—Gracias por acompañarme a mi casa — respondí con una tierna sonrisa

—No te preocupes, no podía dejarte sola con un asesino fuera — respondió Ryo

—¿Acaso te preocupas por mi? — lo miré divertida

—Bueno... Un poco — respondió, eso en verdad me sorprendió pues no crei que lo admitiera

—Gracias.. — bajé la mirada pues mi rostro estaba muy rojo y no quería que lo viera

Nos quedamos en silencio unos minutos. Tengo que ser valiente, este es el momento, ___

—Ryo... — murmure y tragué saliva

—¿Si? — alzó una ceja

Respire hondo nuevamente y cerré los ojos. Lo medité y asentí. Mi corazón latía a mil por hora. Era la primera vez que iba a hacer esto, bueno, la primera vez que hacía esto con alguien que no fuera Kuro.

Dejando todo eso de lado,me puse de puntillas y me acerqué a Ryo. Mi mente me decía que no lo hiciera, que quizás es muy pronto para eso pero mi corazón me decía todo lo contrario, y ya era demasiado tarde para arrepentirme.

Me acerqué a sus labios y puse mis manos en su pecho. Lo iba a besar, lo iba a hacer pero... En el último momento no lo logré, simplemente le di un beso en la mejilla.

Mi corazón dio un brinco, ¿en verdad lo hice? ¿Qué pensará Ryo de eso?

—Yo... ¡Nos vemos! — grité

Antes de averiguar que rostro puso Ryo, me di media vuelta y abrí la puerta de mi casa y la cerré con fuerza.

Me quedé con la espalda recargada en la puerta. En verdad lo hice... Le di un beso, aunque solo fuera en la mejilla. Maldita cobardía.

—En verdad que estoy enamorada de él... — murmure y puse mi mano en mis labios, volviendo a recordar ese momento en el que mi corazón casi se para — Ryo...

***

—Oh mierda... ¿Enserio ella hizo...?

***

—Te lo has ganado, tu provocaste esto.

Te voy a asesinar