12

Ehh, feliz mes de abril.
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Steven abrió los ojos, sintiendo un repentino mareó, puso una mano en su frente y lanzó algún que otro quejido.

-Siento que me golpeó un camión... o Jasper..

Steven apoyó su mano sobre la cama... o eso hubiera echó si hubiera una cama o algo que apoyarse.

Steven abrió más los ojos al darse cuenta de que no estaba acostado en su cama en planeta madre, si no que estaba flotando en medio del agua. El híbrido sé asustó y mantuvo el aire por un momento antes de darse cuenta que podría respirar sin algún tipo de dificultad.

Steven pensó que era raro, podía sentir el agua al mover su cuerpo, sé sentía tan pesado como lo sería nadar en el agua, solo que sin la dificultad de no poder respirar.

-Es acaso... ¿Un sueño?-Adivinó, Steven sintiendo otro mareó.-Ugh, pues si es un sueño no es mío.-Dijo el híbrido ya recordando haber sentido este tipo de mareo en el pasado. Con Kiki, aunque el mareo sé sentía como diez veces peor.

Steven miró alrededor, no había más que agua donde sé encontraba. El mareo le seguía molestando incluso pasando un rato, sé preguntó porque, si recordaba bien el mareo era ligero cuando ayudó a Kiki, luego fue empeorando, seguramente porque lo hizo a diario. También tuvo otras preguntas, como en el sueño de quién estaba, si sé encontraba en un planeta donde nadie necesitaba dormir y un par de pequeñas preguntas más que tampoco tuvieron respuestas que el chico pudiera pensar.

Sé movió un poco por el agua, sintiendo un.. dejavu? Ya había estado en esta situación antes...

Un sentimiento familiar le hizo ignorar los mareos de momento, volvió a mirar alrededor con aún más detalle, logrando darse cuenta que había algo, no, alguien más.

-¿Lapis? ¡Lapis!-Gritó, Steven reconociendo la figura de su amiga a distancia.

No respondía... Steven sintió preocupación y de alguna forma logró impulsarse hacía ella. No iba a preguntarse como lo hizo, estaba en un sueño.

Cuándo llegó a ella, notó que habían grilletes, grilletes hechos de agua puestos en sus muñecas, con cadenas que iban desde abajo a lo profundo del agua. Steven arrugó la cara y volvió a mirar preocupado a la gema.

-¡Lapis!-Dijo Steven agarrando de los hombros a dicha gema quién levantó la cabeza.

Sé veía sorprendida, pero luego sé puso alterada al darse cuenta de dónde estaba.

-¡Lapis!-Llamó, Steven volviendo a ganarse la atención de dicha gema.-Calma, intenta respirar.-Dijo el chico dándole la mejor sonrisa que podía dar en ese momento.

Lapis movió la cabeza un poco y le hizo casó. Steven pensó que era raro verla respirar bajó el agua, pero de nuevo recordó que esto no era real. Era solo un sueño que parecía estar afectando a su amiga quién sé le veía más calmada ahora.

-Steven...

Su voz sonaba rara, como sí... estuviera bajo el agua...

Steven miró los grilletes, frunció el ceño y agarró las cadenas, sus cuerpo brilló de un rosa fuerte antes de romperla y hacerlas desaparecer.

Los mareo dentro de su cabeza sé sentían cada vez peores, pero Steven hizo poco caso a eso y sé centró en la seguridad de Lapis quién miró sus muñecas recién liberadas.

-Lapis.-Volvió a llamarla, Steven logrando nuevamente su atención. El chico sujetó sus manos con cuidado y le lanzó una mirada segura.-Creo que sé que pasa, pero necesito que logres sacar el agua aquí, por favor.

Lapis lo miró un momento antes de asentir y cerrar los ojos buscando concentrarse.

Steven sintió un temblor... raro, el agua parecía estar descendiendo y sintió que sus pies apoyándose en un suelo ¿Invisible? En un momento ya no había agua alrededor, solo un vacío blanco, un piso que reflejaba su silueta cómo un espejo.

Steven sonrió ampliamente y volvió a girar su vista hacía Lapis.

-¡Bien echo!-Dijo Steven felicitando a la gema que abrió los ojos y lo miró sin ninguna emoción.

-¿Steven?-Dijo Lapis en un tono serenó.-¡Steven!-Volvió a decir, pero en un tono más de emoción y sorpresa mientras una sonrisa sé le formaba y sé lanzaba a abrazar a dicho híbrido.

Steven sé mostró sorprendido al principio, pero luego el también sonrió y correspondió el abrazó, que duro su tiempo hasta que Lapis sé separó.

-Steven, ¿Que haces aquí?... que... ¿Hago yo aquí?-Preguntó, Lapis mientras sé aferraba a lo único que sentía real ahora... Steven.

Dicho chico sonrió con calma.

-Relajate, es solo un sueño.-Explicó, Steven viendo cómo Lapis giraba la mirada hacía él.

-Un... sueño? ¿Cómo?-Preguntó, Lapis antes de notar lo cerca de estaba de Steven. La gema sé apartó y le dió su espació mientras sus labios temblaban un poco.

Steven sólo sé rascó detrás de la nuca mientras buscaba la forma de explicar el asunto. Sintió otro mareó, pero lo ignoró por completo.

-Veamos, un sueño es lo que pasa aveces cuando estás durmiendo. Connie dijo que una forma de resumirlo es que son deseos, anhelos, miedos y traumas que recopila la mente, aveces saliendo algo bueno o no...

Steven sé masajeó un poco el cuello, esperando que Lapis entendiera sus palabras. Aunque la mirada perdida de la gema no le trajo muchas esperanzas.

-Esto...

Lapis sé abrazó a si misma mientras giraba y miraba al frente, hacia nada más que un vacío blanco.

-S-se siente un poco como cuando estuve fusionada con Jasper.-Admitió, Lapis sonando temerosa. Steven la miró preocupado.-No tenía control sobre mí y agua... pero... apareciste tú y...

Lapis volvió a girar hacía Steven, su mirada temerosa pasó a una de gratitud.

-Me salvaste... Steven, gracias.-Dijo Lapis para luego acercarse y darle otro abrazó a dicho híbrido.

Steven sé sintió diferente esta vez, por alguna razón el abrazó sé sintió diferente que la otra vez. Más... honesto? Que de igual forma sonrió y correspondió.

-No me agradezcas, Lapis.-Dijo Steven apartándose un poco de dicha gema, pero manteniendo sus manos agarradas a su cintura con ella haciendo lo mismo.-Realmente solo ayude un poco, nada malo te hubiera pasado, porqué, bueno, nada de esto es real.-Explicó el híbrido, acordándose de nuevo que debería de explicar también que él no era parte del sueño.

Lapis solo parpadeó para luego agachar un poco la cabeza.

-Gracias de todas formas.-Dijo Lapis separándose de Steven, girando de nuevo hacía la nada.-Y-yo... tengo ganas de caminar.-Admitió girando a medias para mirar a Steven.-¿Me puedes acompañar?

-S-seguro.-Dijo Steven quejándose en voz baja debido a otro mareó que simplemente ignoró.

Lapis nuevamente agradeció mientras agachaba la mirada. Steven le sonrió y sé puso aun lado de ella, antes de que los dos empezarán a caminar por el piso de cristal que los reflejaba.

-Asi que..

Lapis habló mientras ella y Steven seguían caminando.

-¿Esto pasa dentro de mí mente?-Preguntó, Lapis mirando un tanto alrededor.

-Eso creo.-Dijo Steven sin sonar muy seguro.

-Vaya, pues... es un poco desalentador que no haya nada.-Dijo Lapis mirando de reojo a Steven quién le sonrió con empatía.

-Vamos, realmente esto podía significar cualquier cosa, también podía cambiar en un momento, tal vez dependiendo de tus pensamientos, pero no es algo que puedas controlar. Aunque ojalá, digo, estoy seguro que harías algo realmente hermoso de tener libre albedrío.-Dijo Steven en un tono sinceró.

Las mejillas de Lapis sé volvieron de un azul más oscuro mientras le sonreía dulcemente a Steven.

-Que... lindo de tu parte.-Dijo Lapis desviando su mirada hacía otra parte.

Steven le sonrió con calma mientras sé rascaba una mejilla que estaba débilmente sonrojada. Sé quedó mirando a la gema, hasta que sé dió cuenta que algo sé sintió diferente de repente.

El suelo... sé sentía como una textura diferente, miró hacia abajo mientras seguía caminando, notando que ahora estaba caminando sobré pasto, no sólo eso, sí no que también él cielo ahora estaba oscuro y estrellado como sí estuvieran de noche.

No... parecía que estaba en la tierra con Lapis ahora, caminando hacia el granero...

De nuevo, todo era tan raro, Steven sabía que no podía esperar mucho de un sueño, pero aún así...

-(Lo peor es que sigo teniendo un mareo extraño)-Pensó, Steven dando todo de si para mantenerse e ignorar los mareos.

-Realmente agradezco que estés aquí...

Steven fijó su mirada hacía Lapis. La gema no parecía ser consciente de que su sueño estaba cambiando, solo estaba... concentrado en él.

-Ojala fuera así para siempre.-Sé sinceró, Lapis cerrando los ojos en una sonrisa.

Steven sintió como algo dentro de él daba un saltó, golpeó su pecho pensando que solo era el quién estaba sobre exagerando las cosas de más... quería pensar.

-Y-yo.. también.-Dijo Steven sintiendo otro golpe en su pecho acompañado de las ganas de darse un golpe literal en la cara por decir lo primero que sé le vino a la mente.

Lapis abrió los ojos sonriendo con cierta satisfacción. Steven ahora caía de nuevo, ¡Lapis seguramente piensa que él es solo parte de su sueño! Debería de decírselo, pero. había una parte, una parte suya muy dentro de él que no quería hacerlo, ¿Por qué? No lo sabía, pero decidió seguir fingiendo mientras le hacía de compañía a la gema.

Ya habían llegado al granero, Lapis entró sin decir nada. Steven no dejó de seguirla.

-Yo...

Lapis habló en un tono pesado. Steven sé le acercó más siendo atentó.

-Necesito recostarme...

Steven parpadeó, luego algo hizo click dentro de su cabeza y por alguna razón sin avisó, ni palabra levantó y cargó a Lapis al estiló nupcial.

El híbrido tragó saliva y sé sonrojó profundamente, preguntándose dentro de su cabeza que rayos estaba haciendo, ¿Perdió el control de sí a causa de los mareos? Quien sabe, solo sé puso nervioso al mirar la expresión de sorpresa de Lapis.

-Um!

Lapis lo abrazó, apoyando sus brazos en sus hombros sin decir nada. Steven pensó que esto sé sentiría incómodo de alguna forma, pero sé sintió bastante... natural de alguna forma.

Steven entonces siguió, dando un saltó y llegando al segundo piso dónde vió y sé acercó a la hamaca dónde solía recostarse Lapis.

-Ehm, aquí está bien, Lapis?-Preguntó, Steven sonriendo un tanto nervioso.

Lapis lo soltó y sé bajó con bastante rapidez, al instante que vió la hamaca sé recostó en la misma. Dándole un poco de gracia a Steven quién dejó de sentirse nervioso de repente.

Ahora todo sé sentía tan... cómodo. Steven sé sentía cómodo, aquí, cerca de Lapis...

El chico sé acercó, viendo cómo Lapis estaba recostada mirando ese agujero en el techo, pero luego desviando su mirada relajada hacía él.

-¿Steven?-Dijo Lapis perdiéndose en la mirada del chico.

-¿Si?-Dijo Steven sintiendo que sé perdía también.

-Steven, yo...

Lapis empezó verse tensa, Steven quiso ayudarla a relajarse, pero-

Slap.

-Off...

Steven sintió algo raro en su mejilla, como sí lo hubieran empujado.

-¿Steven?

Lapis parecía haber notado la mirada confusa de Steven. Levantándose un poco de su hamaca para mirar sí estaba bien.

-Lapis?

¡Slap!

Steven despertó, dándose cuenta que estaba en su cama en el planeta madre.

-¡Steven, despertaste!-Gritó alegremente, Espinela.-Ya pasaron tus ocho horas de sueño.

Steven sé dió cuenta de algo fuera de lo usual. La gema rosada estaba encima de él.

-Ehh, ¿Que estás haciendo?-Preguntó, Steven levantando una ceja, para luego tocar su mejilla.-Y por qué... auch, ¿Por qué me duele la mejilla?

-Vi que hacían esto en un programa de la tablet.-Respondió, Espinela en un tono inocente.

-¿Hacían que?

¡Slap!

-¡Ah! ¡Espinela!-Gritó quejándose, Steven luego de recibir una bofetada de dicha gema.-¡No puedes andar golpeando a la gente así!-Dijo el híbrido sobándose su mejilla golpeada.

Espinela sólo inclinó su cabeza con inocencia.-Pero, esos dibujos en la tablet lo hacen.

Steven solo suspiró.-Lo que pasa es que son personajes ficticios y no sienten dolor alguno a no ser reales.

-¿Osea como?-Preguntó, Espinela sin entender completamente.

-Escucha, ehh, te lo explicaré más tarde. Ahora yo... oh, hombre...

Steven empezaba a notarse cansado y abatido.

-¿S-steven? ¿Todo en orden?-Preguntó, Espinela viéndose preocupada al notar cierta incomodidad en su amigo.

-Po-podrias apartarte un poco?... Por favor.

Espinela hizo casó y estiró sus piernas para ponerse aún lado de la cama.

-Ugh..

Steven inmediatamente puso la manos en su panza, sintiendo una horrible comezón acompañado de un dolor, como dolor de estómago luego de comer un montón de comida chatarra a la vez, pero multiplicado por veinte.

-¿Steven? ¡Steven! Dime algo!-Gritó preocupada, Espinela acercándose a su amigo.

-Agh..

Steven lanzó unos quejidos, sintiéndose bastante agotado como para responderle de forma coherente a la gema rosada.

Espinela sé alarmó, comenzó a morderse los dedos con desesperación mientras pensaba que hacer.

-¡Las diamantes! ¡Ellas sabrán que hacer!-Dijo Espinela con un tono débil de esperanza antes de enrollar a Steven con sus brazos para luego ponerlo sobre su espalda.-¡No te preocupes, Steven! ¡Tu mejor amiga te salvara! O no...

-N-n-no...

Steven sólo sé quejó mientras Espinela salía a toda prisa de la habitación.

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Mientras con las diamantes. Las monarcas estaban teniendo una charla luego de escuchar la información de Perla azul y amarillo luego de su investigación.

-Asi que solo eso era.-Comentó, Diamante azul en un tono serenó.

-¡Maldición! Eso no nos sirve de nada!-Dijo enojada, Diamante amarillo dándole un golpe a su tronó.

-Lo lamentó mí diamante.-Dijo Perla amarillo en un tono apenado mientras hacía una reverencia.

Diamante amarillo sólo bufo.-No, no... hiciste un buen trabajo, gracias por el favor y eso.-Dijo la monarca en un tono bastante sinceró mientras que Perla asentía con mirada de admiración hacía la más alta.

-Igual, ¿Quien dice que esto no nos puede ser de ayuda?-Comentó, Diamante blanco con una sonrisa no muy segura que digamos.

-Olvidaló, Blanco. Esto ya parece algo que toca emociones que no entendemos.-Dijo Diamante Azul en un tono severo.-Me prometí y le prometí a Steven que no volvería a controlar las emociones de la gente. Quiero que Steven sé quedé, pero.. temo que podríamos terminar alejándolo..

-Agh, tienes un punto.-Dijo Diamante amarillo sonando pesimista.

Diamante blanco sé le notó frustrada y sin saber que decir al respecto. Las demás estuvieron igual sin saber que decir.

-¡AHHHHHH!

Todas levantaron la vista al instante que Espinela hizo una inesperada aparición.

-¿Espinela? ¿Que pasa, querida?-Preguntó, Diamante blanco antes de notar al igual que todas que Espinela llevaba a Steven en su espalda.

-¡Es Steven!-Explicó muy resumidamente, Espinela apuntando con un dedo de una mano que hizo gigante hacía dicho híbrido.

-¿Que? ¿Que pasa con Steven?-Preguntó al instante, Diamante azul viéndose tan preocupada como las demás allí.

-¡No lo sé!-Exclamó agitada, Espinela.-¡Solo lo desperté luego de sus ocho horas de sueño y no se porque comenzó a quejarse! Y, y, y-!

-¡Espinela, manten la calma!-Pidió, Diamante amarillo viendo cómo Espinela comenzaba a respirar sólo para obtener algo de calmar. La monarca puso dos dedos en su frente sintiéndose aún más estresada, miró detalladamente a Steven antes de notar algo familiar en él.-Espera un momento... Oigan ustedes dos, ¿Esa cara no les suena?

-Si, es la cara de Steven.-Respondió, Diamante blanco. Diamante azul sé quedó callada mientras veía como Diamante amarillo sé daba un golpe de cara por la respuesta de la monarca más grande.

-No, ¿No recuerdan? Rosa como era cuando estábamos apenas con nuestra primera colonia?-Dijo Diamante amarillo esperando que está vez sus hermanas hicieran memoria.

Tanto Diamante blanco, como Diamante azul miraron detalladamente a Steven... algo hizo click dentro de la cabeza de ambas.

-¡Ohhh! Sí, sí! Ahora lo recuerdo!-Exclamó, Diamante blanco juntando sus manos en una sonrisa divertida.

-¡Yo también!-Dijo Diamante azul con una sonrisa serena.-Ohh, que recuerdos...

-Ehh, disculpen mí ignorancia, pero, ¿¡De qué rayos hablan!?-Preguntó, Espinela gritando y con Steven quejándose en su espalda.-¿¡Y que con Steven!?

-Oh, no te preocupes, querida Espinela.-Dijo Diamante azul en un tono relajado.

-Lo que pasa con Steven es algo que nosotros llamamos "Desgaste de Rosa"-Explicó, Diamante amarillo.

Espinela entrecerro los ojos.-¿Que sería?...

-Oh, fue realmente hace tanto tiempo.-Comentó, Diamante Blanco apoyando una mano en su mejilla.-Apenas estábamos creando la primera colonia y Rosa era un diamante joven de 16.000 años bastante difícil de controlar.

Amarillo continúo.-Desgaste de Rosa era lo que llamábamos cuándo ella solía usar su poder a un nivel más allá de lo que su cuerpo podía soportar, dejándola en un estado bastante... moribundo como dirían los humanos.

-Lo bueno es que era aún bastante joven, solo pudiendo destruir una o dos montañas.-Dijo Diamante azul sonriendo nostálgica.

-¿Cómo?-Exclamó, Steven con una mirada en blanco.-¿P-por qué rayos ella haría eso?

-Atención.-Respondieron las tres diamantes.-Le préstamos atención por 15.000 años... supongo que no le gustó que le dieramos atención a otras cosas tan de repente.-Dijo Amarillo poniendo un puño cerca de su labio.

-Al menos dejó de hacer eso luego de destruir un terció de una luna.-Dijo Azul como sí eso fuera algo normal...

-Eran tiempos más simples.-Dijo Diamante blanco sonriendo con melancolía.

Steven arrugó la cara y dejó escapar un quejido, lo que menos necesitaba ahora era escuchar historias de su madre siendo incontrolable.

Espinela compartió el sentimiento.

-¿Hay alguna forma de ayudar a Steven? No me gusta verle así.-Dijo Espinela apretando un poco Steven.

-Podemos, digo, sí es igual que con Rosa entonces...

-Espinela, cielo, deja a Steven cerca de la tres y aléjate un poco.-Pidió, Diamante blanco.

Espinela hizo casó y acomodó a Steven en el piso con mucho cuidado y sé alejó poniéndose cerca de Perla azul y amarillo.

-Bien, ustedes dos ya saben que hacer?-Preguntó, Blanco a su dos hermanas quiénes afirmaron con un movimiento simple de cabeza.-Perfecto. Steven, no te preocupes, el dolor desaparecerá en un momento.-Dijo la albina recibiendo un quejido como respuesta.

Las tres monarcas acercaron una mano cada una hacía Steven. Una burbuja de luz comenzó a rodear al chico, las luces cambiaban de colores blanco, amarillo, azul y rosa aleatoriamente mientras el híbrido comenzaba a dejar de sentir dolor en su gema.

-Con eso ya estaría.-Dijo Blanco mientras ella y sus hermanas alejaban las manos de su sobrino.

Espinela al instante sé acercó a Steven.

-¿S-steven? Todo en orden?-Preguntó la gema rosada chocando sus dedos nerviosamente.

-Yo... de echo, sí?

Steven sé levantó un poco, poniendo una mano en su gema antes de levantarse por completó. Aún sentía una extraña picazón juntó con un cosquilleo que sé sentía raro.

-¡Steven!

Espinela atrapó a Steven en un abrazó en dónde sus brazos lo rodearon unas tres veces.

-Agh, Espinela.-Sé quejó un poco, Steven mientras era bajado por la gema. El híbrido miró a sus tías, volviendo a tocar su gema.-Ehm.. gracias, chicas.

-Fue un placer ayudarte, querido Steven.-Dijo Diamante blanco sonando tan cordial y dulce.

-A la próxima ten más cuidado.-Dijo Diamante azul sonando extrañamente maternal.

-Si, de echó.-Dijo Diamante amarillo haciendo aparecer una pantalla con la imagen del planeta madre.-Por lo que se ve, nada fue destruido. Así que me preguntó, ¿Que fue lo que hiciste para terminar en ese estado?-Dijo la rubia haciendo desaparecer la pantalla y mirando con curiosidad a su sobrino.

-Bueno... no lo sé.-Dijo Steven levantando los hombros.-De por si no aprendí a controlar mis poderes completamente, sin mencionar que ustedes ya saben que tenemos más habilidades de las que pensábamos.-Dijo el híbrido recordando las otras habilidades que ganaron las diamantes a dejar de hacer lo que hacían constantemente antes de la rebelión.

-¿Seguro que no hay algo?-Preguntó, Diamante bueno en un tono que sonaba a preocupación.

Steven no quería decirles sobré él tema del sueño con Lapis, que seguramente eso fue lo que lo agotó, literal, sé comunicó con ella estando a millones de años luz a través de sus poderes. Su poder lo seguía asombrando como molestando.

-Hmm, supongo que ni Steven debe de saber que le pasó.-Dijo Diamante azul mirando con calma a Steven.-¿O no?

-No, no... en verdad no sé que me pasó.-Mintió, Steven sintiéndose no tan cómodo al mentir, pero tampoco sentía que tenía de otra.

-Hmm, tal vez debamos revisarte más a fondo para buscar una respuesta clara.-Sugirió, Amarillo en un tono serio.

Steven tragó nerviosamente.

-Ehh, no hace falta, de echo... tal vez pueda encontrar respuestas sí vuelvo a la tierra.-Dijo Steven sudando un poco.

-No veo porque volver a ese planeta te ayude.-Dijo Amarillo arrugando un poco la cara.-O porque la tierra y no aquí!

-Solo digo, no se... pero... tengo la necesidad de volver ahora.-Admitió, Steven poniendo una mano detrás de su cuello.

-Aun nos queda una semana.-Dijo Azul con un pesadez en su tono mientras sé esforzaba por sonreír.-Steven, sí nos dieras la oportunidad de ayudarte...

-Agradezco lo que hacen, pero siento que es algo que yo debo hacer... en la tierra.-Dejó claro, Steven para tristeza de las diamantes... y Espinela quién desvió la mirada con pesar.

-Pero Steven.-Dijo Diamante blanco en un ¿Canto?

Diamante azul la siguió.-Pero Steven~

Diamante amarillo fue la siguiente.-Pero Steven~

Las tres comenzaron a cantar en un coro.-Dejanos ayudarte, querido Steven~

-No.-Respondió secamente, Steven con una expresión aburrida.

-Grosero, pero supongo que si es tu decisión... debemos respetarlo.-Dijo Diamante blanco diciendo eso con mucha dificultad en su tono.-Es.. esa la forma, cierto?

-Si, gracias por entender.-Dijo Steven sonriendo un tanto aliviado.

Diamante blanco le devolvió la sonrisa con pesar. Queriendo decir algo, pero no sabía que...

-Agh, odio esto, pero.. recuerda que nos deberás una semana extra más tarde.-Dijo Diamante amarillo en un tono severo y melancólico.

-E-esta bien.-Dijo Steven levantando las manos en una sonrisa nerviosa.

-Tal vez la próxima puedas quedarte un mes entero.-Dijo Diamante azul estando triste, pero sonando también esperanzada.

-Es justo.-Dijo Diamante blanco estando de acuerdo mientras juntaba los dedos en una amplía sonrisa.

-Muy justo.-Dijo Diamante amarillo.

Steven no sentía que eso fuera justo... pero era eso o seguir con la conversación, así que aceptó quedándose callado.

Quería volver a la tierra más que nunca ahora, ver a Lapis. Recordando que no le pudo decir que era él en realidad dentro de su sueño, sé sentía tan mal porqué literal sé metió en su mente y escuchó cosas que seguro no debía de haber escuchado sin que la gema fuera consciente.

Steven lo tenía claro, necesitaba aclarar las cosas...

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