Capítulo 3
-Gracias a Dios. Jotaro finalmente salió de su celda.
-Eres tan molesta, mujer.
-Bueno.
-¡Oye... !
-Hey. - le di un golpe tras la cabeza a Jotaro quien aprieta los dientes -Deja de hablarle así.
-Tsk... cállate.
El abuelo se enoja por segunda vez pero volví a darle un golpe a Jotaro quien volvió a chasquear la lengua.
-Hm.
Me crucé de brazos y me acomodé a mi silla mientras el señor Joestar sermomea a Jotaro y a Seiko-San.
-Abuelo, dime una cosa. Hay algo que no entiendo ¿Por qué sabes de mi espíritu maligno? Es decir, mi Stand. No entiendo.
-Claro. Por eso vine desde Nueva York. Pero para explicarlo, debo empezar desde el principio. Esto tiene que ver con la familia Joestar...
El abuelo de Jotaro fija su mirada en mi, yo mantuve la mía y él decide hablarme.
-¿Cuál es tu nombre?
-______.... ______ Rising.
-Lo suponía... - se cruza de brazos pero yo arqueé una ceja -Tú... controlas el Hamon ¿No es así?
Las miradas pasan a mi, Jotaro estaba sorprendido igual que el señor Avdol. Yo asentí.
-Sí... pero a pesar de saber mucho sobre eso... no puedo entender sobre los Stands.
-Ahora lo harás. Primero, miren estas fotos.
El señor Joestar coloca unas fotos en la mesa, de un barco y las de un ataúd. Jotaro pregunta por esto y él explica que se trata de un ataud de más de cien años, sacado del océano Atlántico.
-Lo investigué y descubrí que iba en el barco donde mi abuelo, tu tatarabuelo Jonathan Joestar, y el tatarabuelo de ______, Callum Rising, fueron asesinados.
Presté más atención que antes al escuchar aquello... ciertamente... conocía la historia. Cuando mi madre me enseñó sobre el Hamon, me lo había dicho, pero siento que no me ha dicho todo... Además, por nuestros antepasados, es que somos cercanos a la familia Joestar... siempre hemos sido familias amigas.
-Aparentemente, estaba vacío cuando lo abrieron. Pero yo sé quién estaba adentro. Avdol y yo lo estamos buscando.
-¿"Quién"? Espera. Haces que suene como que es una persona.
-¿Cómo alguien podría pasar cien años en el fondo del océano? - terminé la pregunta de Jotaro al tener la misma duda.
-¡Él es pura maldad! Su nombre es DIO. Se despertó tras estar dormido un siglo y nuestro destino es combatirlo.
DIO... así que mamá decidió omitir el detalle de que él está vivo, pero ¿cómo?
Jotaro resopla dando la vuelta su rostro y su abuelo lo regaña para que no actuase como si eso no tuviera nada que ver con él, pero era más bien porque no sabía que decir ante la historia. Sabía que no la creía.
-Y, viejo, ¿esperas que me crea esa ridícula historia?
-¿Es menos creíble que la existencia de nuestros espíritus malignos?
-Tiene un punto. - Jotaro me mira - Yo creo en esta "ridícula historia".
-______...
-Exacto. Tendrás que creernos pronto. Lo harás cuando sepas cómo conozco a DIO y porqué debo encontrarlo. Lo harás cuando escuches la razón.
Avdol le deja una cámara en la mano y el señor Joestar procede a destruirla con su propio espíritu maligno. No entendí. La foto sale aún así y al parecer ha sacado algo. El señor Joestar menciona que su Stand le permite revelar fotos de visiones lejanas.
Entonces el abuelo revela que Jotaro y su madre, además de todos los descendientes de la familia Joestar, tienen una estrella tras el cuello, como una marca de nacimiento. Era verdad, yo la he visto ya que... pasé mucho tiempo con Jotaro.
Jotaro le arrebata la fotografía de las manos de su abuelo para verla ya, entonces me asomé y vi la misma estrella en el mismo lugar del cuerpo de un hombre rubio pero el fondo era oscuro. El abuelo dice que se trataba de DIO y que siempre aparece en sus fotografías.
- Es el cuerpo que ese maldito le robó a mi abuelo, Jonathan Joestar.
Todos abrimos los ojos de par en par ante aquella revelación. No me creía que alguien pudiera robarle un cuerpo a otra persona. ¿Qué más no me ha dicho mi madre?
-La sociedad considera nuestras habilidad como sobrenaturales. Yo tengo este Stand desde que nací, pero tus habilidad y las de tu abuelo comparten un vínculo invisible con DIO, el cuerpo de Jonathan. Sin dudad, DIO despertó sus habilidades latentes.
El señor Joestar intenta que Avdol desifre lo que veía en el fondo pero no tenía nada. Yo apreté el agarre en mis brazos cruzados y me levanté con la cabeza gacha.
-Yo... tengo que ir a casa.
-Oye, ______....
Jotaro apoya su mano en mi hombro pero yo lo miré y aquella mirada pareció sorprenderlo un poco, ya que me notaba decidida.
-Solo... tengo asuntos con mi madre.
Me alejé de él, eché un último vistazo a los demás pero me di vuelta y me fui. Saliendo del lugar miré a todos lados para orientarme y entonces corrí hasta mi casa, en donde abrí la puerta y encontré a mi madre.
-Termina de contarme... dime la historia completa de DIO y nuestra familia, madre.
Ella me ve sorprendida pero suspira y cabizbaja asiente, me hace entrar a la sala y sentarnos juntas. Esta vez... no dejaré que omita los detalles.
***
***
-Entiendo...
Me levanté del suelo y miré hacia la puerta, mi mamá se levanta también y se me acerca.
-Siento no haberte dicho todo...
-No te preocupes mamá... pero no me escondas más cosas, por favor.
-Hm... está bien...
-Iré con Jotaro, debo aclarar algunos asuntos.
-Vuelve antes de cenar, ¿Si?
La miré y sonriendo leve asentí antes de irme. Comencé a caminar y metí mis manos en mis bolsillos, suspiré mientras pensaba en todo lo que había dicho y pasado hoy. Pero entonces, tuve un presentimiento...
Miré de reojo a todos lados mientras caminaba, disimuladamente agarré el mango de la cuchilla que siempre llevaba conmigo, me metí en un callejón y me detuve para esperar.
-Sé que me estás siguiendo. Sal ya.
Silencio... pero al segundo escuché pasos, me di vuelta y vi a un hombre con una botella de alcohol y un cigarrillo.
-Je~... parece que me has descubierto. - se ríe y se me acerca - Que linda jovencita eres, Dios... las chicas de ahora se desarrollan mucho mejor.
Hice una mueca de asco, lo tuve frente a mi y él sonríe más pero entonces se asusta al tener mi navaja a pocos centímetros de su cuello.
-Y también nos defendemos mejor.
-¿Q..Qué... ?
-Lárgate de aquí, ahora.
Le di una patada en el pecho que no fue tan fuerte, solo lo suficiente como para que retroceda bastante. Me mira y me lanza la botella pero yo la esquivé con un solo movimiento y lancé mi navaja al suelo, rozando sus pies descalzos.
-¡Hik! ¡Eres una maldita!
Aquel hombre se va corriendo y yo suspiré y maldecí, me acerqué a mi navaja.
-Cielos...
Me agaché para agarrarla pero volví a sentir otra presencia, estaba tras de mi... ¿en la pared? Agarré mi navaja y me di vuelta rápidamente pero no vi nada.
-Jm...
Me enderecé y guardé mi navaja para irme, pero antes de dar un paso siento a alguien tapar mi boca y sujetar mi cuello.
-¡¿Hmg?!
-Le servirás muy bien al amo DIO... tú, jovencita, tienes mucho potencial. - ¿Una vieja? ¿Servirle a DIO? ¡Claro que no! - ¡Agh!
Mordí la mano de la vieja, la agarré y la jalé pero esta no se separaba de mi espalda, se agarraba hasta con los pies y sentí que tenía... ¿dos manos derechas? Traté de verla pero antes de poder hacerlo siento algo clavarse en mi cuello.
-¡Nhg... !
Abrí los ojos de par en par, la sangre comenzó a salir pero me sentí mal... caí de rodillas y temblando, ella aprovecha y apoya una mano en mi frente.
-Este es un regalo del amo DIO, serás muy buena ayuda.
Abrí los ojos de par en par al sentir que algo se clavaba en mi frente, escuché su risa pero me sentí peor que antes, mi vista se tornó borrosa y entonces caí inconsciente en aquel lugar. ¿Qué me había hecho?
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