*Narra Iván*
Odiaba que me hicieran esperar, solo pase para ordenar un café para llevar y unas cuantas donas. Pero aquí estaba en una fila de gente esperando.
Lo único que evitaba que muriera de aburrimiento era el beta atrás mío, ojos color gris, cabello castaño claro, tez blanca, solo unos tres centímetros más bajo que yo, casi no se le notaba músculos pero por la camisa su abdomen parecía marcado, todo esto mirándolo una fracción de segundo para no parecer un acosador. Pero definitivamente era mi tipo y creo que se dio cuenta de mi mirada.
-¿Tengo algo en la cara?
-No, sólo te me hiciste conocido-Miento-Es mejor que estar mirando la espalda de la persona de enfrente.
-Me parece haber visto tu cara antes.
-Tengo una cara común-Digo encogiéndome de hombros-¿Vienes seguido aquí?
Lo extraño de intentar conversar con alguien mientras esperas un café, pero tanto tiempo encerrado en esa oficina escuchando la molesta voz de Mónica, hablar con desconocidos no era mala idea.
-No-Responde mientras me sonríe-Mi hermana-Señala a una chica de cabello castaño oscuro-La acompañe, tendrá una entrevista de trabajo hoy.
-Espero que le vaya bien.
-Si, aunque he escuchado que dicen que uno de los dueños de la empresa es un idiota-Le presto atención-Pero espero que no este presente.
-¿Y adonde irá?
-A I&GHastings- Efectivamente, me acababan de llamar idiota en la cara-Ya recuerdo, Iván, dicen que es un monstruo.
-¿Enserio?
-Dicen que es un tirano de lo peor.
Me muerdo la lengua, dejaría que siguiera hablando.
-Iván Hastings-La muchacha que está detrás del mostrador me extiende una bolsa cartón con mi pedido-Su orden.
-Gracias-El beta detrás mío pierde todo color de la cara.
-Humm...
-A lo que tengo entendido, el tirano es quien entrevistará a tu hermana.
Salgo del establecimiento, solamente tengo que cruzar la calle. Mónica en este momento se encontraba trabajando el doble, el idiota de mi hermano no confío en que no mandaría a bancarrota la empresa.
Jayden tan inútil como siempre no pudo decirme a dónde se fue Dylan, pero tarde o temprano me daría cuenta. Los empleados cuando me ven llegar guardan silencio y se concentran en su labor.
Debo admitir que ese beta de ojos gris me atrapo, podría contratar a su hermana, quizá exista más posibilidades de volverlo a ver.
-Buenos días, jefe-Me saluda Mónica-Ya llegaron cuatro personas para la entrevista, ¿Quiere que vayan pasando?
-¿Y como los ves?
-Creo que no le agradarán-Responde después de unos segundos.
Mónica sabía de mi mal carácter, así que si decía eso era por algo.
-Bien, dile al primero que pase-Antes de entrar a mi oficina me giro hacia ella-Puedes mandarme un mensaje de tu opinión de cada de los que van a pasar.
-Por supuesto.
Si quiero que algo se haga bien, debo hacerlo por mi mismo, me siento en la enorme silla de cuero, comienzo a comerme una dona. El ambiente se sentía menos pesado el día de hoy, quizá era por esos lindos ojos gris.
Mónica Navret
La mujer se acaba de desabrochar tres botones de su blusa al saber que entrará a su oficina.-8:00 am
Ruedo los ojos, la puerta se abre, efectivamente una atractiva omega pelirroja entra a mi oficina dejando relucir sus melones.
¿Acaso tenía cara de proxeneta? Parecía qué quería un trabajo en un burdel de la mala muerte, le sonrió falsamente.
Iba a ser una mañana larga, lo más incómodo de todo era que ni siquiera ocultaba su coqueteo, además que mirando sus estudios...Saben, mi chófer tiene mas habilidades para trabajar en marketing. Y eso que no fue al colegio.
-Sabe-Intenta sonar seductora mientras se inclina en la silla-Si me contrata no se va a arrepentir.
-Si quisiera una prostituta, iría a la esquina a las doce de la noche-Un fuerte golpe llega a mi mejilla, la miro salir furiosa.
Mónica Navret
Le dijo a quienes estaban esperando que usted era un acosador y que intentó profanarla.-8:10 am
Los rumores corrían tan rápido, a ese paso creo que voy a terminar con diez demandas de ese tipo, Mónica ha trabajo conmigo desde hace dos años y puede dar testimonio de que nunca me he intentado sobrepasar.
Ahora que lo pienso, esa pobre chica necesitaba un ascenso, algún día, cuando termine la universidad.
Después de tres entrevistas donde siempre tenían un defecto, no algo físico, simplemente les faltaba inteligencia, liderazgo, creatividad, astucia, trabajar bien bajo presión, amar su profesión. Nadie me convencía.
-La señorita Sofía Moreau acaba de llegar para la entrevista.
-Ya que-Digo decepcionado-Dile que pase.
Cuando la puerta se abre observo a la misma mujer que vi en la cafetería hace rato, así que esta era la hermana del chico misterioso de ojos gris.
-Buenas días-Dice con seriedad, se sienta en la silla frente a mi.
La examino de pies a cabeza, por primera vez en el día veo a alguien con ropa decente, mi celular vibra.
-Veo que estudio en la Universidad Internacional de Lavrozha
-Si, terminé mis estudios hace dos año.
-¿Ha trabajado en el área de marketing anteriormente?
-No-Responde pero inmediatamente añade-Pero aprendo rápido, siempre he pensado que esta farmacéutica me ha ayudado, sabe, gracias a sus productos puedo vivir tranquilamente en ocasiones aparentando ser beta.
Por primera vez en meses o años decidí hacer lo correcto, tenemos que ser honesto, es difícil conseguir trabajo, tenía el perfil que buscaba y si no la contrataba, probablemente nadie le daría la oportunidad de poner en práctica lo que aprendió.
-Seré honesto, de todas las personas antes que ti, eres quien más tiene esa aura de superación, por así decirlo.
-¿Qué significa eso?
-Que estarás aprueba un par de días.
-¿De verdad?
-Si, ven mañana. Le diré a alguien de marketing que te de un recorrido y te explique tus funciones. Y si te desarrollas bien, el trabajo será tuyo.
-Gracias.
Observo salir a la chica de la oficina, después de notificarle a Mónica de mi decisión me permito pensar en estos últimos días.
Solo cinco minutos antes y mi hermano estaría muerto en este momento, ¿Realmente lo odio?
Un fuerte golpe llega a mi mejilla, intento mantener el equilibrio, los ojos de mi padre eran de rabia pura.
-Eres una maldita decepción para mi especie-Grita mientras tengo que detener su mano para que no me vuelva a golpear-Por tu culpa Dylan esta sufriendo en este momento.
-¿Mia?-Pregunto incrédulo-Si fuera por ti quien sabe que los hubieras obligado a hacer, solamente me asegure de romperle cada maldito hueso a Adam.
-Idiota-Otro golpe llega a mi rostro sin previo aviso-Es tu culpa, si no le hubieses metido en la cabeza esa mierda de que podía superarse y tener igual de condiciones jamás hubiera ido a ese instituto.
-No es mi culpa, es de Adam por ser un hijo de puta.
-Es tuya, entiéndelo-Otro golpe llega pero ahora a mi abdomen, me quedo sin aire unos segundos, me tira al suelo-Es tu culpa que tenga esa marca, tu culpa que Adam lo embarazara-Comienza a patearme-Tu culpa que ese alfa rompiera con ese vínculo, debiste protegerlo.
-Intente protegerlo-Grito al borde de las lágrimas-Juro que intente protegerlo.
-Es tu culpa-Otra patada llega-Siempre que estés al lado de Dylan, le pasarán cosas malas, entiéndelo. Mira ahora solo tiene quince años y será padre.
¿Realmente era un imán de problemas para mi hermano?
Después de que el maldito de mi padre terminará de patearme, me levanto adolorido, comienzo a caminar hacia las escaleras, escucho incesantes golpes en la puerta de la habitación.
Corro hasta llegar a la habitación de mi hermano, Rosa me mira con preocupación enfrente de la puerta del baño.
-No se donde deje las llaves, no quiere abrir la puerta-Veo hacia abajo, ¿agua?
-Aléjate de la puerta.
De una sola patada la tiro al suelo, entonces siento como mi corazón se detiene, la sangre teñia lo que una vez fue agua pura.
-Llamaré una ambulancia.
Con cada paso era como si dejara un trozo de mi alma, sus muñecas no paraban de sangrar, su cuerpo estaba tan helado.
-Hermanito-Lo llamó pero no obtengo respuesta, intento buscar un signo que me diga que aun esta vivo.
Saco su cuerpo de la bañera, busco algo para detener el sangrado, esto tiene que ser una pesadilla, Dylan nunca haría algo como esto, él no.
-Por favor, hermanito, resiste.
Comienzo a bajar las escaleras con su cuerpo aún en mis brazos, el sonido de la sirena es sorprendentemente rápido, la única ventaja de ser herederos de una farmacéutica.
-Dylan-El grito de mi mamá se escucha por la sala mientras corre hacia a mí-Bebé, por favor, abre los ojos.
Apenas soy consciente de cuando los paramédicos se lo llevan en la ambulancia, la escena estaba tan tatuada en mi mente, toda esa sangre.
¿Y si papá tenía razón? Todo esto era mi culpa, comienzo a llorar, yo era el único culpable de todo lo malo que pasara, por mi culpa mi hermano estaba al borde de la muerte.
-Yo lo maté-Digo mirando la pared, la sangre que se deslizaba por las muñecas de él-Es mi culpa.
Las horas en el hospital eran una tortura, lenta y dolorosa, cada segundo quemaba.
-Familia Hastings-Un doctor de mediana edad sale a darnos noticias-Debo ser sincero, su estado es crítico, perdió mucha sangre.
-¿Se recuperará?
-Las siguientes 24 horas son decisivas-Responde con honestidad-Perdió al bebé que estaba esperando, sufrió un aborto espontáneo.
¿Porque decidí alejarme?
Al día siguiente reúno la valentía suficiente para poder entrar a la habitación, se veía tan pálido, nuestras miradas se cruzan por un breve segundos.
Y entonces lo comprendí, era como ver un fantasma, él no era el hermano con quien pase tanto tiempo, sus ojos ya no tenían ese brillo, su rostro no mostraba ninguna emoción.
-Iván-Su voz suena tan débil, lo miro con los ojos llorosos-Mírame, estoy bien, parece que viste un fantasma.
No, no, no, no, papá tenía razón, era mi culpa, yo lo maté, yo asesine a Dylan, este no era mi hermano.
-Tarado.
-Que lastima que estés con vida-Mierda, no, eso no era lo que quería decir.
Pero era lo mejor, salgo de la habitación sin mirar atrás, todo esto había sido mi culpa, Dylan oficialmente estaba muerto para mi. Porque yo lo maté.
No era el mismo, fue mi culpa que sufriera, fue mi culpa que tuviera que pasar por tantos eventos traumáticos.
-Me siento tan decepcionado, antes no eras así-Es lo mejor, solo cosas malas suceden a mi alrededor-Debiste dejarme morir aquel día.
-Si, debí hacerlo-Ni siquiera pienso en lo que digo.
-Deberías aprender a perdonar-No, jamás me perdonaría lo que pasó, lo miro alejarse de la mesa.
Siento el impulso de seguirlo, observo que se reúne con Kyle, que interesante escena, me quedo observando desde un ángulo donde no me vean
Las manos de Dylan en sus hombros, la mano de Kyle acariciando su nuca, pero algo más llamaba mi atención.
Porque a pesar de la distancia podía ver claramente ese brillo en los ojos de mi hermano, un brillo que pensé se había extinguido, por primera vez en años la culpa se esfumó de mi corazón.
Herencias, ¿de verdad me enfurecía que Dylan se quedara con la mayor parte?
La respuesta es simple, no. Me alegraba, la rabia que sentía nacía de otra situación, le pedí a Pablo ver el testamento antes de que fuera leído oficialmente.
Lo que me daba rabia era que ese maldito viejo pusiera la cláusula del matrimonio.
¿Por qué quería que Kyle se acercara a mi hermano?
La respuesta era simple, lo que sea que vi en esa piscina, era un sentimiento mutuo que iba en aumento, así que solo quise dar un pequeño empujón.
Jayden solo era un guardaespaldas que trabajó para mí papá hace muchos años, mi enojo hacia él día de la explosión fue porque no estaba ahí para cerciorarse que todo estuviera bien, por que ese día tenía una cena familiar. En la noche que me reuní con el le dije que comenzará a buscar al responsable del atentando.
Aunque se perfectamente quien estaba detrás del atentado, pero no tenía pruebas en su contra. Y pensándolo bien su plan tenía sentido.
En todos estos años he provocado que todos piensen que soy un maldito desgraciado sin sentimiento capaz de cualquier atrocidad.
Si Dylan moría el principal sospechoso sería yo. Una vez en la cárcel, ese bastardo aparecería para impugnar el testamento.
Porque si, después de todo quien estaba interesado en la herencia era un Hastings. Y si, quien quería matar a Dylan compartía su misma sangre. Pero yo no era el responsable.
Convencer a mi hermano de mi inocencia en su atentado era imposible, ni siquiera mi propia madre creía en mi palabra. Aunque no los culpo.
El viernes a primera hora un oficial de policía apareció en mi oficina para hacerme un interrogatorio. Mi principal problema era la falta de comunicación.
Lo cual debe ser hereditario. Esto apenas estaba comenzando y no me gustaba para nada el desenlace de la historia.
Porque sin mi hermano en el radar estas tres semanas, a quien intentarán atacar va a ser a mi mamá.
-Mónica-La llamo-¿Mi mamá está en la oficina de mi hermano?
-Si, señor.
Me levanto de mi asiento, camino hasta el ascensor, subo otros dos pisos, cuando las puertas se abren, debo pensar bien en lo que haré.
Las palabras correctas hacían la diferencia, lo que le iba a decir a quien me trajo a este mundo tenía dos formas de interpretarse, como una advertencia de que algo malo pasaría o como una amenaza.
-¿Podemos hablar? -Pregunto apenas pongo un pie dentro de la oficina.
-Aunque supiera donde está tu hermano, no te lo diría.
-No es eso-Suspiro, no había forma correcta de decir esto-¿Recuerdas a Jayden?
-Si, fue guardaespaldas de tu papá.
-Es que, pensé-Me siento en la silla frente a ella-Que después del atentado de mi hermano, tu podrías estar en riesgo.
-¿En riesgo?
-Mira, confío en ese beta-Intento mantener mi postura-Y tú lo conoces, lo ideal es que él esté cerca de ti-La miro a los ojos-Mamá, dijiste que no era la sombra de lo que antes fui, pero te lo prometo solo quiero que estés bien.
-Esta bien-Suspiro aliviado-Pero yo seré quien contratare a esa persona-Asiento-¿Sabes quien está detrás del atentado?
-No tengo pruebas pero si.
-Quiero creer en ti, hijo. Pero necesito que me digas toda la verdad.
-El hijo bastardo que tuvo mi papá con su omega destinada, estoy seguro que él está detrás de todo.
Todo comienza con el matrimonio de mis padres el cual fue arreglado, sin embargo nació una especie de amor entre ambos. Y después de cuatro años casados, nací yo.
Pero todo cambió cuando mi mamá volvió a quedar embarazada. Apareció ella Amanda Eleazar, la pareja destinada de mi padre.
Este intento ignorar el vínculo pero ella aprovechó de sus encantos para seducirlo, en uno de sus celos le tendió una trampa, no pudo resistir a sus primitivos instintos y a los ocho semanas esta apareció con una prueba de embarazo.
El embarazo de mi madre era de alto riesgo, el doctor no le daba un buen pronóstico, cuando tenía unos siete meses, apareció Amanda con una prueba que decía que también estaba esperando un hijo.
Se de boca de mi padre, que esa sorpresa provocó un nacimiento prematuro, ese día mi madre casi pierde la vida, en realidad el doctor aún se sorprende de que ambos se salvarán por lo complicado que era.
Mi padre estaba enojado, esa omega solo quería el mugroso dinero de la familia, él intento no romper el vínculo por lo peligroso que sería en el estado en que estaba pero llego al límite cuando en una noche llegó a la mansión reclamando que ella merecía vivir ahí, que era dueña de esa fortuna, que no podía negarle eso a su pareja destinada, ahora que lo pienso solo era una maldita oportunista, mi padre rompió el vínculo esa misma noche.
Ella se sumergió en una profunda tristeza, tuvo que ser hospitalizada, por suerte no se si buena o mala, ya tenía ocho meses de embarazo, le hicieron una cesárea pero ella murió, no pudo resistir el rechazo de su alfa destinado, el hermano de ella decidió hacerse cargo del bebé.
Hace diez años me enteré de su existencia por accidente, el tío de ese sujeto apareció en la mansión un sábado a las diez de mañana, mi madre y Dylan salieron de compras ese día, el hombre exigía que necesitaba dinero para su sobrino.
Y así nos ubicamos en los últimos años de vida de mi padre, comenzó a depositarles dinero en diversas cuentas bancarias para pudieran vivir bien, pero cada vez era más la suma que pedían. Creo que en todos estos le pudo haber depositado un total de cuatro millones de dólares o más.
*Narra Theron*
Observo con rabia al horrible beta enfrente de mi, un simple trabajo, solo debía acabar con la vida del hijo de perra de Dylan.
Pero no, el inútil se salvo, necesitaba calcular bien cada uno de mis movimientos.
-Primero fallas-Comienzo a jugar un lapicero en mi mano-Y después, vienes a decirme, que no sabes a donde se fue mi medio hermano.
-Lo perdí-Se rasca la nuca-Sabe que soy todo un profesional pero es escurridizo.
-Ben-Niego con la cabeza-No me gusta cuando un trabajo sale mal, lo detesto-Arrugo la nariz-Pero podría darte otra oportunidad.
-Haré lo que usted me ordene.
-Quiero que asesines a Isabel Hastings-Digo con una sonrisa de oreja a oreja-Esa perra tiene que estar muerta a mas tardar el miércoles de la próxima semana.
-Le aseguro que está vez no fallare.
-Si fallas, yo personalmente te asesinaré-Lo apunto con la punta del lapicero-Con Dylan estoy pensando como mas puedo hacer que sufra. ¿Investigaste si tienen algún enemigo, alguien que desee venganza?
-Existe una persona-Responde inmediatamente-Un alfa, su nombre es Adam Raeoz.
-Es sencillamente perfecto-Entre más dolor le cause a la familia Hastings, mejor me sentiré-¿Dónde puedo localizarlo?
-Es vendedor en la zapatería TwoShoes, a las afuera de la ciudad.
-¿Vendedor? -Agrando los ojos incrédulos-A lo que tenía entendido esa familia era dueña de varias cadenas de restaurantes.
-Perdieron todo su dinero en un juicio-Eso si me interesa-Al parecer Adam mantenía una relación con el menor de los Hastings, pero este cuando salió embarazado invento una historia de que había sido abusado.
-Hasta donde se Dylan no tiene hijos.
-Aborto-Oh-Iván furioso, le quebró varios huesos de la pierna a Adam, le fracturo el brazo y casi lo deja paralítico. Después de la denuncia por abuso, la familia Raeoz perdió todo su dinero en abogados, la recuperación de Adam, una indemnización económica para los Hastings y más dinero para evitar que su hijo terminará en la cárcel.
-Quién iba a decir que mi hermanito era una perra desde adolescente-Digo con burla-Buscaré a ese alfa, tengo dinero suficiente como para convencerlo de ayudarme.
Dinero me sobraba, el estúpido viejo me deposito lo equivalente a un 10% de su fortuna, lo invertí en construir una cadena de hoteles de lujo y sigo recibiendo dinero.
Pero necesito más, necesito ver como esa maldita familia se queda en la calle, quiero que sufran. Destruirlos uno por uno hasta dejar solo las cenizas.
Porque nunca le perdonaré a mi padre que por su culpa, mi mamá falleciera, ella se merecía ser la legítima dueña de esa fortuna. Y yo estaba dispuesto a vengarme en nombre de ella.
Esto apenas estaba comenzando. Y me voy a asegurar de que mis hermanos lloren sangre si es necesario, pero los destrozare por donde mas les va a doler.
•••
Entro a la pequeña zapatería, busco con la mirada al alfa, si quisiera zapatos probablemente iría a un mejor sitio, miro todo de forma despectiva.
-¿Va a querer algo o solo vino a mirar con asco este lugar? -Cuestiona una voz detrás de mi.
Me giro para encontrarme con un alfa alto, delgado, una cicatriz debajo del ojo, cabello rojizo.
-Busco a Adam Raeoz.
-Soy yo-Me mira con frialdad-¿Pará que un alfa de alta sociedad vendría a verme?
-Pensé que entre alfas podríamos entendernos-Paso un dedo por uno de los zapatos-Escuché que por culpa de la familia Hastings quedaste en bancarrota.
-¿Quién se supone que eres?
-No me presento aún, que distraído-Me aclaro la garganta-Theron Hearth. Y soy quien te puede ayudar a recuperar tu dinero.
-Lo único que deseo es matar con mis propias manos a Iván Hastings-Sonrió de lado-Y quizá volver a tener una última vez a Dylan.
-Ves, puedo ofrecerte mis influencias para que logres vengarte.
-¿Como se que no es una trampa?
-Pruébame, pide tu primer deseo.
*Narra Kyle*
Me siento a la par de mi hermana con la intención de negociar el orden de las habitaciones pero apenas la interrumpo en su lectura me gano una mirada que congelaría el infierno.
-¿Pasaras todas tus vacaciones leyendo?
-Lo que se ve no pregunta-Deja un papel en medio de las páginas para después cerrarlo-¿Porque interrumpes mi concentración?
-La casa tiene dos habitaciones.
-Bien, ¿En cual ningún ruido me va a despertar?
-La del primer piso-La del segundo estaba insonorizada, por una sencilla razón que ya se imaginarán, aunque nunca nadie más había ido a esa casa-Entonces va a ser como si tu no estuvieras.
-Digamos que voy a activar mis poderes de invisibilidad-Dice en tono misterioso-Puedes tener la completa confianza de hacer lo que quieras.
-¿Porque aceptaste casarte?
-Iván nunca me ha inspirado confianza, si Dylan no se casaba probablemente le hubiera quitado su parte del dinero. Y bueno, mi pareja destinada aún no aparece, así que porque no.
-Te digo que es tener mala suerte, que justo ahora el o ella aparezca.
-Lo he considerado.
Después de arreglar el pequeño detalle de la habitación regreso para sentarme a la par de Dylan.
-Escuche la conversación que tuviste con Andrea-Era razonable, estábamos en un avión privado y los asientos no estaban muy alejados-¿Planeas seducirme?
-Tal vez-Respondo mudando sus ojos-Pero quiero esforzarme primero en ganar tu corazón.
-Entonces, si me aparezco a media noche semidesnudo y haciéndote un baile especial. ¿Me rechazarías? Digo, ya que primero quieres mi corazón y no mi cuerpo.
-Podría intentar llegar al corazón de otra manera-Le guiño un ojo.
-Lástima que estoy tan cansado que ese baile tendrá que esperar.
-Falta mucho para llegar, duerme un poco.
Acuesta su cabeza en mi hombro, ese aroma a chocolate amargo, ese aroma que podía seguir oliendo sin cansarme, cierro los ojos sólo por un momento.
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