En una zona algo alejada de ciudad playa había un granero. Un granero un poco destrozado con lo que parecía ser chatarra alrededor.

Dentro del granero, Peridot estaba sentada en el piso, viendo algunas cosas en su tableta mientras usaba su mano libre para acariciar la cabeza de Pumpkin.

Sé escuchó el sonido de un aleteo mojado sé escuchó cerca del lugar. Lo que causó la emoción de la calabaza viviente, quién sé emocionó al ver a su otra dueña de piel azulada entrar al granero.

-Heya Lapis.-Saludó Peridot apenas vió a su amiga/compañera de casa.

-Hola.-Saludó sin muchas ganas, Lapis.

Pumpkin sé acercó a los pies de Lapis mientras hacía ruidos parecidos a los que haría un perro ladrandole a su dueño.

A pesar de su estado de ánimo actual, Lapis le sonrió un poco a la calabaza, y le acarició la cabeza mientras que daba un largo suspiró.

Peridot también sé acercó a la otra gema al notar su estado de ánimo.-¿Estás bien?-Preguntò la gema en un tono algo preocupada.

-Nah, estoy bien.-Dijo Lapis manteniendo un tono calmado y cerrado.

-Segura?-Preguntò Peridot.

-Seeeee.-Dijo Lapis dejando escapar un tono inseguro.

-Aja, sé nota.-Dijo sarcástica, Peridot.-Sí te pasa algo puedes decirle sobre tus problemas a la terapeuta Peridot!

Lapis no estaba segura de que era un terapeuta, pero estaba segura de que su amiga no lo era.

Pero igual aceptó el charla un rato con Peridot, aunque sin ofender a su amiga verde, hubiera preferido hablar con alguien más alto, de cabello rizado y de nombre Steven.

Pero no podía haber nada. Ella sabía que había algo en esa humana Connie que ella no tenía, no sabía que era, pero sabía que eso llamaba la atención del híbrido...

Lapis sufrió un bajón al pensar mucho en eso, así qué pensó que tal vez no sea mala idea hablar con Peridot sobre el tema.

------------------------------------------------------------------

Steven estaba acercándose al granero con intenciones de encontrarse con cierta gema de pelo azul.

-Y has hablado con él sobre eso?

Steven escuchó una voz familiar. Era la voz de Peridot.

-No...

Steven escuchó otra voz. La voz de Lapis.

-Que tal sí le dices como te sientes? Creo que sería "lo correcto" hablando de costumbres humanas.

Steven escuchó una conversación entre las dos gemas. El híbrido sé acercó un poco más sin ser notado por las gemas, pues estaban muy concentradas en la conversación que estaban teniendo.

-No lo sé... Por alguna razón me da una sensación rara al pensar en hacer tal cosa...

-Vaya, pues déjame buscar en mí tableta sobre el significado de eso.

Steven empezó a sentirse mal por estar escuchando sin permiso la conversación de las dos gemas, así qué decidió llamar la atención.

-¡Chicas!

El híbrido gritó de repente. Asustando a las dos gemas y a una calabaza sin querer.

-(Ups, creo que exagere un poco)-Pensó, Steven sintiéndose avergonzada.-Perdón chicas. No quería asustarlas.

-Ah, Steven!

Lapis fue la primera en hablar mientras sé levantaba de forma rápida al ver al híbrido.

-N-no esperaba verte otra vez.-Dijo Lapis hablando de una manera un poco nerviosa.-Ehh, no nos estuviste escuchando, verdad?

Steven rascó su nuca con algo de vergüenza.-Ehh, admito que las escuché hablar un poco, pero no fue nada! Lo juró!-Dijo él híbrido, levantando las manos en defensa.

Lapis sé había sonrojado un poco mientras le sonreía con calma a Steven.-Está bien, Steve. Te creó.

Steven sonrió de manera nerviosa ante la sonrisa de la gema.

-Cof, Cof.

Peridot tosió falsamente para llamar la atención.

-Tengo otras cosas que hacer, sí me disculpan. Lapis, Steven. Me llevaré a Pumpkin contigo.-Dijo Peridot agarrando a dicha calabaza.

Lapis quedó confundida por lo último.-¿Por qué necesitas a Pumpkin exactamente?

-Quiero intentar enseñarle nuevos trucos a Pumpkin, cómo, ehhh... ¡La fotosíntesis! Claramente!

Peridot sé fue del lugar sin decir nada más. Los otros dos no sabían que comentar sobre lo sucedido, así que decidieron ignorar a Peri por el momento.

-Por cierto.

Lapis habló primero.

-¿Que te trae aquí, Steven?-Preguntò con curiosidad, Lapis. Había pasado un tiempo desde la última vez que Steven visitó el granero.

Steven sé puso algo nervioso mientras ponía las manos dentro de los bolsillos de su chaqueta rosada.-Pues me puse a pensar cuando te fuiste y... noté que algo andaba mal, o algo parecía estar molestando.

Sin entenderlo, Lapis empezó a sentirse nerviosa.

-(¿Enserio se nota? Pensé que era mejor ocultandolo)-Pensó la gema sintiendo pena ajena.

-Lapis...

Dicha gema volvió a fijar su atención en el castaño, sólo para ver cómo este mismo ya estaba enfrente de ella.

-Sabes que sí algo te molesta puedes decírmelo, no?-Dijo Steven con una sonrisa afable en su rostro.

Lapis asintió de una manera tímida. Tener tan de cerca al híbrido la hacía sentir tan pequeña, tal vez sea por qué Steven ya le supero en altura? Quería pensar que era el caso.

-Entonces puedes estar segura de que te escucharé y ayudaré con eso. Solo tienes que decírmelo.-Dijo Steven manteniendo su sonrisa afable.

Lapis abrazó sus brazos sintiéndose insegura, pero... era Steve, no podía ocultarle algo a Steven.

Incluso sabiendo que era algo negativo de ella, lo mejor sería decirle a él.

-Okey Steven.-Dijo la gema manteniendo la mirada alta.-Pero podemos hablar en otra parte?

Steven movió la cabeza sin tener problemas.-Claro, lo que te haga sentir más cómoda.

Lapis movió la cabeza mientras le agradecía mentalmente. Luego agarró su mano y lo guió hasta el techo de granero.

Steven no entendía porque la gema lo trajo aquí específicamente, pero le traía un cierto aire de confianza.

Lapis soltó la mano del chico, y sé sentó en el techo. Steven sé sentó a su lado y esperó a que la gema hablara sobre su problema, o problemas, aún no estaba seguro.

-Steven?-Habló Lapis sin dejar de mirar hacía abajo.

-Sí?-Habló Steven mirando a la gema.

Recuerdas cuándo solíamos pasar tiempo aquí? Mirando las estrellas y... eso.

Steven sonrió con nostalgia por la pregunta.-Claro! Nunca me olvidé de eso. Fueron buenos momentos....-Dijo él chico con cierta nostalgia.

-Sí....-Dijo Lapis mientras una pequeña sonrisa sé formaba en sus labios.-... Steven?

-Sí?

-¿Que son los "celos"?-Preguntò la gema con sus labios temblando un poco.

Steven no sé esperaba esa pregunta, pero igual sé tomo el tiempo de pensar y responder de la mejor manera.

-Hmm, pues por lo que sé. Los celos son un sentimiento de malestar por el miedo, la inseguridad o la poca autoestima. Ehh, creo que es algo muy visto entre parejas. Tal vez lo viste en esa serie que Peridot y tú solían ver.-Dijo Steven. Explicado lo mejor que podía con lo poco que sabía realmente.

Lapis abrazó sus piernas mientras seguía mirando hacía abajo.-Steven....-Dijo la gema llamando por tercera vez al castaño.

-Sí?

-Creo qué... estoy celosa.- Admitió la gema mientras trataba de no mirar al híbrido.

Steven mantuvo una mirada pérdida por unos tres segundos antes de reaccionar.

-¿Enserio?-Preguntò Steven sonando algo sorprendido por ese echó.

Lapis empezaba a ruborizarse bastante mientras seguía sin mirar al híbrido.-Sí, yo... estoy celosa... de Connie.

Steven abrió los ojos cómo platós, ahora sí que estaba realmente sorprendido.-Connie? Tú... ¿Celosa de ella?

Lapis dió un gran suspiró antes de mirar directamente a Steven.

-Estoy celosa de ella... Porque tiene tu atención.-Confesó la gema sintiendo que sé quitaba un gran peso de encima.

Steven quedó con una expresión de incredulidad total.-¡¿Yo?!-Gritó confundido el híbrido con su cara volviéndose rosada. El castaño luego tosió apenado por su arrebate.-Perdón... Yo... ¿Hablas en enserio, Lapis?

La gema dió otro suspiró mientras cerraba los ojos.

- Sólo sé que cuándo la miras a ella... La miras de forma diferente a cuándo me miras a mí. Y eso, eso... me desagrada, Steven.-Dijo con sinceridad, Lapis.-Lamentó sí sueno mal, pero... pero...

Lapis sé quedó sin palabras al darse cuenta de que no sabía cómo justificar la manera del como sé sentía.

Hubo un silencio incómodo en que Steven miró nerviosamente a la gema en espera a que terminace de hablar.

Pero la gema no parecía estar por decir algo pronto. Sé veía realmente débil ahora, sentimentalmente hablando.

A Steven no le gustaba verla así.

-Lapis, yo...

El híbrido habló sin prestarlo demasiado, causando qué obviamente sé quedará mudo en media frase.

-Yo... No tienes qué porque sentirse así.-Dijo Steven, viendo cómo la gema levantó un poco la vista para verlo de reojo. El híbrido sonrió.-Le tengo apreció a Connie. Es mí primera amiga y me a apoyado en muchas ocasiones, pero eso no significa que ella sea superior a ti, o que te deje de hablar o ver por ella, sí es lo que piensas... Nunca te dejare sola Lapis. Té aprecio mucho como para siquiera pensar en algo así.

Lapis tubo que tapar su boca para evitar qué se le escapara un jadeo mientras sus ojos empezaban a sentirse húmedos.

*Hug*

La gema abrazó repentinamente al híbrido. Steven fue rodado por sorpresa, pero luego sonrió suavemente mientras correspondía el abrazó de su amiga.

-S-steven?-Habló algo nerviosa, Lapis mientras seguía abrazando a dicho castaño.

-Sí?-Dijo Steven con una sonrisa calmada y un ligero rubor en sus mejillas.

-Siento... Siento que debería de decir algo ahora, pero no sé que.-Dijo Lapis en un tono vergonzoso mientras su cara sé teñía de un azul ciruela.

Steven mantuvo una mirada pensativa por un rato antes de volver a sonreír con su rubor intensificadosé un poco más.

-Que tal un... "Te quiero"-Sugirió, Steven con una sonrisa temblorosa.

Lapis sonrió ante la idea.-Sí....-Dijo la gema cerrando los ojos mientras sé aferraba más al castaño.-Sí, te quiero, te quiero Steven!

Ahora el híbrido estaba sonrojandosé a un nuevo nivel de rosado.

Pero sonrió con sinceridad, de verdad le gustó escuchar eso por parte de la gema.

-Yo también te quiero, Lapis.-Dijo el chico dándole aferrándose al abrazó con cuidado de no tocar la gema de Lapis por error.

Estuvieron así un rato largo, hasta qué por fin sé separaron y Steven le preguntó a la gema sí sé sentí mejor ahora.

-Sí!-Dijo Lapis de forma segura.-Gracias Steven! De verdad, nunca pensé que me sentiría tan bien al decírtelo.

Steven sonrió de forma suave mientras sé sonrojaba ligeramente.-Pues, nada. Para eso estoy, je, je,.

Los dos aún seguían sentados en el techo, así que decidieron hacer algo que no hacían hacé mucho. Recostarse en el techo muy cerca del otro y charlar sobré sus vidas. Aunque Lapis no era de hablar de eso. Steven era quien hablaba mientras la gema solo disfrutaba escuchándolo hablar.

Todo fue tranquilo por un tiempo, hasta qué al híbrido le empezó a entrar sueño, así qué tubo que irse por el momento, no sin antes despedirse de la gema, quién le volvió abrazar cómo forma de despedida, cosa qué no le disgustó para nada y correspondió con gustó.

Después de todo esto, Steven pensó que no estaba visitando mucho a Lapis y Peridot como en el pasado... Tal vez era tiempo de cambiar eso.

Cambiar para mejor.

------------------------------------------------------------------

Muy lejos de ciudad playa y de cualquier civilización. En una isla. Una Lapis de pelo rizado estaba sentada en una piedra con una cara que reflejaba su mal estado de humor mientras hacía bocetos en la arena con un palo mojado.

-Hey...

Otra Lapis con el pelo atado a una cola hacía abajo trato de hablar con su compañera.

-¿Estás bien?-Preguntò la Lapis con cola hacía abajo inclinando la cabeza hacia la otra gema.

-Patetica...

-Que?

La Lapis con cola hacía abajo escucha a la otra Lapis murmurar la misma palabra. Inclinó un poco la cabeza hacia adelante para ver lo que estaba dibujando su compañera, sólo para ver un boceto un poco mal echo del chico diamante rosa, Steven Cuarzo Demayo Universe, juntó con las palabras "patética" alrededor.

-Ehh...

-¡Se acabo!

La Lapis de pelo rizado sé levantó de golpe mientras hacía aparecer sus alas dé agua, asustando sin querer a su compañera en el proceso.

-¡Le mostrare a ese diamante que no soy patética!-Gritó la gema de pelo rizado para luego empezar a volar hacía el horizonte.

La otra Lapis que aún estaba en suelo estaba tratando de procesar lo que acababa de pasar.

-Mejor iré con ella... Por sí acaso.-Dijo la gema para luego hacer aparecer sus alas dé agua y empezar a seguir a su compañera.