2. [Amor verdadero]
Después de ese espantoso evento regresivo para mi desquebrajada memoria todo dio vueltas; me sentía sola, perdida, herida y traicionada, pues ya nada sería como antes en ningún sentido, ya que haber sufrido el mismo tipo de abuso en 2 épocas diferentes causó que mis más horribles miedos sociales y personales aparecieran de golpe justo para destruir la poca vida que me restaba, era mi última lágrima.
—¡Ohhhh!, ¿Pero qué demonios es esto?, ¿Qué hace usted aquí, si se puede saber, ah?, ¡Le aseguro que pagará muy cara esta insolencia, Señor Vannel! —afirmó el señor Rector con un tono de voz afónico cuando lo interrumpieron estando parcialmente desnudo sobre mi, sin embargo, de la súbita impresión que se llevó al verse descubierto yo no le importé más y solo me lanzó al suelo como a una cualquiera.
—¡ERIKA!, ¡Ay no!, ¡No se imagina lo que ha hecho, eh señor, pues le aseguro que será usted quien pague por ser justamente ella su pobre e inocente víctima número trece!, ¡Ah!, esta vez sí lo atrapamos con las manos en la masa y ninguna de sus supuestas influencias le servirá para nada así que no se haga el santo y acepte su derrota. —aseguró el valiente chico con una actitud de titanio ante aquel sucio viejo, pues me ayudó a levantarme y a vestirme nuevamente sin voltear a verme por pudor hacia mi, pues Él si era todo un caballero que respetaba a las mujeres en todo momento.
—¿Pagar yo?, no, ¡Eso es imposible!, ¡Usted no tiene pruebas contra mi como las otras veces con más estudiantes ofrecidas que aseguraron que yo les hice daño aquí mismo!, además esto solo es un "juego inocente", ¿Verdad que si Señorita Liver? —Preguntó descaradamente el señor rector mientras se volteaba a verme con placer, pues estaba masturbándose frente a mi sin ninguna clase de vergüenza.
—¡Hey!, ¿Qué cree que hace?, ¡Deténgase ahora, maldito cerdo!, ¡Ah!, y usted podrá reírse todo lo que quiera, señor rector pero cada cosa que le hizo a la señorita Liver quedó grabado en aquella cámara detrás de usted y desde que ella entró a esta oficina para solucionar sus problemas con lo de la admisión todo el campus y más allá de él estaban escuchando y viendo la clase de escoria que es realmente. —dijo el chico de cabello y sonrisa sensual mientras retaba al rector de una manera impresionante, ya que nadie jamás ahí había sido tan atrevido, fuerte y audaz.
—¿Pero qué está diciendo?, ¡Ohhhh!, ¡NO!, ¡Pero ya verán, mocosos engreídos!, ¡Ustedes dos están expulsados para siempre de esta universidad y ninguna otra de este país los va a aceptar por mis influencias!, de eso yo.... De eso yo me encargo. —aseguró el Señor Rector estando un poco nervioso, ya que jamás se imaginó semejante movimiento en su contra.
—¡Ah no!, ¡Usted no amenazará a más jóvenes porque ya no creo que usted pueda continuar escondiendo su macabra pedofilia y acoso sexual, eh Señor Richmont!, de hecho será usted quien pague caro por todo el daño físico, moral y psicológico que les causó a tantas chicas inocentes durante años. —aseguró de pronto una mujer bastante elegante, de cabello rojizo, ojos verdes y el ceño fruncido, pues estaba frente a la puerta principal cruzándose de brazos mientras se reía en un tono verdaderamente burlezco.
—¿Y quién carajos es usted?, ¡No la conozco! —Preguntó el señor rector con una mueca de confusión absoluta, pues estaba molestándose con nosotros por todo lo sucedido, ya que yo fue la única chica de sus trece víctimas a la cual no pudo violar o extorcionar con videos sexuales.
—¡Ja!, ¡Yo soy su reemplazo inmediato, Señor Richmont!, ¡Ah!, por cierto, también soy quien lo enviará preso por abuso, negligencia, tráfico de influencias, extorción y explotación sexual porque además de ser rectora soy felizmente la abogada representante de la defensoría de los estudiantes aquí dentro. —afirmó la mujer riéndose con dicha y orgullo, pues aquel cerdo pagaría por todo el daño y miedo que provocó.
—¿QUÉ?, vamos a ver, Señor Vannel, necesitamos estar tranquilos, usted es hombre como yo, si quiere nos podemos olvidar de todo esta locura y ambos disfrutaremos de Liver "la muñequita más hermosa de todas", ¿Que opina?, ¿Acepta el trato?, ¡No sea tonto!, ¡Venga ya! —dijo descaradamente el señor rector al no tener otra salida o haz bajo la manga, pues tenía la soga en el cuello y ya no podía hacer nada más.
—¡CÁLLESE, ESCORIA!, ¡Yo no soy como usted, desgraciado!, escúcheme bien, ¡Las mujeres se respetan hoy y siempre!, ¡Ah!, ya no podrá herir a ninguna otra chica indefensa, eso lo juro. —afirmó el encantador chico de grandes ojos azules mientras que continuaba defendiéndome a capa y espada aunque no me conocía en lo absoluto ni yo a él.
—Ahora, le repito por si no me escuchó bien, ¡Usted irá a prisión de por vida porque todo lo que dijo e hizo quedó evidenciado en esta grabadora y con lo sucio que le acaba de proponer al estudiante Vannel se terminó por hundir aún más!, ¿Quién es ahora la gallina, eh?, vamos, ¡Lárguese de aquí!, la policía lo estará esperando fuera de la universidad y si intenta escapar será en vano, ya que todas las entradas y salidas están bloqueadas por estudiantes, profesores, padres de familia indignados y policías armados con chuzos eléctricos. —aseguró la mujer que cayó del cielo en mi ayuda, pues logró rescatarme de aquel estúpido demonio a tiempo con la ayuda de aquel chico, pues ella era capaz de protegernos aunque aún no fuera la rectora oficial de la universidad.
—¡De acuerdo!, ¡Me iré pero les juro a todos ustedes que pagarán un precio sumamente alto!, ¡Ya lo verán!, ¡Muy pronto sus vidas serán un auténtico infierno y con todos me refiero a ustedes dos, eh Liver & Vannel!, ¡Sufrirán toda su miserable vida y se acordarán de mi cuando eso suceda!, ¡Lo juro! —dijo el ex rector tras amenazarnos frente a todos, pues salió con sus pertenencias fuera de esa oficina con todo un ejército de policías que lo esperaban.
Después de que aquel demonio fue condenado por varios jueces del país a casi cincuenta años de prisión mi corazón se destrozó y desde luego lloré demasiado al recordar mi crudo pasado con mi ex padrino y recientemente con el viejo ex rector, sin embargo, gracias al valiente muchacho que me salvó pude recuperarme un poco más, ya que después de todo no nos habían expulsado de la universidad como tanto temíamos por culpa del violador así que recuperé la poca esperanza que quedaba con la nueva rectora Judith Jaravales, la elegante mujer que nos apoyó y salvó.
El muchacho se llamaba "Gregory Vannel" y era el ángel celestial que siempre quise tener en mi triste vida, ya que Él logró sanar las tantas heridas de mi debilitado corazón el cual ansiaba poder sentirse amado de verdad por alguien a quien yo misma conociera y considerara mi protector, ya que solo era cuestión de encontrar finalmente a ese chico especial que me hiciera sonreír, que me tratara como a una princesa, que me respetara y que al final ambos nos enamoráramos el uno del otro como en las novelas de Shakespeare.
Realmente al principio de nuestra amistad sentía mucho miedo de poder conocernos mejor, pues tuve la triste idea que todos los hombres a los que conociera me lastimarían de nuevo como las veces anteriores, pero Gregory fue paciente y cada día trató de conquistarme más a pesar de mis traumas del pasado demostrándome al final que realmente merecía una oportunidad como algo más que solo amigos y compañeros de clase.
Cuando nos ponían trabajos en equipos durante las lecciones eramos nosotros dos quienes siempre trabajamos juntos, pues compartíamos momentos realmente inolvidables, por ejemplo, cuando conocí a la familia de Gregory, los cuales fueron demasiado gentiles conmigo, incluyendo a su hermana menor "Grethel" la cual era antisocial y depresiva, sin embargo, conforme pasó el tiempo con la hermosa amistad de Gregory ella y yo también fuimos grandes amigas y logró recuperar su alegría al verme ahí con frecuencia, por lo tanto, comenzaron a quererme muchísimo más porque además de ser gentil con ellos Gregory era el hermano mayor entre 4 hijos, pues además de Grethel ellos tenían 2 hermanos varones más llamados "Jesús Alberto y Daniel Alfredo" siendo así ella la única mujer aparte de su madre en aquella hermosa familia, ya que era la chica consentida de sus 3 apuestos hermanos mayores.
...
Pasó un tiempo considerable para que Gregory y yo termináramos las carreras de nuestros sueños en aquella universidad después de todo tras graduarnos con honores (Gregory era un excelente músico y yo psicóloga), sin embargo, minutos después de nuestra hermosa ceremonia profesional sorpresivamente Gregory pidió mi mano en matrimonio dentro del birrete tras prometerme una vida llena de "felicidad eterna" y cuidar de nuestros hijos en un futuro no muy lejano, los cuales por cierto serían tres, ya que nos amábamos lo suficiente como para formar una familia propia, así que sin dudarlo más acepté su inusual propuesta de amor tal como en un precioso sueño.
De la felicidad en el momento de la ceremonia final solo lanzamos nuestros birretes al aire mientras que con amor ambos nos veíamos el uno al otro, ya que enserio me había enamorado profundamente de alguien por primera vez y volví a ser muy feliz después de todo, además, al mi amiga Grethel enterarse de la noticia saltó de alegría, ya que seríamos cuñadas y mejores amigas muy pronto al compartir nuestras familias, no obstante, nuestro nido de amor se vio destruido completamente por la tormenta al poco tiempo después de casarnos por la iglesia.
Y si, de verdad puedo asegurarles que mi matrimonio con Gregory fue como de cuento de hadas, ya que Él usó su vívida imaginación así como uno que otro detalle a la antigua que me dejó atónita, pues me regaló un ramo enorme lleno de rosas rojas las cuales amaba a pesar de ser cliché así como deliciosos chocolates, velas a luz de la luna, un poema compuesto por el mismo, un anillo divino, serenata y lo más importante, su amor, el cual era muy evidente, por lo tanto obviamente acepté unirme a Él "por toda la eternidad" al saber que siempre me protegería, mimaría y amaría con su vida entera aunque aún fuéramos jóvenes de 24 años.
Mis increíbles suegros, Doña Carrie y el Señor Olivier Vannel estaban realmente felices por nuestra reciente unión matrimonial, pues deseaban que la felicidad, riqueza, dicha y salud inundaran nuestro hogar para siempre razón por la cual nos bendijeron como pareja desde el primer momento en que llegamos a nuestra nueva vida no sin antes pedirnos nietos, pues ellos de verdad anhelaban con todo el corazón poder consentir y amar niños traviesos e inquietos por toda su casa.
Doña Carrie, la madre de Gregory era de baja estatura, de contextura rellenita, de tez morena y de cabellos negros como la noche al igual que los de su hija menor Grethel pero ella se lo había teñido color rojo en su etapa de rebeldía adolescente; Don Olivier, el papá de mi esposo era casi tan idéntico como sus hijos Jesús y Daniel, pues eran altos y delgados, de piel morena y tenían los ojos color negro achinados, ya que ellos tenían raíces asiáticas muy lejanas.
Y finalmente el único que enserio parecía ser "el adoptado" de aquella preciosa familia era mi esposo Gregory, el cual, al igual que yo tenía los ojos de un profundo color azul cielo a diferencia de sus padres y hermanos menores ya que los había heredado de su abuelo materno quien también los tenía de ese mismo color, además mi valiente caballero tenía el cabello color negro nocturno, era de mediana estatura, tenía las cejas gruesas, mejillas regordetas y una sonrisa deslumbrante que cada día me enamoraba mucho más, y no, no era por su físico perfecto sino debido a su enorme bondad, amor, compromiso & lealtad los cuales había aprendido gracias a las enseñanzas de la maravillosa familia que tenía porque por mi parte ese pedazito de corazón aún me faltaba desde muy temprana edad al sentir un vacío indescriptible que nadie jamás podría llenar, ni si quiera mi esposo porque a pesar de todo mis suegros, madrina y cuñados se convirtieron en la única familia que tenía en la ausencia de mis padres, de quienes por cierto no supe nada más en casi 20 años llenos de tristeza.
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