La marcha siniestra
"Die Toten reisen schnell" (Los muertos viajan deprisa)
La frase del letrero a un lado del camino se repetía una y otra vez en su mente atormentada. Debía haber escuchado la advertencia.
Yacía en el suelo, congelado por dentro y por fuera. No había manera de mover un músculo con ese clima. Los copos de nieve comenzaban a cubrir su cuerpo, sin que pudiera hacer nada por evitarlo.
¿Quién lo había mandado a emprender tal travesía? ¿Quién lo mandaba a transitar los caminos olvidados de Transilvania, como hiciera el célebre Jonathan Harker?
Maldijo su obsesión por Drácula y por todos los de su especie. Esa que lo había llevado a ese viaje absurdo para encontrar su supuesta morada. Esa que le había dejado un descubrimiento aún más tenebroso que un polvoriento castillo.
El rumor de pasos asincopados y relinchos desafinados se oía cada vez más cerca. Era la marcha del Señor de la noche.
Los había cruzado de casualidad, atraído por la extraña luz verde que desprendían sus ojos. De inmediato, quedó fascinado por la impronta oscura y descuidada que todos presentaban. Eran más horribles que cualquier película de terror que se hubiera dirigido jamás.
Pensó que se trataba de algún desfile macabro, de esos que se habían puesto de moda, pero no. Aquello no era maquillaje, ni vestuario sacado de una feria americana. Aquello era real. Tan real como él mismo. Tan real como la tragedia que se cernía sobre él.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top