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Entra, estás en tu casa — me dijo Ryo.

Ya estábamos en su casa pero había algo mal... Era un departamento y por lo pequeño que era, parecía que solo era para una sola persona.

—Yo... Creo que no debería estar aquí — murmure. Mis ojos paseaban de un lado hacia otro, mirando los muebles y algunos cuadros con fotos cualquieras.

—¿Porqué? ¿Temes que te viole? — soltó una carcajada y me miró divertido.

Se acercó a mí y se puso delante mío, tragué saliva y lo miré muy sonrojada a los ojos. No lo soporté más y bajé la mirada.

—Q-Quizas... — murmure y retrocedí unos pasos.

—Tranquila — soltó una risita —no haré nada que no quieras, además, no vinimos por una cita. Venimos a resolver un caso.

—Oh, si, si — suspiré, por fin la tensión se fue.

Seguí a Ryo al pasillo donde abrió una puerta y me dejó entrar primero; es más educado de lo que pensé. La habitación también era pequeña pero había una cama, un escritorio y un armario. También había una ventana y fotografías que él había tomado, en su escritorio estaba el periódico escolar, decía en grande: asesinato en el partido. Además de que había varias partes subrayadas.

—Sientate donde quieras — dijo y él se sentó junto al escritorio. Al no haber más lugar me senté en la orilla de su cama —. ¿Se te ocurre quién podría odiar a Kuro?

—No lo sé, él era popular y le caia bien a todos — respondí y miré la cama, era cómoda.

—Esa es la primera razón por la que alguien lo odiaría — dijo Ryo. Se cruzó de piernas y miró la foto que había en el periódico.

—Supongo.. Pero no se me ocurre nadie — respondí y lo miré a los ojos, en verdad son hermosos.

Él me miró en silencio y suspiró.

***

¿Debería decirle?

Son meras teorías pero... Es algo obvio.

Soy bueno en los misterios; yo mismo resolví el asesinato de mis padres, ¿cómo no iba a poder con esto?

—Yo... — ella me miraba a los ojos; muy pocos se atrevían a eso porque me tenían miedo, algo de que quizás les infectaria con un virus extraño y cosas así...

Cerré ambos ojos y me rasqué la nuca. Quizás debería cambiar de tema, es complicado hablar de muertos con una chica y más si era tu novio.

Ella seguía mirándome, me gustaba que lo hiciera, que no me viera como un bicho raro. Me acerqué a ella y me senté a su lado, esta me miró confundida.

—¿Nerviosa? — dije burlón y miré hacia delante para que no se sonrojara tanto

—Si.. — me sorprendió que lo admitiera por lo que me giré a verla.

—¿Porqué? — dije y sonreí de lado. Ella se sonrojó más y frunció el ceño. Me gustaba burlarme de ella.

—Bueno...

—Espero que tu respuesta no sea la típica: me pone nerviosa estar cerca de chicos — dije y la volví a mirar a los ojos.

—Pues... Yo... — comenzó a jugar con sus manos; ¿podrá ser que yo le...? — No te burles, ¿si?

—Am... No, tranquila — me puse nervioso por primera vez, ¿Enserio lo hará?

—A ti... ¿Te a gustado alguien?

Abrí los ojos como platos y me quedé en silencio, no sé qué responder

—Yo.. No lo sé, nunca había pensado en eso — dije la verdad. Nunca me había fijado por completo en las chicas

—Qué pensarías si...tu amaste a alguien pero no puedes estar con él y ahora estás enamorado de otra persona, ¿crees que sería bueno para la persona que amaste en primer lugar?

Es muy mala imaginando "casos"

—Pues... Supongo que le diría a la otra persona lo que siento. Si la primera no puede estar contigo por cierta razón...

—¿Aunque pueda rechazarte?

—Quizás le gustas, es bueno arriesgarse de vez en cuando — mierda, ¿Porqué le digo eso?

—Yo... Tienes razón — inhaló mientras cerró ambos ojos y sonrió. Se giró hacia mí — Gracias por ayudarme, no sólo eres bueno en misterios, también dando buenos consejos...

Supongo que me alegra que no haya dicho nada más...

—Si... — me giré hacia el reloj: aún era temprano —. Quieres... ¿Comer algo? Hablar siempre de esto aburre — sonreí y me levanté de golpe

—Claro, al fin y al cabo compramos muchas cosas — volvió a sonreír. Por alguna razón me encontraba muy nervioso

—Si... Vamos a la sala — tragué
saliva y fui a la cocina donde había dejado la bolsa con la comida

Tranquilo Ryo, es solo una amiga... Ignorarás si se te declara, porque no la amas

¿Verdad?

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