12: Problemas a la vista

—Te conozco, hijo—Se dirige al auto—Te aburres con facilidad.

Kyle se queda unos segundos analizando las palabras de su madre, no era tan difícil pensar que había cambiado, pero tal vez, lo hizo a un punto donde no se reconocía.

Pero en algo tenia razón Ericka, era demasiado egoísta cuando deseaba tener algo. En ocasiones se odiaba a sí mismo.

Vuelve a entrar a la casa, el rubio lo mira con preocupación, se acerca unos pasos, acaricia la mejilla del alfa.

—Pareces triste.

—¿Triste?—El alfa niega, lo abraza para después sonreír—No podría estar más feliz, al fin no vamos a tener que ocultarnos, puedo gritarle al mundo que seré papá.

—¿Tú mamá me odia?—Pregunta el rubio, esconde la cara en el pecho del más alto—Creo que ni siquiera acepta que será abuela.

—Ya se le pasará—Responde restando importancia—Ambos sabemos que ese matrimonio no iba a durar mucho, de por sí.

—¿Qué tan enojada estaba Ericka?

—Me prohibió regresar a la empresa, diría que me despidió—Admite en voz baja—Pero desde ayer le hable a un amigo, trabajaré con él.

—¿Tenías todo planeado?

—Solamente soy cauteloso—Besa su cabeza—Además, el que me intentarán  emparejar con alguien, colmo mi paciencia.

—¿Y donde es que trabajarás?

—¿Conoces la firma de abogados  Iseman&Karlisle?—Despues de separse, el omega asiente—Bueno, Hunter es el dueño y es mi mejor amigo desde que tengo memoria.

—He escuchado mucho de él, dicen que nunca ha perdido ni un solo caso que representa—Sonríe—Me alegra que consiguieras trabajo.

—Bueno—Se rasca la nuca—Aún no me contrata, pero solo basta con hacerle esta carita—Hace un puchero—Y listo, de nuevo a ser socios.

—No creo que funcione así.

—En realidad si, solamente tome unas vacaciones demasiado extensas, por así decirlo—Explica—Se que esta demasiado ocupado últimamente, es seguro que me contratará.

—Deberíamos celebrar que pronto estarás trabajando—Pone ambas manos en sus hombros—Que podrás seguir haciendo lo que te gusta.

—Para celebrar como quiero—Su mano acaricia la espalda del rubio, inclina su cabeza hacia bajo un poquito, roza sus labios—Tal vez podrías levantarme ese castigo.

—Despacio—Traga saliva—No puedo resistirme teniendo tus labios tan cerca.

—No sabes las ganas de besarte que tengo—Dice para proceder a unir sus labios.

•••

—Me tenias abandonado.

—Eres como un perrito cuando le das de comer una vez en la calle, ya no puedes alejarte de él.

—¿Acabas de llamarme perro?—Pregunta Iván.

—Ellos tienen mejor carácter—Se acerca a la camilla, lo besa—Te extrañe.

—Y yo aún no hemos podido celebrar que somos pareja—Acaricia su mano—¿Quieres hacerlo en un hospital?

—No tendré sexo contigo aquí—Responde rápidamente Elliot.

—Que mal pensando eres, me refería a que si quieres acostarte a la par mía un rato.

—Debo volver pronto al trabajo, pero en otra ocasión aceptaré esa invitación.

—Es probable que me den hoy mismo el alta, me siento bien—Le sonríe—¿Quieres cenar hoy en mi casa?

—Si eres parte del menú si—Responde para después ponerse completamente rojo—Siento que no debí decir eso.

—Tranquilo—Se ríe—Podría decirle a Rosa que prepare algo de comer. O podríamos hacer actividades más divertidas en mi cuarto.

—Cenar, solamente eso.

—Le quitas lo divertido a la vida—Niega—¿Aceptas?

—Si, me gustaría quedarme hasta que te den el alta.

—Esta bien—Se sienta—Se que debes regresar, tienes solo una hora de almuerzo, sin embargo usaste ese tiempo para verme, eso es un gran gesto.

—Me gustas tanto—Le da un corto beso—Me quedaré unos minutos más, en diez minutos puedo regresar a la empresa.

•••
En el mínimo momento que tuvo la oportunidad, Iván decidió por el mismo que era oportuno largarse de ese hospital, después de que Jayden le trajera ropa limpia, lo primero hubiese querido seria ver a su novio, pero no, al parecer tiene que hacer algo llamado "trabajar". Asi que decidió ir a ver su enemigo natural.

Lo que nos lleva a este instante, el alfa estaba sentado sobre la silla que vio más cómoda, en este caso la del dueño del lugar, solo basto con su presencia para que lo dejaran entrar a esa oficina, observa la puerta abrirse.

—Ese es mi campo—Le gruñe el de ahora cabello rubio—Si accedi a verte no fue para que me robaras mi silla.

—No seas llorón, es una silla—Se burla, da media vuelta—Muy cómoda por cierto.

—¿Porque vienes a verme, hermanito?

—Estamos teniendo un problema de comunicación—Pasa un dedo por el escritorio, más para comprobar que no hubiese polvo—Supiste invertir el dinero que papá te dio durante vida, estas sumergido en montañas de billetes, así que no entiendo el porqué quieres más.

—Solamente quiero lo que a mi madre le hubiera correspondido.

—Hablemos de mi visita al hospital.

—Me enteré—Hace una mueca intentando esconder la sonrisa, se sienta en la silla enfrente del escritorio—Es una lástima, que esa bala no le hubiera dado en el abdomen a Dylan, hubiese perdido al bebé.

El ambiente en la oficina se torna pesado por el enojo del alfa, el omega se encoge en su sitio, era como un enfrentamiento de miradas.

—No entiendo como servicio social no te ha quitado a Saori—Quería bailar, bien el también podía—Puedo asegurar que esa niña merece una mejor familia, porque tú ni siquiera la quieres, dudo que sepas si quiera lo que es el amor.

—Bien—Susurra apenas audible, la verdad duele, nunca nadie lo había querido—Ese golpe fue bien dado.

—¿Qué pretendes hacer ahora?—Pregunta mirándolo con desprecio—Se de tus jugadas, tus cartas "secretas" pero dime, ¿Piensas que vengarte de un muerto en nombre de otro muerto servirá de algo?

—No lo entiendes, jamás lo harás—Baja el escudo emocional que lo protegía—No sabes lo que es crecer rodeado de golpes, gritos, abusos, sin dinero, sin un techo, sin cariño, siendo menospreciado por ser tu mismo, NO PEDÍ NACER—Le grita—En cambio ustedes, a tu hermano nunca le faltó nada, siempre rodeado de lujos, sin necesidades, porque apesar de conocer a mi padre, este nunca acepto que un omega se superará. Y Dylan...

—¿Y mi hermano que?—El alfa solamente estaba callado por primera vez en su vida, escuchando.

—Tiene una vida perfecta—Ríe sin gracia—Los odio, odio que no sintieran el mismo dolor, detesto que sean felices, quiero que se pudran, que sufran, que sientan lo que es no tener nada.

—Envidia—Niega, el problema no era que tanto sufras, si no la actitud que tomas ante ello—No existen las vidas perfectas, todo ser humano pasa por el dolor. Y eso no es una justificación—Se inclina en la mesa—Para poner una puta bomba en el carro de mi hermano y mandar a unos gorilas a disparar.

—Pensé que ibas a decir un discurso motivador.

—Me importa una mierda tus traumas infantiles—Dice sonriendo de lado—Paga una maldita terapia mientras estas en prisión por intento de homicidio.

—Podemos ir  a terapia juntos como hermanos—Le sonríe de vuelta—Tienes algo mal en la cabeza, pobre de la persona que tenga que ser tu pareja.

—Ahora entiendo por qué buscaste a papá, el progenitor de Saori seguramente salió huyendo al enterarse de que estabas embarazado.

—Imbécil—Desvía la mirada a la ventana, no iba a negar, la alfa había decidido abandonarlo a su suerte—¿A que más viniste a visitarme? O es que me extrañabas mucho.

—Deja en paz a mi familia.

—Puedo decir que los planetas se alinearon, no habrán más eventos desafortunados que atenten contra la vida en los próximos días.

—¿Dejaras de molestar?

—Nunca dije eso—Responde en tono misterioso—Es mi oferta, tómala o déjala.

—Si alguien más termina en el hospital, te mato.

—Bien—Sus ojos brillaban con maldad—No habrá daños físicos, solo prepárate para el juego que esta apunto de comenzar.

—Prepárate para perder—Se levanta.

—Te propongo algo—También se levanta, le extiende una mano—Me daré por vencido el día que se haga justicia, el día que pueda obtener mi felicidad.

—Te tengo una mejor—Aprieta su mano—Aun si ganarás, recuerda estas palabras—Lo mira a los ojos—El dinero no te dará felicidad, ni la venganza paz, solamente cuando comprendas el verdadero significado de amar, te darás cuenta de lo inútil que fue hacer "justicia" por mano propia.

—Que reflexivo—Se burla, suelta su mano—Bien, cuando gane, me reiré en tu cara de esas palabras.

Iván decide irse de la oficina, iba a cumplir su promesa, porque su siguiente movimiento, no implicaba ningún tipo de dolor físico.

•••

Kyle le había insistido a Dylan de acompañarlo hasta la casa para recoger sus maletas, todo estaba cambiando tan de repente.

El omega aún no deseaba que su madre supiera que estaba en una especie de relación con Kyle, tendría aún peor concepto de él.

Cuando el carro estaciona frente a la mansión solo puede suspirar, en algún momento, ese lugar también fue suyo. Y legalmente aún lo era, sin embargo por el momento, lo ideal era estar cerca del alfa.

—Solamente, quédate en el auto—Se desabrocha el cinturón—Ya casi vuelvo.

—Deberías dejar que te ayude a traer tus cosas, hace casi nada que saliste del hospital. Y no deberías esforzarte tanto por nuestros bebés.

—Le diré a Rosa que me ayude—Le da un corto beso—No quiero más problemas, al menos no por ahora.

—Bien—Le intenta sonreír—Pero estaré vigilando que no sobrepases, necesitas cuidarte más.

—Tampoco estoy invalido—Le acaricia la mano—Y te informo que mañana regreso a trabajar—Se baja del auto.

Cuando entra a su antiguo hogar, lo primero que nota son las maletas en la sala, traga saliva, al parecer si estaba hablando enserió, una señora aparece de la cocina.

—Joven, su madre quiso que las tuviera listas, lo siento—Dice avergonzada—Me duele que se tenga que ir.

—En algún momento pasaría ¿no?

Un recuerdo aparece en su mente, de una época donde su padre estaba convencido de que debía casarse lo antes posible.

Su carácter era algo fuerte, siempre con la frente en alto, terco, pero lo más importante, nunca dejaría que nadie lo pisoteara, aún así siempre se dejaba enredar por la opinión de su papá.

—¿Y que si no quiero?

—Dylan—Gabriel gruñe enojado—Me preocupo por ti, eso es todo, se que tienes 15 años todavía, pero seria bonito que cuando cumplas la mayoría de edad sepas con quien te casaras.

—Pero—El adolescente duda unos segundos—Ni siquiera conozco a ese alfa, el amor no puede ser forzado.

—Hoy vendrá a cenar, es increíble—Ignora completamente la opinión del omega—Sabes que sus padres vienen de una gran linaje procedente de Europa, tienen sangre de la realeza, sus tatarabuelos de sus bisabuelos fueron reyes.

—Hace como veinte generaciones o más—Rueda los ojos—Ahora solamente disfrutan de una herencia que viene de familia.

—Te agradará tu futuro esposo—SentenciaAdemás, mírate, eres un omega anormal, tienes 15 años y aún no se presenta tu primer celo.

Tal vez quiera ser independiente, no necesito de ningún idiota a mi lado para estar bien.

—Te casaras.

—No.

—Disculpen—Rosa entra a la habitación después de tocar—La familia Iseman acaba de llegar.

—Perfecto—SonríeAhora bajemos, deberás conocer a tu prometido.

Gabriel probablemente en este momento debía estar bailando dentro del ataúd, había logrado que su hijo se juntara con un alfa.

—Si me permite—La mujer comienza a agarrar las maletas—Le ayudare con esto, ¿El carro está afuera?

—Si—Agarra dos de las más livianas—Esta casa esconde tantos recuerdos.

Después de que Kyle ayudara también a subir todo en el maletero del carro, Rosa no puede evitar abrazar a Dylan, lo había visto a crecer.

—Lo extrañare.

—Gracias por estar pendiente de mi tantos años—Le sonríe—Asegúrate de que mi madre este bien.

•••

Al día siguiente.

Las puertas del ascensor se abren en el segundo piso, un alfa de cabello castaño claro corto, ojos azules con un poco de verde, alto, se veía fuerte, elegante.

Era perfecto en todo el sentido de la palabra, al menos eso decían cuando le veían por primera vez, se acerca hasta donde está su secretaria.

—Buenos días—Le sonríe—¿Tienes la—La beta le pasa unos documentos—Y también necesito—Le pasa una carpeta—Y si no fuera mucha molestia—Le pasa un vaso de café—Gracias.

—El joven Theron Hearth, está en la sala de espera—Le informa—¿Lo hago pasar?

—Dentro de diez minutos, quiero desayunar algo primero—Abre la puerta de la oficina—¿La oficina para Kyle esta lista?

—Si, le hicieron un par de modificaciones—Le sonríe—Podrá usarla en cualquier momento.

—Perfecto.

Mientras tanto Theron estaba enojado en el sofá de la elegante sala, no le gustaba que lo hicieran esperar, pero bueno, cuando menos tenía tiempo para planear su discurso.

Cuando por fin le permiten entrar a la oficina, tiene que volver a procesar lo que estaba pensando. Como era posible que el hombre frente a él fuera tan guapo, sexy, hermoso, esos ojos.

—Buenos días, señor Hearth—La seriedad en su voz es un golpe de realidad—Tome asiento, por favor. Lamento hacerlo esperar.

Por ti no me molestaría esperar cien años, piensa el ahora rubio.

—No se preocupe, fueron solo unos minutos—Toma asiento frente a él—Bueno, quizá su secretaria se lo dijo, me gustaría impugnar un testamento, verá, mi padre era Gabriel Hastings, que en paz descanse tan honorable hombre.

—Las leyes indican que cualquier hijo biológico, aún si no fue legalmente reconocido, puede reclamar la parte de su herencia—Toma un sorbo de café—Sin embargo, se necesita primero de las pruebas de ADN que demuestren el parentesco para poder llevar el caso a un tribunal.

—Esta muerto.

—Por eso necesito saber que tan en serio es su caso—Theron frunce el ceño—Podemos ir armando algo, un juzgado solicitara la prueba de ADN, al no estar vivo, se la realizarán a los restos del cuerpo.

—Pues en tal circunstancia—Se inclina sobre la silla—Créame que estoy hablando demasiado enserió. Solamente quiero aunque sea un poco de justicia.

—Lo escucho.

—La historia es algo complicada...

•••

Era extraño sentir que todo cambia de un momento a otro, Kyle era bueno con él, todo marchaba de maravilla, excluyendo el hecho de que a esta hora toda la familia de su alfa lo debe estar viendo como un promiscuo de lo peor.

—¿Y como te sientes al respecto?

Ser sincero, no quería más mentiras en su vida, además si existía una sospecha de quien le estaba haciendo la vida imposible, también debía decírsela a Kyle para que no se preocupara.

—Siempre supe que papá no era bueno—Suspira—Pero tengo mucha información que procesar, tengo miedo de que vaya a suceder.

—Te puedo asegurar que estaré a tu lado—Acaricia su cabello—Seremos una pareja imparable.

—¿Pareja?

—Nos saltamos muchos pasos para una relación normal—Se muerde el labio—Primero creo que era salir, conocerse, hacerse novios, casarse.

—Quiero morder tus labios yo mismo—Solo podía mirar ese gesto queriendo probar de nuevo—Si quieres que seamos algo más formal, debes esforzarte pidiéndome ser tu novio.

—Espera aquí—Se levanta de la cama, el omega se queda mirando la puerta unos segundos, desapareció.

—¿Irás por cigarros?—Pregunta en voz alta.

—Si—Le responde desde la otra habitación—Pero no te preocupes, regreso en un par de años.

Regresa a la habitación con una pequeña caja en su mano, frunce el ceño, el rubio decide gatear hasta el borde de la cama.

—Esto era—Abre la caja, habían varias pulseras hechas a mano, saca una—Creo que era un pasatiempo que tuve cuando era niño, pero me gusta guardarlas.

—Para ser hechas por un niño...—Era sencilla, tejida a hilo color rojo oscuro y azul, delgada—Es bonita.

—Andrea siempre dijo que eran horribles, intento quemarlas en varias ocasiones—Sonríe recordando, toma su mano—Iniciamos de una manera extraña, se que nos adelantamos, sin embargo, puedo asegurarte que lo que siento es real—Le pone la pulsera—Eres el omega más terco que he conocido, eres inteligente, decidido, valiente, hermoso, tu sonrisa es lo mejor que puede existir en el mundo, después de tu trasero—Recibe un leve empujón—Quiero poder ver tus lindos ojos cada día, abrazarte mientras dormimos. ¿Quieres ser mi novio?

—Si—Salta sobre él provocando que caigan al piso—Quiero casarme contigo.

—Eso no fu—Un beso lo interrumpe.

Sus labios encajaban a la perfección, a un ritmo suave, disfrutando el momento, el omega sonríe sobre sus labios.

—Siento que caí. Y aunque me da miedo—Deja un corto beso—Me arriesgare.

—Te puedo asegurar que ambos caímos—Acaricia su mejilla—Nunca creí que podría desear tanto estar al lado de alguien.

Dylan en su corazón se sentía tranquilo, sabía que se avecinaban problemas, pero al menos, tenía en su mente que podía confiar en Kyle, ignoraria esa inseguridad, simplemente se dejaría llevar.

•••
Casi a la una de la tarde, Dylan decide ir a trabajar, había llamado a Anya para que lo fuera a recoger, no era que no pudiese conducir, si no más bien por seguridad. Y si, algo tarde, pero al menos quería ponerse al día en un par de horas.

El alfa había recibido un mensaje de Iván citandolo en un restaurante italiano, definitivamente el mayor de los Hastings tenía un gusto por ese tipo de comida. Cuando va saliendo de la casa le entra una llamada.

—Tú madre acaba de llamar a la mía, diciendo que perdiste la cabeza.

—Según tengo entendido la tengo pegada a mi cuerpo.

—Idiota, soy como tu hermano y no me contaste que te enamoraste del omega de tu hermana....Aunque, pensé que a Andrea le gustaban más las...

—Por supuesto—Se recuesta en la pared—Hola, amigo tanto tiempo sin hablarte. Si, es que, mi soulmate resultó siendo el omega de mi hermana, Dylan Hastings. ¿Que más dijo mi mamá?

—Que eras una desgracia, pero eso no es novedad para mi—Sonríe—¿Tu hermana siempre lo supo?

—Si, era una mentira—Responde cerrando la casa—Te dije que era una larga historia.

—Hablando sobre eso, quizás debas saber—Suspira—Hoy un omega llego a mi oficina, diciendo ser hijo de Gabriel Hastings y queriendo impugnar el testamento, considerando tu relación con Dylan, pensé que debías saberlo.

—Si, gracias por decirme—Suspira—Y no te enojes conmigo por no contarte, te aparecerán canas, Hunter.

—¿Lo quieres o es un capricho?

—Al inicio, admito que solamente lo mire como un capricho, sabes que me gustan los retos—Hunter no entendía como Kyle podía ser tan idiota en ocasiones—Pero cuando sucedió el atentado contra él, me comencé a preocuparse de verdad. Aún así era solo un juego.

—Tendrás dos hijos con él—Y si bien era bueno, ser tío—Y ni siquiera lo quieres.

—Déjame terminar de hablar—Lo interrumpe—Me gusta, su personalidad, sus ojos, su cabello, su piel, sus ronquidos, ese pequeño gesto que hace cuando no le gusta algo y arruga la nariz. Fracasé y me enamore.

—Sabes que se enojara cuando sepa que tú te acercaste solo para jugar con sus sentimientos.

Hunter estaba seguro que la familia Hastings era como un gran nido de víboras, al menos Gabriel se llevaba el premio, tuvo la mala suerte de conocerlo personalmente, quiso tanto golpear su rostro. Y ahora que recordaba, le parecía haber conocido al menor de los Hastings en su adolescencia.

—No tiene porque enterarse—Comienza a caminar al carro—Me aterra no ser buen padre.

—Sabes que para Chelsey, eres el mejor tío del mundo—Lo anima—Cuando estaba mal, tú estuviste para cuidarla. Harás un buen trabajo—Se pone a pensar—Excepto por aquella vez, que te confundiste de bebé, la mamá de ese niño casi le da un infarto.

—Ahora imagina con dos—Pone el altavoz—No sabré ni cual es cual.

—No deberías preocuparte por eso, solo llama a los dos de la misma manera, asunto arreglado.

—Buena idea—Comienza a conducir—¿Aceptaste el caso?

—Le asigne otro abogado—Responde revisando unos documentos—Sabes que de verdad mi vida esta más ocupada en juicios, últimamente.

—Bueno, en parte es bueno—Dice notablemente aliviado—Como mi mejor amigo, como hermano, habría sido incómodo.

—Debo continuar trabajando, recuerda que te veo la otra semana.

—¿Me volverás a contratar?

—Te pondré a prueba unas semanas, quizá casos pequeños y sencillos.

—Es perfecto, de verdad te lo agradezco.

—Pero quiero puntualidad. Y si vuelves a renunciar, la próxima vez te mando en un avión a la antártica.

—Yo también te quiero——Cortan la llamada.

Detiene su auto frente a un restaurante,  toma aire, agarra el sobre que escondía bajo el asiento del carro, se baja, una vez en establecimiento busca con la mirada a Iván.

Le tira la carpeta casi enfrente de sus narices, se sienta al frente, el ambiente era más bien pesado, ambos se miraban fijamente.

—¿Para que quieres eso?

—Por algo—Se limita a responder—Así que seré tío.

—¿Quieres que te recuerde nuestra conversación de la piscina?

—Dije, enamoralo, no embarazalo.

—En mi defensa ambas palabras comienzan con e—El otro alfa lo mira con rabia—De verdad, me enamore de tu hermano, solo un idiota no lo haría, es maravilloso.

—¿Y porque debería confiar que estará bien contigo?

—Primero quien debería confiar es Dylan—Aclara—Siento que él es diferente, tan decidido, valiente, inteligente, aunque no lo muestra normalmente, puede ser tan adorable. Lo único que quiero es ver su sonrisa, ver ese brillo en sus ojos.

—Te lo diré de la manera más sutil posible—Agarra el sobre para guardarlo en un maletín después de ver su contenido—Le rompes el corazón a mi hermano. Y ni siquiera tu madre podrá reconocer tu rostro de lo desfigurado que lo dejaré.

—Si algún día, eso pasa. Créeme que no pondré resistencia—Lo único que quería era proteger a su omega—Dylan es lo más importante para mi en este momento.

—Supongamos que te creo—Observa el menú—¿Que querías decirme?

—Dylan me contó sobre su medio hermano—Toma un sorbo del vaso de agua en la mesa—Al parecer, un amigo que es abogado, me llamó. Esta buscando una vía legal de impugnar el testamento.

—Así que si deberemos usar el contenido de la carpeta.

—No, ¿Que mierda harás con eso?

—¿Que crees, idiota? Darselo a Dylan.

—¿Te estás escuchando? ¿Y si piensa mal de mi? Siento que estas buscando lo más mínimo para querer desfigurar mi rostro.

—Me haré cargo de eso, tranquilo—Se encoge de hombros—Además se como llamar su atención. Sígueme diciendo de Theron.

—Bueno, el caso esta en manos de la firma Iseman&Karlisle, sin embargo no será Hunter quien llevará el caso.

Hunter Iseman, los ojos del alfa se abren en sorpresa al recordar ese nombre, mierda.

A lo que recordaba, ese alfa, Gabriel Hastings había planeado de todo para un compromiso de Dylan con ese sujeto.

—Bueno, eso asegura un poco que tenemos ventaja—Susurra—¿Hunter esta casado?

—No sabia que te gustaban los alfas—Le sonríe—Es divorciado, su matrimonio fue un completo fracaso.

—¿Hace cuanto lo conoces?

—Desde que tengo memoria.

Si que el mundo podía ser demasiado pequeño. Pensar que en cualquier posible alternativa, Kyle siempre tendría un obstáculo.

Ese compromiso no paso a más, además de que solamente Hunter y Dylan se vieron a lo mucho en dos ocasiones. Fue el alfa quien rechazo casarse con el omega.

Aunque claro, desde la perspectiva de Gabriel, ese compromiso no paso a más, porque su hijo había sido manchado, ya no era puro. Por eso seguramente el alfa se negó a casarse con Dylan.

—No se que tanto te preocupa—Continua Kyle—Pensé que querías saber lo de tu hermanastro para estar preparado.

—Si, al menos cumplió su promesa de no más heridos—Sale de su trance—No te he preguntado, ¿como están mis sobrinos?

—La doctora le dijo a Dylan que estarán bien—Comienza a mirar el menú—Hoy amaneció con náuseas.

—Y aun así en este momento esta en la empresa.

—Sabes como es Dylan, para el trabajar es lo primordial, además que la única manera de que se hubiese quedado en casa habría sido atandolo a la cama.

—Cierto, tiene muchas responsabilidades en la empresa.

—Le gusta, creo que no le agrada estar sin hacer nada por mucho tiempo—Sonríe—Tenia pensando, acompañarlo cuando entré o salga de trabajar, en las horas de almuerzo.

*Narra Dylan*

—Buenos días, señor—Me saluda un hombre con un bolso de uber—Me dijeron que le entregara esto—Extiende un sobre.

—¿Esta seguro que fue a mi?—Le pregunto mirando mi alrededor—No recuerdo esperar nada.

—Me dijeron que lo disfrutaría.

Antes de poder reclamar, su moto se aleja del lugar, me quedo unos segundos procesando, esto era extraño.

Entro al edificio, había regresado a mis funciones normales dentro de la empresa, después de todo, aun sigo teniendo el puesto de presidencia, debía velar que todo estuviese bien.

Pero esta carpeta no me daba buena espina, una vez en mi oficina, le paso un mensaje a Andrea, vacío el contenido sobre la mesa.

—¿Qué mierda?

Esto no puede ser posible, un vacío en el estómago, pongo mi mano sobre mi vientre, estaba siendo más acosado de lo que pensé.

Siento que he vivido lo suficiente para saber decidir, si, reconozco que me equivoque al casarme. Pero una parte de mi tuvo miedo, de lo que pasaría si no lo hacía.

Mi hermano transmitía esa aura asesina, aun pienso levemente que me odia. Aunque sus palabras suenen sinceras.

—No debo hacer tanta mente—Susurro mirando las fotos.

Eran varias donde apareciamos Kyle y yo, en algunas abrazados, otras tomándonos la mano, en dos nos estábamos besando. Suspiro, le había dicho a Andrea que necesitaba conversar con ella.

—Se me pasó la hora de almuerzo—Se disculpa apenas entra a la oficina—Te ves preocupado, ¿Que pasa?

—Me llego un sobre con estas fotos—Se las entiendo—No traía ninguna nota, nada, pero podría servirnos.

—Dylan, sufriste un atentado—Me interrumpe—Si siguen acosandote, deberíamos decirle a la policía.

—No—Suspiro—Quiero que uses las fotografías, que reclames en un juzgado que nos divorciaremos por adulterio—Al menos ante la ley—Si te haces la víctima, en el divorcio, tendre que cederte dinero por "daños a la moral".

—¿Que hay de quién envió esas fotos?

—Mira esta—Le paso una donde mi novio y yo estamos sobre la arena, mirando el atardecer, mi cabeza apoyada en su hombro—Dime quien la tomó.

—Pues fui yo—Agranda los ojos al caer en cuenta, sigue mirando las otras fotos, la mayoría de la luna de miel tenían la misma fotógrafa—¿Como es posible? Dylan tú sabes que esas fotos yo jamás las usaría para algo malo.

—Lo sé, eres casi como una hermana para mi ¿Sabes? Confío en ti—Le digo con sinceridad—Sin embargo, creo que estas fotos, al menos la mitad, fueron tomadas en privado.

En este momento quisiera tanto ignorar esos pensamientos, porque sabía que las fotos de la luna de miel, estaban en el celular de Kyle. Entonces mi corazón parecía quebrarse de pensar que todo este tiempo quizá solo ha estado usandome.

Niego varias veces, debo pensar en positivo, me pidió que fuéramos pareja, sus ojos brillan de emoción cuando mencionó a los bebés, cuando me mira, transmite ese cariño, aunque nunca lo dijese en palabras.

—No te hagas teorías locas en tu cabeza—Me regaña—Existen muchos hackers hoy en día, pudieron extraer esas fotos fácilmente.

—Tienes razón—Intento convencerme—Así que, en tal caso, solo utiliza las fotografías para nuestro divorcio.

—Intentaré hacer mi mejor actuación de víctima—Me sonríe—Aunque de una vez te aviso, que estaré feliz de ser tía. Lo digo por si durante el proceso...

—Tienes que insultarme—Asiento—Lo sé, mis bebés tendrán la mejor tía del mundo—Solo deseo que estén bien—Por cierto. ¿De verdad Kyle es tan malo poniendo nombres?

—Depende de lo que creas un buen nombre—Le presto atención—Cuando su mejor amigo se convirtió en papá, el omega de este había escapado del hospital un día antes de que le dieran de alta.

—Espera...¿No es al revés?

—No, creo que era rebelde—Supongo que no todos tienen ese amor hacia un niño—Hunter entró en desesperación por la fuga de su esposo, los primeros meses no quería ni ver a la bebé. Pero mi hermano siempre estuvo ahí, cuidando a la criatura, hasta le puso el nombre, se llama Chelsey.

—Bueno, al menos me da tranquilidad saber que Kyle sabe como cambiar un pañal, probablemente.

—Y como hacer que se duerma.

Podría dormir en las noches, mi alfa podría hacerse cargo, pero entonces recuerdo que son dos. Por lo tanto la responsabilidad se divide en igual cantidad.

—Escuche sin querer que tu madre le organizo una cita antier.

—Si, creo que mi hermano es algo...—Vamos dilo—Era mujeriego, así que para mamá el hecho de ver que no tenia ninguna relación, se le hizo raro.

—Oh—Me muerdo el labio—Solo espero que no vuelva a irrumpir en nuestras vidas.

—Créeme mi mamá está furiosa, pero no hará nada—Se ríe—Al menos debería agradecer que seguirá siendo abuela.

—Me trato mal...

—Bueno, con el tiempo se dará cuenta que eres bueno. Lo que ella opine no importa.

Lo se, odio tanto sentir esta inseguridad, solamente le sonrio. Relajarme será difícil tomando en cuenta tantos problemas.

•••

Me dirijo a la cafetería del otro lado de la calle, vuelvo a mirar hacia atrás cuando me da la sensación de que estoy siendo vigilado, niego.

Entro al establecimiento, esto no me está dando un buen presentimiento, me acerco a ordenar un chocolate caliente, un par de donas.

Nadie me esta mirando—Intento convencerme.

Le agradezco a la mujer que me entrega mi pedido, decido sentarme en una de las mesas más escondidas del establecimiento.

El detective aún no daba ninguna pista de quien pudo cometer ese atentado, eso me inquietaba. Tal vez Iván no sea de fiar, pero tomando en cuenta la aparición de Theron, ni siquiera lo conocía, sin embargo algo me decía que sería capaz de destruir.

Comienzo a comerme las donas, quisiera poder comprar todo lo que había en la cafetería, me distraigo en mis propios pensamientos, cuando de repente la silla frente a mi se mueve.

Levanto mi mirada para gritarle, la dona de mi mano se cae, pero que...Este solo sonríe.

Mi corazón comienza a latir más rápido de lo normal, como un nudo en mi garganta, algo que me impedía respirar de manera regular.

—Hola, tanto tiempo sin verte.

Adam, el causante de mis pesadillas, la razón por la que mi confianza es nula, ahora estaba sentando enfrente de mi. Con una enorme sonrisa.

—¿Que carajo quieres?—Pregunto intentando mantenerme fuerte, quería golpearlo.

—Te vi por casualidad cuando cruzaste la calle—Mi pulso estaba temblando, sentía que en cualquier momento vomitaria—Solo me acerque para....—Vete, aléjate de mi—Felicitarte por tu embarazo.

Mi izquierda se mueve rápidamente hacia mi abdomen, un fuerte sensación de miedo invadió mi cuerpo.

—Solamente lárgate, si no quieres que termine la cicatriz que te deje.

Ese pequeño corte en la cara, fue lo único, que había podido hacer para defenderme. Pero mi cuerpo no reaccionaba, estoy congelado por el miedo.

—Cuida a ese bebé, los accidentes pasan—Se levanta antes de que pueda golpearlo—Y recuerda algo, ningún alfa te va a querer realmente, el padre de esa criatura, probablemente siente asco de estar contigo.

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