||30||
Por un momento creí que me llevaría a algún sótano o edificio abandonado pero... Simplemente era su casa.
Sabía dónde vivía debido a mis investigaciones pero no crei que fuera tan fácil.
Después de haberlo seguido cuando salió de la farmacia, me llevó a su casa. Una casa de dos pisos en la cual él vivía solo - no tengo ni idea de como paga todo eso solo, ¿quizás una herencia? - y me dediqué a observarlo.
No parecía haber ningún movimiento inusual nada más que una que otra luz encendida y el sonido de la televisión. Me comenzaba a aburrir, aunque estaba acostumbrado a esto ya que era algo común en el trabajo de detectives.
Pero... ¿Ella estaría aquí? Quizás estuviera en un lugar totalmente diferente y yo aquí perdiendo el tiempo.
—Agh... Me comienzo a desesperar. ¿Podrías darme alguna pista? — murmure para mi mismo y frote mi mano por los ojos
Pasaron unos minutos más cuando el primer movimiento sucedió: Ayato se asomó por la ventana del segundo piso - Quizás esa era su habitación - y parecía sonreír. Parecía que estaba con alguien más ya que sus labios se movían.
Quizás debería aprender a leer labios....
¡No es momento de pensar en eso! Dejo concentrarme. Ayato extendió la mano hacia alguien y la otra persona pareció corresponderle
Este la acercó hacia él, Ayato se dio vuelta, dándole la espalda a mi y cubriendo a la otra persona. Ambos se dieron un beso y luego se abrazaron.
¿Quién sería? Podría ser que sea...
Ayato se apartó de ella y la dejó a la vista. Parecía que iría por algo por lo que la chica quedó sola. Esta sonrió ligeramente y tocó sus labios, luego miró hacia la ventana, iluminada por la luz de luna y... Lo supe. Era ella, ¡era ella!
La había encontrado, estaba ahí, siendo secuestrada y abusada por ese imbécil.
El odio recorrió mis venas y apreté los puños. Había logrado el primer avanze en mucho tiempo y esto me daba una ventaja ahora.
Tenía que buscar una manera de rescatarla . Algún modo de sacarla de ese lugar.
Me quedé admirandola unos minutos, seguía siendo hermosa para mi, la extrañaba y me arrepentía de no haber podido ayudarla....
Fue así unos minutos hasta que sentí su mirada en mi. Se había dado cuenta que estaba ahí abajo, viéndola...
Me miró asombrada, incrédula, como si viera un fantasma. Después, como si le resultará un total extraño, cerró las cortinas y despareció detrás de ella.
¿Qué fue eso? Acaso ella... ¿Me ignoró?
No... Entiendo... ¿Qué sucedió? Creí que se alegraría de verme, mi corazón no paraba de latir de emoción pero...
____, ¿que te sucedió?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top