Capítulo 3: Confusión.
—¿Midoriya?
Se cohibió cuando escuchó la voz de Todoroki llamándolo. Tapó su boca con su mano en un intento por silenciar sus sollozos y pasar desapercibido, sin embargo los sentidos del contrario eran muy agudos y su respiración entrecortada muy ruidosa, terminó con dar con él sentado en unas colchonetas, recargado en una pared dentro de la bodega del gimnasio.
—Sabía que estabas aquí...—Murmuró el bicolor mirándolo fijamente, Izuku ladeó la cabeza para evitar que viera su rostro.
—Todoroki kun...—Llamó con voz apagada mientras el nombrado se acercaba hasta agacharse frente a él.
—Fué Bakugou ¿Verdad?—Izuku guardó silencio, por el rabillo del ojo pudo distinguir por un momento ira en la mirada heterocromática—¿Qué sucedió?
—Nada sólo... decidió aceptar la propuesta de Kirishima kun—Aspiró por la nariz mientras limpiaba sus lágrimas con su uniforme. Sintió como la mano de Todoroki gentilmente se posaba en su cabeza en una caricia y lo miraba apaciblemente. Quiso decir algo pero calló cuando los brazos de Todoroki lo rodearon en un abrazo.
—¡Todoroki kun no es...!
—Está bien... puedes desahogarte, pero no lo hagas sólo...—Susurró en su oído mientras acariciaba su cabeza. Izuku quería negarse pero las lágrimas volvieron a escaparse de sus ojos, se aferró con fuerza a la espalda del contrario.
—No es justo...—Susurró entre el llanto—yo no pedí querer a Kacchan...
—No lo es... realmente no lo es...—En ese momento, pensó haberlo imaginado, pero creyó notar la voz de Todoroki entrecortada.
Estaban en segundo de preparatoria y era la primera vez que Todoroki lo consoló y lo cuidó de una forma tan amable que no creyó que fuera posible que fuera para él.
Izuku era de los que piensan bien un plan antes de actuar, sin embargo a veces las emociones le ganaban y llegaba a ser tan imprudente que no pensaba en las consecuencias. Y eso aplicaba incluso con Bakugou, aun cuando este lo tenía contra la pared, alzándolo por el cuello de la camisa y amenazando con golpearlo, esto no impide que sus sentimientos afloren y lo invadan. Al final terminaba con él llorando en algún rincón escondido y Todoroki apoyándolo y haciéndolo sentir mejor de alguna forma.
Y eso fué así hasta que se graduaron de la academia. Él se convirtió en el símbolo de la paz como había prometido ganando el odio jurado de Bakugou.
Ahora sentado en un parque, se veía así mismo mirando distraído el cielo azul, hasta que vió una silueta por el rabillo del ojo.
—¡Hey Midoriya mi chico!—Abrió los ojos en sorpresa al encontrarse con el anterior símbolo de la paz en su forma musculosa y su gran sonrisa brillante.
—All might...
—¿A qué viene esa cara? Se supone que es un gran día para ti ¿No?—Izuku desvió la mirada y suspiró.
—Lo es...
—¿De veras?
—Es que... es difícil de explicar—Jugueteó con sus dedos bajo la mirada del adulto, este contuvo la risa debido que no importa cuántos años pasen el menor siempre sería como un niño tímido.
—No tienes que hacerlo ¿Problemas del corazón, no?—Decía asintiendo cual sabio bajo la mirada sonrojada del otro.
—¡N-No!
—¡Jaja eres malo mintiendo!—Dió unas fuertes palmadas en la espalda del contrario haciendo que este tosiera adolorido—¿Bakugou verdad?—Deku guardó silencio y All might lo tomó como un sí—supongo que ya te habrás dado cuenta. Mi chico, creo que él no corresponderá tus sentimientos...—Izuku soltó un pesado suspiro.
—Lo sé...
—Lo supuse, eres un chico muy listo pero me temo que muy negativo...—El aludido lo miró sin entender y él sonrió—estas tan enfrascado en Bakugou que no notas a los demás ¿Verdad?
—¿A qué te refieres All Might?—El aludido negaba con la cabeza murmurando un "no tiene remedio" para su confusión.
—Sé que estás pasando por un dolor muy común en los humanos, y eso ya de por si alimenta tu negatividad y complejos, pero te prometo... que eso pronto terminará—Extendió su mano y con sus dedos dio un leve golpecito en la frente del peli verde cuya mirada afligida se situaba en el suelo.
—¿De verdad cree eso All Might?
—¡Por supuesto! Sé que parece imposible joven Midoriya, Pero soy un veterano en esos temas—Puso las manos en las caderas en una pose heroica como quien presume su sabiduría, pero a pesar de eso Izuku se mantuvo cariz bajo.
—Entonces dígame... ¿Cuándo dejará de dolerme?—All Might se agachó a su campo de visión antes de que se diera cuenta, se miraron a los ojos detenidamente antes de que el mayor le sonriera ampliamente y con su mano tapara los ojos del contrario sorprendiéndolo—¿All Might?
—Midoriya mi chico, dejará de dolerte cuando abras los ojos.
Y parpadeó, lo primero que vió fué el techo de su departamento antes de que sintiera un dolor punzante en su cabeza. Recorrió con la mirada su habitación sintiendo que el mundo rodaba a su alrededor, hasta que sintió el aroma a café llenar sus fosas nasales y darle algo de estabilidad.
—Oh Ya despertaste...—Izuku se irguió un poco y se encontró a Todoroki en el marco de la puerta con dos tazas de café.
—Todoroki kun... todavía estas aquí—Dijo aceptando la taza que le tendieron—¿No tenías patrullaje hoy?
—Tengo algo de tiempo libre—Respondió tomando un sorbo de café y notando la mirada insistente del contrario.
—¿De verdad prefieres estar aquí?
—No tengo nada mejor que hacer.
—Gracias...—Sonrió a la taza de café, de verdad agradecía la compañía del contrario. Ayer fue un día horrible pero sentía que con Todoroki podía mantener la compostura, no sabe desde cuando se empezó a sentir así, observó al bicolor por un momento. Ya no llevaba el traje negro del velorio sino que se cambió a unas ropas más cómodas, una camiseta negra con unos pantalones blancos, se le veía sereno aunque probablemente no haya dormido mucho por andar cuidándolo.
Todoroki solía ser así, se mostraba frío y antipático pero realmente era muy amable y atento.
—¿Sucede algo?—Dijo al notar la mirada del otro y este la desvió avergonzado.
—No nada—Balbuceó nervioso para luego tomar un rápido sorbo de café—¿Me porte muy grosero anoche?
—Murmurabas cosas dormido, lloriqueabas y por un momento abriste los ojos y me preguntaste que entre Heidi y Marco ¿Cuál preferías? Te reíste durante dos minutos cuando te pregunté quienes eran...—La cara de Midoriya era un poema mientras escuchaba al contrario—de lo demás estabas muy tranquilo.
—Agh... soy un desastre—Su mano se posó en su frente en un gesto de cansancio.
—No lo eres...—Se encogió de hombros restándole importancia.
—Gracias por todo.
—No fué nada.
Un vibrar llamó su atención. Izuku tomó el teléfono en la mesa al lado de la cama.
—¿Bueno?
—¡Deku kun!
—¿Uraraka?
—¡¿Dónde estás?! ¡Te estamos esperando!
—¿Eh? ¡Ah!—La mirada de Izuku mostró pánico mientras hacía memoria de lo que se refería la chica—¡La vigilancia!
—¡¿Lo olvidaste?!—Una voz masculina interrumpió a la chica.
—¡Midoriya dono! ¿Se hace llamar héroe?—Ahora la estricta voz de Tenia lo regaño y Midoriya sólo pudo limitarse a disculparse.
—¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Iré allí en seguida!—Lo siguiente que hizo fué colgar y voltear a mirar a Todoroki con expresión nerviosa—el director Nedzu nos pidió a Uraraka chan, Iida kun y a mí que hiciéramos una vigilancia especial en la ciudad debido a la muerte de All Might, para evitar que cualquier villano tome provecho por la conmoción.
—Es gracioso que el símbolo de la paz olvide este tipo de cosas—Agregó observando la expresión de vergüenza del contrario.
—Mi cabeza ha estado en las nubes...
—Procura traerla de vuelta a tierra cuando estés trabajando.
Izuku sonrió de forma nerviosa antes de que se despidieran en el marco afuera del departamento. No supo nada hasta el atardecer. Cuando Kaminari y Jirou les llegó corriendo con la noticia.
Todoroki Enji no era el mismo héroe desde que supo el secreto de All Might, estaba más intimidante y malhumorado que de costumbre, eso sumado a que sus hijos ya no le hacían caso, hacían del héroe una bomba de tiempo que estalló en el peor momento. Lo que sabía era que hubo un accidente en un edificio en llamas, el villano que poseía un Kosei que producía sustancias inflamables le tendió una trampa y la construcción explotó, parece que las victimas salieron ilesas debido a que Enji usó su cuerpo de escudo.
Midoriya salió disparado tan pronto le dijeron el nombre del hospital bajo las miradas de sorpresas de sus compañeros, en su mente sólo pasaba recuerdos de las veces en que Todoroki lo apoyó en sus peores momentos, y ahora era su turno de apoyar al contrario. Llegó a la sala de espera respirando exaltado, más cuando sintió unas miradas curiosas y expectantes los nervios lo invadieron, reconoció enseguida a los individuos como los hermanos mayores de Shouto, y es que se parecían a él, en el color de cabello y ojos. Todoroki le había comentado que no hablaba mucho con ellos debido a su padre, se preguntó mentalmente si ahora había posibilidades de que se llevaran mejor.
Una chica con gafas y cabello blanco se acercó a él con una expresión atenta y suave, la conocía, habló con ella una vez. Fuyumi Todoroki era la hermana mayor de shouto, y era una mujer muy amable aunque un poco nerviosa, la conoció cuando se graduó de UA, fué la única que acompañó a Shouto en el apto.
Ella lo observaba fijamente, sabiendo muy bien por quien estaba realmente allí, con su dedo índice apuntó a una dirección, a las escaleras.
—Está en la azotea.
Izuku le sonrió y asintió con la cabeza en agradecimiento para luego salir disparado en una ráfaga de viento hacia las escaleras, ella curvó los labios en una sonrisa mientras sus hermanos observaban con muecas de asombros.
Fué casi al instante cuando se halló frente a la puerta, tragó grueso, no sabía qué tipo de palabras de aliento darle para animarlo, si lo piensa bien es un desastre para esas cosas, pero quería estar junto a Todoroki, devolverle algo de todo el apoyo y cariño desinteresado que le ha brindado durante todos estos años. Con ese pensamiento y tomando aire cruzó la puerta.
La luna estaba en lo alto del cielo nocturno, y el brillo de los edificios de la ciudad alumbraba levemente la opaca azotea. Izuku posó su mirada en la espalda del bicolor, quien le devolvía la mirada de reojo.
—H-Hola...—Balbuceó con nervios al no saber que más decir, recriminándose mentalmente por eso.
Shouto rodó los ojos nuevamente a los edificios, apoyando sus brazos en las barandas y con la brisa nocturna moviendo suavemente su cabello. Una mirada distante se posaba en su rostro. Deku se acercó tímidamente hasta situarse a su lado.
—¿Cómo te enteraste?—Preguntó sin mover la vista del panorama.
—Kaminari kun me lo dijo.
—¿Los demás ya lo saben?
—Si...
—Quisiera que no lo hubieran sabido...—Izuku notó el rostro monótono del contrario más ensombrecido—me dijeron que todo esto sucedió porque el villano empezó a mofarse de él al reiterarle que ya nunca podrá superar a All Might, estalló el edificio sólo por una rabieta. Es tan típico de él...—algo de acidez se posó en su tono de voz.
Los recuerdos de su niñez se le aparecían de golpe en su cabeza y sintió frustración consigo mismo, sentía como si los estuviera replanteando, como si el hecho de que aquel hombre estuviera entre la vida y la muerte le causara "algo".
—Que se pudra en el infierno...—Escupió mientras apretaba los puños.
Midoriya lo miró con pesar, el verlo le causaba dolor...
—¿Qué puedo hacer por ti?
—No hay nada que tengas que hacer Midoriya, esto no es algo de lo que puedas ocuparte, no hay nadie que rescatar. Sólo haz lo que quieras...
Su mirada se había endurecido y quizás fué más tosco de lo que hubiera querido, pero no estaba pensando en eso en el momento, sólo estaba harto de lo que para él es una infundada confusión emocional. Endeavor no merecía nada de esto, es un bastardo que le hizo mucho daño a su madre y a él, poco le debería de importar que esté a punto de morir. Sus emociones eran un torbellino de rabia, confusión ¿Y vacío?
Un roce y un suave apretón en su mano lo trajo a la realidad, observó con sorpresa como tímidamente Deku tomaba su mano derecha mientras lo miraba con un brillo de tristeza en sus ojos.
—Quiero... quedarme contigo ¿Puedo?
Bien que no tenía idea de que hacer, sólo sabía que no quería dejar al contrario sólo con el revoltijo de emociones negativas por el que estaba pasando, tomó su mano en un impulso desesperado por querer consolarlo y rezaba para que no fuera rechazado. Todoroki desvió la mirada y guardó silencio, pero sintió como le devolvía el apretón lo cual lo alegró mucho.
Fué entonces que empezó a visitar el hospital para hacerle compañía a Todoroki, hasta que se enteró de los sentimientos de este por un simple descuido...
Continuará...
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