Capítulo 13: Un pedacito de cielo.

-Narra ______-

Después de todos los turbulentos acontecimientos que se llevaron a cabo en lo que fue poco más de un mes, John y yo regresamos a casa. Estoy contenta, me siento feliz. No hemos vuelto a tener problemas. Cuando llegamos de nuevo a New York decidimos comenzar de nuevo, ahora si poder dejar todo atrás. Vendimos nuestras casas, nos movilizamos rápido y con el dinero, nos mudamos a Los Ángeles a comenzar una nueva vida. Antes de todo eso, naturalmente regresamos al Continental para dar aviso a Winston, ya nos conocía y comprendió todo a la perfección. Ya han pasado casi los nueve meses del embarazo, estamos establecidos, vivimos bien. Si estamos de acuerdo en algo es que, con todo el dinero que hemos juntado John y yo en todos estos años con nuestros "trabajos" es suficiente para vivir bien el resto de nuestras vidas, quizá la única cosa buena que podemos rescatar de nuestro pasado. 

Ya estoy algo cansada. Me duele todo, la espalda, los pies se me hinchan, a veces no puedo dormir bien por las noches, pero también porque constantemente mis sueños son invadidos por los recuerdos de mi niñez, imágenes de momentos que viví con mi padre, con mi madre, en el sueño un miedo horrible se apodera de mí al ver que los alejan de mi lado y no puedo hacer nada; despierto asustada, pero el ver a John a mi lado me tranquiliza, él me abraza y puedo volver a dormir. Su calidez me hace sentir segura.

Al consultar con la ginecóloga me dijo que todo eso es normal, es mera cuestión de embarazada primeriza, pero John es el que ha sufrido también todos estos cambios y me ha soportado hasta el final. Hace un par de noches lo obligue a que se fuera a dormir a nuestra sala, no soportaba el calor que me invadió y además, la bebé se movía de un lado a otro y me estaban dando unos espasmos horribles. A la mañana siguiente me disculpe con él y solo me abrazo y me dijo que entendía, que no había problema. Supimos que era una niña a partir de séptimo mes, pero aún no sabemos qué nombre ponerle cuando nazca.

Domingo 29 de septiembre 8:00 p.m.

Estaba sentada en la cama cepillándome el cabello, acababa de salir de la ducha y John estaba tomando la suya. De pronto sentí una patadita de la bebé que me hizo estremecer y reí. Comencé a hablarle mientras tocaba suavemente mi vientre. Paso así un buen rato hasta que sentí unos ojos posados sobre mí.

-Te ves adorable.- dijo John parado en la puerta del baño, con el cabello mojado y una toalla cubriéndolo, acababa de salir de la ducha.- Llevo aquí ya un buen rato y podría quedarme por mucho más, pero ya me descubriste. –sonrío.-

Yo reí ante su comentario.

-Ven, siéntate a mi lado.- le dije y se acercó a mí, tome su mano y se sentó conmigo. Coloque su mano en mi vientre, junto a la mía- Siéntela.

Justo al colocar su mano, la bebé se movió, John abrió los ojos y luego soltó una risilla adorable.

-______, ya casi se llega el tiempo que va a nacer. Debemos pensar en un nombre.

-Bien. ¿Cómo te gustaría? –sonreí.- Dame opciones.

-Bueno, hace poco estuve investigando nombres ideales... -su rostro se ruborizó y yo no pude evitar sonreír ante esa muestra de ternura.- y encontré el de Alice. Significa "mujer valiente." Pienso que en verdad mi pequeña –volvió a tocar mi vientre- lo es. Después de todo lo que pasó a tu lado.

-Oh John... -con mi mano acaricié su mejilla y el cerro sus ojos en respuesta a mi tacto, sonriendo.- me encanta, es perfecto. Alice Wick Beckett.

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-Narra John-

Al fin habíamos decido que nombre ponerle a nuestra hija, yo estaba que no cabía en mí, desde el momento que me enteré que sería padre, tuve una mayor motivación para convertirme en una mejor persona, alguien digno de cuidar y criar un ser tan inocente. Yo podía serlo. Esa misma noche, ______ y yo fuimos a dormir tranquilos.

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Ya había pasado una semana y media desde que se habían cumplido los 9 meses y justo por esos días _____ y Lauren habían estado teniendo contacto por llamadas muy a menudo. Sinceramente, ella era la única persona en la que confiábamos ahora. Habíamos quedado en que vendría a visitarnos unos días esta semana y _____ y yo estábamos arreglando un poco la casa para su llegada.

-_______ ¿a qué hora crees que llegue Lauren? –pregunte desde la cocina, estaba preparando algo para comer.-

-No lo sé John, me dijo que llamaría cuando estuviera en camino. –respondió _____ desde la sala, estaba sentada en un sofá leyendo un libro.-

En ese momento algo me asustó, un grito que llamaba mi nombre, un grito de ______, salí corriendo de la cocina, pensaba lo peor, pero cuando llegue vi a _____ sosteniéndose del sofá y el piso mojado.-

-¡John, la fuente se rompió! –dijo mirándome y su voz era grave.-

-Oh, Dios ______ ¿qué hago? –me puse nervioso.-

-¿De verdad me estás preguntado qué hacer John? ¡Ahhhhhhhhhh! -_______ gritó, le estaban dando unos dolores muy fuertes.- ¡Maldita sea, Wick, vamos al auto y llévame al hospital!

-Sí, sí. Lo siento, vamos. –cargué a _______ y la recosté en el asiento trasero del auto, regrese corriendo a casa por las llaves y por poco me olvido de apagar el quemador de la estufa donde estaba preparando la comida, volví rápido a la puerta y la azoté cerrándola, mientras intentaba ponerle llave al cerrojo, las llaves se me escaparon de las manos. Volví a escuchar a ______ gritar desde al auto, estaba maldiciendo y yo me asusté. Al fin pude levantar las llaves y cerré la puerta, corrí al auto, como pude lo encendí y me dirigí al hospital conduciendo como si no hubiera un mañana.-

-Narra ­­______-

John conducía al hospital, yo sentía un dolor inexplicable. Estaba sudando frío y sentía mi pulso latir rápidamente. Volví a gritar por el dolor y sentí la mano de John sobre la mía, la tome y la sujete, fuerte. Mientras conducía seguía con su mano en la mía. Llegamos al fin al hospital y vi que John bajó corriendo del Mustang mientras gritaba: "¡Ayuda por favor, mi mujer está a punto de dar a luz...! Entonces de pronto la puerta del auto se abrió y John me bajó, venía acompañado de dos enfermeros y una enfermera, los dos hombres ayudaron a John a subirme a la camilla que la enfermera acercó y rápidamente me condujeron hacia adentro.

No podía evitar gritar, el dolor no paraba, íbamos atravesando puerta tras puerta, hasta que por fin llegamos a una sala de quirófano y John entró corriendo detrás. Una de las enfermeras me ayudó a incorporarme de la camilla y rápidamente me quitaron lo que traía puesto y me colocaron una bata verde. Vagamente escuché que le dijeron a John que si quería quedarse, tenía que colocarse también una bata y cubrirse. Llegó un punto en el dolor en que ya nada me importaba, solo deseaba terminar con esto.

-Narra John-

Me coloque la bata verde que un enfermero me proporcionó y mientras lo hacía escuché una voz familiar. En la puerta del quirófano estaba la ginecóloga de _______ y mientras la seguían preparando para el parto, la Doctora Kate (así se llama), también se preparaba con lo necesario para comenzar. Como todo sucedió tan rápido no me di cuenta que el teléfono de ______ se había quedado en casa, y en ese momento el mío comenzó a sonar, era Lauren y rápidamente contesté saliendo del quirófano.

-Lauren, oye, este no es un buen momento para llamar. –dije al teléfono.-

-¿Por qué no? ¿Por qué _____ no contesta su teléfono? –preguntó Lauren y en su voz se escuchaba un tono inquieto.-

-¡Porque está dando a luz! –grité y las personas que estaban a mi alrededor me miraron extrañados.- Lo siento. –dije disculpándome con las personas y escuché al otro lado del teléfono un "Oh por Dios" de parte de Lauren.- Bien Lauren, debes de venir ahora, estamos en el hospital donde _____ venía a sus revisiones con la ginecóloga.

-Está bien John, llegó en 20 minutos.

-De acuerdo. –colgué la llamada y volví adentro.

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Habían pasado ya cerca de 3 horas y media y _________ seguía en labor de parto. Lauren ya estaba en la sala de espera y yo seguía adentro con ella. Habíamos llegado al hospital a las 4:25 p.m, ya eran 7:45 p.m y mi hija aún no nacía.

Sostenía la mano de _______ con fuerza, ya que ella me sujetaba fuerte y cada vez que hacía fuerza para sacar al bebé, me apretaba con más fuerza. La luces nos tenían acalorados a todos, especialmente a ______ que tenía gotas de sudor en toda la frente y se veía ya un poco agotada, pero seguí luchando. Seguía haciéndolo. Así pasaron otros largos minutos y, justo a las 8:05 de la noche mi Alice, nuestra Alice recién nacida lloraba fuertemente en la sala del quirófano.

Rápidamente la Doctora Kate les entregó a la bebé a las enfermeras, para que la limpiaran y la envolvieran en una sábana limpia y en unos cuantos segundos _____ la tenía recargada en su pecho. Nunca en toda mi vida había apreciado imagen más hermosa y perfecta. La mujer que más amo en toda mi vida y, mi pequeña hija, apenas nacida, juntas. Me sentía el hombre más dichoso del planeta.

-Narra ______-

Al fin, mi pequeña Alice había nacido. La tenía en mis brazos y estaba recargada en mi pecho. Ya no lloraba y le di un beso en la frente. Levanté la vista y vi a John sonriendo y pude ver como unas lágrimas amenazaban con escaparse por sus preciosos ojos marrón.

-John. –le hable.- Ven amor, acércate. Haz que tu hija escuche tu voz.

-Hola, mi pequeño pedacito de cielo. –comenzó a hablar John.- Quiero que sepas que, con tu llegada, nos has hecho muy felices a tu madre y a mí. Te esperábamos ansiosos. –Alice abrió sus ojitos e hizo una mueca mientras observaba a John, lo que provocó que él sonriera y con su mano acarició su cabecita.- Oh, mi pequeña Alice, tú y tu madre, me han hecho el hombre más feliz del mundo.

John me miró y depositó un cálido beso en mi frente.

-Te amo. –me dijo.- A ti y a mi hija, las cuidaré siempre.

-Lo sé, John. Lo sé. Te amo. –le di un beso en los labios.-

Hola lectores bellos, siempre me ando disculpado por no actualizar y siempre es por cosas de la escuela, pero aquí ando. ¿Qué les pareció este capítulo? Espero que hayan disfrutarlo de leerlo tanto como yo de escribirlo para ustedes. Gracias por seguir apoyando mi historia y, como siempre, les dejo una foto de nuestro Keanu para que esperen mi siguiente actualización. Gracias y un abrazo.