El piloto que soñaba con una foto

Por: ka_rael

Etapa: Adultez joven.

Descripción: Kaworu desea cada día con más fuerza cumplir su sueño: el conocer a Shinji. Pero su poder es tan grande que termina contaminando el subconsciente de Ayanami y a él mismo.

Los personajes pertenecen a la versión Q (Rebuild 3.0).

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Fotos de archivo. Eso era lo único que recibió desde su "llegada".

Caminó con calma por los interminables pasillos de las instalaciones hasta quedar a pocos centímetros de la puerta. El sensor detectó sus movimientos y con un ligero clack tuvo acceso a la sección de pruebas.

Aquella mañana Shinji había madrugado un poco más de lo habitual y aunque sabía que sería casi la misma rutina del día anterior, había algo especial.

Esperó escuchando música en la parada del bus. Detrás de él la ancianita con vestido azul celeste se levantó en cuanto vio el auto acercándose hasta parar en frente de ellos. De nuevo la parada del bus, el mismo número, a la misma hora....

Nada había cambiado desde la secundaria. No había hecho ningún amigo y tampoco moriría por ello.

—¿Descuento? —preguntó el chofer sin dejar de analizarlo con la mirada.

—Sí —mintió.

Ser un adulto joven con apariencia de adolescente le ahorraba varios yenes al mes.

—Ah...disculpe ¿Me puedo sentar aquí? —estaba comenzando a nevar. Ya se notaba el comienzo de los meses más fríos y con ellos las calles pronto estarían repletas de adornos avisando de la Navidad y Año Nuevo.

Sólo había algo que no lo dejaba pensar en el inventario o si había olvidado sacar la ropa de la lavadora.

Aquella mujer, lo estuvo mirando hasta que se bajó en el campus.

De camino se encontró con dos de sus compañeros de clase, Toji y Kensuke.

—¿Y la profesora Misato?

—Parece que hoy no vendrá de nuevo...

Todos la conocían por ser buena en la materia pero se la pasaba quejándose de su ex, un tal Kaji, cada que podía.

—¿Y si vamos luego a tomar algo?

—Oye Ikari ¿No trabajan tus amigas en un bar? Nos las podrías presentar...

—En realidad no sé cómo se llaman y de hecho creo que no les cai...--

El timbre de nuevo. ¿Ya se había acabado?

—¿Eh?

—¿Te encuentras bien Ikari? Estás muy pálido...

—Acabamos de entrar...

—¿Hhm? Creo que deberías descansar, llevamos muchas horas y no ha pasado nada...

—¿No es extraño que las autoridades no hayan anunciado ningún....ta...que---

Los pasos de los estudiantes alejándose de la sala pasó a un zumbido que aumentaba gradualmente hasta dejarlo sordo durante varios segundos.

¿Ya se había terminado definitivamente?

¿Por qué le daba tanta ansiedad volver a su departamento?

C A S A

H O G A R

¿Madre?

—Disculpa, joven....

—¡Ah! —el zumbido se había ido—Ah...

—¿Me podría sentar a tu lado?—era la ancianita del vestido azul, pero no recordaba haberla visto subir, de hecho ¿Cuándo fue que se subió? ¿Se había despedido de ese par?

—Claro, siéntese...

La señora se dejó caer a su lado. Hasta ahora nunca habían hablado pero coincidían a la hora de tomar el bus y a la misma hora de volver.

Casi habían convertido en un hábito dedicarse un leve saludo seguido de una sonrisa tímida pero ahora mismo, ella buscaba algo con entusiasmo en su pequeño bolso.

Shinji miró disimuladamente el reflejo de la ventana de enfrente y aun así no pudo esquivar las gafas que le colocó.

—Lamento esto... pero te estuve observando.

—¿S-señora...?

—Te pareces mucho a mi marido de joven —los ojos de la anciana se abrieron un poco y fue ahí cuando Shinji descubrió que no era unos ojos normales, el iris era de un color anormalmente rosado parecido al de los ratones de laboratorio.

Muy parecidos a los de...

—Él era un hombre brillante e incomprendido pero pude salvarlo de sí mismo. No he dejado de amarlo hasta el día de hoy y sé que pronto nos volveremos a ver. Ese es mi último deseo.

Shinji sólo acertó a sonrojarse con pena. Esas cosas ya no sucedían, sólo en las películas.

—Debe ser increíble encontrar a alguien como usted que siga amando con tanta intensidad.

—¿Y tú no tienes novia?

—¿Yo? No...

—Eso significa que mi yo de este tiempo aún no te ha encontrado.

—Ah... —los pasajeros comenzaron a bajar del bus arrastrándolo a él también hasta la acera—...¡Cuídese! ¡Ah!—las puertas se cerraron, sin darle tiempo a preguntar el nombre a la mujer. 

—Eso ha sido bastante intenso—pensó—¿Eh?... —Aún tenía puestas las gafas.

En parte estaba tranquilo porque estaba casi seguro de que coincidiría de nuevo con ella para entregarle lo que era suyo. Pero algo en su interior le decía que sería la última vez que la vería.

¿ R E G A L O ?

¿Para mí?

Para ella, pero ella ya no es quien solía ser y no puedes serlo.

No debes saberlo.

Desconectado...

—Debo devolverlo —masculló Shinji en el portal del ático. Se apoyó contra la puerta y subió hasta su departamento. Uno bastante pequeño, el cual compartía con dos chicas que estudiaban en la misma universidad que él y que pesar de la "cercanía", era casi un milagro si coincidían ya que trabajaban por la noche en un pub para ganar dinero extra. Las había visto en cierta ocasión y así supo que ambas eran europeas.

Dejó las llaves encima del colchón, arrastrándose de forma lamentable hasta recostarse contra la pared. Sus zapatos cayeron haciendo más ruido del que pensó y en seguida escuchó unos golpecitos.

—¿Ikari-kun, eres tú?—preguntó una voz al otro lado del tabique.

—Sí, Nagisa-kun...

Hacía poco más de un mes que por azares de la vida había descubierto al chico que vivía en el otro departamento, Kaworu Nagisa. Fue algo extraño, casi enseguida entablaron una gran amistad como si ya fueran amigos de toda la vida.

Era fácil hablar de casi cualquier tema con él. Si tenía un día malo conseguía que lo olvidara y hasta hacía que quisiera levantarse con una motivación. Hablar más con Kaworu..

—Hoy tardaste un poco en llegar.

—Pasó algo...—se disculpó con las gafas en la mano— ...algo extraño.

—¿Algo bueno?

—No sabría cómo definirlo... Por cierto, sobró curry de ayer ¿Querrías venir a cenar?

—Me encantaría—Shinji escuchó los pasos de su amigo hasta llegar a la entrada de su departamento.

—¡Gracias por la comida!—Se escucharon ambos a unísono.

—Cocinas increible, Ikari-kun...

Shinji se sonrojó por unos segundos

—Tonterías, ¡Es sólo que tienes hambre y la comida te sabe mejor!

—Para mí es perfecto...

—Ah...

Sabía que después de esa 3 palabras, vendrían unos tiernos besos y tal vez... dolor en el trasero. Pero no sucedió nada.

—¿Nagisa-kun?

—Shinji-kun... No quiero desconectarme, pero quiero que despiertes—sus ojos estaban fijos, brillaban más de lo que jamás pudo imaginar... Hasta daba algo de miedo.

—...¡Cofg!

El LCL comenzó a disminuir hasta vaciar por completo el tanque, dejando a Kaworu confundido. Casi había olvidado porqué estaba ahí con ella.

—El piloto 09 se ha desconectado antes de tiempo, y ha desequilibrado la simulación. Se han corrompido—comentó Fuyutsuki.

—¿Y esto es lo mejor que envía Seele?—la voz de Gendo cayó cómo un balde de agua fría en los entrañas de Kaworu—Ven a verme después.

Rei esperó las órdenes del comandante, pero este le dio la espalda seguido de Fuyutsuki.

Las luces de la sala se apagaron, iluminando sólamente cuando se abrió el ascensor. Kaworu se dispuso a subir pero miró hacia atrás. Ella seguía mirando hacia arriba, no se iba a mover de allí.

—Piloto 09, ven...—Rei obedeció.

Mientras subían con música ochentera de elevador no se dignó a mirarla, le dio la espalda —Ese chico... —le habló con un tono algo frío y casi juguetón— El hijo del comandante ¿Es alguien especial para ti?

—¿Para mí?—repitió ella— No lo sé ¿Lo fué?

Kaworu no respondió, aún guardaba algo de rencor incluso si no le suponía una amenaza.

De momento.

En el reflejo de la pared podía ver con claridad el rostro de la piloto. Tan inexpresivo como siempre y aun así podía verlo también a él. Jamás podría competir contra ella, era algo diferente.

¿Cómo estaría Shinji?

¿Recordaría quién fue una vez estuviera de nuevo en la tierra?¿Lo elegiría a él?
Ella lo tenía fácil , podía acercarse cuando quisiera y él no podría decir nada, era una orden, la puerta se abrió y se marchó sin despedirse.

De nuevo caminó por los solitarios pasillos del geofront acompañado sólo del eco de sus pasos hasta llegar al lugar citado.

—Como sabrás, todo esto funciona gracias a la energía que se generó por "ese error" y no tengo intención de gastar más de la necesaria. Puede que en Seele te dejen hacer lo que quieras pero ya no estás allí. No pienso permitir que pongas en riesgo la vida de mis pilotos.

—Lo entiendo.

—Bien, los ensayos de sincronización doble quedan suspendidos hasta nuevo aviso. Retírate.

—Sí, señor.

Y de nuevo soledad. Aquel lugar era lo poco que quedaba habitable, despues del casi tercer impacto, no quedó nadie de los trabajadores a parte a parte de ellos y aún así la central seguía funcionando cómo algo mecánico.

Hubo una extinción pero a medias. La gente no estaba allí pero sí una parte de ellos que aún no había sido absorbida . Eran como fantasmas y a veces Kaworu juraba escucharlos hablando entre los pasillos.

El único lugar "propio" era el descampado donde Kaji lo animó a trasplantar un árbol que él mismo había cuidado. Sólo accedió a cambio de las fotos. Se lo había descrito tantas veces y con tanto detalle que cuando vió la imagen en papel, quedó maravillado al comprobar que Shinji lucía incluso más increíble de lo que "recordaba".

Alzó la vista hacia un punto en el cielo mientras comenzaba a dibujarse en el una sonrisa complacida.

—Cuatro años más debo esperar...—se quejó— Cuando regreses a la tierra, me aseguraré de prepararlo todo sólo para tí, así que aguanta un poco más Ikari Shinji-kun...

Te hablé pero me rechazaste.

Vi tu corazón y correspondiste.

Te haré feliz incluso si mi cuerpo desaparece.

FIN.

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