si que intimidaba cuando quería.

—Para no hacerte el cuento tan largo, Caria...desapareció.

Thanatos se inmutó ante la última palabra. No tenía idea de cuánto tiempo permaneció inerte hasta que recobró la movilidad y la aceleración del corazón.

—¿Cómo que...desapareció? Explícate —Intentaba ser racional y no dejarse llevar por el impulso que crecía poco a poco.

—Estábamos en el centro y sólo entré a la biblioteca por un libro. Me tardé sólo cinco minutos, incluso menos y ella ya no estaba afuera. Unas personas que la vieron me dijeron que una mujer se acercó a ella y luego se fueron juntas en un automóvil.

Sus reflejos fueron muy buenos, logró agacharse y hacerse a un lado al mismo momento en que Thanatos arrojó el perchero hacia la pared.

Estaba furioso.

Muy furioso.

—¡Por un demonio! ¡Sólo te pedí una cosa...¿y no sabes hacerla?! —Apretó los puños con fuerza para evitar lanzar contra el aire a la misma Garena—. ¿A qué hora fue eso? —Una pregunta ácida.

Garena relamió los labios.

—Más o menos...cuatro horas.

Los ojos de Thanatos ardían de rabia. Deseaba zarandear a la chica hasta que esta se desvaneciera como el mismo polvo.

—¡¿Y por qué carajo no me lo dijiste antes?!

—Porqué creí que podía solucionarlo yo misma...me equivoqué, lo siento —Dijo realmente arrepentida—. Fui a la estación de policía pero no tenía datos suficientes de ella para denunciar a la empresa por engaño y posible secuestro.

—¿Y ahora qué tiene que ver la empresa de la que hablas? —Exigió saber con notoria confusión.

Garena inhaló.

—Según los rumores, ha estado rondando una empresa de entretenimiento para adultos que recluta chicas a base de engaños y según lo que me dijeron las mujeres que vieron a Caria, ellos se la llevaron.

Thanatos frunció el ceño mientras sentía un frío recorrerle desde el estómago hasta la cabeza y los pies.

—¿Entretenimiento...para adultos?

Estaba en shock y ella lo entendía pero estaba haciendo más difícil la situación. Volvió a tomar aire y trató de sonar sutil para explicarle exactamente a qué se refería.

—Sí...revistas o películas...en poca ropa...por favor, sabes de qué estoy hablando.

Y lo sabía pero no quería creerlo. Empezó a ponerse pálido por la situación. Su mente comenzó a jugarle de doble manera al crearse imágenes de la hija del Inframundo en poses y en poca ropa...y temía más que no llevara nada.

La rabia que sintió hace algunos momentos desapareció dejando en su lugar al miedo y la vergüenza por imaginarse la realidad.

Hades ya no lo iba a desterrar de la Tierra también, él lo iba a exterminar.

***

Caria estaba sentada frente a una mesa redonda en silencio. Había sido un día demasiado largo con tantas emociones atoradas en la garganta y el pecho. No sabía si llorar o culparse todo el tiempo por haber aceptado irse con desconocidos que le ocultaron realmente la situación. Tal parecía que la búsqueda de su hermana iba a ser más larga y difícil de lo que pensaba.

—Aquí tienes pequeña, una taza de té para que entres en calor —dijo una mujer quien colocaba la taza frente a ella. Caria agradeció con un gesto con la cabeza y agachó la mirada, vio el color claro del té y aspiró el delicado aroma de este antes de tomar la taza contra sus manos; era sensación tan sencilla era re confortable—. Entiendo cómo debes sentirte y que no tengas deseos de hablar de ello pero sería lo mejor para desahogarte y evitar culpas.

—No puedo evitarlo —dijo por fin después de un buen rato en silencio—. Si no hubiera accedido a ir, si hubiera ignorado a la mujer...no estaría aquí tomando el té con la mente hecha nudos.

La mujer se sentó por un momento frente a ella.

—Sé que apenas nos conocemos pero me gustaría saber realmente a quien estabas buscando y porqué en ese lugar.

Caria no hizo ningún gesto, ni siquiera dijo nada, al menos por unos momentos.

—Buscaba a mi hermana. Esas personas me dijeron que había alguien muy parecida a mí trabajando para ellos, pero era mentira y yo les creí tontamente —Su voz se entrecortaba poco a poco ante el recuerdo de Melínoe y lo acontecido recientemente.

FLASHBACK

Caria estaba en el coche que la llevaría a la sesión de fotos que le habían dicho. Cuando bajaron frente a una casa enorme de acabados toscanos. Los dos sujetos y la mujer que la convenció a ir, comenzaron a caminar hacia la entrada. Caria no podía avanzar, aunque tenía una razón para estar ahí, algo en el pecho le impedía seguir avanzando.

—¿Qué ocurre? —preguntó la mujer cuando se percató de su inseguridad.

—Creo que no debí venir, Garena debe estar preocupada.

—Tu amiga...ella estará bien, no tardaremos. Lo he dicho, sólo serán unas fotografías, te doy tu dinero y te devuelvo al centro.

—¿Hay algún problema? —Se acercó uno de los hombres a intervenir.

—Dice que desea regresar pero le estoy convenciendo de que continúe —respondió Felicia.

—Ella tiene razón —se dirigió a Caria—, sólo serán un par de minutos, además, ya estamos aquí. No estarás sola, adentro hay más chicas que han venido por la misma razón y de hecho, hay alguien que se parece mucho a ti.

Aunque las palabras eran vacías, Caria descubrió un significado. Tomó interés de nuevo y miró largamente al hombre.

—¿Hay alguien parecida a mí?

Al notar que Caria se había interesado es esa particularidad, decidieron continuar incentivando su curiosidad aun arriesgándose a que pudieran equivocarse.

—Sí, se parece mucho. El mismo cabello negro, los mismos ojos —Añadió la mujer.

"Melínoe" Pensó Caria en un impulso.

—¿Conoces a alguien así?

Caria no respondió y ya no era necesario.

—Te llevaré con ella, quizás sea a quien conoces. Sígueme.

Felicia dirigió a Caria dentro de la casa. Tenía acabados grises y rojos además de aparentar tener demasiadas habitaciones. Al poco tiempo, Caria sintió mayor calma cuando vio a varias chicas caminando por los pasillos. Eran al menos diez y lucían tranquilas y cómodas lo que disminuía alerta de peligro.

Quizás se había sobrepasado con su instinto.

Sin embargo, aún no veía a Melínoe o a la chica que le mencionaron.

—Son más chicas de las que creía.

—Te lo dije, no tienes de qué preocuparte. Haremos rápido la sesión y todas se marcharán —La mujer abrió la puerta de una de las habitaciones e invitó a Caria a pasar. Una vez que lo hizo, cerró la puerta y se acercó a un gabinete de madera —Ponte cómoda, en unos minutos vendrá Renata para que te ayude a prepararte.

—Pero...me ibas a llevar con la chica que se parece a mí.

—Ah, cierto pero primero espera aquí. Debo ir a buscarla, quizás ya le hayan tomado fotografías o esté preparándose también. Renata llegará enseguida —Recalcó antes de salir. Cerró la puerta con llave.

—Espero que no arruine las cosas, con ella está completo el módulo —dijo uno de sus compañeros. Felicia suspiró amargamente.

—Todo saldrá bien. Le avisaré a Renata que venga a hacer tiempo y la prepare. Será mejor que hagamos la sesión con ella en una hora y dejemos a las demás para después.

Minutos más tarde...

Caria miraba con detenimiento el espejo el cual era más grande que el resto de las cosas y es que había que dejar en claro que la habitación era muy pequeña, sólo contaba con dos estanterías, una silla y un taburete. Mientras analizaba no dejaba de pensar en su hermana, en no haber avisado a Garena de dónde iría...y en Thanatos a quien seguramente ni le importaría.

Se sentó en la silla y en seguida se escuchó que alguien abría la puerta; esta estaba atrancada.

"Me encerró" Pensó a la vez que volvía a levantarse y sus nervios renacían poco a poco.

Una mujer bajita, madura y con un lunar sobre la mejilla entró a la habitación mirando a Caria sin gesto alguno.

—Eres más linda que las demás —comentó mientras cerraba la puerta—,y también la más callada.

Caria no tenía idea de qué responder ante eso pero supo que la mujer analizaba perfectamente y con gran rapidez a los demás.

—¿Tú eres Renata?

—Sí, un gusto —dijo indiferente. — Me han dicho que saldrás a las luces en media hora, así que debemos prepararte.

Caria asintió pero no comprendía a qué se refería con "saldrás a las luces", sorprendiéndose sobre todo por la velocidad del proceso.

—Me habían dicho que sería rápido pero jamás pensé que tanto —comentó la chica tratando de cambiar el ambiente. Renata no se dejó llevar por el ánimo de Caria.

—Esto es rápido siempre y cuando la modelo ponga de su parte, si te pones a hablar sin sentido será más tardado. Siéntate y átate el cabello.

La sequedad de Renata era latente, Caria obedeció sin chistar. La mujer colocó un estuche sobre el tocador y lo abrió para tomar un recipiente redondo y una brocha que Caria confundió con un pincel. Observó como la mujer empolvaba la brocha y se acercaba a su rostro.

—¿Qué es eso? —la sutil pregunta pareció molestar a la mujer.

—Debes desconocerlo, tu piel se ve tan delicada y virgen como para haberle puesto maquillaje.

—¿Maquillaje? ¿Para qué?

—Para quitarle brillo a tu cara —No se tomó la molestia de seguirle explicando y pasó la brocha sobre el rostro de Caria sin tener cuidado. Ella estornudó y Renata miró al cielo con fastidio—. Te dije que saldrías en media hora y todavía falta ponerle polvo al cuerpo.

—¿Al cuerpo? No entiendo —se cubrió la nariz con la mano. Renata puso una mano sobre su cintura y entrecerró los ojos.

—Eres nueva en esto, ¿verdad? —suspiró—. Ni siquiera se toman el interés de conseguir chicas profesionales para que esto sea más rápido. Ni siquiera sé por qué has aceptado venir.

—Me dijeron que me pagarían por tomarme unas fotografías y modelar, además estoy buscando a mi hermana. Se parece mucho a mí pero es más joven y de cabellos rizados. Ellos me dijeron que podría estar aquí.

—¿Les has dicho que buscabas a tu hermana?

—Ehm, no realmente. Sólo me dijeron que había alguien muy parecida a mí aquí y yo pensé que se trataba de ella.

—Pues no hay ninguna chica que se parezca a ti ni mucho menos como la describes. Al parecer te han mentido y tú has caído fácilmente...en cuanto al pago, claro que lo harán pero una vez que tengan el material.

Caria estaba decepcionada.

¿En verdad le habían mentido y ella les creyó tan fácilmente?

¿En qué más le habrán mentido?

—Conozco a alguien que ha modelado ropa...¿Qué voy a modelar yo?

Renata pudo haber guardado silencio e ignorarla pero era más impulsiva de lo que Caria pensaba. La mujer sacó un atuendo que le habían entregado antes de ir con ella y se lo mostró a Caria.

—Me dieron esto para ti, te quedará bien porque combinan con tus ojos.

Al ver muy bien lo que Renata le mostraba, Caria se sintió como una ingenua. Eran dos piezas de ropa y se daba una idea de cómo se usaba por la ropa que le había prestado Garena para dormir pero esto cubría mucho menos y no sabía ni cómo llamarlo. Sólo constaba de hilos algo gruesos de tono turquesa unidos a unos pequeños recuadros que no alcanzaban a cubrir los pechos ni la parte inferior.

—¿Tendré....que usar eso? —intentó no sonar alarmada.

—Sólo en algunas fotos, luego te lo quitarás.

Eso fue más aterrador que lo que veía y esta vez no se molestó en ocultar su impresión.

—¿Qué? ¡No!

—¿No? Si para eso has venido.

—No es así...a mí no me dijeron eso, yo no voy a hacerlo.

—No me hagas perder el tiempo que para eso me pagan, si tú has venido aquí es por dinero así que no te hagas la inocente y deja los dramas para después.

—¿Qué son esos gritos? —preguntó Felicia entrando sin tocar con anticipación.

—Ella dice que no se pondrá la lencería —se cruzó de brazos—. Ni siquiera sabe qué hacer.

Felicia rodó los ojos y le clavó la mirada a Caria, a pesar de estar exasperada, se esforzaba por mantenerse serena.

—¿Es cierto?

—Sí, es cierto...no voy a hacerlo porque me han mentido. No hay nadie parecida a mí en este lugar y no me dijiste que tenía que ponerme esto —le reclamó con firmeza.

—¿Y quién te dijo que te mentimos? —Caria miró a Renata y Felicia le clavó la peor de las miradas—. Renata no tiene idea de lo que habla, ella no es consciente de todas las cosas ni de las personas que pasan por aquí. Esa chica está terminando su sesión en estos momentos. Cámbiate y te llevaré con ella.

—No lo haré. No me pondré eso y no me obligarán.

—¿Sabes qué? Ya me colmaste la paciencia, si viniste aquí fue porque deseabas recibir dinero y eso es lo que va a suceder pero antes vas a cumplir con el acuerdo. Te daré tres minutos para que te quites la ropa y te pongas la lencería o de lo contrario, traeré a alguien que lo haga en tu lugar.

Felicia tomó del brazo a Renata y ambas salieron de la habitación trancando la puerta. Caria estaba angustiada y desesperada.

¿En qué se había metido?

La tenían encerrada y para colmo, querían que hiciera algo de lo que ella no quería y no tenía idea de que ocurriera. Se llevó las manos a la cara con impaciencia, raspándole el anillo sobre la nariz. Extendió su mano para analizar la joya y tuvo una esperanza. Podía salir de allí sin problemas, escapando de su actual destino pero para ello necesitaba recordar muy bien las palabras que le mencionó Hécate y al mismo tiempo recordar un lugar en la Tierra al que deseara aparecer.

Mientras tanto afuera, Felicia abofeteó a Renata con ira. La mujer quiso defenderse y regresarle el golpe pero eso sería demasiado arriesgado para su trabajo.

—¿Por qué te metes en asuntos que no te importan? Estuviste a punto de arriesgarlo todo.

—¿Y por qué consiguen chiquillas ignorantes y sin experiencia? Es más difícil manejarlas.

—No seas idiota, es lo más fácil de controlar siempre y cuando sueltes la lengua —Tomó aire—. Era la última chica que pudimos conseguir, bien sabes que si no completamos la carpeta de chicas, no recibimos nuestro dinero y por lo tanto, tú te quedas sin comer.

—Pues yo no lo sabía. Empezó a hablar de su hermana y que ustedes le habían dicho que estaba aquí.

—Eso ya no importa. Ahora dedícate a empolvarla rápidamente para tomarle las fotografías y que se vaya —Giró la perilla de la puerta—. Niña, espero que ya estés...—Al abrir por completo se dio cuenta de que ya no estaba Caria. Era imposible pero real—. Pero...¡¿Cómo?! ¡¿Se ha escapado?!

Tanto Felicia como Renata no daban explicación a lo que sucedía. Caria no estaba en la habitación y no había manera de escaparse si no era por la puerta ya que era una habitación completamente cerrada.

Caria por otro lado con las rodillas sobre el empedrado. Utilizó la transición divina gracias al anillo y apareció en otra parte de Italia. Levantó el rostro asegurándose que había escapado. Su corazón sintió paz al darse cuenta que lo logró pero volvió a angustiarse porque no recordaba dónde estaba. Al calmarse, rememoró que estaba cerca del centro de la ciudad pero sus nervios y la euforia no la dejaban concentrarse para encontrar el camino a casa de Garena o a la biblioteca de su abuela.

—Oye, ¿qué haces? —la pregunta dejó congelada a Caria. Era una mujer y se quedó pasmada creyendo que se trataba de Felicia o de Renata. Estuvo a punto de correr—Niña...¿te encuentras bien? —La mujer se agachó a ver y auxiliar a Caria pero esta se rehusó en un inicio.

—Déjeme, por favor.

—Tranquila, no te haré daño —Ella tomó del brazo a Caria y la ayudó a levantarse. Caria mantuvo distancia con la mujer—. ¿Estás huyendo de alguien?

—No —respondió enseguida, queriendo irse de allí pero sin saber a dónde.

—No te ves muy bien, ¿por qué no me acompañas a tomar un poco de té? Con eso te relajarás —Caria negó rotundamente. Estaba escapando de unos desconocidos como para escapar de unos nuevos. Ya no estaba confiando en nadie. Garena tenía razón—. De verdad que no quiero hacerte nada, mira, hay una cafetería a unos cuantos metros. Ahí hay muchas personas, quizás así te sientas más tranquila.

Quizás pero no estaba segura. Caria estaba en dudas y sólo quería encontrarse con Garena o con Thanatos, eso la calmaría por completo después de ese choque de emociones.

FIN FLASHBACK

La mujer suspiró abatida y frustrada ante lo poco que le contó Caria sobre lo que le pasó. Era increíble que cosas así pasaran en un lugar tan tranquilo, lo que más le molestaba era que esos sujetos aún siguieran haciendo esas cosas y que las personas lo permitieran.

—¿Por qué no pones una demanda contra ellos? Podrías ayudar a muchas chicas que pasan por lo mismo que tú pasaste.

Lo haría si supiera cómo hacerlo y si conociera el significado.

—No le deseo lo que me pasó a nadie. Sé que es mínimo lo que me pasó porque no ocurrió nada grave pero no me esperé esto.

—Lo entiendo y no deberías culparte de nada.

—Sí lo hago, por ser tan ingenua y confiar en todas las personas que se me acercan —La mujer sonrió de lado entendiendo la postura de Caria, sin embargo ella analizó el detalle de sus palabras—. Lo siento, o quise decirlo así.

—No te preocupes, entiendo cómo debes sentirte y está bien que desconfíes de los demás. Hay tantas personas malas en el mundo, pequeña. Debes ser más precavida de ahora en adelante. Por otro lado, espero que tu hermana se encuentre bien.

—Gracias...eso espero yo también —En verdad esperaba eso y que lo que le había dicho Felicia no haya sido verdad. Que Melínoe estuviera en ese horrible lugar y que ella no lo haya comprobado por su cobardía.

—Pequeña, ¿cómo fue que escapaste de ese lugar?

—La puerta...la dejaron abierta y salí cuando estaban distraídos —Mintió con justa razón.

¿Cómo decirle la verdad?

—Bueno, me alegro que nada malo te haya ocurrido. Por ahora, ¿ya sabes a dónde ir?

Caria ya tenía la mente más despejada y reconocía un poco el lugar en donde se encontraba; era por donde habían caminado Garena y ella por la mañana.

—Un poco —Miró al cielo—. Ya debería irme, está oscureciendo.

—¿Deseas que te acompañe?

—No, muchas gracias. Será mejor caminar y así recordaré a dónde voy. Quizás me encuentre con alguien que conozco en el camino.

***

Thanatos y Garena habían salido del departamento hace algunos minutos. El silencio era sepulcral pero la tensión se sentía a cada latido. Garena sabía bien que estaba al lado de un hombre que guardaba su furia para no explotar como era debido, los gritos en el departamento y las reprimendas serían "nada" ahora. Thanatos no dejaba de mirar hacia enfrente con los puños bien apretados. Trataba de buscar la presencia de Caria por los alrededores con un poco de sus poderes. No sentía nada y eso era peor. Caria estaba en problemas y no sabía cómo ayudarla si no tenía idea de dónde estaba. Sus poderes ya no funcionaban como antes, ni siquiera los había usado en dos años, al menos no que recordara.

—La vamos a encontrar, no se saldrán con la suya aquellos que le han hecho esto —dijo Garena aligerando el ambiente. Thanatos la observó de reojo y se detuvo en seco.

Garena lamentó haber abierto la boca.

—Por supuesto que van a sufrir graves consecuencias todos aquellos que le han hecho daño —Se puso al frente suyo y le tomó con presión de los brazos—Empezando por ti.

—Oye, eso me está doliendo.

—¿Tú crees? Esto es nada a comparación con lo que haré si le pasa algo malo a Caria —Su voz sonaba tan sombría que Garena por primera vez temió ante las posibles torturas que se estaba imaginando aquel hombre alto—. Tu alma será mía, y lamentarás haberme desobedecido.

—¿Eh?

—Garena —Garena y Thanatos miraron hacia el mismo lado del que provenía la voz. Al ver de quien se trataba, Thanatos soltó a la chica y quedó estático.

Garena suspiró aliviada y sentía que sus ojos se humedecían. Era Caria y lucía bien. Corrió hacia ella y le tomó de las manos.

—¡Caria! ¡Te estábamos buscando! —Tomó aire—. Nunca creí decir esto pero gracias al cielo que estás bien —dijo Garena sintiendo un nudo en la garganta—. Por favor, dime que no te fuiste con esos sujetos y que no te hicieron nada.

La leve sonrisa de Caria desapareció e inhaló antes de responder.

—No me hicieron nada pero sí me llevaron con ellos, por mi voluntad.

Thanatos alzó las cejas, Caria intentaba no mirarlo o rompería en llanto.

—¿Por voluntad? ¡Una mierda! Te engañaron, tú no pudiste haber accedido tan fácil —La miró con detenimiento y recordó todo lo que pasó desde el día anterior que la conoció hasta ahora y lo inocente que se mostraba Caria—. Bueno, tal vez me equivoque.

—Tenías razón Garena, no debí confiar tan fácilmente en alguien. Hacerlo casi me cuesta caro.

Garena asintió porque había tenido razón pero Caria lo experimentó de una mala manera, sin embargo, agradecía enteramente que estuviera bien, además de que así, no sufriría las consecuencias a manos de un hombre furioso.

—Macaria, tengo que hablar contigo —Ella asintió y se acercó a él.

Caria sintió frío al escuchar la voz de Thanatos llamarle, aunque le había costado trabajo ignorarlo, estaba interesada en saber por qué estaba con Garena en la calle.

¿En serio la estaba buscando?

Eso la pondría feliz pero no quería hacerse falsas ilusiones.

Ya no más.

—¿Si? —Thanatos negó.

—Arriba.

Su corazón se detuvo un momento y volvió a asentir antes de seguir a Thanatos. Sabía que iba a ser reprendida por lo que hizo y porque él también se lo advirtió. Se metía en más líos de los que podría cometer en el Inframundo o en los Elíseos. La presencia de Garena no la estaba ayudando.

Llegaron al departamento de Thanatos y este le indicó con la mano a Garena que esperara afuera. Ella asintió y retrocedió algunos pasos. Al cerrar la puerta, Caria volvió a sentir una lluvia de emociones en su interior. Estar sola con él en la oscuridad no era tampoco de mucha ayuda.

—Sé lo que me vas a decir y...lo siento. Tú también tenías razón —Mantenía la cabeza gacha por la vergüenza. Thanatos le tenía bien clavada la mirada—. Me metí en problemas al segundo día de estar aquí, no fue a propósito pero yo quería adaptarme a este lugar. Quería comprar algunas cosas pero Garena me dijo que no podía hacerlo dándole oro a las personas, así que mientras yo esperaba a Garena afuera de la biblioteca, una mujer se acercó a mí y me dijo que me pagaría sí yo modelaba pero nunca pensé que...

Caria no pudo seguir explicando la situación porque el aliento se le había terminado con un simple y rápido movimiento. Sus ojos se volvieron expresivos y no tenía control de sus propios movimientos. Tenía los brazos de Thanatos rodeando su cuello y espalda. Su cuello estaba pegado al suyo y sentía su aliento sobre su nuca.

La estaba abrazando y ella se desarmó tan fácilmente.

¿Era otro sueño, o es que utilizó el disfraz de Alessandra sin pretenderlo?

—Perdóname, no debí dejarte sola en un lugar que desconoces. Si alguien tiene la culpa, soy yo —Sus palabras casi la hacen llorar. Eran tan sutiles. Combinadas con aquel hermoso abrazo, provocaban una sensación maravillosa que sólo había sentido hace dos años cuando salió con él siendo alguien más

"Thanatos...este abrazo...¿Te hará recordar aquel día en que nos besamos? ¿Mi presencia hace que tu corazón lata de la misma manera que el mío?" Pensaba con ilusión.

—Thanatos...

—No volverá a suceder —dijo mientras se deshacía de aquel abrazo y volvía a mirar a Caria.

Maldición, sus ojos eran aún más hermosos en la noche con la tenue luz de la luna que atravesaba por las ventanas.

Por la mañana cambiaría las cortinas.

—¿Eso significa que ya no me dirás que vuelva a los Elíseos?

Thanatos rodó los ojos.

—Mi postura ante eso será la misma hoy y mañana, a lo que me refiero es que mientras estés aquí, no te volveré a dejar sola.

Caria sonrió, esperaba que no tuviera las mejillas rojizas.

—¿Ya no estás enojado?

—No por ahora.

—¿En serio estarás conmigo mientras yo esté aquí? —No podía creérselo aún.

—Sí. Aunque Hades me haya desterrado, mi deber será protegerte, por lo menos dónde pueda hacerlo.

—¿Y me ayudarás a buscar a Melínoe?

—Eso lo hablaremos mañana. Será mejor que descanses, prepararé la cama.

—¿La...qué?

Thanatos casi se cae de vergüenza, debió haber pensado mejor en sus palabras o pensaría que tiene otras intenciones.

—Después de lo ocurrido hoy y en vista de que no puedo confiar en nadie más para tu protección, considero que deberías quedarte en el departamento. Yo dormiré en el sofá y estaré al pendiente de cualquier cosa. Al menos que prefieras quedarte con Garena por comodidad.

No era que no se sintiera cómoda con él pero es que su presencia alteraba todo su ser. Dormir en el mismo lugar le provocaría insomnio y una ansiedad interminable, estarían a pocos metros de distancia.

—Es...está bien, me quedaré aquí pero yo puedo dormir en el sofá. La cama es tuya.

—No podré permitir que duermas aquí, de verdad, dormirás en la cama. Por la mañana hablaremos sobre lo que pasará.

Garena sonrió mientras esperaba afuera. No había gritos y nadie salía a pedirle que se marchara. Además, con lo que pasó, dudaba que él confiara de nuevo en ella, sólo esperaba que no le impidiera hablar con ella por la mañana, y si lo hacía, no le importaría. Sin embargo, por el momento sabía que Caria estaría a salvo.

¿Y cómo no?

Después de lo que había visto y cómo le había hablado, contando también cómo se puso ella cuando lo vio la noche anterior y cómo hablaba de él, estaba segura que existía algo más entre ellos. Algo que incluso ni ellos mismos se atrevían a confesar.

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Hola!!!!

¡He revivido! Cuánto tiempo sin actualizar, la verdad es que ya esperaba hacerlo pero tuve demasiados inconvenientes durante muchas semanas, principalmente por la Universidad (creo que ya no les sorprende) y es que apenas acabé otro semestre, es por eso que he tenido tiempo de escribir.

Además, en Noviembre pasé por un doloroso momento ante la pérdida de alguien que quise mucho y que estuvo mucho tiempo conmigo L.

Por otro lado y para evitar recuerdos tristes, vamos a ver más actualizaciones en las historias que tengo pendientes.

El día de hoy es esta (porque he leído sus comentarios y me la han pedido muchoJ) y en la semana será la de "Destino Scarlatta" que también tengo pendiente.

Debo agradecerles a las personitas hermosas que me han mandado comentarios diciéndome que les ha gustado tanto la historia de "Abrázame hasta la muerte" como esta, estoy muy feliz de que sea de su agrado.

También quiero comentarles que durante estas últimas dos semanas no he dejado de pensar en esta parejita de Caria y Thanatos y en otra que me emociona mucho pero que aún no es momento de sacar a la luz.

¿Saben de quién se trata? Esto ya se los había comentado al final del capítulo pasado.

Bueno, para no hacer esto tan largo, me despido por el momento pero continuaré escribiendo mientras estoy de vacaciones.

¿Les ha gustado el capítulo?

¿Qué añadirían?

¿Tienen alguna duda o curiosidad?

Es momento de responder a sus dudas, preguntas y curiosidades ;).

No olvides comentar y votar por si te ha gustado el capítulo.

Nos vemos pronto!!

Abrazos y besos!!

PD: Iba a actualizar temprano pero hoy fue mi cumpleaños ;).

Gracias por todo!!

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