||27 *opcional *||

Como dice el titulo, este capítulo es opcional, ya que contendrá lemon y no a todas las personas les gusta eso así que fácilmente pueden saltarselo. En un futuro esto si afectará la historia pero fácilmente se pueden imaginar que sucederá aquí. Dicho eso, comencemos.

×~×~×~×

—Te tendré que castigar princesa, ¿qué dices?

Las palabras de Ayato me daban mucho miedo, no quería que me tocara, ¡no quería!

—¡Por favor, no volveré a hacerlo, no volveré a escapar! — grité. Mi cuerpo temblaba y luchaba por escapar de su agarre con poco éxito.

—No, si no te doy la lección ahora lo volverás a intentar, ¿verdad? — respondió y sonrió "tierno"

Sus manos bajaron hasta mi blusa sucia y la subió, dejando a la vista mi torso. Mis lágrimas comenzaron a salir, mis sollosos se escuchaban por toda la habitación y deseaba que alguien los escuchara y me salvara.

—Por favor... — volví a decir en voz baja, llorando y con los ojos cerrados.

—Tranquila, te dije que seré gentil... Al principio — agregó eso último y soltó una carcajada.

Sus manos se deslizaron por debajo de la blusa y subieron hasta mi sostén. Él comenzó a tocar mis pechos y a apretarlos. Era asqueroso; la sensación de que alguien me tocaba, alguien a quien despreciaba demasiado y había asesinando a todas las personas que amaba.

—Siempre quise tocarlos. Debes de saber el inmenso control que tuve para mi atacarte en la escuela~ eres perfecta en todo, _____ — volvió a sonreír y cansado de solo tocar un poco, levantó toda mi blusa y se relamio los labios

Rápidamente se acercó a ellos y los tocó un poco más rudo, luego subió el sostén y yo solté un quejido; jamás creí que mi primera vez sería así, yo esperaba que fuera con Kuro - en su momento - o con Ryo...

Ryo... Todo esto es mi culpa, si no fuera por mi, él estaría vivo, él me protegió y yo solo miré como lo asesinaban, ¡soy una tonta!

"¿Sabías que solo te usó de carnada para atrapar al asesino?"

Las palabras de Ayato sonaron en mi cabeza, ¿Serán verdad? ¿Él me usó solo para atraparlo? ¿Todo su amor por mi también fue falso?

—¡Ayato ~! — un jadeo escapó de mis labios cuando él mordió uno de mis pechos.

Enseguida me mordí el labio y maldije por dentro, le había dado justo lo que quería.

—Me encanta cuando dices mi nombre, ¿lo sabes? Y más si es de esta manera ~ — soltó un jadeo y continuó con su trabajo.

Apreté con fuerza la corbata que me amarraba de las manos y arquie la espalda.

Él le seguía dando mucha atención a mis pechos, estaba tan concentrada en ello que no me había dado cuenta de otra cosa importante: sentía una ligera molestia en mi estómago, al parecer, a Ayato comenzaba a excitarle la situación y debido a eso sentía algo duro contra mi vientre ; él empezó a rozarse contra mí vientre, buscando más placer para él

—Por favor.. No... No quiero esto, Ayato... — poco a poco mis súplicas se iban y solo jadeaba y de vez en cuando gemia

—Lástima, yo lo necesito ya — soltó un gruñido y aumentó la velocidad de su roce, como si se estuviera preparando para cuando llegara el momento — ____, lo voy a meter ya.

—¿Qué? ¡No, no! — volví en mi y me di cuenta de la situación, era como si antes me hubiera dejado llevar, como si me hubiera rendido, pero ahora no — ¡Te lo ruego, p-piensa en lo que haces!

—Ya lo pensé muy bien, esto es lo que quiero ~

Él se levantó y sacó de un cajón un condón y luego volvió conmigo. Me sonrió de lado y se quitó la camiseta. Aún podía ver su erección, lo que me hacía sentir nerviosa.

Cerré mis piernas lo más fuerte que pude y retrocedí un poco, por suerte no me había amarrado de los pies. Ayato se acercó a mí y me jaló de los pies

—¿A dónde crees que vas, princesa? — preguntó burlón, no podía escapar y eso le daba risa a él — Ven, no me hagas esperar más ~

Me quitó las últimas piezas de ropa que llevaba: mi falda y ropa interior. Él, con esa sonrisa en labios que tanto odiaba, se bajó la cremallera del pantalón lentamente, burlondose de mi.

—¡No! — grité y cerré mis ojos. Solo escuché la risa de Ayato y sentí como me jalaba hacia él

—Mira quien está muy húmeda ~ — comentó burlón y pasó un dedo por mi intimidad. Yo solté un jadeo y me mordí el labio — Esto lo hará fácil.

Abrí un poco el ojo y vi como él tomaba el condón, lo abría y se lo colocaba. Su miembro era de tamaño normal pero sabía que al ser mi primera vez, me dolería mucho cuando entrara.

—También es mi primera vez, quiero que sepas que lo hago con amor ~

—No es amor... — dije entre sollozos y negué — ¡Te odio! ¡Jamás voy a amarte!

Frunció el ceño y por un momento su mirada se oscureció. Encajó sus uñas en mis muslos y, tras unos segundos, sonrió.

—Ya lo veremos — continuó y de un momento a otro lo metió de una, había llegado a la mitad ya que mi interior seguía rehusandose a dejarlo entrar.

—¡Ahhh! — solté un grito de dolor y extrañamente placer. La sangre salía y mojaba tanto mis piernas como las sábanas.

El dolor me consumía, mi interior dolía demasiado y sentía como si me partieran en dos.

—¡Mmmh si~! Me encanta como se siente — Ayato gruñó y siguió intentando meterlo otro poco

—¡Para, para! ¡Dijiste que serías gentil! — encaje las uñas nuevamente en la corbata y me retorci de dolor.

—Mmh, cambie de opinión — respondió y él sonrió — _____, te amo ~

Unió nuevamente nuestros labios en un beso y comenzó a moverse. Ya había entrado por completo y el dolor bajaba poco a poco, pero la sangre seguía saliendo.

—Te amo, te amo — jadeaba mientras se movía y hacia rechinar la cama de lo rápido que embestia — Yo jamás.. Te traicionaria... Como ellos... Ngh~

Esas palabras podrían haber sonado dulce si no fuera por la situación en el que él me había secuestrado y estuviera violando.

El dolor se había convertido en placer, ahora por cada vez que embestia yo gemia de placer y me castigaba internamente por estar disfrutando de esto.

—¡Ayato! — su nombre escapó de mis labios y le hizo saber que comenzaba a gustarme esto.

¿Estaba bien? ¿Disfrutar de como me violaba? No, él.. Es malo, él me está haciendo esto, él me alejó de quienes amo...

¿Pero porqué me está gustando? ¿Acaso me estoy volviendo loca?

Me detesto....

Todo... Es mi culpa. Yo los mate

—_-____~ — Ayato pronunció mi nombre entre gruñidos. Habían pasado al rededor de unos 20 minutos desde que empezamos.

No lo había sentido para nada, hubiera sido una eternidad, claro, si no lo hubiera disfrutado...

—Me vengo... Espero que tu también~ — acercó sus labios a mi, yo creí que me besaría pero no fue así. Él le dio una mordida a mi cuello y dejó una marca muy notoria ahí

Yo comenzaba a apretar su miembro con mi interior, diciéndole que me faltaba muy poco.

Durante este tiempo, gemi, dije su nombre y en verdad lo disfrute... ¿Porqué? ¿Porqué me gustó?

—Ah... A-Ayato... N-No aguanto más, para... Detente ya ~ — decía realmente con una voz pasiva.

Mis manos seguían aferradas a la corbata cuando Ayato las soltó de ese agarre. Eso me permitió poner mis manos en su espalda y en el momento en que ambos llegamos al clímax, la rasguñe un poco y gemi fuertemente en su oído

—¡Ayato! — grité de placer y me corri junto a él.

Por suerte, usaba condon y no había peligro de que me embarazara. El único desastre que hubo fue por mi culpa.

Nos quedamos unos segundos jadeando y tratando de tranquilizarnos hasta que cuanto por fin recuperamos el aliento nos separamos. Lo miré aún agitada, estaba algo adolorida.

Él sonrió un poco y nuevamente me dio un beso, esta vez algo tranquilo y más "tierno". Colocó su mano en mi nuca y acercó más mis labios a él hasta que poco a poco se separó.

—Descansa, iré a preparar algo de comer para ambos ~ — dicho eso, se apartó de mi y se quitó el condón, lo tiró y luego se vistió.

Minutos después la habitación quedó vacía, no estaba amarrada y podía salir si yo quería, o de perdido gritar por la ventana o saltar de ella

Pero...

¿Porqué no me muevo? ¿Será por el dolor que tengo? ¿O será porque no quiero irme?

No, _____, no pienses en eso. Debe ser porque estoy cansada y no puedo moverme...

Solo quiero dormir un poco y... Olvidarme de todo, de todo el daño que he causado a mis seres queridos haciendo que los asesinaran, que desapareciera y... Todo, todo es mi culpa, ¿verdad?

Merezco un castigo como este, ¿no? Mis seres queridos murieron, me siento vacía...

Merezco esto.

Mientras pensaba eso, mis ojos se iban cerrando hasta que poco a poco quedé profundamente dormida.

Solo quiero... Olvidar todo

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