23: Tú propio rencor te matará

—Me asustaste—El rubio se acerca un poco a la camilla, observa a su hermano—¿Cómo te sientes?

—De maravilla, como si hubiera muerto y vuelto a la vida—Le sonríe—Me pusieron un marcapasos, así que ya no moriré.

—Llamé a Elliot, estará aquí en un par de minutos. Me alegra que estés bien, cuando Mónica llamó se escuchaba tan asustada que pensé que habías muerto.

—Aún no es mi tiempo.

—Ya estás viejo, no estás en edad de enojarte tanto y hacer rabietas, ¿Qué fue lo que sucedió?

El alfa hace algo parecido a una mueca, no podía decirle a Dylan lo que había escuchado, no cuando parecía que estaba comenzando a volver a tener estabilidad emocional.

—¿A quién le dices viejo? Solo soy 3 años mayor que tú, y el animal que tienes como novio tiene la misma edad que yo.

—Es algo que aun no comprendo, no te agrada Kyle pero hasta cierto punto parecen amigos.

—Tal vez no me desagrada tanto, después de todo lo único que quiero es ver a mi hermano feliz—Pero jamás iba a admitir que eran amigos—Es una especie de enemistad pacífica, tan pacífica que quisiera romperle la cara.

La puerta de la habitación se abre, el beta observa a su novio en la camilla, se acerca unos pasos.

—Yo, estaba asustado—Sostiene su mano, se sentía tan frío—¿Estás bien?

—Estaré mejor si te acercas un poco—El beta se acerca solo un poco para que le roben un beso—Mejor—Sonríe, después dirige la mirada a su hermano—Deberías buscar algo de comer.

—Entendí—Dice Dylan dando un paso para atrás—Los dejo solo.

Salió del cuarto, dejando solos a Iván y Elliot.

—No tenías que sacar a tu hermano.

—Lo veré más tarde—Palmea un pequeño espacio a su lado—Acuéstate a mi lado, quiero a alguien guapo que me abrace, sabes casi me muero el día de hoy.

—En todo el camino hasta acá, tenía miedo, estaba asustado y preocupado—Se recuesta a su lado con cuidado—No dejaba de pensar en que por primera vez en años, me sentía enamorado pero quería más tiempo, quiero ir despacio pero por primera vez me arrepentí por ir tan lento.

—Entonces—Acaricia su cabello—¿Quieres cas—El beta pone un dedo sobre sus labios.

—No así—Lo vuelve a mirar—Te lo dije cuando nos conocimos, eres demasiado arrogante y presumido, así que se puedes hacer una mejor propuesta que esa, además ya me pediste ser tu novio en un hospital, mejor cambiemos de escenario.

—Eso fue cruel—Le lame el dedo que puso sobre sus labios, le sonríe—También dijiste que era un tirano, un idiota.

—Y aun así te llegue a gustar.

—Eres todo lo que estaba buscando—Deja un beso sobre su frente—Quedémonos así por un momento.

—¿Podrías quedarte a dormir más noches conmigo?—Pregunta Iván.

—Puedo comprar un cepillo de dientes extra, dejarlo en tu casa, tener un pequeño espacio en tu closet para mi ropa—Comienza a responder el beta—Tal vez quedarme todos los fines de semana.

—Eso suena perfecto—Le sonríe—Demonios, casi me pierdo de eso por estar al borde de la muerte hoy.

—Ya no morirás.

—Aún así algo me sigue preocupando.

Mientras tanto Dylan había regresado a la sala de espera, donde estaba Kyle.

—¿Aún sigue con vida?

—Si, estará bien—Le sonríe—¿Me invitas a un helado? El susto me dio hambre, quiero como una montaña de azúcar.

—Vamos—Se levanta, entrelaza sus dedos, comienzan a caminar a la salida.

El omega sentía algo de tranquilidad con relación a su hermano, después de comprar un par de helados se van a sentar a un pequeño parque.

—Deberíamos comenzar a pensar un nombre para los bebés—Menciona Dylan, le da una lamida al helado—La doctora dice que en un omega el embarazo es de menor duración, así que supongo que falta poco para que nazcan.

—Realmente creí que dejaríamos el nombre de Chinpandolfo o Petunia.

—Kyle—Lo regaña—No estaba hablando enserio, jamás dejaría que le pusieras así a nuestros bebés.

—Deberíamos pensar. Aún no sabemos si será niña pero me gusta el nombre de Chloe.

—¿Por qué?

—¿Celoso?—Pregunta para después agregar—No lo sé, así se llamaba mi difunta abuela.

—Quieres ponerle el nombre de tu abuela—Observa sus labios—Tienes un poco de chocolate—Le roba un beso—Mejor, realmente no se, no me convence de todo ese nombre.

—Cuando nazcan podríamos escribir nombres en varios papelitos, meterlos en una bolsa y los dos que salgan, esos serán los nombres.

—Realmente es buena idea—Dice terminando su helado—Mira, le digo a mi mamá, a mi hermano y también podría decirle a Elliot que piensen nombres y robamos sus ideas.

—Y yo le preguntaré a mi hermana, tal vez Hunter también tenga alguno, para tener opciones también le preguntaré a Chel.

—¿Le preguntaras un nombre a una niña?

—Es eso o nuestros hijos se llamaran Chayanne y Chinpandolfa.

—Si, mejor pregúntale a una niña—Se ríe—Somos pésimos para elegir nombres, estuve pensando en algo como Ian, si fuera niño.

—Es el nombre de tu hermano pero sin la v.

—Lo sé, tal vez en los últimos años fue un idiota conmigo pero siento que le debo mucho, gracias a él pude creer en mi—Recuesta su cabeza en su hombro, era una de esas noches tranquilas—Y yo no cambiaré pañales, ahora que lo pienso, nunca he cargado a un bebé, ¿Y si lo dejo caer? O peor, ¿Qué pasa si lo confundo y lo cambio por otro en la guardería?

—No los vas a dejar caer—Termina su helado, pasa el brazo por sus hombros—Y está bien, puedo ser quien se encargue de los pañales, no creo que los confundas.

—Mi mamá cuando me tuvo fue complicado, casi muere—Se queda mirando un árbol—¿Y si no resisto? ¿Y si me muero?

—Es cruel pensar eso cuando hoy tuve dos pesadillas en las que te perdí.

—Lo siento, pero es la verdad, el cuerpo de un omega masculino a la hora de dar a luz es más débil a diferencia de lo que muchos piensan, es más difícil ese momento y estadísticamente al menos 3 de cada 10 omegas hombres que tienen un bebé, mueren—Comienza a hablar—Ahora imagina con dos, las posibilidades de que no lo logré son más altas, tal vez deba hacer mi testamento.

—Dylan, no pienses en eso—Lo vuelve a mirar—Nada malo te va a pasar—Acaricia su mejilla—Todo saldrá bien y seremos felices con nuestros bebés.

—Solo quiero que hagas una promesa—Mira sus ojos—Si algo llega a pasar, por favor promete que le dirás al doctor que salve a los bebés, no importa si muero, prométeme que si mi vida corre peligro, los elegirás a ellos, porque no soportaría el dolor de despertar y saber que los perdí.

—Dylan...

—Solo hazme esa promesa—Para el alfa solo pensar esa probabilidad le causaba un vacío en el estómago, no quería imaginar algo así, menos ahora—Por favor.

—Te lo prometo—Decir esas palabras fueron difíciles pero Kyle no sabía el peso que tendrían en un futuro—Pero sé que nada malo te pasara.

—Te a—Le da un corto beso.

—Me gustaría escuchar la palabra completa.

—Aún no—Arruga la nariz—Pronto, quiero sacar una cita para saber si serán niñas o niños, quisiera también pasar más tiempo contigo, aunque sé que debes trabajar.

—Organizaré todo, actualmente solo estoy llevando dos divorcios algo complicados, hasta la próxima semana tendré que estar en una audiencia, así que soy todo tuyo está semana.

—O mejor para siempre.

Dos días después.

Se sentía nervioso, el alfa miraba la pantalla sin entender nada mientras sostenía la mano de su novio, la doctora sonríe.

—Vean aquí—Señala la pantalla—Felicidades, tendrán una niña y un niño.

—¿Y está todo bien?

—Según los últimos análisis sí—Después de limpiar el gel, se levanta—Los bebés se encuentran estables.

—Me alegra escuchar eso.

Todo parecía estar en calma, lo cual en el último año Dylan no había experimentado, pero se sentía feliz, por mucho tiempo no se sentía de esa manera.

Después de verificar que todo estaba perfecto, ambos salieron del hospital, el omega quería comprar ropa ahora que sabría que tendrían.

—Sabes, los bebés crecen rápido—Observa la ropa frente a él—¿Y si compramos mucho y la dejan rápido?

—Podríamos tener más—Propone el alfa.

—Claro, como yo seré quien engorde como pez globo—Elige varias prendas de ropa—¿Qué dices?

—Compremos esto por el momento, igual el tacaño de tu hermano debería regalarles algo cuando nazca, mi hermana está como loca, se que cuando se entere que serán también regalara ropa y tú madre...

—Mi madre, dice Jayden que la vio un día tejiendo—Sonríe—Tienes razón, con esto será suficiente.

Después de pagar, Kyle sale de la tienda con dos bolsas de ropa en cada mano, otra donde habían comprado juguetes, más peluches, tal vez Dylan se había excedido un poco.

•••

Theron levanta la mirada de la pantalla de la computadora al ver al hombre que ingresa a su oficina, sonríe mostrando los dientes.

—Hola, tío.

—Theron—Se sienta en la silla frente a él, el omega traga grueso, por un segundo se sintió un niño pequeño apunto de ser regañado—¿Puedo saber qué demonios estás haciendo?

—Esto y aquello—Señala con sus manos la puerta—Ya sabes negocios, con dinero, aunque bueno, sabemos que nadie sabe, no venías por aquí en años, ¿A qué debo tu visita?

—Esto—Desbloquea su celular, le muestra un screenshot de una noticia de cuando sucedió el primer atentado a Dylan, al parecer había salido que el gran heredero de una de las farmacéuticas más importantes del país casi fue asesinado—¿Y...?

—Esa noticia es vieja—Responde reclinándose en su silla—Es de hace meses.

—Lo sé, estuve ocupado.

—Estafando a algún alfa seguramente—Continua—Imagino que por eso desapareciste, dime que tal va el incremento de tu dinero.

—No te importa, al menos lo que yo hago no es ilegal—Habla con voz firme—Yo no te eduque de esta manera, al menos que recuerde, lo que haces es totalmente absurdo.

—Lo absurdo es dejar que esos idiotas tengan todo mientras yo, tuve una infancia difícil y traumática por tu culpa.

—¿Traumática?—Pregunta mirándolo fijamente—Te lo di todo, no es como si hubiera querido ser el encargado legal de un bebe, pero por mi difunta hermana lo hice, no fue difícil para ti, tuve que trabajar hasta horas extras para darte una buena vida.

—Fue traumática y difícil—Theron era algo dramático en extremo—Esa casa era una pocilga, no tenía ventanas, ademas solo tenia UNA habitación, no me comprabas la ropa que deseaba, solo prendas de marcas no reconocidas, recuerdas aquella vez que me cai de la bicicleta y a ti no te importo.

—Mi salario nunca fue suficiente para comprar todos esos caprichos y no me importo que te cayeras de esa bicicleta porque era un maldito videojuego de simulación—Inhala profundo—Necesitas detenerte, antes de que sea tarde, sé que en muchos aspectos no fui el mejor tío del mundo pero cuando más necesitabas dinero fui a esa maldita casa a pedirle dinero a tu padre.

—Ves, no me quisiste—Lo acusa—Si me hubieras querido un poco, habrías reclamado ese dinero desde el primer minuto en que te hiciste responsable de mi.

—Se llama orgullo, cabeza hueca y me lo tuve que tragar para soportar a ese imbécil que tenias como padre—Ya no tenía edad para andar cuidando de su sobrino—Ya no puedo hacer mas por ti, pero solo quería pedirte que recapacites, terminaras en la cárcel si continuas con esta venganza absurda o peor, tu propio rencor te matara.

—¿A eso viniste?

—Debes parar, comprende de una vez que ninguno de esos dos hermanos te ha hecho nada malo, tu no sabes lo que es sufrir, estás tan lleno de odio que no ves la realidad, Saori merece alejarse de ti.

—No menciones a mi hija.

—No sabes lo que es amor, jamás podrás dárselo a una niña y lo entiendo—Pone ambas manos en el escritorio—Ella merece una vida mejor, se que servicios sociales en varias ocasiones ha recibido denuncias de parte de sus antiguas niñera sobre el maltrato al que la sometes, así que ríndete y renuncia a su custodia, dale la oportunidad de tener una vida feliz.

—Pensé que estarías de mi lado, por culpa de la familia Hastings mi madre falleció, tu hermana...

—No, el único culpable fue Gabriel, el cual ahora también está muerto, así que de nada sirve vengarse, ríndete y ve a un psicólogo porque tu comportamiento no es normal.

—No me rendiré.

Aunque la verdad su propósito era cada vez mas incierto, sentía que se estaba volviendo blando, no una buena persona pero si estaba desviando su vista del verdadero objetivo, ni siquiera se reconocía al verse en un espejo, esto también debido a que no ha dejado de teñir su cabello, sentía que estaba dentro de una cuenta regresiva, después de esa visita se preparo para salir.

Una cuenta regresiva en la que Theron quería ganar, por eso cuando se presentó la oportunidad de recuperar parte de lo que quería se presentó frente a un juez. Ante la ley era un inocente que buscaba algo del dinero de un padre que nunca lo reconoció.

—Y con todo lo anterior mencionado, mi cliente pide su derecho a la fortuna familiar, así como un 60% de las acciones de la empresa.

—Señoría, mis clientes están dispuestos a llegar a un acuerdo sobre la fortuna pero el porcentaje de las acciones que pide no es accesible, considerando que actualmente Dylan e Iván suman apenas el 50% del total de la compañía.

—Imposible—Gritó Theron, rápidamente el juez le dice que guarde silencio, se le acerca a su abogado para decirle algo.

—De ser ese el caso, mi cliente solicita el 20% de las acciones, así como la suma de cuatro millones de dólares.

Iván sonríe desde su asiento mirando directamente a su medio hermano, entonces Theron se dio cuenta de que algo no cuadraba, se acerca al oído a su abogado para decirle algo.

—Mis clientes están dispuestos a aceptar lo que solicita Theron Heart.

—Hastings muy pronto—Dice para sí mismo.

Una de las ventajas de que el alfa fuera sumamente rencoroso era que no perdonaba nada. Y Theron ya había dañado mucho a Dylan, ahora mismo su plan debería estar en marcha, solo esperaba lograr conseguir algo que pusiera a su medio hermano tras las rejas.

Por el momento se comportaría de manera decente, le especifico a su abogado que si deseaba llegar a un acuerdo mutuo siempre y cuando no fuera exagerado, Theron sabia que algo tramaba Iván, este jamás hubiese dejado que obtuviera acciones de la empresa.

. •••

Mientras Theron evaluaba sus opciones, dando un tiempo de tranquilidad a ambos hermanos, otro peligro estaba próximo a surgir, el destino era caprichoso cuando se proponía a hacer sufrir a alguien.

Un encuentro casual, Yadir Ustarnov, un abogado que estaba en esa elegante gala, patrocinada por Megan, esa noche lo inesperado sucedió, ambos se cruzaron en el camino del otro, claro que la alfa lo había reconocido al solo escuchar su nombre.

Al parecer el abogado de ascendencia rusa, había sido el encargado de redactar los documentos de divorcio que Ezra le había entregado a Hunter hacía tantos años atrás, la mujer siempre sintió que algo extraño sucedía, algo no encajaba en toda esa historia.

—Buenas noches, señor Ustarnov—Saluda alfa con elegancia—Espero estés disfrutando de la velada.

—Por supuesto, señora Iseman—Esta toma de su copa de vino—Pase tantos años en mi país natal, que regresar aquí para asistir a este evento es increíble.

Después de dialogar sobre diversos negocios que le aseguró la alfa a Yadir que lo benefician, por fin decide que es momento de cambiar el rumbo de su conversación, necesitaba escuchar lo que había sucedido hace años.

—¿Qué tal tu familia?

—Todo bien, mi esposa está esperando a nuestro cuarto niño—Sonríe—Ella quiere una niña pero aun la estamos buscando, ¿Qué hay de tu hijo? Escuche que es un gran abogado.

—Puedo asegurar que desde que se divorcio de ese omega su vida es mejor—Y anhelaba no tener que verlo nunca más—Ahora que recuerdo, tu redactaste los papeles de divorcio.

—Si, nunca vi a alguien tan triste de pedir un divorcio.

—Tal vez solo era actuación—Suspira—¿Y fue solo? He escuchado que tus servicios son caros, debiste cobrarle mucho al ir sin ninguna compañía.

—Él no estaba solo, lo acompañaba un alfa, aun lo recuerdo.

—¿Y cómo era? ¿Recuerdas su nombre?

—Kyle, Kyle Rivers.

Yadir no se imagina las consecuencias que su respuesta desencadenaría, aunque un enemigo estaba apunto de salir del campo de batalla, uno más peligroso estaba despertando, la furia asesina de Megan.

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