Aceptación

Hola a todos,

Disculpen la demora en las actualizaciones de mis fics, sinceramente he tenido mucho trabajo por lo que no he tenido tiempo libre para escribir. Espero que el próximo mes se normalice un poco mi situación laborar y con ello pueda actualizar con mayor frecuencia. 

De momento espero que disfruten en capitulo y me cuentes que opinan. 

Le mando un gran abrazo a la distancia,

Helena Grand


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Hace tanto que la sed de venganza no le estrujaba el corazón de esa manera. Al menos no desde que vio como su padrino perdió la vida en manos de Bellatrix Lestranger. No desde que la guerra termino y creyó que muriendo Voldemort todo acabaría.

Aun llevaba un ramo de flores cuando llego a Hogwarts directamente al despacho que ahora usaba la directora Minerva Mcgonagall en pleno derecho. Sin darse cuenta estrujo los tallos con fuerza entre sus dedos tembloroso mientras la rabia comenzó a desbordarse desde la boca del estomago hasta escalar su pecho como si se tratara de llamas ardientes o veneno.

Los oídos le zumbaron de repente con tal fuerza que dejo de escuchar las palabras de la bruja que parecía descompuesta. Palabras al azar se colar en su mente, -atacaron, heridas, inconsciente- tan fuera de si mismo que no hizo mas que sumarse a la angustia que se adicionaba a toda aquella mezcolanza salvaje que se adueño de su cuerpo.

No recuerda en que momento o como abandono el despacho, el cuerpo se movió en automático como si tuviera voluntad propia. El cerebro aturdido por las noticias no le permitía pensar con claridad. Corrió tan rápido como le dieron las piernas, soportando el ardor en sus pulmones y la quemazón de los músculos tensos.

Por un momento parecía que volvía en el tiempo, regresado a aquellos días donde corrió por su vida, sintiendo el aliento de la muerte sobre su hombro, demasiado preocupado por las vidas de quien ama como para pensar en otra cosa.

El aire le falta cuando llega a la enfermería. Hasta entonces suelta el ramo maltrecho y desojado que había comprado para visitar la tumba de sus padres, dejándolo caer de cualquier modo al piso. Todo esta en silencio. Cree por un momento que no hay nadie en la sala de espera, pero cuando cruza el umbral de la puerta los ve de inmediato.

Un joven de su edad alto y delgado, con cabellos castaños le mira fijamente, sus ojos azules no translucen nada, pero la tensión en su cuerpo al verle entrar es evidente parece ponerse en guardia ante su presencia. Hasta entonces había permanecido sentado a lado de Malfoy, pero al ver entrar a Potter se levanta lentamente e inclina la cabeza a manera de saludo.

Theodore puede parecer tranquilo con el rostro en blanco y las manos en los bolsillos, pero de eso nada, en realidad mantiene el mango de su varita sujeto con fuerza, alerta de cualquier movimiento que denote amenaza. Es bien sabido el afecto que une a los Gryffindor por lo que no seria sorpresa que tomara represarías ahora y pidiera explicaciones después.

Los ojos verdes de Harry pasan rápidamente de Nott a Malfoy escaneando rápidamente su apariencia, todavía no es capaz de recuperar el aliento, sus pulmones están en llamas, pero no quiere perder ni un instante. Draco permanece con el rostro oculto entre sus manos. De alguna manera le sorprende por un momento, no solo porque no queda nada de su siempre pulcra e impecable apariencia, sino puede leer que experimenta la angustia por la que el mismo esta pasando. No puede verle la cara, pero el lenguaje corporal es evidente, como las huellas en su ropa rota y manchada. La sangre seca en los nudillos rotos y la marca en la pared también son una clara señal de su estado anímico.

¿Qué demonios paso? se cuestiona al ver su estado maltrecho y herido, pero su cabeza no da para más, necesita explicaciones rápidas y no los rodeos con lo que se anduvo la directora.

Draco no parece notar su presencia, sigue inmóvil esperando con angustia alguna noticia de Granger, no puede sentir otra cosa que no sea angustia, los golpes en el cuerpo y los cortes en su piel no son nada. Nott gira un poco el rostro para ver a su amigo antes de abrir la boca, aunque no hay mucho que decir por el momento.

-Aun la están atendiendo, no han salido a informar nada. -Suelta con cautela, sin apartar la vista de Potter esperando cualquier reacción.

Es la voz de Nott la que alerta a Draco y hace que aparte las manos del rostro para ver a quien se dirige. El estomago cae a sus pies al verle, pensando en que explicación va a darle a Potter, para evitar su inminente muerte.

Los ojos grises parecen una tormenta, se abren sin mostrarse completamente sorprendidos. Suspira con cansancio y se levanta, esperando que Potter pronto se le vaya encima para saldar cuentas. Ni siquiera opondrá resistencia, se merece cualquier cosa que le pasa por no haber sido capaz de protegerla.

Los pasos de Potter son decididos, camina hasta estar a un palmo de Malfoy. Sus ojos verdes muestran una mirada violenta. Poco le importa que su oponente sea mas alto, nunca se ha empequeñecido ante nadie y esta no será la primera vez, quiere respuesta y va a tenerlas. Toma por la solapa a Malfoy rechinando los dientes, la ira que irradia el heredero del los Potter es bien conocida por el rubio, reconoce el sentimiento con tanta precisión que por primera vez puede admitir que comparte algo con el hombre que tiene delante.

-¿Quién fue? -Pregunta casi escupiendo las palabras, la mandíbula tensa hace que el sonido sea chirriante.

Nott suelta el mango de la varita, aliviado de que este lo suficiente centrado para pedir explicaciones antes de estallar en colera. Se limita entonces a extender su mano entre ellos, empujando suavemente a Potter para que se aleje. Draco le mira sin intentar zafarse del firme agarre, parece tan cansado que poco le importa que lo golpee.

-¡No fue el! -Imaginando el estado anímico de Draco y sabiendo de antemano que no estará dispuesta a dar explicaciones en voz alta, tratando de ser un mediador para que las cosas no se salgan de control, después de todo el más perjudicado seria su mejor amigo. Interviene decidido.

Sin que Harry suelte a su presa gira lo suficiente para encaras a Nott. La rabia no disminuye, Theo puede ver arder sus ojos con una sed insaciable de venganza, la misma que a visto en demasiadas ocasiones como para ignorarla.

-¿Quién o quiénes? -Repite sin paciencia. Volviendo a centrar su atención en Malfoy. -La directora no ha querido dar nombres hasta que lleguen sus tutores.

Draco no alcanza a contestar cuando la puerta de la enfermería se abre.

El rostro pálido de Madame Pomfrey no es buena señal, parece exhausta pero no va sola, de cerca le acompaña un hombre de baja estatura con uniforme de San Mungo.

Hasta ese instante Malfoy es capaz de moverse, es el primero en reaccionar, se suelta con brusquedad para acercarse a las personas que van saliendo.

-¿Cómo esta? -Son sus palabras, las primeras que salen para formular una simple pregunta.

Harry demasiado aturdido es incapaz de preguntar por si mismo, se acerca sin poder controlar los latidos locos de su corazón y el temblor en las manos. Ver las emociones a flor de piel en Pomfrey le trae recuerdos demasiado dolorosos y teme lo peor.

La mujer se flota las manos, antes de alisar la parte delantera de su bata en un movimiento nervioso.

-La Señorita Granger se encuentra estable, sus heridas físicas fueron curadas de manera satisfactoria, pero es difícil evaluar su estado mientras sigua inconsciente.

-De momento no es conveniente despertarla, es mejor darle tiempo a que vuelva en si por su cuenta. Sus heridas fueron graves, dimos prioridad a la urgencia de tratarla con rapidez por lo que aun no hemos podido definir las maldiciones de las que fue víctima. Ahora que esta mas estable tendremos que centrarnos en la magia con la que le atacaron para tratar cualquier posible secuela.

Malfoy y Potter no eran amigos, quizás habían hecho un atregua por un fin común, sin embargo, en ese momento la causa era la misma, tan asi, que basto compartir una mirada para saber lo que tenían que hacer. Nott tuvo que contener un escalofrió al ver la actitud de ambos, tenia la seguridad que los pobres desgraciados que se atrevieron a tocar a la leona pronto pagarían con lágrimas de sangre y desearían no haber nacido nunca.

Les permitieron pasar a verla por unos minutos dado su estado. Nott se disculpo antes de regresar a su torres no creía conveniente permanecer en el lugar ahora que comprobaba que la ira de Potter no estaba dirigida a Malfoy.

Harry seguía hirviendo de rabia viéndola postrada en la cama, con el rostro pálido y la piel que había sido sanada recientemente de un tomo ligeramente mas rosado que el resto, por lo que pudo notar las múltiples heridas en el rostro y a lo largo de sus brazos.

Tomo la mano de Hermione con cuidado, como si temiera que podía romperla con un simple toque. Acaricio suavemente el dorso con sus pulgares antes de dejarla con el mismo cuidado y arroparla mejor con las sabanas.

La miro en silencio largamente agradecido de que a pesar de todo siga respirando, pensó lo peor por un momento y aunque eso no hacia que se sintiera completamente bien, al menos le dio la oportunidad de respirar con mas normalidad. No puede perderla a ella no, ha perdido demasiadas personas importantes en su vida y no sabría como salir adelante si no tuviera Hermione en su vida.

Apoyo con cansancio la espalda en el respaldo de la silla que ocupaba, había dejado todo en cuanto recibió el patronus informando que Hermione había sufrido un grave accidente y que se solicitaba su presencia en el colegio. Lo que nunca pudo haber sospechado era que hubiera sido atacada de aquella manera vil.

Noto hasta entonces que no estaba solo con Hermione, todo habia pasado a un segundo termino cuando le permitieron entrar a ver a su amiga y la encontró recostada, tan pálida que temio por un intante que no estuviera en este mundo. No de dio cuenta cuando se retiro el medimago y Madame Pomfrey, como tampoco se percato de que Malfoy no se marcho con ellos.

Fue hasta mucho después que sintió mas que ver su presencia. Mimetizado por las sombras se mantiene en silencio, recargado en una pared cercana. La expresión en su rostro no había cambiado en nada, si acaso la mirada que dedicaba a Hermione es desconcertante.

No es difícil imaginar que en los últimos meses se han vuelto lo suficientemente cercanos como para que Malfoy este preocupado por su estado, mas aun, tomando en cuenta que fue por defenderlo que Hermione termino herida.

El hecho le desconcertaba profundamente, mas por que conocía perfectamente el temperamento y carácter de Hermione, siempre están dispuesta a ayudar a un amigo, sin importar los riesgos, pero ¿Eran tan cercanos como para poner en riesgo su vida? conoce su afición por las causas imposibles que de alguna manera cree que no fue solo eso lo que la llevo a tomar un riesgo como ese.

Potter suspira largamente, llamando la atención de Malfoy. Sus ojos grises le escanean casi con aburrimiento antes de regresar de nuevo a la joven inconsciente. No esta dispuesto a dar explicaciones cuando el mismo aún se encuentra demasiado confuso y furioso. La observo por varios minutos mas antes de salir en silencio.

Draco sabe que no tiene derecho para estar en ese lugar, por mucho que desee cuidarle y velar su sueño. No son cercanos, ni siquiera sabe bien si se pueden llamar amigos. Puede ser que la dinámica entre ambos cambiara lo suficiente como para no considerarla su enemiga como en el pasado, pero sin duda, seria hipócrita decir que podían tener un título o un lugar en su vida como amigos.

Potter se quedará a cuidarla, al menos eso le causa un poco de alivio, sabiendo que no hay nadie mejor para estar al pendiente de Granger. Además, esta seguro que al primero que deseará ver en cuando abra los ojos será precisamente a su mejor amigo. El pensamiento le provoca una sensación incomoda, por alguna razón se siente rechazado y ciertamente herido, si se pudiera burlar de su mismo por ser tan patético lo haría, pero no se encuentra con ganas de reír por algo tan estúpido en ese momento.

Ya es tarde, Draco camina de un lado a otro por los pasillos cercanos a la enfermería, no puede alejarse demasiado, no sin sentir que las restricciones mágicas tiran de manera sofocante los hilos invisibles que le atan a la custodia de Granger. La amargura que experimenta se ha metido dentro de su piel.

Pomfrey conociendo la situación sobre el joven Malfoy y que no podía retirarse, le indico donde podría tomar un baño y descansar en un anexo de la enfermería en cuanto terminara la visita. No le permitió sanar los cortes y contusiones, parecía algo tan insignificante en comparación de lo que había recibido Granger que no pudo más que sentirse avergonzado. Solo acepto un ungüento y un poco de dictamo para que lo dejara en paz.

Draco seguía demasiado aturdido, no podía borrar la imagen de Hermione protegiéndole con su propio cuerpo del ataque. Todo ocurrió tan rápido, a penas en un parpadeo. Casi podía sentir el calor de la magia rosando su cuerpo por las maldiciones convocadas por sus acosadores cuando un instante después Granger se había puesto en el camino para salvarlo.

Ni siquiera llevaba la varita, aunque está seguro de que convoco magia sin ella. Un hechizo de escudo había sido ejecutado, pero la fuerza de 5 hechizos en conjunto fue demasiado.

"Estúpida, estúpida, estúpida" repite Malfoy golpeando con la mano abierta las baldosas del baño. El agua fría corre por su cuerpo llevándose la suciedad y sangre que quedo adherida a su piel pálida. No sabe muy bien si se trata de su sangre o la de Granger, no saberlo lo enerva mucho más.

No tenia por que defender, no tenia por que protegerlo con su propio cuerpo, el no valía la pena. Debió dejarles que terminaran de una vez con su infierno.

Se desvaneció frente a sus ojos, débil y herida, a penas consciente para tratar de sonreír de manera tranquilizadora, pero parecía triste, demasiado cansada.

"Tonta, tonta Granger" como podía incluso sonreír en una situación como esa. Entre sus brazos era tan ligera, lucia tan pequeña y frágil, que no fue difícil llevar su preciosa carga a la enfermería.

Bajo el chorro de agua, ya completamente desnudo, deja que el agua fría le empape por completo, queriendo que le enfie también el calor furioso que le insta a buscar a los agresores y matarle con sus propias manos.

Su mente aturdida, repite una y otra vez el maldito momento. Si hubiera regresar el tiempo gustoso moriría antes de que dañara de aquella manera a Granger.

Los minutos pasan, el agua fría tiene ateridos los músculos de su cuerpo de manera dolorosa, aun así se mantiene bajo la regadera como si quisiera purgar de alguna manera el daño provocado por su causa.

Hace mucho su piel perfecta fue marcada, no solo por el tatuaje en su brazo, sino por la visible cicatriz que le surca el pecho, gracias al Sectumsempra la maldición con la que le atacara Potter en el pasado, eso sin contar aquellas de las que solo el conoce su origen y que aún le causan pesadillas. Puede soportar las marcas en su piel, incluso la pesadilla que vivió para obtener cada una, pero le resulta insoportable las marcas nuevas en la piel bronceada de Granger por su causa.

Cuando por fin sale del cuarto de baño, sobre la cama le espera ropa limpia, posiblemente los elfos la llevaron a petición de Madame Pomfrey. Aun lleva el cabello húmedo cuando no evitar caminar de nuevo en la enfermería, se acerca a la cama donde parece dormir profundamente Granger. Esperaba encontrarse con Potter, pero para su sorpresa la silla a lado de la cama está vacía.

Le molesta encontrarla sola cuando debía haber alguien que velara su sueño, pero al mismo tiempo no puede negar que le causa cierto alivio por ser el quien se siente a un lado para tomar su mano, sin tener que dar explicaciones.

Sentado a su lado la observa en silencio, con el calor de la pequeña mano entre las suyas. Quisiera darle las gracias, tal vez lo haría si no estuviera tan molesto por sen tan imprudente y estúpida. El no merece que tomara un riesgo como eso, no merece nada, se gano a pulso que lo trataran como una escoria.

No merece tenerla a su lado, que le defienda siendo una causa perdida, pero sobre todo no puedo soportar que ahora se encuentre postrada en esa cama por su maldita culpa. El peso en su corazón le dificulta respirar. Las emociones extremas del día les están provocando un ataque de ansiedad, quiere que Granger despierte, que sus largas y rizadas pestanas se agiten como siempre, que el eterno fruncido entre sus cejas se pronuncie como siempre que la molesta, desea ver como se muerde los labios cuando esta nerviosa y que sonría por cualquier estupidez que sea que le cuente Loogbottom.

"te quiero" -Piensa. Entonces sus ojos se abren con sorpresa, Y esa crisis que amenaza con derribarlo incluso parece ponerse en pausa.

En algún momento se había puesto de pie agitado, tirando de sus cabellos mientras caminaba en círculos a pocos pasos de su cama. Pero fue la realización de ese pensamiento lo que lo dejo realmente helado.

Hermione Granger no solo le gusta, tiene fuertes sentimientos por ella. Tanto que acaba de admitir para si mismo que la quiere. Sus rodillas amenazan con doblarse por lo que tiene que sentarse un momento y tratar de recuperar el aire que parece no alcanzar a llegar a sus pulmones.

Se pregunta ¿En que momento ocurrió? Y no sabe la respuesta. No sabe cómo paso de ser la chica odiosa que se convirtió en su carcelera a ser alguien tan relevante en su vida, al punto de estar enloqueciendo ante el temor de que no vuelva a abrir sus ojos.

No sabe si tiene ganas de llorar o reír por la ironía. Con el aliento entrecortado lo único que puede hacer es obligarse a seguir respirando, intentando que el nudo en la garganta desaparezca.

La mira de nuevo, largamente. Al fin con la realización de sus sentimientos por ella. Hace tiempo que puede admitir que es hermosa, después de cuarto curso resulto algo obvio, pero en algún punto de camino a ese día descubrió que no solo le gusta, sino que la quiere.

El paso es enorme, tanto que se encuentra confundido. Es lo suficientemente hombre para admitir lo que siente ahora que no puede ignorar lo evidente, sin embargo, de la misma manera es consciente que alguien como el no merece siquiera besar la suela de sus zapatos.

Toma de nuevo esa pequeña mano de uñas cortas, acariciándola de manera distraída. Pensando en lo mucho que merece y lo poco o nada que puede ofrecerle. Quizás en el pasado se jacto de tener un apellido importante y una larga línea de sangre pura que le abría cualquier puerta en el mundo mágico, pero ahora no podía hacer otra cosa que avergonzarse por lo ciego que había sido al creer que esas cosas superficiales y sin sentido eran importante.

-¡Despierta por favor! -Suplica en un susurro bajo y lento. Prometiendo en su fuero interno mantener sus sentimientos ocultos, no quería ser un lastre que tuviera que arrastrar a Granger.

Acaricia casi de manera perezosa el dorso de su mano, inclinándose para depositar un suave beso. Como si Hermione pudiera escuchar el llamado y entender en su estado de duermevela la intensidad de su petición, sus parpados rosados se mueve un par de segundos antes de abrirse.

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Lo primero que vio al abrir los ojos fue el rostro preocupado de Penélope, quien ponía un trapo húmedo sobre su frente. Tardo un par de minutos en darse cuenta que se encontraba recostado en la cama donde suele dormir.

-¿Se siente bien? -Pregunta con voz temblorosa. Apartando los cabellos húmedos de su frente antes de colocar de nuevo el paño con la que le estuvo bajando la ligera fiebre que había sufrido.

Snape no es capaz de hablar todavía, mucho menos por que el gentil toque de Penélope lo toma por sorpresa al igual que la preocupación visible en su rostro pálido. Sabía que no le simpatizaba en lo más mínimo, sin importar que la mujer siempre fuera cortes dejo de manifiesto que no estaba conforme con su presencia. Entonces no entendía porque su reacción.

Se limito a mirar sus ojos azules enrojecidos como si incluso hubiera estado llorando. Puede notar que espera una respuesta, pero no encuentra palabras que pronunciar, pasa saliva con dificultad antes de asistir firmemente con la cabeza tratando de transmitirle que se encuentra bien.

Pronto se da cuenta de su error al mover tan repentinamente la cabeza solo logro que un dolor punzante le hiciera sentir mareado, tuvo que cerrar los ojos y llevar sus manos a la cabeza para presionar sus cienes en in intento de que el dolor mermara.

Un sonido de angustia escapa de Penélope, lo que hace que de inmediato Snape aparte las manos y dirija toda su atención en ella.

-Estoy bien. -Se obliga a decir con voz ronca. -Me duele un poco la cabeza.

Intenta enderezarse, pero no es tan fácil como espera, la habitación alrededor parece insistir en dar vueltas.

-Por favor tómelo con calma. -Le insta Penélope apresurándose a ayudarle a apoyar su espalda contra la cabecera, incluso acomoda una almohada para que este mucho mas cómodo.

Después de asegurarse de que se encuentre cómodo y estable, toma un vaso con agua de la cómoda y se lo acerca para que beba.

-Avise a mi madre que perdió el conocimiento así que no debe tardan en llegar. Nuestro vecino el Sr. Thomson me ayudo a traerlo hasta acá para recostarle.

-No debió molestarse.

-Mi madre me mataría si no le avisara de su estado, puede parecer una persona amable, pero es bastante firme cuando se trata de las personas que le importas.

-¿Las personas que le importan? -Pregunta desconcertado.

-Usted le importa por si no lo había notado. -El tono de burla no pasa desapercibido para el hombre.

-¿Eso le molesta?

-No, la verdad ya estoy acostumbrada al carácter de mi madre. Siempre a sido de esta manera desde que recuerdo.

-Entonces el problema debo ser yo.

La declaración tiño de rojo las mejillas de Penny, quien a pesar de todo levanto la barbilla de manera orgullosa.

-Me preocupa que pueda ser doloroso cuando decida irse. No tengo nada en su contra solo intento protegerla. Mama parece tener un imán para encontrar personas rotas, les ayuda a sanar y cuando están bien, la mayoría se machan sin mirar atrás. Por alguna razón cree que hay algo muy especial en usted, como le dije son muchas personas a las que ha ayudado desde que tengo memoria, pero usted es la primera persona a la que le ofrece su propia casa, así que tómelo en cuenta.

-Así lo hare se lo prometo.

Penelope lo deja un momento para traer agua mas fresca, aun tiene un poco de fiebre por lo que considera necesario seguir poniendo compresas en su frente en lo que llega su madre.

Cuando se queda solo el recuerdo de la voz del joven pelinegro aun retumbaba en sus oídos y aun cuando no pudo verle el rostro tiene la seguridad que usa lentes de molduras negras y posee unos peculiares ojos color verde, ¿El como lo sabe? No lo tiene claro pero esta convencido que es alguien de su pasado.

Los sentimientos que experimenta son ambiguos. Haciendo a un lado la frustración por haber perdido la oportunidad de verlo de cerca, al menos por un breve momento despejo un poco la espesa niebla que cubre sus recuerdos. El muchacho es o mejor dicho fue alguien importante en su vida, no podía equivocarse de manera tan garrafal, al menos no cuando su simple voz agito fibras sensibles es su interior.

Hay una emoción desconocidos tan potente que le erizó los bellos del brazo, tenía una sensación extraña de querer encontrar al muchacho para protegerle, no sabe las razones que le agitan de esa manera el instinto, pero es como si algo en su interior le empujara a querer cuidarlo.

No le menciono a nadie lo ocurrido, no es que tuviera mucho que contar tampoco. Pero de alguna forma se sentía ridículo de agitar tanto como lo hizo hasta el punto de desvanecerse.

Sally lo reviso sin encontrar nada que explicara su ultimo desvanecimiento, sugirió que seria adecuado acudir al medico al día siguiente para que realizaran una evaluacion completa. A esas alturas la fiebre remite por completo por lo que lo dejaron descansar el resto de la tarde.

Por la noche no conciliaba dormir, era cerrar los ojos para encontrarse con la imagen cada vez más nítida de un joven alto desgarbado, de cabellos rebeldes negros y ojos verdes. Algo en esa mirada verde le impacientaba, despertando un anhelo que no sabía definir y que sin embargo, no podia apartar. Curiosamente sabia que no eran precisamente los ojos de ese muchacho sino unos casi idénticos los que despertaban el calor anhelante en sus recuerdos borrosos.

En algún punto el sueño le venció, fue entonces que por primera vez en meses tuvo un recuerdo claro de su vida anterior.

Despertó sobresaltado, pronunciando un nombre.

-¡Lili!

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