19: Felicidad en cuenta regresiva

El viaje camino a la casa fue silencioso, como si alguno de los dos temiera decir algo, Dylan realmente no se sentía bien, sus ojos reflejaban que había estado llorando, solo podía observar las gotas de lluvia que se deslizaban por la ventana del carro.

—¿Kyle?—Rompe el silencio incómodo.

—Hum.

—Hoy…¿Tú y Danna se vieron?

—Iván quería comprobar si yo estaba mintiendo, así que secuestró mi celular, la contactó y entonces espió la conversación que tuvimos.

—Eso está bien—Se muerde el labio—Supongo que en esta ocasión, no la pudiste besar para probar tu punto, me pregunto si le darías uno a cada persona para hacerla cambiar de opinión.

—Bueno, tú al parecer quieres andar besando desconocidos por la calle.

Y de nuevo el ambiente se tornaba pesado, el carro por fin estaciona, a pesar de la lluvia, el rubio sale de este y camina mojándose más, hasta la puerta de la casa. El alfa lo sigue enojado, abre la puerta.

—Dylan, espera—Agarra su mano, después de entrar, cierra la puerta—Quítate la ropa.

—¿Disculpa?—Pregunta intentando zafarse de su agarre—¿Y como por que?

—Porque te puedes resfriar.

—Pues me cambiaré de ropa pero no frente a ti, idiota.

En un rápido movimiento, Kyle carga con cuidado a Dylan, comienza a subir las escaleras con este en brazos, no pone resistencia en ningún momento, al menos era bueno relajarse en los brazos de alguien.

Sus pies vuelven a tocar el suelo una vez en la habitación, le quita la chaqueta para proseguir con la camisa.

—No me toques.

—No te estoy tocando—Asegura el alfa, comienza a desabrochar sus pantalones—Simplemente te quito la ropa.

—Te estás aprovechando de este inocente ser.

—Si quisiera aprovecharme de ti—Se acerca peligrosamente, sus labios se dirigen al cuello del más bajo—Te acostaría sobre esa cama—Deja un beso en este, siente el cuerpo del omega estremecerse—Te besaría, acariciaría cada centímetro de tu piel—Su voz sonaba tan seductora—Nos volveríamos uno, entraría en ti tantas veces que hasta te haría olvidar tu nombre.

—Tú—Sus manos estaban en los hombros del más alto, traga saliva, sus ojos se encuentran, ese deseo que latía—Si me vuelves a tocar, te golpeare.

—Mis manos no te han tocado—Le sonríe, se aleja para agarrar una toalla del armario, le comienza a secar la cabeza—Cámbiate de ropa.

—Pensé que también me pondrías la ropa.

—Si es lo que quieres—Hace que se siente en la orilla de la cama, termina de quitarle el pantalón—No me molestaría hacerlo.

—Puedo hacerlo por mi mismo—Lo detiene—Déjame solo unos minutos.

—¿Quieres que te prepare un chocolate caliente para que no sientas tanto frío?

Dylan lo único que tenía en la mente, era que lo que necesitaba para calmar el frío, eran los brazos de ese hermoso alfa, pero sería como dejar su orgullo de lado.

—Los bebés creo que necesitan a su padre—Se levanta, busca un pantalón de pijama—Si no estás tan furioso conmigo, ¿Puedes abrazarme?

—Furioso si estoy, no solo porque decidieras pagar con la misma moneda—Se sienta en la orilla de la cama—Pudiste poner en riesgo tu vida o la de los bebés.

—Yo estoy enojado contigo por besarte con otra—Camina varios pasos a la cama—Estamos bien, lo dijiste, nuestros hijos es posible que hereden esa terquedad mía.

—Realmente el clima se puso frío el día de hoy—Las gotas de lluvia que caían afuera se escuchaban más fuerte—Acércate.

—¿Aquí?.—Preguntó deteniéndose a un paso de distancia, niega—¿Dónde?

—Siéntate—Dylan observa el colchón y después a su dulce tormento, asiente, se sienta a horcajadas sobre el alfa—Perdón, me he comportado como un idiota, no debí besar a Danna, me equivoque, pero te puedo asegurar por nuestros hijos que no sucedió nada más.

—También pido perdón, no he sido yo mismo estas últimas horas, no debí besar a ese desconocido por venganza. Lo siento.

—Si, solo imaginarme eso me hierve la sangre.

—No es bonito que tu pareja se ande besuqueando con otras personas.

—Lo siento—Agarra una de las sábanas, lo cubre para después abrazarlo aún en la misma posición—Permíteme por favor, otra oportunidad de demostrar que me arrepiento por ser un imbécil.

—¿Y si solo seguimos lastimandonos?—Pregunta escondiendo su rostro en su cuello—Te quiero pero tengo miedo de dar todo de mi.

—El tiempo que ha pasado es relativamente corto, sin embargo, desde el primer momento que nos vimos, sentí que te conocía de toda la vida—Acaricia su espalda—Lo recuerdo, esa noche que nos encontramos por primera vez, por que jamás logré olvidar esos ojos tristes, era como perderse en un océano.

—No estaba triste.

—Si lo estabas, hasta cuando coincidimos en el bar la noche antes de tu boda, tus ojos siempre han sido demasiado expresivos—El rubio se separa un poco para mirarlo—Realmente me gusta ver cuando sonríes, cuando aparece ese brillo en tus ojos, escucharte reír, quiero que seas feliz, que comprendas que jamás estarás solo.

—Pues según muchas personas, mi vida es perfecta.

—Ninguna lo es—Acaricio su mejilla—Me siento tan orgulloso de que seamos o fuéramos novios, porque tenerte a mi lado fue lo mejor que me pudo haber pasado—Besa su frente—Te amo, Dylan.

El alfa no lo supo, pero esas dos palabras era lo único que necesitaba escuchar el omega en ese momento.

Vuelve a ocultar su rostro en el cuello del más alto, sonríe, tal vez seguiría haciéndose el difícil por orgullo, un poco de tiempo más pero dentro de sí, lo único que anhelaba era estar así entre sus brazos.

•••

Iván estaciona el auto frente al lugar de trabajo de su novio, era de esos días donde parecía que la lluvia quería inundar todo, su celular comienza a sonar, mira el nombre de Jayden.

—¿Te llegaron los resultados de las pastillas? 

—Si—Responde, el alfa se queda mirando por la ventana las gotas que caen—Es azitromicina, tomando en cuenta tu situación, puede causar cambios anormales en la actividad eléctrica del corazón, que puede dar lugar a un ritmo cardiaco irregular y potencialmente fatal.

—Entonces—Con un dedo toca la ventana, traga saliva—Durante casi un mes, estuve tomando algo que estaba empeorando mi situación.

—Aún no lo sabes, podrías llamar a otros especialistas, hacerte más exámenes, tal vez no sea tan grave.

—Seamos honestos—Enciende la radio del auto—Por más dinero que le pague a todos esos inútiles, el resultado no mejorará mágicamente, me siento en ocasiones que no puedo ni respirar.

—Te conozco de hace años, sabes que más que verte como mi jefe, te considero como casi un hijo—Silencio—No deberías darte por vencido tan rápido, investigaré cómo llego ese medicamento a tus manos, ahora si tomas el correcto, tal vez tu salud mejore.

—Señor casi como un hijo, ¿Me estás confesando que te ves con mi madre a escondidas?

—Si me estuviera viendo con tu madre a escondidas, me convertiría en tu padrastro—Touche—Y como tu padrastro, te diría que dejes de llorar y vete a hacer más malditos exámenes, contrata todos los médicos del país, consigue esos medicamentos directamente de la compañía.

—Wow, sacaste tus garras—Se burla para esconder que quería llorar—Gracias por la información, de paso averigua porque Ximena regresó. 

—Hablo enserio, cuidate.

—Creo que Gabriel en todos sus años de vida jamás dijo ni siquiera esa frase—Ríe sin humor—Tú también, hablando en serio, si quieres tener una relación con mi madre y en algún momento la lastimas, te romperé la cara.

—Te seguiré manteniendo informado de lo que consiga averiguar.

Observa a Elliot acercarse al carro, le abre la puerta, deja la sombrilla mojada en el suelo del auto, aún cubriéndose se había mojado.

—Aun no me saludas ni me das un beso.

—Acabo correr bajo la lluvia—Se acerca para besar los labios del alfa—Hola, idiota.

—Esa muestra de cariño es tan única—Acuna su rostro entre sus manos, lo besó de nuevo, profundizando esta vez más el acto, se separa cuando logra que el beta suelte un gemido—Deberías decir, mi rey, mi amo.

—A lo mucho, eres como un gato gigante, pero no te pondré un apodo—Se pone el cinturón de seguridad—¿Podemos pasar por mi hermana?

—Si—Comienza a conducir—Sabes estaba pensando en algo mientras esperaba por ti.

—¿Piensas?—Pregunta sorprendido.

—En ocasiones me gusta usar mi cerebro, con solo mi hermoso rostro conseguiría cualquier cosa que me proponga pero en ocasiones se requiere inteligencia.

—A veces me pregunto cómo tanta arrogancia cabe dentro de una persona.

—Si en un futuro te propongo matrimonio…¿Aceptarías?

—No es algo que esté en mis planes en un futuro cercano—Admite—¿Qué te preocupa?

—Que el tiempo sea corto—Tal vez, todo sería mejor si no hubiera tomado las pastillas incorrectas—Que realmente no quede mucho.

—No me asustes—Mira la carretera—Iván, tú mismo dijiste que no era grave,que no debía preocuparme pero siento que me ocultas lo que realmente sientes.

—No se como, alguien me dio un medicamento equivocado y es probable que mi salud se viera perjudicada—Estaciona el auto frente a la empresa—Elliot, realmente deberíamos terminar, no creo que debas quedarte con alguien que tal vez tenga sus días contados.

—¿Me quieres?—Lo vuelve a mirar—¿Estás enamorado de mi?

—¿Por qué esa pregunta?

—Porque no aceptaré romper con alguien que estuvo varias semanas invitándome a cenas románticas, que me trató siempre con respeto, que cada vez que me besa siento como cada maldito ruido alrededor se evapora, alguien que cada vez que me mira. Y no quiero sonar arrogante, pero se que me ve con deseo, se que en tus ojos se refleja que estas idiotizado por mi—Hace una pausa—No creo que debamos terminar.

—Elliot, mereces alguien mejor.

—Se lo que merezco, si quiero estar contigo, es porque así lo decidí, ahora menos que nunca me alejaré de ti—Acaricia su mano—Está bien que sientas miedo, pero alguien tan malvado como tú, debería poder vivir al menos unos sesenta años más.

—Cada vez que te escucho hablar, quisiera besarte hasta que te caigas—Le roba un beso—¿Lo hacemos en el auto?

—No señorito, a mi no me cambias el tema de conversación tan rápido—Le responde—¿Puedo ir contigo la próxima vez que vayas al doctor?

—Puedes venir conmigo cuando quieras—Le da un corto beso—Creo que tu hermana ya viene, así que dejaremos la acción en el auto para después.

—Iván—Lo va a regañar, cuando mira por la ventana a su hermana, le hace una seña con la mano, esta se sube rápidamente en el asiento trasero, mojando un poco el carro—Hola, ¿Cómo te fue hoy?

—Demasiado agotador—Se asoma entre los asientos—Hola—Saluda también al alfa—Lamento si moje los asientos, olvide la sombrilla y…

—Está bien, no te preocupes—Le sonríe, tal vez si se hubiera enfadado pero en primera, se trataba de la hermana de su novio y en segunda el clima no mejoraba.

—Por cierto, podrías quedarte a cenar—Elliot mira a su hermana por el espejo retrovisor—A mi hermano le encantaría, últimamente se nota que es demasiado feliz.

—Sofi, no creo que Iván se quede, tal vez tiene otras cosas que hacer.

—Realmente no—Menciona mirando la carretera mientras conduce—Aceptaré la invitación.

—Y tranquilidad que si conoces a tus suegros de paso, seguro les agradará—Comienza a hablar—Mamá ha estado mordiéndose las uñas esperando que Elliot por fin decida traer a su novio a la casa, no creía que mi hermano fuera capaz de conseguir pareja.

—No veo porque no la conseguiría, él es tan hermoso—El beta solamente mira la ventana—Hasta sus ronquidos son tiernos o cuando babea como un bebé.

—Yo no hago eso.

—Aww, lo sé y si lo haces—Delata a su hermano—Es demasiado sobreprotector con las demás personas, hasta consigo mismo, me alegra que por fin encontrara a alguien.

Iván solo sonríe, definitivamente se sentía anormal, por un momento ese fue su único deseo, ser como los demás y tener una familia unida.

Cada realidad es diferente, pero de algo estaba seguro, cada vez le gustaba más Elliot.

•••
Azota la puerta después de entrar, Theron observa con enojo a la persona que realiza esa acción.

—Me prometiste ayudarme, pero me mando al diablo por cuarta vez.

—No es mi culpa—Se encoge de hombros—Te pedí seducirlo pero al parecer no eres para nada atractiva, Danna.

—Por fin alguien que dice bien mi nombre—Se sienta en la silla frente a él—Puedo seguir intentándolo.

—Quierete un poco, aunque odie a mi hermano, debo admitir que él es más atractivo y sexy que tú—La chica hace una mueca en desacuerdo—Kyle jamás te hará caso.

—Sabes, los celos de los alfas suelen ser perfectos para estas ocasiones, ya que pierden el control y lo único que quieren es poseer al primer omega que vean.

—¿Acaso sabes cuando será? Porque te recuerdo que el celo de un alfa ocurre casi dos veces al año, a diferencia de un omega que son más frecuentes.

—No—Resopla frustrada—Lo más probable ya pasó.

—Lamento decirte esto, pero creo que ya no serás útil para mi. Necesito lograr que Dylan sufra por un rompimiento, creo que así no lo lograremos.

—Conozco un secreto de Kyle que podría destruir no sólo su relación con ese omega, si no que también lo dejaría sin trabajo y sin mejor amigo.

—A lo que tengo entendido, tú y él sólo tuvieron una pequeña aventura, ¿Porque confiarte algo que puede destruir su vida?

—No lo hizo, pero lo descubrí por mis propios medios, cuando éramos estudiantes en la universidad.

—Supongo que un intento más, estaría bien—Suspira—Si crees que sacaras algo a cambio, inténtalo.

—Lo haré.

•••
Dylan no se había dado cuenta en qué momento se quedó dormido en los brazos del alfa,  lo acomoda sobre la cama, acaricia su cabello.

Kyle sabía que no podía reclamar nada pero estaba furioso, solo imaginarlo besando a alguien más era una idea que le desagrada, agarra su celular.

El alfa sabía que había cometido muchos errores en sus relaciones anteriores, sabía que aunque hubiese cambiado su forma de ser, el pasado nunca cambiaría.

—No te vayas—Susurra Dylan aun con los ojos cerrados al sentir el movimiento del alfa, se aferró su brazo—Quédate.

—No me iré—Suspira, acaricia su cabeza—Estaré aquí contigo.

—Kyle—Se había despertado pero no quería abrir los ojos—Ya no quiero pelear, le hace daño a los bebés, tengo muchas preocupaciones en este momento y siento que mi cabeza va a estallar.

—Duerme más, entonces—Murmura—¿Quieres que pida algo para la cena?

—¿Me prepararías algo de comer?—Pregunta acariciando el torso del más alto.

—No—Responde sonando cortante.

—Por favor—Imita los ojos del gato con botas—Por nosotros, me gusta cuando tu cocinas.

—Mejor ordenar algo, es más rápido.

—Tengo una idea mejor—Se levanta de la cama—Salgamos a cenar, los dos juntos.

—Puede ser buena idea—Cierra los ojos para seguir durmiendo.

—Kyle, creo que los bebés patearon—Dice más para captar su atención.

—¿Enserio?—Pregunta ahora si se levanta de la cama, camina hasta el rubio, comienza a acariciar su vientre—No siento nada.

—Ahí no—Agarra la mano del alfa, la mueve un poco más al centro, logra sentirlo—Se movieron—Dice con un brillo en sus ojos—¿Lo sentiste?

—Si—Le sonríe—Algo leve pero supongo que tu lo sientes más—Se arrodilla un momento, para dejar un beso en su vientre, se vuelve a levantar—Algo me dice, que le dan la razón a su papi sobre ir a cenar afuera.

—¿Y mi beso?

—Supongo que aún estás enojado conmigo, yo ahora estoy enojado contigo—Deja nada más un pequeño beso en su frente—Iré a cambiarme de ropa, me siento incomodo con esta.

El rubio se muerde el labio nervioso, agarra la mano del alfa, se acerca hasta él, se pone de puntillas, deja un suave beso en sus labios.

—Me iré a cambiar también—Susurra alejándose un poco—Lo lamento.

Ahora es Kyle quien impide que se aleje, acaricia su mejilla, lo vuelve a besar, esta vez profundizando el beso, muerde suavemente el labio de Dylan para después separarse. Simplemente se aleja dejando al rubio en medio de la habitación.

—Idiota—Se dice a si mismo.

No lo pudo resistir, todo en él le exigía estar cerca del alfa, ahora se recriminaba el haberlo besado, no podía perdonarlo tan fácilmente, pero en la primera oportunidad que vio, lo besó, se cambia de ropa.

Escucha el sonido del agua cayendo, se acerca a la puerta del baño, cierra los ojos un momento, tal vez no era prudente.

—¿Te estás bañando?

—Si—Responde desde adentro—¿Ocupabas la ducha?

—Me preocupa tu pelea con mi hermano esta mañana—Abre la puerta, se adentra en la cueva del lobo—¿Puedo ver?

—Creo que no entiendo bien específicamente qué es lo que quieres ver, cariño—El omega traga grueso al ver su cuerpo desnudo, observa el moretón en el abdomen del más alto—¿Te duele?

—Algo—Admite, cierra el grifo—Tú hermano parecía estar decidido a golpearme hasta cansarse, si no lo hubieras detenido.

—Y no lo has visto realmente enojado, se pone peor—Comienza a acariciar su torso—Deberías agradecer de que a pesar de tu estupidez, no dejé que te hicieran puré.

—¿Quieres bañarte conmigo?

—No, prefiero tenerte de lejos—Responde, sin embargo su cuerpo no reacciona—Así que no trates de detenerme.

—No lo estoy haciendo—Agarra la mano del rubio, lo mira directo a los ojos—Si te quedas, probablemente no te dejaría ir hasta que solo grites mi nombre.

—Kyle—Traga grueso, se suelta del agarre al recordar el video, niega—No, hazlo tú solo.

Sale casi corriendo del baño, cierra la puerta tras de él, un segundo más dentro de ese lugar y podía saltar sobre él alfa.

—Controla tus hormonas—Se recuerda—Estúpido y sensual alfa.

—¿Quieres ir a algún lugar en especial?

—No, solo espero que la comida sea buena o te golpeare.

Escucha su propio celular sonar, observa la foto que le acaban de enviar, después de semanas de tranquilidad, de nuevo era la prueba de que alguien lo estaba acosando, una imagen de él besándose con el desconocido de bar.

+51 9520 7344 909
De verdad que eres un completo gigoló.
Hasta me dan ganas de preguntar…¿Cuánto cobras?
Eres tan fácil, perra despreciable.

ERES UNA BASURA PARA ESTE MUNDO.

Gruñe, antes de bloquear el número, saca una captura de pantalla, le dolían esos comentarios, aunque se hiciera el fuerte, pero le preocupaba el alcance de esa foto.

Su celular vuelve a sonar, decide contestar al ver el número de Andrea.

—Dylan, ¿Puedo saber qué está pasando?

—Pues, que hoy sigue siendo mi cumpleaños—Responde dudoso—¿No me llamaste a decir lo mucho que me extrañas?

—No se como consiguieron su número, pero alguien les acaba de pasar un video a mis padres, donde tú apareces besándote con un desconocido.

—Lo más probable es un video antiguo, no le hagas caso, además de por si tu madre ya me odia.

—Se que se podría editar, pero sale con la fecha de hoy.

—Puede ser otra persona.

—Dylan, ¿engañaste a mi hermano?

—Él me engañó primero, se besó con otra—Responde rápidamente—Con esa tal Donna, Darla o como sea que se llame esa tipa.

—No me meteré en la privacidad de ustedes dos, se que no debería—Hace una pausa—Conozco el hermano que tengo, créeme que lo golpeare cuando lo vea, ¿Lo sabe?

—Si, no estamos bien pero seguimos juntos—Escucha que el agua de la ducha deja de sonar—Sé que ahora ambos actuamos mal, solo me sorprende que mi estupidez llegará a las manos de tus padres.

—¿De nuevo te sientes vigilado?

—Si, pero me contactare con Anya, aunque no me guste la idea, no quiero estar solo—Observa la puerta abrirse—Saldré con tu hermano a cenar, llámame si el problema se hace más grande.

—Está bien—Corta.

—¿Cuál es el problema?—Comienza a vestirse.

—Lo normal, alguien me ha estado siguiendo de nuevo, consiguió un video donde me beso con alguien más y se lo envió a tus padres—Habla rápidamente—Además de que recibí un mensaje de un número desconocido, donde me insultan.

Kyle se acerca hasta su celular, el cual había dejado debajo de la almohada, observa que hacía cinco minutos le había llegado un mensaje desconocido.

—¿Kyle?

+51 9520 7344 909
Deberías mejorar tus gustos. ¿Sabes que tienes cuernos?

Abre el video aun sabiendo de qué se trataba, no podía evitar sentir rabia, pero tampoco estaba en posición de reclamar, tira el celular contra la cama pero rebota y cae al piso.

—¿También te llego?—Pregunta el rubio, se agacha despacio para recoger el celular, observa solo un pequeño rayón en la pantalla, reproduce de nuevo el video, elimina esa conversación—¿Me dirás algo? Yo también tuve que observar como le metías la lengua a ella, no tienes derecho a decir nada, solamente hice lo mismo que tú.

—Lo reconozco, hice una estupidez, pero al menos podría alegar que estaba bajo los efectos del alcohol, tú lo hiciste de forma consciente.

—¿Tanto te enfada? Por qué no puedo ver que yo hice algo mal, estaba en todo mi derecho a vengarme, además dijiste que en ese momento yo te había terminado.

—Cierto, tú y yo, actualmente no somos nada—Esas palabras dolió decirlas y también dolieron escucharlas—No existe un nosotros, casi dijiste que solo me necesitabas cerca por el embarazo y la marca.

—Si—Traga grueso—Y creo que por el momento, es mejor así, no pelearemos más, porque después de todo no tenemos una relación amorosa.

—Es lo mejor—Repite—Pero, aunque también esté enojado contigo, recuerda algo, te sigo amando.

—Y yo a ti—Lo mira a los ojos, ambos actuaron de manera estúpida—Nos adelantamos en muchos aspectos, tal vez eso fue lo que perjudicó lo nuestro.

—Aceptaré que terminaste conmigo—Se acerca varios pasos, acaricia su mejilla—Pero solo momentáneamente.

—¿Vamos a comer?

—Sí—Le roba un beso para después alejarse—Debes tener bastante hambre, pero se debería ver como se soluciona el problema con la persona que envió el video.

—No quiero que me beses—Refiriéndose al beso robado, aunque tampoco se estaba quejando—No me importa que opinen otras personas si ven ese video—Tal vez era mentira—Lo único que realmente me interesa, 
es tener algo de tranquilidad.

—Pronto todo deberá mejorar.

•••

Erika estaba enojada, como no estarlo, primero su hijo se involucra con el omega de Andrea. Y ahora ese video, pero no le quedaba ahora ninguna duda de la clase de ser que era Dylan, uno despreciable o así lo veía ella.

Más problemas estaban por venir, la alfa había decido llamar a su amiga, después de todo, Megan siempre fue inteligente a la hora de tratar con esa clase de escoria.

—Esto es el colmo, necesito alejar a ese cazafortunas de mi hijo—Por supuesto la mujer sabía que este ya estaba lo suficiente grande para decidir, pero el corazón de madre no debería de equivocarse—¿Y después qué hará? Te imaginas que logre sacarle todo el dinero a Kyle y después vaya por tu hijo.

—Debemos evitar que eso suceda a toda costa—Declara firme Megan—Esa clase de ser humano no se conforma con poco, ¿En qué necesitas mi ayuda?

—Cuando te enteraste de que Ezra estaba mintiéndole a Hunter…¿Cómo hiciste para deshacerte de él?

—¿Quién te dice que hice algo?—Preguntó fingiendo inocencia—Sabes que un día se fue, dejando los papeles de divorcio firmados.

—Se bien que no te caía bien, te conozco para saber que harías cualquier cosa para evitar que alguien lastime a tu hijo—Se mira las uñas—Dame un consejo, necesito alejar a ese inútil de Kyle y de toda mi familia.

—Bien—Termina por aceptar—Planeaba darle un susto, no es que mandaría a terminar con su vida, solamente algo como un secuestro o un "accidente" para después dejarle claro que lo quería lejos de mi hijo—Hace una pausa—Pero no pude, ya que antes de poder hacer algo, él había desaparecido del mapa, tal vez se dio cuenta de mi intención.

—Pensé que…Lo habías hecho desaparecer.

—Quería, cuando robó el dinero del dinero de mi familia, le pague el doble a ese amante que tenía para que no solo se lo robara de vuelta, si no que lo dejara en la miseria muy lejos de aquí—Sonríe—Y cuando regreso mi dinero, hice que pagará también, sabes que está en la cárcel por robo y Ezra, bueno él probablemente nunca regrese.

—¿Entonces tu consejo es que...Mande a secuestrar a una persona?

—No—Responde rápidamente Megan—Mi consejo es que, le inventes un amante demasiado real a Dylan, una infidelidad siempre destruye una relación.

•••
Ambos al final habían decidido salir a cenar esa noche, aún había cierta tensión en el ambiente.

Lo sabían, nada estaba bien, pero decidieron ir a un restaurante, solamente en ese momento, olvidarse de todos sus problemas.

—Kyle, estaba pensando en algo—Deja el menú sobre la mesa—Lo hemos intentado mil veces, siempre algo sale mal.

—Pensé que no íbamos a hablar de nuestra relación ahora.

—¿Me ocultas algo más?

—No—Responde después de meditarlo unos segundos—¿Y tú?

—Tampoco—Responde mirándolo a los ojos—Te perdonaré la estupidez que hiciste, con una condición.

—¿Cuál? 

—Si en un mes, tú logras por día decirme algo que te guste de mi o que me guste a mi, además de—Sonríe—Llevarme el desayuno a la cama todos los días, regalarme por noche un peluche uno más grande que otro, entonces cuando finalice el mes, regresaré contigo.

—Acepto.

—Y un detalle más, no me besaras en la boca durante todo ese tiempo.

—Eres cruel—Dice pensando lo difícil que será—Bien, acepto.

—Perfecto, desde mañana, sabes lo que tienes que hacer.

—Me esforzaré por tenerte de nuevo conmigo—Le sonríe—De verdad, me arrepiento la estupidez que hice, no debí hacerlo.

—No, claro que no—Suspira—Pero ahora, debemos enfocarnos en los otros problemas que están por venir.

•••

—¿Nervioso?—Pregunta el beta.

—No—Responde el alfa—Nada más mírame, soy algo así como el novio perfecto—Toma su mano—Eres afortunado de tenerme.

—¿Me pasas algo de tu seguridad?—Pregunta Elliot—Me da miedo, una vez que los conozcas, nuestra relación será más real.

—¿No lo era ya ?

—Noup, eras mi patrocinador para comer gratis—Bromea—Realmente sabes que me gusta ir despacio, necesitaba tiempo.

Sofía los mira desde el asiento de atrás, sin hacer ruido simplemente decide que es momento de bajarse del carro, camina hasta la casa.

—Tu hermana se adelantó.

—Vamos—Se bajan del auto—Al menos dejó de llover.

Caminan hasta la entrada de la casa, Elliot abre la puerta, desde la perspectiva Iván era pequeño a comparación de su mansión, pero se sentía más cálido que su propio hogar.

—Aún no llegan del trabajo—Dice Sofía bajando saliendo por la puerta de la cocina.

—Me salvé—Suspira aliviado.

—Hey—Lo vuelve a mirar—¿Tienes hambre?

—¿Me prepararás algo?

—No, si tenias, solo te iba a señalar la cocina.

—Yo, pensaba ordenar comida, es más rápido—Habla de nuevo Sofía—¿Algo en específico?

—Solo con que sea saludable.

—Bien, mandare a pedir—Se dirige a las escaleras—Los dejo solos, bye.

—Me surgió una pregunta—Acaricia la cadera del beta—¿La casa es de tus padres?

—Si y no, al principio debían pagar alquiler, después cuando comencé a trabajar desde adolescente y con los ahorros de mis padres, la compramos. Así que, legalmente aparece a nombre mío.

—Es más grande de lo que me hubiera imaginado, pensé sería más pequeña.

—Bueno, no tengo dinero para comprar una mansión—Se cruza de brazos, Iván lo atrae hacia él—Y vivir todos juntos, es más barato que estar pagando alquiler, además así puedo proteger mejor a mi hermana.

—¿Por qué eres tan hermoso?—Deja un beso sobre sus labios—¿Recuerdas lo que dijiste cuando nos conocimos?

—Cállate.

—Idiota, tirano y monstruo.

—No sabía que eras tu, pero el idiota si lo conserve.

—Nadie me había dicho la verdad tan libremente en la cara—Lo mira a los ojos—Tienes algo que me hace sentir vivo, continuando con la conversación que teníamos antes de llegar tu hermana.

—Si…

—Tienes razón, estoy enamorado de ti, me asusta las consecuencias de ese intercambio de pastillas—Acuna su rostro entre sus manos—Pero, pase lo que tenga que pasar, seré egoísta, así que, quédate conmigo, hazme olvidar que el tiempo para mi puede estar corriendo en cuenta regresiva.

—No me gusta cuando hablas así—Sus ojos estaban llorosos—Eres demasiado pesimista, me gustas, de una manera que nunca había sentido con nadie más—Pone su mano sobre el pecho del contrario—Solo te pido algo, no te des por vencido antes de comenzar la guerra.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top