Capítulo XV: Corrupción, injusticia, sangre y criminal.
•|Capítulo XV|•
Parte II: Corrupción, injusticia, sangre y criminal.
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Sonrisas enormes, a pesar de que son personas con corazones pequeños. Solo números en una cuenta internacional, algo sin nombre ni apellido. Algo desuso. Llenos de corrupción, cometiendo la injusticia de marcarlos como mercancía en la piel. La sangre inocente volviéndose turbia, siendo un resultado de sus bajezas. De sus espíritus avaros y vacíos.
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Las cadenas resonaron cuando uno de ellos intentó moverse al interior de la diminuta jaula de cristal, apenas un metro cuadrado para dormir, cagar y comer. Tomura podía reconocer a la perfección el sentimiento en sus ojos. Ojos inocentes que con cada visitante se volvían más distantes y con menos brillo, porque las intenciones de los inversionistas eran muy claras para cualquier alma ingenua. Shigaraki estando en las calles había visto el mal de sus alrededores, la figura villana del alfa común mostrando sus habilidades a pobres omegas que realmente nunca le importaron porque no eran parte de su plan para ser el líder de la nueva sociedad. Pero ver niños, niños que eran vendidos como mercancía... Era un plano diferente porque nunca los había visto sufrir así, de cierta forma cada uno de ellos le recordaba lo que había sido y lo que había perdido.
Sin embargo, nunca pensó con seriedad que los héroes fueran así. Pero, realmente no eran ellos los culpables del problema, eran solo marionetas con enormes capas coloridas y detrás de ellos, con sonrisas enormes, habitaban los titiriteros. Al fin y al cabo, los héroes eran una mercancía que se podía vender al mejor postor. Rumi misma parecía sorprendida de lo que sus ojos captaban a través del cristal. La comisión le designó la misión de acabar con el inversionista alemán, mas nunca le dijeron que era realmente lo que estaba en juego al hacerlo. Era como un festival... Todos y cada uno de los héroes tenía un precio, hasta los alfas más fuertes de la sociedad. Y entre todos esos rostros con sed de justicia, también estaba el de Izuku, inocente e impoluto. No solo el suyo, todos los estudiantes sin egresar de la UA formaban parte de un enorme cuadro con información y fotografías. Llamados la nueva generación genética, o la red roja. Roja por la sangre que iba a correr por sus manos en algún momento de sus carreras.
Izuku Midoriya, quirk de super fuerza con levitación y látigos. Omega incompleto de nacimiento, rango SS+. Precio de mercado por sus genes: seiscientos millones de yenes. Expectativa de vida: menos de veinticinco años.
Katsuki Bakugō, quirk explosivo. Alfa prime de nacimiento, rango SS. Precio de mercado por sus genes: novecientos millones de yenes. Imperativo replicar su ADN. Expectativa de vida: treinta años.
Kirishima Eijirou, quirk endurecimiento. Alfa de nacimiento, rango A. Precio de mercado por sus genes: quinientos millones de yenes. Expectativa de vida: cincuenta años.
Kaminari Denki, quirk electrificación. Omega completo de nacimiento, rango SS. Precio de mercado por sus genes: ochocientos millones de yenes. Imperativo replicar sus genes. Expectativa de vida, veinticinco años.
Shoto Todoroki, hijo del número uno con una fusión de dos dones, fuego y hielo. Alfa prime de nacimiento, rango SS+. Precio de mercado por sus genes: mil millones de yenes. Imperativo replicar sus genes. Expectativa de vida, treinta años.
Mina Ashido, quirk ácido. Omega de nacimiento, rango A. Precio de mercado por sus genes: quinientos millones de yenes. Expectativa de vida, veinticinco años.
El salón de dónde se suponía estarían los próximos inversionistas de la comisión de héroes, era un lugar lleno de fotografías de promesas heroicas, con niños en jaulas en un extremo mientras que en el otro se hallaba su futuro si llegaban a sobrevivir para convertirse en aquello que muchos llamaban esperanzador. Era un paraje que ninguno de los dos había visto antes, pero Rumi era la más afectada del entorno. Ella se suponía que debía embelesar al alemán, pero nadie le dijo lo que habría en la celebración, nadie le habló sobre los niños que serían vendidos durante la celebración, ni de la información de los estudiantes que había instruido en algún momento para integrarse en ese enorme universo.
Ella tomó la mano de Tomura al momento de entrar en las instalaciones del gobierno, fue un tacto firme aunque todos los presentes llevaban bozales para no sentir la desesperación de los niños. Sin embargo, era imposible no hacerlo, excepto que solamente ellos dos parecían estar percatados de ello. Todos los demás presentes, con sus estrafalarios trajes y adornos brillantes, ninguno de ellos siquiera se inmutaba por el evidente crimen llevado a cabo delante de sus ojos. Nada, simplemente veían la mercancía y se entretenían con sus conversaciones acerca del futuro de Japón bajo una comisión de héroes en decadencia. Solo eran negocios para ellos. Un valor monetario contra la carne.
Las náuseas subieron por la garganta de Tomura, su maestro tenía razón, los héroes debían desaparecer... Sin embargo, los héroes eran la mercancía. Claramente si ellos desaparecían, por un tiempo iba a haber relativa calma en el sistema pero volverían a haber otras personas dispuestas a venderse y ser la carne de cañón del gobierno por un poco de paz, gloria o dinero. Porque el problema no eran los héroes, sino la estructura detrás de ellos, y se sentía como una estafa. Era una estafa, los volvían imágenes públicas mientras que ellos detrás movían los hilos como si fueran sólo juguetes.
Aunque realmente solo eran eso, unos juguetes modernos los cuales manipulaban a antojo.
-¡Rumi, realmente no pensé que vendrías después de tu retiro!-el hombre que llamó a Miruko era corpulento, sus ojos parecían de fuego y su piel era tan oscura como el carbón. Tomura, con su coleta blanca, se hizo a un lado de la Omega, evitando contacto visual con ella porque su alfa interno estaba ansioso por saber más acerca de la información que tenían sobre Midoriya. Era extraño, como si todos a su alrededor fueran sus enemigos excepto por ella. Sin embargo, ella lo tomó por el brazo y el solo tacto hizo que olvidara por completo que su destinado estaba siendo vendido como un trozo de mercancía.
-La verdad es que fue muy difícil hacerlo, llegar a esta isla es toda una osadía-ella rió suavemente contra su mano, era una evidente tapadera porque Tomura sabía bien qué sus risas eran desbocadas y energéticas. Siempre cuando observaba la televisión era así, expresiva y desordenada. Una mujer con cero delicadeza de no ser por su belleza sobrenatural, y Shigaraki estaba guardando cada momento de esos días con cautela en su cabeza. Acostumbrándose a ella sin siquiera saber bien el porqué.
-Bueno, es una instalación que debe estar protegida, si la prensa llegara a saber sobre lo que hacemos aquí, todos nos pudriríamos en la cárcel-el alfa se tomó una leve pausa para ver a Tomura del brazo de Rumi, se veía un poco molesto por el hecho-. Ya veo que este muchacho es tu nueva asignación, Hawks se suponía que debía cuidarlo pero como está bajo el manto de Endeavor como su nuevo omega, es muy difícil darle un trabajo nuevo. Más bien, es imposible darle un trabajo porque algunos dicen que está retirado. ¡Blasfemias! Ese hombre debería morir si no fuera porque aún hay personas que creen en él... No obstante, la carne vieja solo es parte del pasado, para el futuro tenemos estas bellezas de aquí.
El hombre los guió a ambos por la sala, llegaron hasta unos enormes tableros con información más detallada sobre sus "productos destacados". Entre ellos, la información personal de los chicos de la UA.
-Este año egresan muchas promesas, entre ellas este hermoso Omega. Su nombre es Denki Kaminari, el mejor Omega de la UA, uno de la comisión ya tiene un ojo sobre él. Según Nezu, es medio promiscuo pero sin duda con una gran suma de dinero su útero será dueño de uno de los genes más privilegiados de la comisión. Luego tenemos a Mina Ashido, es una bendición de Omega pero está un poco manchada, es una pena. Además endeavor la está protegiendo aunque eso podría ser influencia de su hijo, Shoto Todoroki... Ese muchacho, que buen futuro tenía, ahora solo es un adicto a las drogas. Aunque no lo culparía, su familia es muy delicada-las imágenes de los movimientos de pelea de los muchachos pasaron delante de sus ojos, cada vídeo poseía un análisis detallado de sus quirks y debilidades. Ambos estaban en silencio mientras el alfa de piel oscura se maravillaba con cada uno de los estudiantes hasta que llegó el turno de Izuku. En ese momento, Tomura comenzó a gruñir involuntariamente. El bozal amortiguó el sonido pero Rumi se dio cuenta de ello-. Y este muchacho, un mentiroso por regla pero es entendible debido a su condición. Midoriya Izuku, un Omega incompleto. La verdad es que sus genes siguen siendo muy costosos a pesar de que un embarazo podría matarlo. Lo hemos estado observando por meses, estuvo enfermo hasta que Nezu nos confirmó lo que muchos de nuestros investigadores privados venían teorizando. Actualmente está en una relación física con el alfa Katsuki Bakugō, un alfa prime, evidentemente desperdiciado en el Omega. Sin embargo, con el pasar de las semanas, el Omega habría estado sanando de un estado de negación absoluta. Tenemos mucha fe que esta relación entregue frutos para que el vientre de Izuku sea propenso a dejar descendencia.
-¿Qué ocurrirá con todas estas jóvenes promesas si llegan a fallar con sus "descendencias"?-espetó Rumi. El alfa soltó un gemido al ver que Rumi estaba interesada en el proyecto, mientras que Tomura estaba guardando toda la furia en el interior de su boca. Saboreando su propia sangre con disgusto.
-Bueno, todos tienen agentes del gobierno tras sus pasos. Cada uno de ellos tiene un agente especial que hará todo lo posible por conseguir evidencia genética. Por ejemplo, el alfa Katsuki Bakugō si no engendra antes de los veinte años, a su agencia llegará Nora, una hermosa omega de ojos azules y cabello oscuro. Ella será sutil en un principio, pero si no funciona la conquista básica, se recurrirá a una celebración de aniversario en donde ella tendrá la potestad legal de drogarlo para conseguir embarazarse de él. Después de eso desaparecerá y ese niño o niña llegará aquí, para servir a la comisión como lo hizo su madre.
Rumi no tenía palabras, por eso, Tomura fue quien preguntó.
-¿Qué ocurre si el alfa tiene un mocoso antes de los veinte?-emocionado, el alfa respondió.
-Excelente pregunta, es evidente la influencia de Rumi en tu comportamiento-se tomó una pausa y continuó como un niño en una dulcería. Feliz por cada palabra que salía de su boca-. Bueno, si llegase a darse el tema de que alguno de nuestros seleccionados tenga descendencia antes de nuestra estimación, esa criatura por todos los medios será de la comisión. Después de todo, siempre puede haber un accidente o un ataque de algún villano desequilibrado. Cualquier persona es peligrosa con la información correcta, es cosa de ver a Dabi y a Hawks. Dabi creció con un héroe y Hawks con la comisión. ¿Quién terminó mejor?
Eran despreciables, no les importaba violar o tratarlos como productos a sus propios héroes, para ellos era válido si la gloria del país estaba en juego. Tomura estaba impresionado y asqueado al mismo tiempo, no dudaba que Rumi estaba de la misma manera. Asqueada de estar en esa habitación sin posibilidades de ayudar a los pequeños niños y a los futuros héroes. Y por un instante, Tomura pudo ver a un pequeño niño de ojos rojos y cabello verde, un cachorro de Midoriya... Fue una visión retorcida pero le dolió como si hubiera sido real. Su maestro estaba obsesionado con los héroes, pero estando ahí y viendo la realidad, solo les tenía lástima. Los minutos pasaron entre ellos mientras Yami les explicaba el número de agentes de campo que estaban predispuestos a entregar su vida por la comisión y por la línea genética de la misma. Eran numerosos y todos los estudiantes de la UA tenían al menos dos personas tras sus pasos. Tomura vio soslayo los alfas que Izuku tenía detrás suyo.
Eran hombres muertos si Katsuki llegaba a verlos, no tenían particularidades llamativas, solo eran lindos. Si Tomura llegaba a verlos en persona, serían polvo... Y en ese momento de extraña lucidez, se preguntó vagamente si cuando secuestró a Katsuki para convertirlo en villano, usó realmente la estrategia correcta. Porque ya lo sabía, la debilidad de Izuku era Katsuki y la de Katsuki, Izuku. Así eran ellos, sus debilidades mutuas, morirían por el otro. Por eso eran terriblemente poderosos juntos. Pudo haberlos matado pero su alfa interno no lo quería así, estaba obsesivo con Izuku, con someterlo y poseerlo. Con usarlo como su puta y dejar que Katsuki viera aquello para darle celos, ahora solo les tenía lástima. Porque si los planes de la comisión salían a la perfección, solo serían bolsas genéticas con muertes preparadas. Un recuerdo más para las personas en las calles. Lamentable.
Al final de la noche, ningún niño quedó en las jaulas y Rumi dejó correr la sangre del inversionista alemán entre sus dedos.
Era una gran pérdida su muerte, porque el hombre quería comprar acciones en la comisión para cambiarla. Para hacerla un poco más amigable con las siguientes generaciones de héroes. Sin embargo, para la comisión solo fue un estorbo para sus planes y así como llegó se fue del país, solo que esta vez sin vida. De alguna manera la comisión iba a arreglar el asunto con el gobierno para dejarlo en el anonimato aún así... Rumi estaba devastada. De camino a casa no dijo ninguna palabra. El dolor en su postura era evidente, estaba sufriendo por cada muchacho que sus ojos habían visto. Era desalentador, pero Tomura iba a ayudarla porque no soportaba verla así, tomando una botella de alcohol para olvidar todo el dolor. Solo tenía que ver a su destinado en algún momento y juntos establecer un punto medio donde ninguno de los dos fuera un estorbo para el otro. Dónde podrían hasta ser aliados.
...
Ella sabía que Todoroki era una persona de mente libre, que su corazón no estaba atado a nadie más que el fantasma de Momo. Una alfa en luto que mantenía en ocasiones una sonrisa cálida en los labios, una efímera sonrisa que cualquiera pudiera interpretar como felicidad cuando solo era pena y remordimiento. Sin embargo, nunca imaginó que estaría con Izuku... Aunque si era honesta, no le sorprendió del todo. Él era un Omega bonito, fuerte y admirable. Solo estaba insegura, y ese día, cuando Katsuki se lo dijo, el día antes del examen final, Kirishima se acercó a ella. Fue sutil con su sonrisa amable, una leve que ocultaba más de lo que demostraba. Entrenaron juntos, fue química extraña entre ellos hasta que llegaron los demás para hacer un entrenamiento en grupo. En los vestuarios las cosas fueron más lejos, fue solo un beso en la mejilla. Algo suave con los labios rugosos pero que contenía una extrañeza alojada en su estómago, ¿incomodidad? No lo sabía bien, y al verse a sí misma en el espejo después de ese pequeño beso, fue como ver a una mujer con las marcas de un amante que no la hacía sentir segura.
Después de ese momento, Nezu se presentó y pudo percibir el sudor frío en su nuca. Algo suave comparado contra la sensación que le provocaba los mensajes nocturnos. El examen era sorpresivo, estaba nerviosa y no lista pero Todoroki con una mano amiga posándose sobre su piel, le extendió su ayuda. Se sentía extraña por todas esas atenciones. Y más cuando saltó a la tundra y su cuerpo fue envuelto por el frío de un invierno cruel. Lo primero que sintió fueron las feromonas flotando sobre su cuerpo, la suerte le dió un centinela justamente delante de sus ojos. Luchó, gritó y huyó cuando no pudo más.
Estaba exhausta y solo estaban empezando con el examen final.
Mientras corría del centinela, la criatura la tomó por el cuello en un descuido y la estampó contra un árbol que hizo que su espalda crujiera al mismo tiempo que se destruía su collar anti mordidas. Las feromonas la consumieron con la misma fuerza del impacto y después de años sufriendo en silencio con las feromonas de Katsuki en su mano, se dió cuenta que nadie podía contra las de los centinelas. Eran tan fuertes que su centro pulsó hasta sus piernas. No pudo moverse bien pero atacó con todo, litros y litros de ácido salieron de su cuerpo. Fue desesperante ver a la criatura ilesa tratando de matarla sin descanso, porque en más de una ocasión casi la mató. No estaban preparadas para detenerse, iban a ir hasta el final si era necesario. Entonces cuando pensó que toda su vida sería una visita al cementerio, Shoto apareció con una enorme montaña de hielo y con su lado izquierdo levemente dejando ir llamas para calentar su cuerpo. En ese momento, simplemente desfalleció de la tranquilidad. Él la tomó entre sus brazos, con cautela y perfumando con la glándula de su muñeca su cuello y hombros. Fue un leve alivio después de tanto dolor físico. Después de la pelea y el encuentro con Katsuki e Izuku, llegaron a la cabaña. Estaba semi consciente cuando despertó. Pero ahí estaba él. Su fuente de inseguridad se hallaba curando sus heridas con una cara de poker, sin su bozal y dejando ir sus feromonas suaves para calmarla de la inmensa necesidad. Con un poco de sudor corriendo por sus mejillas.
Realmente, no tenían nada en común pero cada vez que estaba a su lado, siempre tenía esa sensación de que lo que tenían juntos era lo más real de su mundo. Sonrió agradeciendo el gesto, tratando de calmar un poco la ansiedad en su propio corazón pero lo único que logró fue que él la viera a través, con esos ojos que solo ellos podían hacerla sentirse así. No quería escoger porque realmente su cuerpo no lo haría, ya tenía una decisión incluso antes de plantearse el escenario. Las mariposas en su estómago no estaban felices siendo solo amigos con beneficios, así que se acercó justamente donde sus labios parecían temblar y mordió ligeramente antes de sentir como el par de manos la atraía hasta algo más profundo que una simple mordida. Realmente nunca le gustó ir suave hasta que sus manos la tocaron como si fuera el ser más preciado del universo. Entonces ahí, cuando su ropa estaba sobrando porque ya era evidente el calor en sus venas, y el dolor no era importante, recordó lo que alguna vez le prometió a su madre. Una vez durante una de sus fiestas de cumpleaños con sus amigas, su madre le hizo prometer que nunca caería enamorada de un alfa. Primero tenía que morir antes de sentir su corazón latir por uno de ellos.
"Mina, bebé mía, ellos lo quitan todo como si fuera suyo. Te toman y hacen que tu corazón pierda absolutamente todas las fuerzas. Por eso nunca debes enamorarte de un alfa. Prometelo, por lo que más quieras, no lo hagas."
La voz de su madre seguía ahí, haciendo eco hasta que una de sus manos amasó su pecho desnudo. En muchas ocasiones él nunca decía nada, hasta ese momento dónde comenzó a repetir su nombre entre lamidas y besos. Cuando su boca estaba bastante ocupada entre sus muslos, con una sus manos en sus caderas y su lengua recorriendo todo como si fuera para lo que estaba diseñada, para probarla. No sentía que fuera un lugar vacío, no lo era. "Sabes a frutilla, sabes a lo que siempre quise tener en mis labios." "Eres hermosa, la mujer más hermosa y fuerte que he conocido." Sus palabras siempre eran tan amables y dios, no quería hacerlo, no quería enamorarse pero ya lo había hecho. Lloró desconsoladamente ante las sensaciones, Todoroki se detuvo en seco, observando anonadado la situación. Rememorando las lágrimas de Izuku en su mente. Y ahí se preguntó si todos en su familia estaban predestinados a dañar a sus más cercanos.
-¿Qué te duele Mina? ¿Fue algo que hice? ¿Fui muy rápido?-ella asintió, pero tomó su mano izquierda antes de que el alfa la apartara. Entrelazo sus dedos y sonrió cuando pudo notar el camino de montones de lágrimas por sus mejillas.
-Deja de ser tan amable conmigo, como si realmente fuera importante para ti y no solo el plan de emergencia.
Todoroki expresó ese rostro que nunca había visto, estaba tratando de entenderla y al mismo tiempo captando su dolor como algo que había vivido. Porque probablemente eso le entregó en su momento Momo.
-Mina, no eres el plan de emergencia de nadie. Eres mucho más que eso, si es por lo de Midoriya, sé que debí haberlo dicho antes pero tenía miedo de que no quisieras hablarme más. Porque realmente para mí no fue nada importante, fue algo que él debía vivir para saber qué es realmente lo que deseaba-el alfa acercó la palma rosada a su quemadura-. Yo realmente te aprecio, te quiero siempre cerca, todo el tiempo. Solo no quiero ahogarte con todo lo que deseo hacerte. Me puse celoso hasta de Kirishima cuando no debería ser así. Solo, no quiero ser la razón por la cual lloras.
Mina comenzó a reírse con fuerza mientras con una de las manos intentaba ocultar sus lágrimas.
-Dios, creo que realmente me enamoré de ti.
"Todo lo que tocas con tus manos, algún día lo arruinaras, hermanito. Incluso lo hiciste con nuestra familia, solo mírame. Me arruinaste solo naciendo y es lo único que harás con todos a tu alrededor."
Shoto recordó las palabras de Dabi, trató de apartarlas de su cabeza mientras abrazaba con cariño a Mina pero no pudo hacerlo, se quedaron ahí como todos esos momentos que su cabeza masoquista parecía apreciar más que los buenos momentos. Estaba aterrado. Nunca nadie le había dicho algo así, la única mujer que lo amaba era su madre y tal vez no era del todo así. Y la verdad, su adicción a las drogas tenía mucho que ver con ello. Con silenciar las palabras y el olor de los demás, drogarse con Mina mientras tenían sexo era una forma de olvidarse de todo. De Momo, de su familia, de sus obligaciones, de ser héroe, de la guerra, de ese dolor en sus músculos y manos. Solo era un cuerpo sobre otro, el sexo siempre era así. Euforia gravitando sobre su plenitud desnuda y avergonzada de los recuerdos. El orgullo y el ego siempre estaban rondando en su cabeza con esas palabras que tanto quería silenciar. ¿Enamorarse? Ya lo hizo, y lo hizo de una mujer equivocada. Mina se había equivocado de hombre, era un problema andante que no quería ir a terapia porque su ego era más grande que sus problemas. Solo tenía que conseguir un poco de polvo blanco, solo un poco. ¡Quería silencio!
-¿Todoroki?-se detuvo en seco al notar que su pulso se había acelerado, sus manos quemando y congelando el suelo bajo sus cuerpo sudados. ¿Cuando empezaron a tener sexo? No lo recordaba pero estaba ahí, anudando en su interior. Atrapado entre sus piernas. ¿Podía confiar en ella? ¿La iba a arruinar como todo lo demás? No quería hacerlo pero mientras más veía sus ojos ámbar, más podía ver en ellos lo que nunca había tenido de los demás. ¿Así es como se ve el amor? ¿Así es de cálido el calor de las manos de un amante que ama? Estaba llorando, por supuesto que lo estaba haciendo. Ella sonrió con dolor porque lo sentía en su interior, como si sus cuerpos fueran hechos para el otro, aunque fuera una mentira biológica. Lo dió vuelta para quedar encima dijo, la piel rozó justamente el lugar preciso-. Si duele, haré que ese dolor desaparezca.
El nudo se deshizo tan pronto como ella dejó caer con más fuerza sus caderas. Mina no era una japonesa normal, no era plana y sus caderas estaban cubiertas con una generosa carga de músculos, a contra luz se podían ver las huellas de las estrías, brillantes y que se movían con su piel. Todoroki guardó silencio y no pudo dejar de verla. Moviéndose dentro y afuera, envolviendo su longitud con ese calor que hacía tartamudear sus caderas. Sí, amaba que le dieran por detrás pero el peso de ella sobre su cuerpo, el rebote suave de sus pechos y la sonrisa dulce y altiva al mismo tiempo... Era un escape dulce. Sus manos pasaron desde sus caderas hasta su espalda llena de moretones, ella se aferró a sus hombros y se movieron en sincronía. Arañó la espalda de Mina cuando el movimiento se volvió una desesperación del alma por olvidar. Cada vez más fuerte, más drogado por el cargo de sus feromonas. Ese dulzor a frutillas frescas que nunca dejaría de converger bien con su sudor alfa. Acompañado con esa sonrisa llena de confianza y el sabor de sus labios llenos de maldiciones. Inestables y moviéndose sin perder el tiempo, vibrando y cobrando al placer absoluto ese tiempo que nunca se podría recuperar. Y de pronto todo ese dolor que lo hizo llorar y quejarse, se convirtió en placer que lo hizo usar sin desearlo su fuego en ella. Una leve quemadura en sus nalgas al apretarlas cuando ella lo absorbió con tanta vehemencia, viéndola perder el poco control en sus movimientos.
Ella era un caleidoscopio y siendo honesto consigo mismo, era mucho más intensa que las metanfetaminas. Era como agua del santo Grial. Dios, y ni siquiera estaban saliendo, no quería imaginarla cuando ella tuviera su marca, la perfecta fórmula de su cuerpo adaptándose a sus hormonas, sintiéndola desde su interior hasta el fondo de su corazón.
Mina gritó y pudo sentirla desfallecer en el placer. Cayó rendida en sus brazos, gotas de sangre descendieron por sus deltoides porque las uñas de ella lo habían arañado de tal manera que el dolor físico se convirtió en una parte importante del momento de placer. Tampoco le molestaba, en unos minutos solo serían media lunas rosadas. Y al pensar en eso, noto que su cuello estaba muy cerca, su cabello húmedo contra su piel rosada, de un tono tan suave que los años la hacían ver cada vez más hermosa. Todavía podía recordar cómo bailaba durante el concierto, como solo ella había podido destacar por encima de todos los demás. Protagonista de una coreografía en grupo. Fue la primera vez que la pudo ver cómo lo que era realmente, una mujer hermosa, fuerte y feliz. Y después, cuando la vió llorando cerca de su cama en el hospital, apenas le pudo agradecer porque su voz no salía clara. Ese día quizá la vio más, aunque estaba al lado de él. Del alfa más cercano a ella.
"Si él no existiera, podrías tenerla en tu mano. Podría ser tuya y tú de ella. Sería perfecto"
Una voz salió de su interior, casi se ahogó al oírla en su cabeza. ¿Ese era su alfa interno? Siempre había estado en armonía con él, ¿por qué ahora parecía tan posesivo? No se había dado cuenta hasta que sintió sus colmillos afilados contra sus labios. El veneno agrio contra su lengua. Sonaba raro pero la energía que irradiaba su alfa interno era increíble, se sentía tan vigorizado que podía apostar a que ella también lo estaba sintiendo, como nuevamente se estaba poniendo duro contra su intimidad húmeda.
-Lo siento, Mina-alcanzó a susurrar antes de sentir como Mina lamía su mandíbula en respuesta, ella se alejó sonrojada y con la mirada llena de lujuria. No había control en sus ojos.
-No lo hagas, pero esta vez no uses tus manos en mi trasero, ya sabes dónde ponerlas. Dónde me gusta más sentirlas-Mina tomó ambas manos del alfa y las dejó en su cuello con gusto, Shoto tragó duro.
Estaba perdido en ella y no tenía vuelta atrás, aunque tampoco quería volver.
...
Los datos recopilados durante el examen final fueron enviados a la base de la isla, donde cada uno de los nombres brillaba con información. Los ojos azules de Lev vieron reluciente a sus oponentes, sus dos oponentes. Para nadie era un misterio que la generación de héroes estaba pendiendo frágil de un hilo con la caída del símbolo de la paz, en sí la existencia del poder de Afo era una aberración y las calles cada vez eran más un desorden mediático de ciudadanos cansados. Sin embargo, la belleza de la juventud estaba en frente, reflejada en las pantallas. Jóvenes dotados de fuerza, belleza y genética favorecedora. El único error que tenían era esa voluntad que corría por sus venas. Lev tenía veintiocho años y la tecnología de los nomus podía hacer mucho por tres estudiantes que no eran del todo excepcionales. Katsuki Bakugō una vez rechazó la oferta de la liga de villanos, pero con cada dia haciéndose más invisible la línea que separaba a los villanos, de los héroes y los ciudadanos... ¿Realmente cuál era el límite? Muchos eran débiles comparados con Midoriya, un joven Omega que no podía engañar a nadie. Pero la comisión le tenía especial cuidado a él, por eso era su objetivo. Los planes de la comisión eran claros. Crear las máquinas perfectas para que la población sin fe viera que la perfección de Allmight era una versión defectuosa del concepto de la paz.
Someter a Todoroki Shoto, Katsuki Bakugō y a Momo Yaoyorozu a la tecnología que había creado la perfección de Shigaraki era un error quien lo viera con la cabeza fría. Pero estaban desesperados y la bomba humana necesitaba velocidad y fuerza, el fuego y el hielo de Shoto eran fuertes pero algo faltaba. Momo era una máquina humana que podía hacerlo todo, solo necesitaba una armadura perfecta para protegerse de ataques. Tantos talentos que necesitaban dejar su huella genética antes de someterse. Conseguir especímenes de ellos no sería difícil. Shoto Todoroki era un promiscuo, Katsuki no era muy cuidadoso y Momo solo era una mujer. Lo único que tenía en contra era él, Izuku Midoriya, el Omega podría sospechar de los planes de la comisión. Sabía que no podía ganarse la confianza del Omega con su estado de alfa pero cualquier tipo de error era capaz de fracturar años de confianza.
Envidia.
Nula comunicación.
Celos.
Inseguridad.
Malentendidos.
Tiempo perdido.
La base perfecta para el fracaso. Sin embargo, mientras Lev sonreía como un hombre ganándose la lotería, Shigaraki estaba sosteniendo gentilmente el cabello de Rumi, trazando un plan en su cabeza para acabar con todos y cada uno de sus enemigos; la comisión de héroes.
...
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