Por favor, acompáñame al mar ahora que los días son fríos como el infierno y hacen que mis manos y pies duelan como si les clavaran agujas. Vayamos a una playa desierta donde solo estemos nosotros dos y parezca los problemas y preocupaciones y el mundo mismo quedaron en la carretera.

Acompáñame al mar e inspiremos ese olor salado y que a veces parece muerte y dejemos que llenen nuestros pulmones hasta que exploten.

Shh. No digas una palabra. Quedate callado y no rompas el momento porque yo romperé a llorar como una niña a la que le sacaron su muñeca favorita; y no no me guataría hacer una escena frente a ti.

Acompáñame al mar y deja que me sienta minúscula como una hormiga bajo un viejo roble en un bosque. Deja que llore y mis lágrimas desaparezcan en las olas que rompen contra mis insensibles pies desnudos. No te acerques, no me toques, pero no te asustes y te vayas.

Acompáñame al mar y cuando camine hacia él y el agua me tape el cabello y baile con las algas marinas, hazme saber que sigues ahí y lánzate a nadar conmigo y toca mi brazo así puedo sentir el calor y la suavidad de tu piel contra el frío de la corriente. Cuando veas que no puedo respirar y que el agua salada que sale de mí se sigue mezclando con la oscuridad de océano, ayúdame a salir a la superficie. Haz que mis piernas se muevan y guía mi mano inerte hacia la luz.

Acompáñame al mar, pero no dejes que me ahogue.