Capítulo 51
Hola Sam soy yo, tu hermano que te engañó y mintió no, no, no, esto no está bien.
¡Sam! Soy yo, Thomas, ¿Cómo te ha tratado la vida fuera de casa? Vamos Holland, no seas inútil...
Caminaba de lado a lado contemplando el teléfono que se encontraba sobre mi cama. Estaba muriendo de ansiedad y nervios. Mi uña ya estaba destrozada y mis pies estaban punzando de tanto tiempo estar caminando de lado a lado.
No podía encontrar las palabras perfectas para hablarle a Sam y pedirle perdón porque simplemente no las había.
Necesitaba ayuda, no podía hacer esto solo por que si no jamás lo haría.
Baje a la recámara de mi hermano y toque la puerta.
-Pasa- respondió.
-Hola- me miro y puso cara de disgusto en cuestión de segundos.
-¿Qué quieres?
-Necesito que me ayudes a ver con qué palabras le puedo pedir perdón a Sam.
-¿Serás una persona falsa de nuevo?
-Harry yo...
-Salte de mi cuarto, ahora.
-¿Por qué me odias tanto Harry?
-¿Por qué- se paró rápido y de una forma amenazante- todavía preguntas el porqué- asentí- ¡Yo te dije que no hicieras lo que le hiciste a Sam y vas y lo haces!- me empujó haciendo que me estrellara contra la pared- ¡POR TU PUTA CULPA SAM ESTA EN LOS ÁNGELES Y POR TU PUTA CULPA NOS DEJÓ!- me gritó seguido de un golpe en el ojo.
-¿Sam está en Los Ángeles?
-¿Realmente solo te importa eso? ¡De todo lo que te dije eso es lo único que te importo!
Harry estaba tan enojado que volvió a pegarme una y otra vez. Cuando estaba en el piso comenzó a patearme; creo que el estaba más enojado que Sam.
No podía hacer nada... mis papás no estaban y yo no podía defenderme, ya no le podía hacer más daño a las personas que quería.
-¡HARRY ACASO ESTÁS LOCO! ¡LO VAS A MATAR!- Paddy entró corriendo a la habitación tratando de separar a Harry el cual estaba sobre mi golpeando mi cara.
-¡Suéltame Patrick, no te metas!
-¡EL HECHO DE QUE SE HAYA METIDO CON LA NOVIA DE SAM NO QUIERE DECIR QUE LO PUEDES MATAR! ¡YA NI SAM HIZO ESO!- Harry paro en seguida y miro a mi hermano con asombro.
-¿Cómo sabes lo de Sam?
-Las paredes son delgadas Harry.
Trate de levantarme para poder llegar a Paddy, pero el dolor lo impedía un poco.
-Perdón Paddy...- dije tirado en el suelo.
-Todos nos equivocamos Tom... o sea no tan culero como tú lo hiciste pero es tu familia, tendrá que perdonarte.
Todos nos quedamos en silencio y mi hermano me ayudo a levantarme.
Traía la cara destrozada; mi ceja necesitaba aproximadamente dos puntadas, tenía el labio totalmente abierto, el ojo estaba casi sangrando por dentro, el abdomen me dolía por las patadas, y ni hablar de la nariz, no paraba de sangrar.
Me fui a la recámara y Paddy me llevo algunas cosas para curarme.
No quería ir al hospital o algo así, ya no quería causar problemas.
Después de que me fui Harry no me dirigió la palabra, ni se atrevió a darme una simple mirada de compasión.
Mientras me ponía un poco de hielo en la nariz Paddy estaba limpiando mi labio y viendo como podía arreglarlo.
-Paddy- me miró- ¿Por qué no te enojaste por lo de Sam?
-Si estoy enojado- siguieron arreglando la parte del labio- Solo que creo que entre Sam, Harry y papá te están haciendo la vida imposible como para darme el lujo de tratarte igual. Aparte de que estoy seguro de que la consciencia no ayuda.
Me mantuve en silencio al igual que el.
El estaba en Los Ángeles... ella estaba en Los Ángeles... ¿Estará con ella?
Narra ___:
-¿Ya me vas a contar que hizo que te vinieras a Los Ángeles?
-¿Ya me vas a contar porque no has hablado con tus padres por más de 1 año?
-Yo pregunté primero.
-Yo te lo pregunté desde que somos mejores amigos.
-¡Yaaaaaa! Saaaaaam, dimeeeee- hice un pequeño puchero.
Sam llevaba una semana en el departamento y todo había sido bastante divertido.
Siempre lo esperaba con la cena para cuando llegara podría contarle de mi loco día y el del suyo.
Ahorita el y yo estábamos acostados viendo una serie. El estaba recargado en muchas almohadas y yo sobre su pecho. Me tranquilizaba mucho escuchar el latir su corazón y sentir como su pecho se movía a causa de la respiración.
-¿Algún día volverás a Inglaterra?
-No lo se, probablemente...
-¿Qué pasó con Sofía? ¿Acaso no te ha buscado?
-No hablaremos de ella ni ahora ni nunca, ¿Entendiste?- dijo con un poco de furia y asentí rápidamente.
Un silencio invadió la habitación, ¿Acaso era gay y su familia no lo había aceptado? ¿Y si el se había hartado de todo?
Cuando iba a hacer la próxima pregunta mire a Sam y estaba profundamente dormido.
Podía ver como sus pecas resaltaban, tenía el cabello hecho un desastre. Inconscientemente sonreí al verlo.
Algunos minutos después recibí un mensaje de daya diciendo que si podía ir a su casa porque estaba aburrida.
Cuidadosamente me levanté y tapé a Sam para que no le diera frío en unas horas.
Llegue a casa de Zendaya y me abrió vestida con una sudadera la cual le llegaba a la mitad de las piernas, unas pantuflas casi desechas de tanto uso y una cara de voy a morir en algunos minutos. Fuimos a su recámara y comenzamos a ver algunas películas y a platicar de lo que nos había pasado en las semanas que no nos habíamos visto.
-¿Como está Sam?
-Bien... supongo.
-Lo he visto más feliz últimamente.
-Si, en realidad nos divertimos mucho juntos- una pequeña sonrisa salió seguido de que me sonrojara un poco- me gusta estar a su lado.
Mire a zendaya y tenía una cara de estar tramando algo.
Se que muchos pensarán que nos amamos y ese tipo de cosas pero solo somos amigos; o al menos no creo que vayamos a pasar de eso.
-¿Por qué me miras así?- comenté riendo.
-Es muy obvio, ¿no crees?
-¿Qué cosa?
-¡Ahh!- suspiró irritada- lo que tú y Sam tienen, los dos se quieren y los dos se gustan. Ustedes tienen como un amor pendiente el cual lo disfrazan con amistad porque así les da menos miedo aceptar la realidad...
Demonios, creo que ella tenía razón.
Pero no quiero terminar como termine con Thomas. Se que son diferentes pero estoy harta de corazones rotos y lastimas, estaba siendo quien yo quería y, lo voy a aceptar, tengo miedo de que el me lastime tanto como lo hizo su hermano.
-Se lo que estás pensando- dijo mirándome a los ojos- Y no, el no es como Thomas.
-¿Cómo sabes?
-Lo conozco, y tú lo conoces mejor que yo. Sabes que el no sería capaz de cometer algo así.
-No lo se daya. ¿Que tal que solo estoy confundiendo amor con amistad?
-Ya te dije lo que creo Smtih. Pero también creo que te enamoraste del Holland equivocado y ahora quedaste con un mal sabor de boca.
Odiaba que ella dijera las cosas así; y la odiaba más porque siempre tenía razón de las cosas. Pero lo que más me molestaba es que sabía que aunque yo lo quisiera sería imposible que pasara algo porque el estaba con Sofía y yo era lo contrario a ella.
Había regresado al departamento y todo seguía igual que al momento en el que me fui. Esperaba que Sam estuviera despierto.
-¡YA LLEGUE!-
Me dirigí a la recámara y antes de entrar escuché como Sam peleaba con alguien por teléfono "Ya te dije que estoy bien" "No, no lo haré" "No quiero volver a verlo" "No se cuando volveré" "Si, perdón... pero no se cuando será mi regreso, aún tengo que pensarlo" "te amo, dile a mis hermanos que los extraño y que los amo".
Escuche como se sentó en la cama y comenzó a llorar... pobre Sam.
Decidía entre a la recámara, me miro y limpio sus lágrimas fingiendo una sonrisa- Hola
-¿Qué es lo qué pasó?
-¿De que hablas?- su voz se escuchaba gangosa; supongo que por las lágrimas...
-No te hagas Samuel, escuché la conversación y también escuché como llorabas.
-¡QUÉ TE IMPORTA!- gritó y ocultó su cabeza en sus manos.
Sam no era así, por lo tanto sabía que estaba muy dañado. Fui a él, lo abracé y de un momento a otro se derrumbo en lágrimas.
-Ya no puedo hacer esto...
-¿De que hablas?
-Me siento solo, siento que no pertenezco a ningún lugar. Me veo al espejo y soy feliz pero cuando estoy solo siento como si nadie me quisiera, como si todos estuvieran conmigo solo por lastima- no paraba de llorar, jamás lo había visto de esta manera; en realidad creo que a nadie.
-Sam no sé que es lo qué pasó o que es lo que te hicieron pero déjame decirte algo.
Eres alguien fantástico, alguien que se ha ganado el corazón de las personas en cuestión de segundos- lo mire a los ojos y el los míos; sus pecas resaltaban mas de lo normal- robaste mi corazón en cuestión de segundos.
Pasó lo que temía que pasaría.
Me acerque a él y lo besé lentamente, con tanta delicadeza que podríamos durar así años.
Había encontrado mi lugar y era aquí, junto a él.
¿Quien diría que terminaría gustándome el hermano de mi ex novio?
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Sean felices mis niños! Al fin cumplí sus suplicas.
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